ZARPA, ‘garra’, voz tardía y sólo existente en cast., que más antiguamente aparece con el sentido de ‘cazcarrias, lodo que se pega al extremo del vestido o a los pies y piernas del que va descalzo’, de donde pasaría a designar la pata misma de los animales, por su suciedad; en el sentido de ‘cazcarrias’ parece tratarse de una alteración del antiguo farpa ‘tirilla de ropa que cuelga’, del mismo origen que HARAPO; el cambio fonético de farpa en zarpa fué ayudado por el influjo del sinónimo ZARRIA.

1.ª doc.: ‘cazcarria’, 1570, C. de las Casas; ‘garra’, 1611, Fr. Tomás Ramón.

Escribió este moralista aragonés «salida de tales zarpas y escapada de ellas» (cita de Cej. IX, 550-2, de donde sacaré otros datos). En esta ac. también lo emplea Quevedo: «apenas Diego y Fernando / le vieron tender la zarpa, / quando hicieron sabidoras / de su temor a sus bragas» (Aut.)1. Es palabra rara en los clásicos, ajena al vocabulario del Quijote y de Góngora y desconocida no sólo de los vocabularios y autores medievales, sino también de APal., Nebr., PAlc., C. de las Casas, Alonso de Molina, Percivale, Oudin y Covarr. El primer léxico que la recogió fué Aut., con la definición «la mano del animal, que la tiene dividida con dedos y uñas, como el león, el tigre, etc.; echar la zarpa: agarrar o asir con las manos o uñas». De zarpazo ya se encuentra algún ej. anterior a 1611, pero ninguno lo es a 1600: «al echarse del carro daban temerarios zarpazos» La Pícara Justina (aunque ahí, según Fcha., sería ‘golpe dado con el cuerpo al caer’, lo que vendrá de zarpa ‘cazcarria’, aplicado a cualquier parte del cuerpo embarrada), «dió un zarpazo en él que parece lo hundió en el abismo» Valderrama, «como quien lucha a brazo partido, levantas hacia arriba al contrario para dar con él mayor zarpazo» Antonio de Cáceres (1616; ¿como en la Pícara?), «viene una ola como un monte que parece se ha de tragar el navío, dale un zarpazo que lo hunde hasta el abismo» Fr. Tomás Ramón (y otros en Cej.).

Hoy en tierras hispanas zarpa ‘garra’ es palabra generalmente conocida (aunque no todos la emplean), pero además de su fecha moderna se nota su estricta limitación geográfica al castellano, pues es ajena aun al portugués y al catalán, con mayor razón a los demás romances; esto no impide alguna expansión en dialectos pirenaicos, pero si realmente se trata del mismo vocablo, habrá, que mirarlo como castellanismo. El significado en el Alto Aragón se ha extendido hasta aplicarse a la mano del hombre, extensión que constituye un rasgo del lenguaje popular (tal como en la Arg. se dice pata por ‘pie humano’ casi sin matiz peyorativo): así en Lanuza (Valle de Tena), RLiR XI, 103, y en Echo (ASNSL CLXVII, 246, v. 41); más extensión tiene el derivado zarpada ‘almorzada’ (Ansó, Echo, RLiR XI, 175), zarpón, cerpón «puñado; empuñadura» (Ansó), zarpadeta, -areta (Echo), RLiR XI, 103, zarpada ‘puñado’ (Plan, Gistáin, Echo, Ansó), ‘puñetazo’ (Bielsa), BDC XXIV, 183, cat. occid. sarpat ‘puñado’ (oído en Cardós; Linyola, partido de Balaguer; Bell-lloc, part. de Lérida; l’Albagés y Gandesa), aran. íd., Flamisell sarpeiar o pescar a sarpades ‘pescar cogiendo truchas con la mano’ (Violant, Butll. del C. Excurs. de Cat. XLV, 353), sarpa o sarpeta ‘herramienta para coger aceitunas’ en el Bajo Urgel (oído en Juneda, l’Albagés, y la Pobla de Cérvoles; en las Borjas Blancas se dice maneta); todos éstos han de ser castellanismos propagados desde Aragón; pues sarpa para ‘garra’ no se ha empleado nunca en catalán ni en aranés; para el sentido comp. cat. grapat ‘puñado’ (derivado del cat. grapa ‘zarpa’).

Ya es mucho más oscura la cuestión del vasco zarpa ‘bolsillo’, gasc. sarpo, sarpa «sac à provisions des bergers» empleado en los valles de Bagnères-de-Bigorre, Aure y Luchon (BhZRPh. LXXXV, § 50; Era Bouts dera Mountanho XXIX, 66), Aragnouet sarpoû «gibecière», Gavarnie sarpet «poche en peau de mouton ou d’isard» (Schmitt, La Terminologie Pastorale dans les Pyr. Centrales, 5): ¿serán sarpo y el vasco zarpa derivados regresivos de sarpat ‘puñado’ (a su vez tomado del cast. zarpa), o deberemos mirar más bien el vocablo vasco como genuino? No importará dejar la cuestión en suspenso, pues en este último caso habríamos de mirar el vasco zarpa como un mero homónimo de la voz castellana, sin interés para la etimología de ésta. Más urgencia tiene averiguar la historia del vocablo en castellano.

Sus ejs. se remontan al 3.r cuarto del S. XVI, pero entonces tiene otro sentido. C. de las Casas recoge «carpas: zacchere» (o sea ‘lodo que salpica el vestido’), «çarposo: zaccheroso», y con él concuerdan los vocabularios de la época; Percivale: «çarpas: daggles of durt, spots of durt that a long garment gathereth about the skirts; also troubles, grietes, vexations or garboiles that a man hath; also common whoores or bawdie houses»; Oudin: «crottes qui s’attachent aux habits en marchant par la ville ou aux champs; çarpadura: crotte, crottement; çarposo: crotté plein de crottes»; Covarr.: «çarpar, sacar el áncora de debaxo del agua... se dixo... porque, trae consigo algún limo o barro, suele esparcir gotas de agua encenagada, y las señales que haze en los vestidos se llaman çarpas, de aquí tomamos quando uno trae el vestido salpicado de lodo llamarle çarrapastroso, çarpastroso; también se llaman çarpas las colillas que cuelgan de la ropa a modo de tirillas, y llámanse farpas, como farpas de vandera las puntas della; verás la ley 13, tít. 23, Partida 2»; Aut.: «el barro o lodo que cogen los vestidos, y se pega a ellos por los extremos inferiores» y cita ej. de Cáncer (med. S. XVII); pero hay ejs. literarios anteriores. Esta ac. se conserva hoy bien viva, aunque en el uso común quizá sólo se conozca la frase «hacerse una zarpa: mojarse mucho» (Aut.), pero zarpa ‘barro’ es vivo en Andalucía (AV), y zarpearse ‘enlodarse’ en Costa Rica, Honduras (Gagini, Membreño) y seguramente en otras partes de América. Los antiguos ejs. literarios de zarpa en este sentido presentan más bien el matiz de ‘pata llena de lodo’, que vemos en Barahona de Soto (1586) «(los pelos de los pies) en tiempo de lodo, porque con ellos hacen zarpa y los cazan más presto», y en Juan de Pineda (1589): «Gregorio de Arimino hizo un par da zarpas en este lodo»; en el Maestro Correas «hacerse una zarpa de agua: por mojarse mucho»; de ahí zarpar ‘llenar de cazcarrias’, en el propio Pineda: «y el zarpar de la gualdrapa paseando las calles pavoneando». Si observamos; estos ejs. y las explicaciones atinadas de Covarr., no creo que quepa duda ya sobre el origen de zarpa. Sin negar la probabilidad de esta etimología convendría tratar de averiguar la antigüedad en vco. de atzapar ‘garra de ave’ empleado sólo en lab., guip., bazt., y en el a. nav. de Esteríbar (NE. de Pamplona) y de Larraun (SO. de la provincia, cerca de Guipúzcoa), atzapartu ‘arañar’ guip. y a. nav. y otros derivados. Tanto más cuanto que existen en vasco con fuerte arraigo derivados directos de la variante románica zarp-: zarpada ‘zarpazo’, za(r)rapo ‘rasguño, cicatriz’ (cf. Schuch., Museum X, 396, que explica por cruce con ellos el vco. zaramika, -itxa, junto al independiente karamitxa, del mismo significado pero de otro origen), y en cuanto a vocablos vascos en zarp- para ‘trapo, pingajo’, V. nota 5.

Farpa o zarpa fué primero la tirilla o guiñapo más o menos sucio que colgaba de un vestido andrajoso (V. ejs. de farpa en mi artículo HARAPO); después la tirilla llena de barro o cazcarrias (sabido es que nada destroza tanto el vestido como el embarrarlo), luego se llamaron así los pies de hombre o de los animales cuando iban llenos de lodo y cazcarrias, y como los cuadrúpedos llevan siempre las patas o garras sucias acabó el vocablo por hacerse sinónimo de ‘garra’; por lo demás contribuyó la idea de la bestialidad del bruto, de sucias y violentas pasiones. La etimología de zarpa ha sido muy poco estudiada hasta el presente. Desde luego no es aceptable la idea de Covarr. y Diez (Wb., 281) de que zarpa derive del verbo zarpar ‘levantar el ancla’: está a la vista que la explicación semántica es rebuscada, y por lo demás la patria de zarpar no es el territorio de lengua castellana, donde aparece en fecha tardía y por lo tanto no tenía bastante arraigo para dar un derivado así. M-L. (REW 7612) se limita a negar la posibilidad de esta etimología sin sustituirla por nada; la Acad. guarda silencio. Baist, ZRPh. V, 237-8, no llega a ninguna conclusión. Nada más se ha escrito hasta ahora que yo sepa2. En cuanto al cambio de farpa en zarpa3, pudo contribuir la vacilación moderna que se ha observado entre estas dos fricativas sordas de órganos vecinos (Celipe, cebilla, cebrero, cenojil), pero sobre todo se deberá al influjo de zarria ‘cazcarria’, y quizá también algo al del jergal cerra ‘mano’, ya usual a med. S. XVI (vid. CERRAR) 4.

Zarpa en el sentido de «el grueso que se da por ambos lados a los cimientos más que a la pared que carga sobre ellos» (Acad. ya 1817), «parte que en la anchura de un cimiento excede a la del muro que se levanta sobre él» (Acad. 1936), «la piedra todo a lo largo de la calle al ras del suelo o como banco que sale de la pared» (que Cej. anotó en Córdoba), viene de una comparación con las zarpas o cazcarrias que cubren el ruedo inferior de los vestidos (imposible fonéticamente es que tenga que ver con escarpa, como quisiera la Acad.). Comp. HARPILLERA.

DERIV.

Zarpada arag. (Cej.), sin localización (Acad.). Zarpazo [1604, V. arriba]. Zarpear (V. arriba). Zarposo [1570, C. de las Casas]. Zarrapastroso [Covarr.] de *zarpastroso, con la misma anaptixis que en zarapa y en harrapo o harapo (V. nota 4)5; de ahí se sacaron zarrapastrón6 y zarrapastra (ambos Aut.).

1 Pero el otro pasaje quevedino que cita Cej. «las truchas son las hijas / las madres son las zarpas» contiene una variante del nombre de pez salpa (cat. salpa, it. salpa y sarpa).―

2 Kuhn, RLiR XI, 103, repite a Covarr. diciendo que zarpa va con farpa ‘harapo’, ‘punta cortada de alguna cosa’, pero no da explicación semántica.―

3 Comprobación elocuente de que zarpa, farpa y su variante harapo son todo uno, la da la forma zarapas «cazcarrias, barros en los bajos», que Cej. (l. c.) recogió en Córdoba; V., además, los derivados que cito s. v. ZARAPATEL.―

4 Para zarpadura en el Canc. de Baena, que no creo venga de zarpa, vid. ZARPAR. En la Tragicomedia do Inverno e o Verão de Gil Vicente, en un pasaje escrito en cast. se lee «y tres grumetes bobazos, / todos cinco navegando, / el piloto ynorando, / el marinero carpazos / oyréis que le va dando» (ed. 1562, fº 178). No creo, por el sentido, que sea errata por çarpazo, sino derivado del port. carpir ‘arrancar’, carpear, «carmear», «surrar». En cuanto al arag. cerpa ‘la cantidad de lana que se puede coger con la mano’ (Borao), sí tendrá que ver con zarpa y con las formas arag.-cat.-gasc. arriba citadas. La variante con e reaparece en el étimo farpa (ferpa), V. HARAPO.―

5 No creo que vaya con el vasco zarpil ‘andrajo’ como quiere G. de Diego (RFE IX, 135; el gall. zarapello, trasm. zarapilheira, que ahí cita G. de Diego, sí pueden venir del cast.); por más que no faltan voces de esta familia en vasco: sul. txarpa «trapo, rodillo», vco. (vizc.?) zarpa ‘andrajo, hilacha’, guip. zarpail ‘pingajo’, bazt., b. nav. y lab. ‘andrajo’, ‘ordinario’. Que zarrapastroso tuvo variantes etimológicas harap- y zarap- lo prueban el and. jarapastroso íd. (que Toro, RH XLIX, 480, cita de Fernán Caballero) y el domin. salapatroso «rastrero, andrajoso» (Brito), habla que suprime las s ante consonante. Alterado por etimología popular (de zorrera, etc.) es el cub. zorrapastroso o zoparrastroso (Pichardo, p. 277). Sarm. o su copista (CaG. 217v) escribe hablar zarrapastrosamente.―

6 Aut. sólo lo recoge en el sentido de ‘desaseado’, pero en plural significó además ‘trapos’, ‘prendas de una persona’ (de acuerdo con la etimología harapo): «dadme, Menga, los zarrapastrones, / que voto a rus que me tengo de ir» (igual en la réplica del interlocutor, Quiñones de B., NBAE XVIII, 839a).