AZAFRÁN, del ár. zafarân íd.

1.ª doc.: 1256-76, Libros del Saber de Astronomía; y en otros textos del S. XIII, como el Cantar de los Cantares, los Aranceles, etc.

Dozy, Gloss., 223; Eguílaz, 317; Neuvonen, 189. También port. açafrão, cat. safrà [1271; de aquí fr. safran, S. XII], it. żafferano. En castellano antiguo como en los otros dos romances peninsulares la primera consonante era ç sorda (G. de Segovia, p. 86; Nebr.; PAlc.; textos del S. XIII; glos. de Toledo)1; cambio de calidad en esta posición de la consonante que no es un caso aislado, V. varios ejemplos en arabismos catalanes reunidos en BDC XXIV, 72-73, y el cast. CELO < ZELUS, AZUFAIFA < zufáȳzafa. Se explica por la rareza en romance de la africada sonora z en posición inicial, y desde luego no puede tomarse como prueba de que azafrán viene del b. lat. safranum (según quiere Neuvonen), que por el contrario es latinización del arabismo peninsular; que no hallemos datos romances de la existencia del vocablo en la Península antes del S. XIII, a pesar de que sabemos que el azafrán se cultivaba en el Sur de España ya en el S. X, no prueba nada dado el carácter de nuestra documentación romance primitiva.

DERIV.

Azafranado. Azafranar [1475, Guillén de Segovia, p. 22a (Nougué, BHisp. LXVII)].

1 Hay algún caso suelto de sonora: azafran en el glos. del Escorial; «zafran, açafran, que dizimos al croco» [APal. 547b; pero açafran solamente en 99b; croco en aquel pasaje no es palabra castellana, sino romanceamiento ocasional del lat. crocum]. En cuanto a la grafía portuguesa azafram de 1253, carece de valor en este aspecto, pues entonces todavía no se distinguía gráficamente la sorda de la sonora.