HARPILLERA, ‘tejido basto para empacar mercancías o cubrirlas del polvo’, del mismo origen incierto que el arag. ant. sarpillera, port. serapilheira, cat. serpellera, xarpellera, oc. serpelhieira, fr. serpillère íd., cat. (en)serpellar, oc. ant. serpelar ‘empacar con harpillera’, fr. ant. sarpe(il)lage ‘empaque con esta tela’, quizá emparentado también con oc. mod. serpilho ‘harapo’, fr. ant. de(s)serpillié ‘desharrapado’, desserpillier ‘desvalijar, robar, despojar’; en castellano el vocablo parece ser catalanismo o galicismo antiguo.

1.ª doc.: sarpillera, invent. zaragozano de 14971; harpillera, doc. salmantino de 15052.

Posteriormente hallamos harpillera en la ac. conocida en C. de Fonseca (1596), en el Quijote (Aut.) y arpillera en varios autores del S. XVIII (DHist.). Covarr. define «harpillera: la funda con que se embuelve la pieça de paño o seda, por ser como desecho y pedaço de otro paño basto»3; Oudin registra el vocablo con definiciones análogas, y escribiéndolo sin h y con ella. Hoy es palabra conocida generalmente (España, Argentina, etc.). Junto al sustantivo está el verbo arpillar ‘cubrir con harpillera’, que en castellano se registra como mejicanismo y ya a med. S. XIX, pero además hallamos boca arpillada ‘cerrada’, ‘la del que no quiere hablar’ en Pedro Laínez, escritor alcalaíno de h. 1580 (DHist.), que parece ser un empleo figurado del mismo vocablo. En cuanto al cast. herpil ‘saco de red de tomiza, con mallas anchas, destinado a portear paja, melones, etc.’ [Acad. 1884, no 1843], ya no es seguro que pertenezca a la misma familia; según A. Castro se pronuncia con h aspirada en Andalucía, y, efectivamente, Espinosa y R. Castellano registran jarpil en dos pueblos de Granada, jarpí en dos de Jaén y jelpil en otro de la misma provincia (RFE XXIII, 247, 251): es probable que sea derivado de farpa ‘tira de lienzo’, y de su primitivo el verbo harpar ‘desgarrar’ (V. HARAPO, y nótese allí la variante ferpa), o si se quiere de FELPA, que al fin y al cabo parece tener el mismo origen; y aunque lo anterior me parece más verosímil, también podría tener que ver con harpillera, pero entonces deberíamos mirarlo, en vista de su fecha tardía, como un mero postverbal del verbo (h)arpillar, sin mucho interés para la etimología del vocablo4.

Véanse además las palabras dialectales hispánicas citadas por García de Diego, RFE IX, 134, y REW3, 9601a, ciertamente pertenecientes a la misma familia; en cuanto al vasco guip. y a. nav. zarpail, zarpil, ‘andrajo’, son tomados del romance, si bien cruzados en vasco con la familia a que me refiero en la nota 11. Luego debe suprimirse este artículo del REW.

Salta a la vista que harpillera es lo mismo que el port. serapilheira [Moraes], cat. serpellera, oc. serpelhieira, fr. serpillère, que designan la misma clase de tejido; así lo confirma el citado arag. sarpillera. En Cataluña y en Francia, por lo menos, el vocablo es muy antiguo. Leemos el vocablo catalán en doc. de 12845, y escrito sarpellera o sarpallera aparece varias veces en las Costumbres de Tortosa, también del S. XIII6; para más ejs. de los SS. XIV a XVII, vid. Ag., y nótese allí especialmente serpellera ‘especie de manta que se fabricaba en Valencia en el S. XIV’; hoy la forma más conocida en Barcelona es arpillera (también Igualada, BDC XIX, 45), pero también tiene mucha extensión xarpellera (Feliu i Codina, Lo Bruch, en La Renaixensa, folletín de 1900, p. 50; xarpayera, Mallorca, 1790, en Ag.), que es la forma preferida por Fabra, aunque arpillera figura también en el suplemento de este diccionario. En lengua de Oc hallamos sarpelheira en Peire de la Mula, que parece haber florecido h. 1200, sarpeilleria en los Estatutos latinos de Marsella, fin del S. XIII (Du C.); por lo demás, predomina la forma en serp- (ya serpelhieyra en un glosario escrito en Sarlat en 1297; serpel(li)eira en otros textos). Para el francés hay que completar los datos de God. (X, 667b; VII, 319) con los de Du C.: así tenemos sarpilliere desde el S. XII al XV, pero la forma moderna en se- también se halla desde 13177; hoy es frecuente en dialectos del extremo Norte, pero también en Champagne, Saintonge y Poitou (Gamillscheg, EWFS). En todas partes el vocablo puede tomar otras acs.: ‘especie de manto de paño bueno’ (así en el Roman d’Alexandre, S. XII), ‘especie de delantal’, «pellis sive vestis vetus et praecisa et detrita» (glos. de 1297), pero la ac. moderna es ya frecuente desde el principio en los tres idiomas, V. los citados ejs. catalanes y el documento francés de 1233 aducido por Du C.: «pro sarpilleriis ad pannos involvendos». Hay además el verbo cat. serpellar ‘empacar con harpillera’, a. 1467, desensarpellar ‘sacar de la harpillera’ en las Costumbres de Tortosa (ed. Oliver, p. 412), oc. ant. serpelar (S. XIV), -ilhar, y la existencia del mismo en francés se deduce de la de sarpe(il)lage «emballage avec de la serpillière» (SS. XIV-XV).

Como etimología admite Meyer-Lübke8 un derivado de SէRPէCŬLUS ‘relativo al junco’, sustantivado en el sentido de ‘cesta, canasta’: esta etimología la aceptó M-L. en la primera edición de su diccionario, y de ahí pasó a Gamillscheg; aseguraba éste que sarpillière aparecía en el S. XII y la variante en se- sólo desde el XVI, comparándola con el caso de sarge > serge; fijándose en este detalle fonético y en el significado, M-L., en la 3.ª ed. de su diccionario, presenta este origen como muy dudoso. En realidad, según hemos visto, la forma con e es aproximadamente igual antigua que la otra. Tomando el punto de vista semántico, Bloch duda porque no sabemos, la antigüedad de la ac. moderna (pero ya hemos visto que ésta es tan antigua como las demás), y Sainéan (Sources Indig. I, 372), al inclinarse por otra etimología, parece partir también de un sentido primitivo ‘manto’9. En conclusión, si bien es verdad que no hay dificultades fonéticas, es cierto que esta etimología está lejos de ser clara en lo semántico; de todos modos, es concebible que de ‘tejido de juncos’ se pasara a ‘tejido de esparto’, y por el doc. catalán de 1284 hemos visto cómo la serpelera se menciona junto con envolturas de esparto, palma, cáñamo, etc.

Veamos otros posibles enlaces etimológicos. Es muy concebible que tenga razón Sainéan al relacionar con el prov. mod. y langued. serpilho10 ‘harapo, andrajo’ (Mistral), tanto más cuanto que deserpillé ‘desharrapado’ se halla en Joinville (V. las citas en Du C., Ménage y Tobler; la -s- deberá entenderse como igual a -ss-), y un verbo desserpillier «dépouiller, dérober, spolier» es frecuente en francés antiguo desde 1271 (God.; Du C., s. v. serpeilleria), desserpilleur «voleur de grand chemin» todavía en Cotgrave, todo lo cual parece comprobar la existencia de un fr. serpille ‘ropa, modesta, harapo’. ¿Se tratará de un derivado de oc. ant. serp ‘serpiente’, con el sentido de ‘muda de la culebra’, como quiere Mistral? Quizá, pero la existencia de derivados de serpille en francés (donde no se documenta el tema abreviado serp-para ‘serpiente’) es una dificultad, y por otra parte serpille ‘vestido modesto, harapo’ es compatible con la etimología SIRPICULUS, puesto que existen camisas tejidas de esparto o materiales análogos, como el cilicio. En cuanto a la idea de Littré, de relacionar con el b. lat. serapellina vestis ‘vestido harapiento’ (variante del gr. ξƓραμπέλινος ‘de color de pámpano seco’), ya expresada por el glosador occitano de 129711, sería posible a base de admitir que serapellĭna se contrajera en serapelna > serapella, aunque así y todo habría ligeras dificultades fonéticas. El apoyo que prestaría a la idea el port. serapilheira ‘harpillera’ sería débil, pues su fecha tardía invita a interpretarlo como forma anaptíctica; el cast. jerapellina ‘harapo’ [1739, xer-, Aut.] muestra el acento en la í. De todos modos, no deberá perderse de vista esta idea, que no es imposible12.

Primeramente convendría poder determinar la antigüedad y la procedencia inmediata de la forma castellana harpillera. Una -ll- castellana que corresponda a -lh- occitana y -ll- palatal francesa indica palabra no autóctona, luego es probable que se tomara del catalán o del galorrománico. Falta explicar la desaparición de la s-. Si la variante catalana arpillera fuese antigua y castiza, podría explicarse por falsa separación del artículo antiguo y dialectal de este idioma, sa, procer dente del lat. IPSA; entonces quedaría asegurado el origen catalán. Pero el cat. arpillera parece ser reciente y quizá sea castellanismo. Entonces deberíamos explicar el paso de las sarpilleras a las arpilleras por confusión de las dos ss en el plural castellano. La idea insinuada por Castro de que sarpillera pasara a xarpillera, jarpillera, y después se tomara esta j- por una h- aspirada, no es posible, teniendo en cuenta que la forma con h ya aparece en 1505, cuando la x- todavía no se confundía con j-.

1 «Una talegua de una sarpillera de tela vermexa», BRAE II, 88.―

2 «Costaron más dos harpilleras amarillas que faltó para los dichos momos çinquenta e cinco maravedís», BRAE X, 578.―

3 Da a entender por lo tanto que es derivado de harpar ‘desgarrar’, lo cual no es posible en vista de la s- de las demás formas romances.―

4 A. Castro relaciona con la glosa «amilla: arpilla» del Glosario del Escorial, suponiendo que éste es el primitivo de donde deriva arpillera, y admitiendo que amilla sea alteración de camilla por falsa separación de la c- tras el pronombre haec que designa el género femenino del vocablo. Pero esto es muy arriesgado no habiendo otros testimonios de arpilla ni de amilla; en cuanto a camilla, es un oscuro hápax recogido por Du C., al parecer en el sentido de ‘capuz’, lo cual está muy distante, y camilla puede ser errata por capilla, como sospecha Du C. Spitzer (MLN LIII, 126) prefiere interpretar amilla como variante de amylum ‘almidón’, por ser la harpillera una tela rígida. Pero es muy dudoso que arpilla tenga que ver con harpillera: puede tratarse simplemente de arpella ‘ave de rapiña’, y entonces amilla estaría relacionado con el cast. milano, cat. miloca, lat. MILVUS. G. de Diego, Contrib. § 550, en vista de herpil y de arpillar, duda de la etimología de M-L., y sugiere relación con el famoso FALUPPA ‘pajita’ (V. HARAPO), pero es temerario separar a harpillera de serpillière y su familia.―

5 «Totes serpeleres grosses e cordes grosses d’aver de pes, axi com son d’espart e de palma e de datilers... serpelera ni sac de lin, ni de canem, ni de lana, ni cabàs doble de Terragona», Reva de Perpiñán, RLR IV, 376.―

6 Se trata también de una tarifa de aduanas, y el vocablo parece designar una medida de las mercancías para evaluar lo que les corresponde pagar; lo cual se explica, según los datos de Du C. (s. v. sarplare y otros), por aplicarse el vocablo a la funda o saco de harpillera, de tamaño fijado legalmente: se decía, pues, que una mercancía pagaba tanto por harpillera, como hoy podríamos decir tanto por cada bala.―

7 Agréguese cerpiliere en texto de Soissons, 2.ª mitad del S. XIV, Rom. LXI, 348. Y serpillière en el Catholicon Parvum, otro glosario muy antiguo.―

8 REW1 7953, citándola de RF I, 164, pero esta cita es equivocada.―

9 Como etimología prefiere charpir ‘carmenar’ y charpie ‘hilas’, fijándose en Saintonge charpiller (variante sarpiller), que sería «déchirer la laine». Pero el sentido único que dan los diccionarios de este dialecto a dicho verbo es «réduire en charpie»: luego es un mero derivado de charpie sin relación con serpillière. La idea de Sainéan es imposible, porque charpir tiene CA- originaria, que no puede explicar el oc. ant. y cat. ant. serpellera.―

10 Con el langued. y prov. serpilho ‘harapo’ van sus sinónimos vasco zarp(a)il y gall. zarapello (Vall., quizá relacionado a su vez con el gall. cerello íd.).―

11 «Hec xerapellina: est pellis sive vestis vetus et precisa et detrita, serpelhieyra». Antoine Thomas, Rom. XXXIV, 204, se declara escéptico ante la idea.―

12 Krüger, VKR VIII, 12n., relaciona con serpelhieira Bigorra sarpoû, sarpo, charpo, ‘zurrón de pastor, hecho de piel’ (vasco zarpa ‘faltriquera’). Me parece improbable. Más bien parece haber relación con el fr. écharpe, o con gasc. sarpt ‘puñado’, relacionado con ZARPA.