MAZA, del lat. vg. *MATTĔA, que parece ser derivado retrógrado del lat. MATEOLA íd.

1.ª doc.: h. 1330, Juan Manuel, Juan Ruiz; al parecer contienen ya este vocablo el doc. de 1210 y aun el de 1177, que cita Oelschl.

Tiene ç sorda en la Edad Media: G. de Segovia, Nebr. («m. para majar lino: malleus stupparius; m. de portero: clava; m. de carreta: timpanum»)1. De uso general en todas las épocas y común a todos los romances de Occidente. MATEOLA aparece sólo en Catón, un par de veces, como nombre de un mazo para clavar una estaca; fuera de ello y de Plinio, que cita el texto de Catón, no hay más datos del vocablo en latín. Suele compararse con él el scr. matyám ‘rastrillo’ y el eslavón motyka ‘azada’, pero claro está que es relación incierta semánticamente; en la baja época aparecen mat(t)iarius ‘soldado armado a la ligera’, y el compuesto mattiobarbulus, como nombre de una arma que llevaba este soldado. Todo ello no nos asegura que estemos ante una voz genuinamente latina, y aun podría citarse en apoyo de un origen céltico el sufijo del derivado *MATTEȢCA (vid. arriba MACHUCAR, y fr. massue), pero justamente la existencia de măciucă en rumano resta probabilidad a un origen céltico; en cuanto al irl. ant. matan ‘maza’ e irl. med. admat ‘madera de construcción’, parecen voces independientes, que se remontan a un original MAZD-, afín al germ. mast ‘mástil’ (según Thurneysen, Z. f. vgl. Sprachf. XXXII, 570; Stokes, ibid. XL, 243-4). Así el castellano como el catalán y el galorromance postulan claramente una base con -TT- (el portugués y el italiano son equívocos), que no es probable se explique por contaminación de MACTARE ‘sacrificar’ o de *MATTARE ‘matar’ (como supone Cornu, GGr. I2, 900), pero sí es lícito admitir que Catón o sus copistas todavía no distinguían gráficamente entre TT y T (comp. Cuervo, Obr. Inéd., p. 399). Comp., además, la cuestión de MA(T)TUS en MATAR.

DERIV.

Mazar [Acad. ya 1914]. Mazada [maç-, Berceo; ‘golpe decisivo’, J. Ruiz, 699d; otros ejs. en la ed. de Cejador]; mazazo. Macear; maceador (maciador ‘especie de molinillo con que se bate la leche cuando se maza’, en Colunga, V); maceada (‘residuo de la leche después de mazada’ ibid.); maceo2. Macero [‘el que lleva maza’, Nebr.]. Macetamacella, por maceta, que es vasija de agua», APal.; ‘tiesto’, 1587, Morgado, Hist. de Sevilla, Aut.; «un tiesto, que en Sevilla llaman maceta, de albahaca», Rinconete y Cortadillo, Cl. C., 162, ed. princ. fº 73 ; «pot ou caisse de bois pour y planter des orangers ou autres petits arbres fruictiers», Oudin], probablemente significó primero ‘mazo de flores’3 y luego la vasija que lo contiene; acaso sea mozarabismo, por el sufijo (a pesar de la c)4, o menos probablemente italianismo, pues en italiano sólo hallamos el masculino mazzetto ‘ramillete’5; macetero; macetón. Mazo ‘porra’ [Berceo; Alex., 615; J. Ruiz; ‘máquina de guerra’, Gr. Conq. de Ultr., 329; «maço para majar: malleus», Nebr.], masculino secundario, que reaparece en el port. maço y el it. mazzo; será castellanismo el ár. marroq. y argel. ɊɊo ‘mazo de plumas, de cartas, etc.’ (Simonet)6; macillo; mazuelo.

CPT.

Mazagatos ‘refriega’ [Covarr.; Cervantes, Nov. Ej., Cl. C. I, 288; figura también en el título de una comedia de Lope], probablemente tomado del it. ammazzagatti, compuesto de ammazzare ‘matar’, derivado de mazza ‘maza’ (para paralelos semánticos, vid. Sainéan, BhZRPh. I, 44, 45).

1 Para la ac. ‘cubo de la rueda del carro’, viva en Chile y en algunos puntos de España, vid. Zamora V., RFE XXVI, 317. En Cuba ‘pieza cilíndrica y horizontal, de acero, que con otras compone un trapiche de cañadulce, que con ella se machaca’ (Ca., 225).―

2 Hay un gall. mazar ‘estropearse una fruta por efecto de golpe’ (Carré), mazado ‘machacado, magullado’ (Vall., Supl.). Supongo es más bien propiamente gallego, aunque podría ser castellano local de Galicia, el verbo macearse, que Sarm. emplea a menudo, hablando de la sardina u otro pescado que se apelmaza o amazacota, cuando lo cogen con redes en secadas (CaG. 61v), o de la pera y demás frutas que está ya zafada o casi podrida (67v, 116v). Recuerdo que también emplea maza con referencia al pescado apelmazado.―

3 Aut. admite la ac. «ramo que tiene muchas flores juntas y apiñadas, y assí se dice maceta de claveles, de azucenas, etc.», aunque manifiesta que es «por extensión». En el ej. de Morgado no está claro si tenemos ésta o la ac. ordinaria. No creo que pueda pensarse en un origen arábigo; ‘maceta o tiesto de flores’ se dice en árabe qaɊrîya zahr (Bocthor, s. v. pot de fleurs) y no hallo otras denominaciones; lo único algo parecido es Ʌbas (plural maɅâbis), nombre de una especie de vasija en Marruecos y en España, pero desde ahí no hay camino razonable para llegar a maceta.―

4 ¿O MASS-TA acaso (cf. la ac. de A. Pal.) o MATTEA + -ATA? Tal vez en la ac. de ‘masa de tierra con su planta’.―

5 Para el sentido argentino vid. Tiscornia, M. Fierro coment., 481.―

6 De aquí debe estar tomado el vasco vizc. mazo ‘torpe’ ‘regordete y fuerte’, de donde derivará mazote empleado en el cast. de Santurce (Vizc.) como nombre del pez nombrado en vasco arraingorri (propiamente ‘pez rojo’), según Azkue, y también escarcho, certa (éste quizá del vco. zana ‘vara’?) y cuco.