MACHO II, ‘mazo grande para forjar el hierro’, ‘especie de yunque’, origen incierto, probablemente variante mozárabe de mazo (V. MAZA).

1.ª doc.: APal. «martellus es mediano martillo, como al mayor llaman macho»1.

Posteriormente el vocablo se halla en Covarr., con una explicación seudo-etimológica («los herreros llaman macho el banco sobre que está fijada la yunque pequeña, dicho assí porque para adereçar las limas se ponen sobre él como a cavallo»), en Aut. («el mazo grande que tienen en las herrerías para forjar el hierro»), etc. Desde Diez (Wb., 465) se viene asegurando que en esta ac. macho viene del lat. MARCŬLUS ‘martillo’, y se citan como prueba las reducciones de alcarchofa a ALCACHOFA y de SARCULARE a sachar2. Sin embargo, por lo menos en el primer caso, las formas con r conservada son bien conocidas, mientras que nadie ha señalado un *marcho; y por otra parte no es de buen método recurrir a explicaciones fonéticas de tipo excepcional para palabras que pueden tener una etimología más clara. Tanto más cuanto que MARCULUS era ‘martillo’ y no ‘mazo’ y que de los dos tipos. que se disputaban el uso latino, MARCULUS por una parte y MARTULUS-MARTELLUS por la otra, el segundo, que es general en romance, parece ser el único que corría en latín vulgar3. Ahora que sabemos la importancia de los préstamos que el dialecto mozárabe hizo al castellano, lo más sencillo es considerar que macho es un mero duplicado dialectal de su sinónimo mazo (comp. BORRACHO, CAPACHO y tantos que he señalado en este libro)4. Importante parece el detalle de que remachar (V. abajo) reemplazó el antiguo remazar, empleado por Berceo, y confirmación elocuente la da machucar, cuyo origen mozárabe documento abajo, y lo comprueba la conservación de la sorda intervocálica de *MATTEȢCA. También se podría pensar en macho MASCULUS por el tamaño grande del macho ‘mazo’5; pero dudo de que se pueda mirar como casual la semejanza de macho con mazo.

DERIV.

Machar ‘machacar’ [APal. «a manera de centellas saltan del fierro quando le machan con los martiellos», 473d; la locución a macha martillo ya se halla en el Corbacho, a. 1438, Cej., Voc.]; en Malpartida de Plasencia y Serradilla emplean machagranç(i)a en el sentido de ‘majagranzas’, ‘persona ignorante y terca’ (Espinosa, Arc. Dial., 34); machado ‘hacha para cortar madera’ (sólo como provincialismo gallego en Aut.: es también portugués, donde tiene el valor de ‘hacha’ en general)6; machón ‘hacha grande de cortar’, ‘viga escuadrada’ en Zamora (Fz. Duro), machicu = mayu MALLEUM en el asturiano de Colunga (Vigón), así como MACHETE y demás derivados citados en ese artículo; machote ‘especie de mazo’ [Aut.], machota íd. [íd.], a machote ‘a golpe de mazo’ («la puerta estaba cerrada a machote» ‘firmemente’, en el chileno G. Maturana, Cuentos Tradic. en Chile, p. 77 y glos.).

Derivado de la misma raíz que machar es su sinónimo machucar [1251, ‘machacar’, Calila, ed. Alien, 19.79; S. XIII, Libro de los Cavallos, 33.5, 42.2], que pudo formarse con el sufijo verbal nada raro -ucar (besucar, bazucar, emba(b)ucar, zabucar, etc.), pero más bien creo que deriva de un sustantivo machuca ‘porra, maza’, hermano mozárabe del fr. massue, engad. y alto-it. mazzüc, rum. măciucă, íd. (lat. vg. *MATTEȢCA>, REW 5426), con conservación mozárabe de la sorda intervocálica, como sugiere el pasaje siguiente de la 1.ª Crón. Gral.: «Diego Pérez de Vargas... era de Toledo... fue y muy bueno aquel dia, et fue de guisa quel fallesçió el espada et quantas armas traya; et quando... se vio menguado de armas, fue desgajar de una oliva vna braça con vn çepejon; et con aquel se metió en la priesa, et començo a ferir de una parte et de otra, a diestro et a siniestro, así que al que con él alcançava non avia mas mester; et fizo y con aquel cepejon, que seria mucho para lo fazer con todas las otras armas que traer podiese; et don Alvaro, con plazer que avia de las ceponadas que el cavallero dava tan a su voluntad, diziél sienpre, cada que el golpe oyé: ‘así, Diego, así ¡machuca, machuca!: et por esto, de aquel dia en adelante después, le llamaron Diego Machuca: et este sobrenombre lievan aun oy en dia algunos que del su linaje son» (728a5-28)7; más tarde machucar aparece en APal. («affectus... es machucado e ferido» 9d; «cesus: ferido, cortado, machucado», 73b; 81d), en Nebr. («m.: macero»), C. de las Casas, Percivale y Covarr., siempre con el matiz que hoy tiene machacar más bien que el actual de ‘machucar’; con aquél se emplea todavía en muchos puntos de América, p. ej. Bogotá (Cuervo, Ap., § 491, con citas antiguas) y Cuba (comp. machuquillo abajo), entre los judíos de Marruecos, en portugués8 y, según creo, en Canarias9, lugares donde machacar es más o menos inusitado; algún empleo tuvo un sust. machuca, por lo menos en catalán (ahí acaso mozarabismo directo), donde se lee en un doc. de 1599, en sentido personal (no veo claro si para ‘rufián’ o ‘ramera’)10. Machucador; machucadura [Nebr.]; machucamiento; machucón cub. ‘machucamiento’ (Ca., 99); machuquillo ‘guiso hecho con plátano machacado’ cub. (ibid., p. 121). Para machucar, V. además ABRUMAR. En cuanto a la terminación -uca y -ucar, hay una explicación muy convincente, que no sé que se haya tenido en cuenta: es el resultado de un cruce de MATTEA con el lat. festūca, fist- ‘mazo’, ‘pisón’, y fistucare ‘apisonar, machacar’ (ya documentados en César, Catón y Plinio), y que se suelen considerar idénticos a festuca ‘tallo’, ‘varita’.

Machacar se sacó tardíamente de machucar por un cambio de sufijo, acaso provocado por el grupo sinónimo matraca ~ matraquear ~ matraqueo ( = machaqueo)11: machacar es, en efecto, muy posterior [1605, Quijote I, viii, 24; xv, 53; Oudin; Covarr.; y según Aut. ya en Hurtado de Mendoza, h. 1580, lo cual necesitaría comprobación], y la diferencia de matiz que hoy se ha introducido entre los dos verbos en el uso español no se observa (V. arriba) en lo antiguo ni en muchas hablas modernas; machaca [Aut.]; machacadera; machacador (‘moneda de cinco pesetas’: es floreo verbal por peso macho, M. L. Wagner, RF LXX, 194); machacante (en la milicia; y en Cuba en el sentido de ‘mecánico, ayudante del chófer’, Ca., 63); machacón [Aut.]; machaqueo; machaquería12.

Remachar [remaçar en Berceo: «el otro li tiraba el clavo remazado», Duelo, 150; «ebetat el que remacha lo agudo y lo embota», APal. 189b: «obtundo es raer en contorno y remachar», 319b] (> port. remanchar): remachado: remachador: remache.

1 Ya en Alex. P, 1705c, pero la rima prueba que la lección majo de O es la correcta.―

2 Por lo demás suele olvidarse que Diez derivaba de MARCULUS no sólo el vocablo que significa ‘mazo’, sino también el que significa ‘varón’, ‘masculino’, lo cual parece absurdo, pero era disculpable en tiempo de Diez por el poco adelanto de la fonética histórica. Hace tiempo que nadie se acuerda de esta idea, pero los filólogos habrían debido revisar al mismo tiempo la premisa de esta falsa consecuencia.―

3 El artículo MARCUS del REW deberá seguramente suprimirse: MARCUS, que sólo figura en San Isidoro, tiene todo el aire de una voz forjada por este etimologista (comp. Ernout-M. y Walde-H.), y sus dos representantes romances son muy sospechosos: un término técnico de la Suiza francesa, de fonética ambigua, y el it. marcone ‘marido’ (!). De MARCULUS no cita M-L. otro testimonio que el cast. y port. (?) macho: Diez, sin embargo, agrega el sobreselv. marclar ‘martillear’, pero claro que éste es MARTELLARE (comp. clavau TABULATUM), como reconoció M-L.―

4 Baist, ZRPh. XXXIX, 88-90, se apartó ya de la idea de Diez, pero fué para derivar macho de machar y éste de un *MACCULARE derivado de la base ignota de MACARSE, lo cual es mucho más arriesgado.―

5 Sainéan, Sources Indig. I, 167, propone una comparación con el macho cabrío, comparando it. berta ‘carnero’ y ‘maza’. Pero en el caso del carnero o morueco esto es ya una comparación tradicional (lat. ARIES, fr. bélier ‘ariete’), que no se documenta en el del cabrón.―

6 Hecho a corte de machado se dice en gallego de un cuarto o casa u otra cosa hecho en figura de escuadra (Sarm. CaG. 214r). También port. y gall. machada ‘hacha’ (Alvz. Giménez). Es notable que ni macho ni machar sean hoy portugueses o gallegos, que yo sepa, contra lo que asegura M-L. Pero debieron de serlo antes. Así Machos como Machados se hallan como nombres de lugar en una ley de 1258 citada por CortesƟo; comp. el gasc. malh ‘pico de montaña’, propiamente ‘mazo’, por comparación con un gigantesco yunque.―

7 Me parece claro que la frase atribuída a D. Álvar Pérez el Castellano es un arreglo posterior para explicar este sobrenombre famoso, adquirido en la batalla de Jerez, de 1233. Machuca sería el nombre mozárabe que el propio Pérez de Vargas, como buen toledano, daba a la porra o cepa de olivo con que llevó a cabo la hazaña, o el que se le daba en Andalucía, donde se realizó el hecho; el verbo derivado machucar se hizo de uso general (quizá ayudando mucho la hazaña famosa) porque se apoyaba en el sinónimo machar, pero el sustantivo más humilde y local machuca acabó por olvidarse. Claro que un sobrenombre verbal Machuca no es imposible, partiendo del imperativo, aunque más bien podría esperarse Machucante o Machucador; pero el apodo nominal Machuca es aún más explicable, y me inclinaría a creer que se trataba de un término favorito del paladín toledano; V., no obstante, las razones (nada convincentes) que da Spitzer, MLN LXXII, 580, para creer que machuca en este sobrenombre es imperat. de machucar. La hazaña de Pérez de Vargas fué narrada posteriormente por otros, entre ellos Diego Rodríguez de Almela en el S. XV (Valerio de las Historias II, ii, cap. 13), y ponderada en el Quijote (I, viii, 24); V. también la cita de Covarr. De tan glorioso tronco descendería el célebre escritor indiano Bernardo de Vargas Machuca († 1622) (claro que no debemos pensar en una mera leyenda genealógica, pues la Crónica General se escribía unos 50 años después del suceso).―

8 Ahí no puedo documentar machucar antes de Bluteau (1715) y quizá sea castellanismo. Machoca forma analógica, en lugar de machuca, ‘acto o efecto de machacar’, ya está en Bento Pereira (1647).―

9 Eso es lo que querrá decir Sebastián de Lugo al poner machucar entre las voces «que no corren en Castilla pero sí en Canarias» (BRAE VII, 341). La antigua identidad entre machacar y machucar la prueba también el pasaje citado del Quijote, donde Cervantes escribe que aquel sobrenombre nació porque «machacó tantos Moros».―

10 «Digué mil paraules atrevides... contra tots los officials de l’hospital dient que dalt si y havia porters també hi havia matxuques y belitres», cit. DAg. de la publicación en La Veu de Montserrat; quizá sea el mismo doc. leridano de 1599 que cita AlcM. con otro ejemplo de belitre (ambos en este artículo).―

11 Sobre este cambio se modelaron luego otros: ast. machicar (Vigón) y machurriar, que Rato define «machucar los terrones», probando así que para él tampoco existía diferencia de sentido entre machucar y machacar.―

12 Algún detalle más acerca del complejo machucar ~ machacar puede verse en la nota 92 de Malkiel a Univ. of. Calif. Publ. in Ling. I, n.º 7, p. 275.