SOSO, en portugués ensôsso, del lat. էNSŬLSUS íd.; el vocablo perdió su primera sílaba en combinaciones como manjar ensoso, donde se tomó en por una preposición; por razones fonéticas es dudoso si hay que partir de la forma del latín clásico INSULSUS o de la vulgar INSALSUS.

1.ª doc.: 1475, G. de Segovia (p. 53); Nebr. («sosa, cosa sin sal: fatuus, insulsus; sosedad: fatuitas»)1.

No es raro en los clásicos: «la palabra fatuo dicen algunos que es propia del manjar soso o sin sal» Juan de Pineda, «lacio naranjo soy, helado y soso» Quiñones de B. (y otro en Cej. IX, p. 70), y análogamente en Covarr., Aut., etc. En portugués tiende recientemente a generalizarse la forma insôsso, pero lo tradicional (hasta Moraes) fué ensôsso, que ya se encuentra en autores de los SS. XVI y XVII; además se decía parede ensossa a la pared en seco, no unida con argamasa o cal, comparación comprensible, pues sal y cal coinciden en ser blancas y hacer de acompañamiento a lo principal, que es el manjar en la comida y la piedra en la construcción; parede ensossa se encuentra ya en Azurara (S. XV) y en Juan de Barros (S. XVI), pero ya Moraes admite la construcción parede em sossa, que muestra como se tendía a descomponer el vocablo, D. Vieira da parede o pedra em sosso, y finalmente Fig. nos informa de que hoy se dice pedra sossa. Por un proceso semejante debió de pasar el vocablo castellano en sus acs. propias, aunque en nuestro idioma no podemos documentarlo: manjar ensosso se tomaría en el castellano por una construcción adverbial (en sosso), que el pueblo sustituiría por la construcción adjetiva manjar sosso.

Todos están de acuerdo2 en que soso y ensôsso vienen del lat. էNSŬLSUS (Diez, Wb., 489; M-L., REW 4476); las dudas están solamente en el aspecto fonético: la pérdida de la primera sílaba no ofrece verdadera dificultad, en la forma que he indicado, y por lo tanto es innecesario pensar con Zauner (RFE XVI, 159-60) que venga de SALSUSsalado’ empleado irónicamente, o recurrir a expedientes fonéticos del latín vulgar como hace Brüch (RFE XVII, 2-3); en lo único que puede dudarse es en la fecha de la eliminación de IN-, que pudo ser muy antigua, puesto que una forma análoga colŭmis por incolŭmis se encuentra ya en San Isidoro (Etym. X, c, 55), caso que con el de insulsus tenía en común la circunstancia de ser un privativo sin primitivo: no existiendo *sulsus, pudo considerarse superfluo el prefijo in- y eliminarlo; sin embargo, es más probable que esta eliminación en nuestro caso se produjera más tarde. Comp. yengo < enyengo < INGENUUS (s. v. INQUINA).

Algo más seria es la dificultad causada por el tratamiento de -ŬLS-, grupo que es bastante probable diera -ux- según la fonética castellana, según vimos en PUJAR (PULSARE). En nuestro caso cabe dudar entre dos posibilidades: una variante INSALSUS o un semicultismo. Quizá sea soso reducción de una especie de forma semiculta (en)solso (como propone Sz. Sevilla, RFE XV, 284, fijándose en formas réticas e italianas citadas en el REW, que por lo demás no son inequívocas, comp. ZONZO); sin embargo, ante L sería sorprendente el paso de Ŭ a o aun en un vocablo popular (comp. DULCE, SURCO, AZUFRE, etc.); esta interpretación debería, pues, considerarse inverosímil, si no le prestara cierto apoyo la dificultad que presenta el port. ensôsso a los que quieren partir del lat. vg. INSALSUS (CGL II, 215.22, glosado «ęβέλτερος absurdus»), como Hanssen, Zauner y Brüch: que el latín vulgar remodelara en esta forma INSULSUS está de acuerdo con sus tendencias, que condujeron a generalizar DISCALCEUS (> descalzo) en lugar del arcaico DISCULCEUS; pero entonces esperaríamos encontrar *ensousso en el idioma vecino y no ensôsso, como en portugués, y soso, como en gallego (con derivados en Vall.); no es de creer que tengamos una forma dialectal del Sur, generalizada al idioma literario moderno (pues ensôsso ya se encuentra en el S. XV), ni un tratamiento especial como en escopro, pobre, bobo (en los cuales sigue una labial que absorbe la u). ¿Habrá adaptación parcial a los numerosos adjetivos en -oso? ¿O influjo del tipo ZONZO, que quizá tenga otro origen?

DERIV.

Sosaina. Sosedad (Nebr.; no recogido por Aut. ni Acad.). Sosera (en Cuba vulgarmente por ‘soso, bobo’: es un sosera, Ca., 104). Sosería. También se dicen alguna vez sosez, sosada y sosear, que faltan en Acad.

1 No es probable que haya mero olvido tipográfico de una de las dos ss internas de sosso en esta forma, que es también la de G. de Segovia y PAlc.; en el orden alfabético va regularmente entre sorze y sospechar, y no una docena de líneas más abajo, entre sospiro y sossacar, que es adonde correspondería sossa. Sin embargo, la forma antigua hubo de tener ss sorda, como en portugués y como hoy la tiene la voz castellana en los pueblos de Cáceres que todavía distinguen las dos calidades de s (Espinosa, Arc. Dial., 168). El vocablo debió de sufrir en algunas partes el influjo de sosa = soda, que tuvo siempre s sonora.―

2 Salvo naturalmente Cej., quien parte del vasco zozo ‘tonto, bobo’ (común a todos los dialectos); éste acaso sea préstamo del cast. soso, o más bien es variante de zonzo, pero desde luego no es étimo de soso.