FARRUCO, ‘gallego o asturiano recién salido de su tierra’; de ahí, por la ingenuidad y audacia del joven inmigrante, ‘valiente, impávido’; es forma popular y diminutiva del nombre de pila Francisco, muy usual en aquellas regiones.

1.ª doc.: Acad. 1884, no 1843 (1.ª ac.); después de 1899, en la 2.ª ac.

Comp. CURRO ‘andaluz’, otra forma del nombre Francisco: ambos proceden de Facurro (Pacurro) por alteraciones divergentes. Apodo similar es paco ‘moro rebelde que tira escondido contra los españoles’ [Acad. 1914 ó 1899]; paquear, paqueo. Nótese que en gallego Farruco no tiene la menor connotación despectiva ni aun diminutiva. Don Farruco de Tal, Doña Farruca de Cual, figuran a montones en las genealogías de hidalgos (ya no sólo marulans) publ. en Terra de Melide, 1933, p. 229 y passim. Asín (Al-And. IX, 30) quiere disociar etimológicamente el vocablo en sus dos acs. (lo cual ya es inadmisible) derivando la primera de un ár. farrûq ‘muy tímido’ y la segunda de un fārûq ‘valiente’ (¿habrá ahí interpretaciones más o menos arbitrarias del nombre de persona Fārûq?). Los Dicc. clásicos sólo traen el último, pero con el primer significado; sin embargo, los dos faltan en las varias fuentes vulgares (Dozy, Beaussier, Lerchundi) y es sumamente inverosímil buscar origen arábigo a un vocablo afectivo y que no aparece hasta el S. XIX; además hay que hacer notar que la pronunciación real de -rûq en el árabe hablado es -rôq.