CAPACHO, forma dialectal mozárabe que ha tomado en español una palabra común a los tres romances hispánicos, a la lengua de Oc y a algunas hablas del Norte de Italia, descendiente probable de un lat. vg. *CAPACĔUM íd., derivado de CAPĔREcontener’ y de su derivado CAPAXque tiene cabida’; capazo es otra forma del mismo vocablo, de procedencia aragonesa y quizá parcialmente mozárabe.

1.ª doc.: capacho, Nebr. («de molino de azeite: fiscus»); 1521, Juan de Padilla (NBAE XIX, 341a); capaço, 1331 (invent. arag.: BRAE II, 554).

Comp. port. cabaz [S. XIV o XV: Inéditos de Alcobaça, en CortesƟo]1, cat. cabàs [1249; cavazo, 949, doc. Cartulario de Sant Cugat I, 29], oc. íd. [S. XIII; b. lat. cabatium, 1243, en Aviñón: Du C.], Piacenza gabats, Modena cavace de palea ‘cestitos de paja’ (S. XIV: ARom. XVIII, 480)2. La etimología indicada, sugerida por M-L., REW 1623, puede apoyarse, hasta cierto punto, en el gall. queipo ‘cesto tejido de varillas de mimbre’, que parece ser un *CAPIUM derivado del mismo verbo latino3. Junto al gall. queipo hay también gueipo (Vall.). Pero derivarlo de CAVĔAjaula’ (como GdDD 1562) es imposible por lo fonético; Cabranes gavia «cesto de verdiascas [‘varillas’] muy ralas» es uso figurado fácil de comprender (lo mismo será, si acaso, el burg. cabia, cuya existencia no puedo comprobar; un port. gueivo falta en Fig., y gaiva, que no es portugués antiguo, sino jergal, no significa ‘cesto’, sino ‘gaveta’ y resulta de un juego de palabras de la jerigonza entre gaiva ‘jaula’ y gaveta).

En cuanto a las formas españolas, G. de Diego (RFE XII, 13, 15) quiere explicarlas por el acostumbrado procedimiento del cruce, muy inverosímil en este caso, por ser absolutamente hipotética la forma regular *cabazo que, cruzándose con otras palabras, habría dado las formas reales: la -p- conservada se debería a influjo de capa (que está muy lejos semánticamente) y la -ch- al de cenacho (pero a su vez cenacho se debe al influjo de una forma mozárabe, V. s. v.); Bertoldi, FEW II, 243a, prefiere el cruce con un tipo *CAPPANEUM de M-L.4.

Que capacho sea mozarabismo, con -p-5 y -ch- normales en este dialecto, se explica bien teniendo en cuenta que los capachos son regularmente de esparto, material procedente del Sur de España. El vocablo aparece primeramente en autores andaluces (Nebr.; capacha en Mateo Alemán, G. Alf., Cl. C. II, 107.11; IV, 117.2) o toledanos (G. A. de Herrera, 1513). En cuanto al aragonesismo de capazo, es también natural, pues el esparto es muy común en el bajo y medio Aragón; pero no en Castilla la Vieja, y no se le puede objetar, según hace Kuhn, ZRPh. LV, 594-5, la circunstancia de que en algunas hablas del Alto Aragón exista cabazo (prolongación del cat. cabàs), pues justamente de sus datos resulta que la forma aragonesa más extendida es, con mucho, capazo (incluyendo localidades tan conservadoras como Echo, Torla, Fiscal, Fablo); nótese que el testimonio más antiguo es aragonés, y que lo son dos de las tres fuentes que cita el DHist. (Molinos; Orden. de Huesca)6. De hecho, Aut. atestigua que capazo se empleaba en Murcia, y hoy corre en Albacete (RFE XXVII, 242n.) zonas de colorido aragonés. Es verdad que también se oye en Cáceres, junto a capacho de Salamanca (Espinosa, Arc. Dial. 31). Por lo tanto, entra en lo posible que en ciertas zonas, la forma capazo represente una variedad mozárabe local. El carácter sordo de la interdental de capazo, contrario a la regla y documentado por la pronunciación cacereña y una grafía medieval capaço, citada en M. P., Man., puede también explicarse por procedencia dialectal de esta forma (en Aragón desapareció pronto la sonora).

En cuanto a capacho como nombre de ave [Nebr.], se explicará por el pico donde esta zancuda lleva los huevos (Aut.); la equivalencia ‘lechuza’ que le da Nebr., en contradicción con el sinónimo zumaya, que él mismo indica, debe fundarse en una confusión de este lexicógrafo.

DERIV.

Capacear arag., murc. ‘transportar en capazos’ (rectifíquese la definición de la Acad. 1936, con arreglo a los datos del DHist.). Capacete [h. 1300, Gr. Conq. de Ultr.] ‘pieza de la armadura que cubría la cabeza’, del cat. cabasset íd., así llamado por su forma; encapacetado [Nebr.]. Capacha [V. arriba]; capachada; capachero. Capaza arag., murc. Encapachar, encapachadura.

1 La forma -az del sufijo -ACEUM está bien representada en leonés y demás hablas occidentales de la Península. El ast. capaz vale ‘gallinero’ (V).―

2 Es incierto que campatg, -acc (Engadina, Bregaglia, Valtellina, Bérgamo) ‘capacho’ tenga el mismo origen, como afirmaron Guarnerio y otros, pues (según observa Wartburg, FEW II, 244n.12) la nasal, de origen desconocido, hubiera debido intercalarse antes de la época de la sonorización de las intervocálicas, en fecha sumamente antigua. Más dudosa aún es toda relación con el gr. κάβος ‘medida de trigo’ (en los Setenta), χάβος, ‘bozal’ (en escolios), χαβóς, χαμóς ‘curvo’, ‘estrecho’ (en Hesiquio), que a juzgar por su rareza y la vacilación de forma serán voces extranjeras en griego (comp. Walde-H., s. v. hamus), y que además hubieran dado formas con -v-, y no con -b- o -p-, en romance. La opinión de Sainéan, Sources Indig. I, 126, según la cual oc. cabàs significaría primitivamente ‘hueco en un árbol’ y no tendría que ver con CAPERE, es vaga y sin pruebas.―

3 En lugar de queipo, empleado en Vigo, se dice en Monforte caipo o mego. No sé si procede de *CAPIUM el ast. capiu ‘sedal de pescar’ (V), porque sirve para coger. El parecido de queipo con escand. ant. korn-kippa ‘cesto de grano’, b. alem. med. kîpe f. ‘cesto’, a. alem. med. keibe ‘cofa, gavia’, alem. temprano keippe ‘cesta’ (en la Wahrhaftige Historia... einer Landtschafft... in der Newenwelt America, de Hans Staden de Hesse, publ. Marburg 1557, pág. r-2-V), neerl. kib ‘garlito’, que Falk-Torp (en Fick III, 44), derivarían de la raíz verbal germánica kîp-, kipp-, ‘rajar, hender’ (ingl. to chip, etc.) (?), es notable, mas parece casual. Para que queipo fuese germanismo, sería preciso que hubiese existido una forma gótica o sueba con ai en alternancia con la î del bajo alemán y la ĭ del escandinavo (alternancia indoeuropea oi ~ i ~ ī), supuesto muy aventurado; pues no es verosímil que el suebo ya se hubiera anticipado a diptongar î en ai en la alta Edad Media, como lo hizo, muchos siglos después, su afín el oberdeutsch (con el resto de los dialectos alto-alemanes). De todas formas es prematuro considerar definitivamente desechada esta etimología germánica. Se deberá estudiar mejor y tomando al mismo tiempo en consideración la posibilidad de una etimología sorotáptica en relación con el ieur. KOIPOSestaca, madero’ (Pok., IEW, 543), pues esto pudo dar *KAIPO- fonéticamente en esta lengua: de ahí *KAIPIO-armazón de varitas de palo’?.―

4 REW, 1643; artículo de fundamento muy problemático. Se apoya sólo en la forma capagnu de Córcega y Massa Carrara, y en el capanho ‘cesto pequeño’ de la Beira (y del Minho: Leite de V., Opúsc. II, i, 49). En formas como éstas, modernas y de extensión puramente local, es donde la explicación por cruce es inatacable. Siendo capagnu forma de la periferia toscana, es legítimo explicarla por cruce de una forma dialectal toscana *capaccio, prolongación del modenés cavace, con el tipo cavagno ‘cesta’, extendido por toda Italia y algunas hablas galorrománicas, y que suele explicarse como derivado de CAVUS (REW 1786). En cuanto al port. dial. capanho, será cruce de capacho (-azo) con el port. cabano, cavaneja ‘capacho’ (o una forma leon. cabaño), perteneciente a la familia de CABAÑA. Debe suprimirse el artículo 1643 del REW.―

5 Para la -p-, comp. CAPELLAR CAPITULARE, p. ej.―

6 Si la forma que cita Covarr. es capazo, es porque ésta es la que conviene para su fantástica etimología hebrea.