ZUMO, procede en definitiva del gr. ζωμóς ‘jugo’, ‘salsa’; para explicar la u castellana se ha supuesto que viniera por conducto del ár. vulgar zûm ‘zumo’, ‘jugo’, pero esta palabra, de origen griego, sólo parece emplearse en Egipto, Siria y algún otro país del próximo Oriente, y no hay noticias de que sea antigua en árabe, por lo cual parece más probable suponer que el vocablo griego se alterara en el latín vulgar de España por influjo de la Ȣ del sinónimo lat. SȢCUS.
1.ª doc.: 3.r cuarto del S. XIII, Lapidario.
Diez (Etymologisches Wörterbuch, 500) relacionó ya con el gr. ζωμóς ‘jugo’, ‘salsa’, y lo mismo hicieron Cornu (GGr. I, § 175), Cuervo (RH II, 19) y Tallgren (en su citado estudio de G. de Segovia). En cambio Fokker (ZRPh, XXXVIII, 485), siguiendo las huellas de Casiri y de Mz. Marina, prefería partir del ár. zûm ‘zumo’, ‘jugo’, y esta opinión ganó el aplauso de M-L. (REW 9632), Lokotsch y otros, porque explicaba mejor el vocalismo castellano. Lo cual desde luego es razón de mucho peso. Espinosa (l. c.) se decide por el griego teniendo en cuenta la calidad sorda de la ç-, razón sin fuerza, puesto que si es sorprendente a primera vista que la z- sonora del árabe se convirtiera en una sorda, no lo es menos que esto ocurriese con la z- griega asimismo sonora; en realidad se trata de una consecuencia de la rareza del sonido sonoro z- en posición inicial, lo que dió lugar al ensordecimiento, en cierto número de palabras, así entre los arabismos (AZAFRÁN, AZUFAIFA) como entre los helenismos (CELO). A pesar de todo es de observar que los etimólogos arabistas guardan silencio (Dozy, Steiger, Neuvonen), no se pronuncian o se pronuncian en favor del griego (Simonet, s. v. chumúça). Para lo cual les asiste una buena razón. Zûm significa en árabe «le suc qui s’exprime des plantes; l’eau dans laquelle on laisse tremper les raisins; l’eau dans laquelle on cuit» según el Mohit, que suele reflejar el uso de Siria (Dozy, Suppl. I, 615b), «bouillon» según el egipcio Bocthor, «jus» según Hélot, cuyos datos corresponden al uso vulgar de una región indeterminada. Pero es palabra ajena no sólo al árabe clásico, sino que no parece haberse empleado en el árabe de España ni corre hoy, al parecer, en Argelia ni en Marruecos2; desde luego es palabra sin raíz en árabe, y así no parece dudoso que sea también préstamo del gr. ζωμóς, pero según estos datos se tratará de un préstamo moderno y limitado al árabe vulgar de Oriente. Nuestro conocimiento del árabe hispano, y aun de los dialectos vulgares africanos, no es lo bastante completo para hacer afirmaciones rotundas, y así convendrá no perder de vista la cuestión en futuras indagaciones sobre el léxico hispanoárabe, mas por ahora todo indica que el vocablo hispano-portugués no pudo venir del árabe, por lo que hay que acudir directamente al griego, aunque sorprenda un poco la trasmisión al iberorromance de una palabra que es ajena al latín de la Antigüedad. Quizá no lo fuese del todo, ya que no sólo ζωμóς aparece en muchas glosas latinogriegas (CGL VI, 612), sino también una vez, escrito en letras latinas, encontramos «zomos: ius» en un glosario latino-latino (CGL IV, 198.3) trasmitido en un ms. del S. VII (claro que no es prueba inequívoca). En apoyo del origen árabe podría alegarse el gall. y ast. zume (Vall., Acevedo-F.), pero no es apoyo sólido, pues la -e se debe al influjo del casi-sinónimo celme: son dos voces de origen muy distinto pero que los mejores autores (V. la cita que doy de Castelao) suelen emplear emparejadas, y que por ello se han causado influencias mutuas (V. el apéndice sobre celme, abajo).
De todos modos, tratándose de un vocablo de aplicación médica, no debemos negarnos a admitir un helenismo (como lo son con carácter semejante CAMORRA, LERDO, QUEMAR y el sustantivo quima de donde procede ESQUILMAR). Queda la dificultad de la u. Diculescu (citado por Fouché, RLR LXIII, 403) la explicaba por una forma dialectal tesalia ζουμóς, lo cual es muy difícil de admitir por razones geográficas. Es más probable la opinión de Espinosa de que ZĶMOS se cambiara en *ZȢMUS por influjo del sinónimo latino SȢCUS. Claro está que el vasco zumo vendrá del castellano y no viceversa, como quisiera Cej.
Apéndice sobre el gall. celme3. Cuya etimología ya buscaba Sarm., con interés y muy poco acierto, pero con buena definición: «voz muy equívoca y general: «este muchacho non ten zelme ‘juicio’, esto no tiene zelme ‘sustancia’»4. Quizá nos oriente la palabra poso que, con sentido análogo empleó varias veces Unamuno («esto es el poso de la historia»). Creo, pues, que es el SEDէMEN empleado por Celio Aureliano, Presciano y San Isidoro con el sentido de ‘sedimento, poso’, y que ha dejado descendencia romance en friulano y algún dialecto italiano antiguo y moderno, si bien partiendo de una ac. ‘sede’, de donde ‘casa de campo’ o ‘sótano’5. En gallego pasando por *sedme se llegó a selme (cf. julgar JUDICARE, selmán SEPTIMANA, etc.). El influjo de zumo le contagió la z- o c- inicial.
DERIV.
Celmoso y acelmoso ‘gustoso, sustancioso’ (Vall.), ‘dulce (sabor), cariñoso o afectuoso (palabras)’ (DAcG.) con a- debida a afectuoso, agarimoso; Crespo Pozo lo cita en un autor de Becerrea.
Zumoso [fin S. XV «fructas mas -as» Hdo. de Talavera, NBAE XVI, 64a; ç-, APal. 540b; «cosa con çumo: succosus» Nebr.; ejs. del S. XVI en Cej.]. Zumiento [S. XIV, Montería de Alf. XI, en Cej.]. Zumillo [S XVI, Cej.]. Azumar. Deszumar [h. 1535, Guevara, Aut.]. Rezumar [-ç-, 1475, G. de Segovia; ejs. S. XVI-XVII, Cej.; comp. zumar ‘rezumar’ S. XIII, L. de los Cavallos, 40.23]; rezumir [1626, Corral, y hoy extremeño según Cej.; resumir ‘gotear’ en Alonso de Neira, Arte de la Lengua Achagua, 1782, RFE XVI, 283]; rezumadero. Trazumarse6.
1 El catalán ya emplea suc (o bien saba) así para ‘zumo’ como para ‘jugo’. Análogamente oc., fr. suc, it. sugo.― ↩
2 Falta en Freytag, Fagnan, R. Martí, glos. de Leyden, PAlc., Beaussier, Ben Sedira, Griffini, Tedjini, Lerchundi, Dieterici, Marcais (Textes Ar. de Tanger).― ↩
3 Lo emplea a menudo Castelao, particularmente en la frase «nos cancioneiros e os sentimentos... todo é zume da terra, celme da tradición» 264.18 y 86.18; además p. 22.― ↩
4 «Zelme: zumo, gusto, sustancia, gracia» Vall., «sustancia, jugo» Lugrís (p. 120, y s. v., y s. v.). Crespo Pozo s. v. esencia aduce otro ej. literario moderno.― ↩
5 REW 7784. Según SEDէMENTUM y, de acuerdo con todos los paralelos en la derivación latina, es evidente que la է de SEDէMEN era breve, aunque en esos dialectos, al sufrir el influjo del sufijo it. -ime, se trasladó el acento.― ↩
6 El mozár. ƇumúɊa ‘cicuta’ difícilmente podría ser derivado de zumo, como quisiera Simonet. Tampoco creo que pueda tener este origen el cat. xumar o ximar ‘beber aplicando los labios al botijo, porrón, etc.’, como dice el REW. ↩