PACHÓN, ‘flemático’, PACHORRA ‘flema’, pertenecen a una raíz común a muchos idiomas romances y a otros, que expresa la idea de gordura y pesadez, probablemente de creación expresiva.

1.ª doc.: Diego Pachón, nombre propio de persona, doc. leonés de 1260 (Staaff, 80.5).

Después no vuelve a haber noticias de pachón hasta Aut., que define «el hombre de genio pausado y flemático». Pacho ‘flemático e indolente’, es forma más rara, pero se lee en una comedia de Cervantes (Fcha.). En cuanto a pachorra ‘flema, indolencia, tardanza’, Aut. cita ya ejs. en clásicos del S. XVII, Rojas Zorrilla y Baltasar Gracián. En Cuba, Panamá y Chile dicen pachocha en vez de pachorra (Malaret; Ca., 28). Pachucho (admitido por la Academia en 1914 o 1899) es ‘flojo, alicaído, desmadejado’, y luego ‘pasado de puro maduro’1.

En portugués hay también pachorra «fleuma, priguiça» (Moraes), que Bluteau califica de vulgar y define en términos parecidos, y además «o descanso com que se faz alguma cousa»; también lo es pachola «madrasseirƟo (ocioso, que nƟo cuida dos seus interesses, inerte); homem mal composto ou a quem está mal o vestido»; el vco. patzor(ra) ‘la cachaza’ se emplea en Baztán y Salazar, y aunque podría ser derivado de voces indígenas (patz ‘liendre’ [> *‘piojoso’ ?] o pats ‘orujo’, V. ALPECHÍN) me inclino más bien a creerlo préstamo del cast. pachorra, con paso aumentativo de *patxorra a patzor(ra).

La raíz pach- puede indicar la idea de ‘gordura’ o ‘rechonchez’, de donde puede venir la de ‘flema’ Ya entra un poco en este orden de ideas la de perro pachón [Aut.], especie de perro perdiguero distinguido por las piernas más cortas y torcidas la cabeza redonda y la boca muy grande; en Chile pachacho y pachango son adjetivos aplicados a personas y animales, chicos, bajos y gruesos, de patas cortas, y el último se emplea también en otras partes, como el Oeste argentino2; pachucho en Mérida es ‘apelmazado, pesado, dicho de una persona muy gruesa’.

Partiendo de ahí explica atinadamente Max Leopold Wagner, Miscelânea Coelho, 308-9, el portugués pachacha ‘vulva’, que en el Brasil se dice pachucha, y llama la atención acerca de la existencia de la misma raíz en otros idiomas, it. sept. paciòt(o) «paffuto, grassotto», napol. pachione íd., alem. patschig, Sásari paƇƇóttu ‘gordo, rechoncho’ y paƇƇóƇƇu ‘vulva’; y, más cerca del castellano: cat. patxoca en la frase fer patxoca ‘tener buena presencia’, que se dice según observa Ag., de las personas gordas, y según este lexicógrafo quiere propiamente decir ‘grueso, balumba (de una cosa)’, y por otra parte patxoc «cachazudo, calmoso». Estoy de acuerdo con el referido autor en juzgar este grupo de palabras como creaciones expresivas que evocan por medios fonéticos la idea de ‘gordura’ y ‘rechonchez’. Se hace difícil trazar la línea divisoria entre esta clase de vocablos y otros parecidos que vienen a coincidir más o menos casualmente3, pero en cuanto a los anteriormente citados la clasificación de Wagner me parece segura, y no vacilo en desechar otras etimologías propuestas o imaginables4.

Con significados muy análogos a los de la familia PACH-, tenemos otro grupo de palabras de raíz poch-, asimismo de creación expresiva: pocho ‘descolorido, quebrado de color’ [Acad. ya 1817], ac. seguramente secundaria (< ‘flemático, linfático’), de la cual a su vez procede ‘podrido con aplicación a las frutas’ leon., zamor. (RH XV, 7; Fz. Duro)5, pero en Chile pocho y pochocho son ‘rechoncho’, ‘truncado’, ‘torpe, boto, cerrado de mollera’, pocha ‘mentira, embuste’ (a los cuales busca Lenz, Dicc. 619-20, una imposible etimología quichua: el parecido con el catamarqueño poxco ‘palo grueso y duro’, que sí parece ser indigenismo, es somero y casual), bilb. apochao ‘achatado, bajo de estatura y ancho de espaldas’ (Arriaga, Supl.), mej. pochi ‘corto, rabón’ (R. Duarte); un aumentativo *pochón pasó fonéticamente a ponchón ‘muy flojo, perezoso y dejado’ [1596, Juan de Torres, Aut.], del cual por regresión se sacó poncho ‘manso, perezoso, dejado y flojo’ [Aut.], pero en Colombia ‘rechoncho’ (Uribe; Cuervo, Ap., § 650) y en Venezuela ‘(pollo) rabón’ (Calcaño 601), mej. puncho ‘flojo, perezoso’ (en Morelos: R. Duarte); con reduplicación colomb. popocho ‘rechoncho’ (Cuervo, Ap. § 999) y, por cruce con tupido, venez, topocho. Además V. PONCHO m.

DERIV.

Pachorrudo. Costarric. pachorrear ‘gastar pachorra’ (Gagini). Quizá pertenezcan a este grupo el arg. pachurrón ‘chorlo pampa: Orcophilus ruficollis Walg.’ (Sabella, Geogr. de Mendoza, p. 143); zamor. pachacorra «el baile de tamboril en Sayago» (Fz. Duro) (o metátesis de cachap-rra cachiporra?).

1 La terminación recuerda la de MACHUCHO, con el cual pudo haber cruce.―

2 Draghi, Canc. Cuyano, p. 412. Lenz, Dicc. 541-2, busca la etimología en una forma quichua, pero esta forma es supuesta, y la idea es inverosímil. Cita también papachento «dejado, flojo» (¿errata por pachochento?).―

3 El cat. patxo o patxet, aplicado como apodo a los valencianos y a los catalanes del valle del Ebro y Bajo Aragón, así como a toda la gente de habla castellana, sobre todo si vive en Cataluña, quizá podría aludir a la pereza e inercia que se achaca a la gente del Sur, pero también puede ser otra cosa: patxo es interjección valenciana, y también se dice en esta región no valer un patxo por ‘no valer nada’ (M. Gadea, Tèrra del I, 27); por otra parte Pachu, Pachón, Pachín, son formas hipocorísticas de Francisco en Asturias (Vigón, etc.), Pachico en el País Vasco, y quizá el común Pacheco sea primitivamente lo mismo (Schuchardt, Iber. Dekl., 52): no es inconcebible que el val. patxo venga de ahí (comp. FARRUCO), pues hoy en la zona entre Barcelona y Vic llaman patxecs a los castellanos allí establecidos, pero no creo que en pachón ‘pachorrudo’ quepa esta explicación. Es curiosa la etimología que admitía Pedro Corominas: «Tanto el obrero como el señor conocen con el nombre genérico de patxo (paje) a todo el que habla mal el catalán. La dulzura, la amabilidad, el ingenio y la verbosidad castellanas le parecen propias de un hombre servil, de un criado» (La Cuestión catalana (1901) en O. Compl. Cast., p. 286), pero no creo posible esta explicación, pues además de cojear algo, así en lo fonético como en lo semántico, hay fuertes razones léxicas ―no sólo el probable parentesco con el grupo del cast. pachón― que me inducen a desecharla del todo. La semejanza de pachorra con el logud. y sardo sept, pettorra, sasarés pittorra, campid. pitturra «petto, seno» (que Subak, Litbl. XXXII, 67, quisiera explicar por PECTOR-ULA) es evidentemente casual; y lo será también la de perro pachón con el vasco potxo, potxolo, ‘cría de yegua’, ‘cachorro de perro’ (del cual quisiera derivarlo Sainéan, BhZRPh. X, 17); en cambio volvemos a nuestra familia con el alto-nav. y vizc. potxolo ‘regordete, rechoncho’, que en la mayor parte de los dialectos tiene la forma potzolo. Pachochada ‘patochada’ en un Auto del S. XVI (Fcha.), pachochada o pachocho «lourdise, folie, sottise» (Oudin), port. pop. pochocho «indivíduo apalermado», pacho(u)chada «tolice, dito obsceno» (Fig.), pachonchetas «cousas vƟas; palavras de pouco ou nenhum preço» (Bluteau), por su significado van más bien con pachotada ‘torpeza, disparate’ en Chile, cat. dial. patxotada íd. (Barcelona, 1625, en Ag.; en el alcoyano M. Gadea, Tèrra del I, 357), que a su vez es inseparable de patochada, y aunque puede dudarse acerca de cuál de las dos formas salió de la otra por metátesis, y si por lo tanto estamos ante una raíz pach- o ante la de PATÁN, de todos modos el significado de este grupo lo separa claramente del que ahora estudiamos. Para pachusca, V. APATUSCO.―

4 Véase la nota anterior. En especial está descartada toda relación con la familia de PAPA III (papo, paparrucha, etc.), en la cual quería meter pachorra Parodi (Rom. XVII, 71), pues P? no da nunca ch en España (pichón es extranjerismo).―

5 En Méjico es hoy usual pocho como apodo aplicado a la gente del Norte del país, y en especial al castellano torpe y algo ainglesado que hablan muchos allí, y más en los EE. UU.