MORDER, del lat. MORDୱRE íd.
1.ª doc.: Berceo (S. Dom., 337d, etc.).
DERIV.
Mordedor. Mordedura [APal. 70b, 79d, 293b; Nebr.]. Mordido. Mordimiento. Mordiscar [h. 1530, A. de Guevara, Aut.; «mordificada cosa, medio comida» Nebr. parece ser errata por mordiscada, con s larga], hoy parcialmente reemplazado por mordisquear (costarriq., mej., and., etc.: BRAE VIII, 503); mordisco [1580, Fr. L. de Granada] o mordiscón (Aut.); en lugar de lo cual se dice en Asturias mordiatu o mordigañu, y esmordigañar ‘mordiscar’ (V); mordicar, mordicativo, mordicante, mordicación. Mordaz [-ace, Nebr.], tomado del lat. mordax, -ācis, íd.; mordacidad; mordaza [J. Ruiz, 415b, rima en -aza sonora, aunque el ms. leonés S escribe con ç; -aza «linguae incastratura», Nebr.], voz común a los tres romances ibéricos y la lengua de Oc, procedente del lat. vg. MORDACIA, sustantivado del pl. n. de dicho adjetivo, comp. MORDACIUS íd. en los cuatro glosarios latino-anglosajones (CGL V, 372.24; ALLG XV, 597; RDR II, 193; ZRPh. XXXII, 512); amordazar [Nebr.], más raro enmordazar. Remorder [h. 1550, Almazán, Aut.], -dedor, -diente, -dimiento [Covarr.], de REMORDୱREl>, conservado en todos los romances de Occidente. Port. y gall. remorso (Castelao 198.13). Mordante [1615, Suárez de F.], tomado del fr. mordant, part. activo de mordre; mordente, de la correspondiente forma italiana; comúnmente castellanizado en mordiente.
Muérdago [1505, Pedro de Alcalá, 316621 «muérdago, yerva, ráca?»; no lo hallo en la 1.ª edición de Nebrija; mordago figura ya en un glos. conservado en ms. del S. X]1, del lat. tardío M֊RDէCUS ‘mordedor’; en Logroño se dice almuérdago (Colmeiro, II, 634); podría tratarse del caso frecuente de apertura vocálica en el sufijo átono conservado (comp. AMIÉSGADO, CUÉVANO, ABRÓTANO, CARÁMBANO, SÓTANO, etc.), más que de un especial sufijo prerromano (comp. M. P., Festgabe Mussafia, 391); pero no habiendo testimonios de que M֊RDէCUS haya significado jamás ‘visco’ y no existiendo nada análogo en los demás romances, es más prudente creer que muérdago sea prerromano, puesto que esta planta se llama miur en vasco: mi(h)ura guip., a. nav. y lab., mi(h)ula lab., b. nav. y salacenco, miru en el guipuzcoano de Gabiria (Azkue), que otros autores interpretan como miur (o miure) + artículo (Uhlenbeck, Vgl. Ll., 5); tanto más cuanto que hay otros nombres de plantas análogos en vasco: muite, mugite, mugita ‘grama’, muin ‘germen’, mihuli ‘hinojo’ en el b. nav. de Garazi, miྋura íd. en Guetaria [si bien éstos pueden ser préstamos del bearn. hioulh FENUCULUM], mihuri «grano, granito de las plantas» y mihurtu ‘granar’ en el b. nav. de Amikuse y de las Aldudes; de los cuales Azkue parece considerar derivados mihura ‘visco’, al menos aparentemente con mucha razón; Bouda, 21, añade bigura lab., vizc. y guip. de Andoain, migura en Alegría (guip.), Marquina y Oñate, pigura en Guernica, midura en alguna otra localidad guipuzcoana. Es verdad que Schuchardt (BuR., p. 22) deriva estas palabras de un oc. brioule ‘muérdago’, pero creo que esta definición es arbitraria y que esta palabra no significa más que ‘viol(et)a’2; por ello parece preferible suponer que miur(a), mihurtu ‘granar’, y mu(g)ite ‘grama’ vengan de una base común *MUI-, *MUIR-, y entonces podríamos ―admitiendo que en parte MUIR- designase la substancia visco y no la planta― partir de un vasco *MUIR-TAKO ‘para el visco’ > ‘planta usada para extraer el visco’, con el sufijo muy vivo -tako (cf. deusentako o deustako «para nada», ezaguntako «para conocer», etc., etc.). La evolución no presentaría gran dificultad y le habría ayudado la etimología popular muerde MORDET. Momórdiga [1592, Greg. Ríos, en Colmeiro II, 413; momordijia en Franciosini según Terr.; momórdiga, Acad. ya 1817], del lat. científico Momordica Balsamina L., nombre que se le dió por la escotadura que tiene la hoja, según Acad.; sin embargo para momórdiga se podrá preferir la etimología propuesta en el artículo MAZAMORRA. Muerdo.
Mueso [Cid, Berceo, Conde Lucanor, Alex., 2194; muerso, ibid. 1210; ‘bocado de comida’, ‘acción de morder’; Inv. arag. de 1374, BRAE II, 344, APal. 375b, ‘bocado del caballo’; Cej. VIII, § 49] ant. o arag. (Aut.), de M֊RSUS>, -ȢSl>, ‘mordisco’; cordero mueso ‘el que nace con las orejas muy pequeñas’ (como si se las hubiera mordido su madre), de MORSUS, participio pasivo de MORDERE CPT.
Mordihuí ‘gorgojo’ [Aut.], mordehuye ‘tijereta’ en Constantina (prov. de Sevilla; RFE XXIII, 370), compuestos con el imperativo de huir; quizá formas mozárabes en vista de la localización y la falta de diptongo.
1 Es el códice Vaticano 1260, que contiene interesantes formas de latín vulgar (cicala, impedigo) y varias específicamente hispánicas (sarracla, galapoco). Traduce el lat. vissigaria (vesicaria) y el gr. ưυσαλίς, que designan el alkekenge, solanácea muy diferente de nuestra lorantácea; pero el glosador confundió vissigaria con viscus.― ↩ 2 Palay no le da la equivalencia gui (‘muérdago’) sino «violette» (briulete), «pâquerette, violette» (briole) y «peuplier» (brìule = bìule = bibou, pibou).― ↩ 3 Lo cual supone que en Benicassi (junto a Castellón P.) cabra muesa ‘la pelirroja y de orejas cortas’ (BDLC IX, 208) sea castellanismo. La s, si es que realmente es sonora, sería secundaria. No veo otra etimología posible.― ↩ 4 «Ay que moscales por un llau, dándolos un mordigañu», Rato, s. v.; «al magostales españen, y pa que non queden solos los pelleyos, fácenyos una muesca con la nabaya», s. v. españar (‘estallar’).― ↩ 5 Schuchardt, Roman. Etym. II, 47, admite como posible esta etimología, mas preferiría partir del lat. MUSCULUM ‘molusco’, de donde un falso primitivo *MUSCU luego alterado en las dos vocales por influjo del tipo mossa; de aquél le parecerían venir oc. mousc(ou)lo, it. dial. muscola, moscola, sardo musculu, ‘rosca, muesca espiral’, ‘hueca del huso’. Pero esta formación retrógrada es inverosímil en iberorromance y la explicación es demasiado complicada. Tampoco son fundadas las dudas de M-L. (REW 5690) ―que rechaza, sin embargo, la explicación de Schuchardt―, pues la continuidad geográfica Galicia-Asturias-Vizcaya (y aun Salamanca) demuestra que en fecha preliteraria el verbo moscar debió ser de uso general en el Norte de España, y por lo tanto no es un denominativo de muesca; el contraste entre moscar y el cat.-port. mossegar ‘morder’ puede explicarse por generalización del tratamiento rizotónico *MOSSէCAT > muesca, en aquel caso, gracias aj influjo del postverbal muesca ya existente. En cuanto a Bitonto y Molfetta mosche «cocca del fuso» (Jud, Rom. L, 608) hay que preguntarse, siendo formas del Sur de Italia, si no son más bien castellanismos. De todos modos hay que reconocer la posibilidad de que muesca resulte de un cruce de *huesca (vid. HUECA) con mella. También, y esto sí es harto probable, podría resultar muesca de *muessa (= cat. y port. mossa) bajo el influjo del citado * huesca (= cat., gall. osca). ↩