SO, prep., del lat. SŬB ‘debajo de’.

1.ª doc.: docs. de 998 y del S. XI, Oelschl.; Cid, etc.

Uno de los Infantes de Carrión «metiós sol escaño, tanto ovo él pavor» (v. 2287); para el uso en el Cid, vid. la ed. de M. P., pp. 391.4, 191.31, 290.30. Es de empleo muy amplio y frecuente en los primeros siglos, en Berceo, Apol., Alex., J. Ruiz, J. Manuel, etc.; con frecuencia combinado con el artículo: «traía sol vestido cobierta la espada» Alex., 1077a y passim. Nótese que en textos arcaicos puede aparecer sov, según era de esperar: «qui mulier forzare o metiere sov sí por desornála, peche C e VIII moravedís», Fuero de Alcalá de Henares, § 9. Probablemente sería esto más usual en posición ante-vocálica. La otra variante son que cita la Acad. apenas se encuentra más que en calidad de prefijo. Renuncio a tratar del uso en épocas posteriores, y de su lucha con bajo y debajo cada vez más preponderantes: pertenece esto a la gramática histórica y a las gramáticas generales; ya J. de Valdés en 1535 da muestras de considerarlo anticuado, desaconsejando que se emplee, a no ser en los refranes «so la color está el engaño», «so el sayal ay ál» y en la frase «so la capa del cielo» (Diál. de la L., 117.11); todavía en esferas populares sobrevivió algún tiempo y el autor del Lazarillo escribía «echando el cabo de la capa sobre el hombro, y a veces so el brazo», pero J. de Luna en su ed. de 1631 sustituye esto por debajo (como observa M. P., Antol. de Pros., p. 95). Hoy subsiste en bable: «está’l carru so’l horru» (V).

Del catalán se tomó en préstamo el prefijo sota-, procedente de la preposición sota ‘bajo’, de empleo general en todos los tiempos en este idioma, y que representa una variante *SŬBTA en lugar de los clásicos SUBTUS y SUBTER (derivados de SUB), variante también conservada en lengua de Oc, sardo y dialectos del Sur de Italia; el prefijo castellano sota- aparecería primeramente en términos náuticos tomados del catalán, en especial sotacómitre [med. S. XVI, Lope de Rueda, Fcha.], del cat. sotacòmít ya documentado en los SS. XIV y XV (Ag., Jal); sotavento [-viento, 1430, Woodbr.], del cat. sotavent1, y seguramente otros; sotavent(e)arse; después empezó en cast. a propagarse a formaciones nuevas; Aut. registra los siguientes, cuya mayor parte lo serán ya: sotabanco, sotacaballerizo, sotacochero [1680], sotacola [Lope], sotaministro [princ. S. XVII, Nieremberg], sotamontero [h. 1580, Argote de Molina]; la Acad. da además el catalanismo marineril sotabarba (de uso general en cat., y en Cuba, Ca., 100, donde se han generalizado tantas voces náuticas); sotabasa; sotacoro; sotacura amer. [fin S. XVIII, Draghi, Fuente Amer., p. 10]; sotayuda. Además Cervantes emplea sotaermitaño (Quijote II, xxiv) y sotasacristán (en La Guarda Cuidadosa, Entremeses, p. 97, ed. Agustín del Campo, 1948, a quien agradezco esta cita).

Varias de estas expresiones se abreviaban diciendo el sota, como ya observa el Diccionario de Autoridades; hoy en Tarifa es ‘jefe de labradores’ (RFE XXIV, 227). De ahí el cat. sota ‘carta décima de cada palo de la baraja’, que en cat. ya se documenta en 1460, en Jaume Roig («trinca de sotes / si ans jugava, / copes lançava» v. 3016), de donde pasó al cast., como NAIPE, RUNFLA y otros términos de las cartas; en cast. se lee ya a med. S. XV en Fernando de la Torre el de Burgos (Canc. de Stúñiga, p. 275).

DERIV.

Sotana [1605, Quijote I, vi, 19; xxvii, 120; Oudin; Covarr.; 1624, Góngora; Lope, Aut.], del it. sottana ‘falda bajera de mujer’, ‘sotana de cura’, derivado de sotto ‘debajo’ (más bien que del cat. sotana, ya documentado en 1430 y en el S. XVI; pero en cast., como el fr. soutane, vendrá más bien del it., dada la fecha de aparición, y la mayor amplitud semántica de la palabra it.: hoy el cat. sotana sólo significa por lo general lo que en cast.); comp. Sbarbi, El Averiguador Universal, III, 375; IV, 2, 18, 19; sotanear; sotanilla; sotaní [Aut.], parece ser catalanismo [-INUM], aunque hoy no me es conocida la palabra en este idioma (falta Ag., Fabra, Griera).

Sótano [sótalo, 955; sótano, Oudin]2, del lat. vg. *SŬBTŬLUS, derivado de SUBTUS ‘debajo’ (comp. SUBTULUM en Du C.), del cual proceden oc. ant. stol «locus inferior» (Ant. Thomas en Mél. Havet), bearn. sòtou «sous-sol d’une habitation» (Palay), mall. sòtil ‘techo’, ‘granero’, ‘suelo que se pisa’ (en ciertos lugares sótul, BDLC 1908, 253), port. sótão parcialmente reducido a sóto ‘habitación en la planta baja’, ‘habitación en el piso superior’ (Leite de V., RL XXXIII, 196; C. Michaëlis, RL XXVIII, 34), alent. sótão, «o quarto de dormir» (RL XXV, 261), Ervedosa do Douro sóto «loja, estabelecimento comercial» (RL XXVII, 94), gall. sótoo (G. de Diego, Gram., p. 31), Limia sòte ‘desván’ (VKR XI, 143); también hubo reducción fonética a sota, que se volvió entonces femenino: Fig. da un ejemplo en este sentido o en el de ‘suelo inferior de un edificio’ en un Livro de Fazenda manuscrito, de la Univ. de Coímbra (que no debe de ser reciente); pero en la Edad Media se especializó en el sentido de ‘bodega o sentina de un navío’, que aparece en una Ctga. de Sta. María de Alfonso el Sabio (95.58 y en la miniatura) y en otra del contemporáneo G. Eanes do Vinhal («os que na frota / van e se deitem, con medo, na sota, / sol que entenden tormenta do mar» (R. Lapa, CEsc. 170.13). No hay noticia de que se emplee en este sentido en portugués y no sé si se emplea todavía en gallego (pues la indicación de Crespo Pozo, p. 526, es ambigua); de todos modos, saldrá de eso la locución gallega facer sota ‘volver a echar al fondo del mar la jábega después de atar el copo, cuando hay mal tiempo o cuando se ha pescado demasiada cantidad para arrastrarla, y se guarda allí’ (Eladio Rodríguez). Mozár. šûƫar mencionado junto a la algorfa en una escritura mozárabe toledana (Simonet), marroq. solƫâno ‘sótano’ (Lerchundi)3; se trata de un cambio de sótolo en sótalo y sótano, de la misma naturaleza que carámbano < CALAMULUS, cópano CAUPULUS, it. garòfano CARIÓPHYLLON, etc. Los santand. sotámbaro, socámbano, socámbaro, «cárcava», «hueco en la pared cerca de la llar para colocar la comida o las sartenes y que no se enfríen» (G. Lomas), parecen cruces de sótano con cámbara = cámara (I, 779a30), o, en parte, derivados de éste con prefijo so-. Más acerca de esta palabra en M. P., Festgabe Mussafia, p. 392; Spitzer, Lexik. a. d. Kat., 122; Scheuermeier, BhZRPh. LXIX, 88n. Agregaré que el área del vocablo en el S. X se extendía hasta Cataluña: «terras cum casas et solarios et subtalos», doc. de 983, Cartul. de St. Cugat I, 128. Deriv.: asotanar.

CPT.

Zozobra ‘cara del dado opuesta a la de que se trata’ [soçobra, 12834], hacer zozobra ‘volcarse la embarcación, naufragar’ [çoç-, med. S. XIV]5, zozobrar [princ. S. XV]6: del cat. fer sotsobre y su derivado sotsobrar ‘volcarse la embarcación’, ‘hacer caer a tierra uno al adversario y sujetarlo debajo de su cuerpo’; aquél es compuesto de sots ‘debajo’ (SUBTUS) y sobre ‘encima’, la ts catalana se transcribió por su homófona ç y después hubo dilación s-ç > ç-ç-7; zozobrante; zozobroso8.

1 Sotavento está también en el port. de los Comentarios de Albuquerque en los albores del S. XVI (Jal). El it. sottovento, del cual parten algunos, no explicaría la -a-, y además según Zaccaria no aparece hasta el S. XVI en Amerigo Vespucci y en la traducción de Lopes de Castanheda, así que sería hispanismo.―

2 «Casa cum sotalo et soperatum» doc. vascongado de 955; «alio sotalo cum superato» doc. leonés de 980, M. P., Oríg.1, p. 339. Según Oelschl., Gonz. Palencia trae sótalo de un doc. mozárabe toledano de 1176, y sótano de otro de 1141, lo cual necesita comprobación. Ni sótano ni sótalo figuran en los glos. de h. 1400, en APal., Nebr., PAlc., C. de las Casas ni Percivale; pero sótano ya está en Covarr., en Oudin («cave ou celier; sótano o sotanado lugar: lieu comme une voute ou magasin soubs le logis, où l’on se tient l’esté au frais, ou bien à mettre denrées»), y en Aut., donde se citan ejs. de la 1.ª mitad S. XVII.―

3 Es préstamo del cast. el sardo de Cagliari sóttani ‘sótanos’ (M. L. Wagner, RFE IX, 233).―

4 «El qui primero oviere de lançar los dados si lançare XV puntos o XVI o XVII o XVIII o las soçobras destas suertes, que son VI o V o IV o III, gana», Libro del Ajedrez de Alfonso X, ed. Leipzig 1913, fº 67. Igual en la ed. Steiger; comp. G. Sachs, RFE XXIII, 187-8. «Coyda echar su suerte, echa mala çoçobra» J. Ruiz 1533b (soçobra, T). De ahí ‘lo opuesto’, ‘el revés de la medalla’: Santillana en sus Proverbios dice que el avaro Antígono «dió tales respuestas al miserable, que digno fué de ser escripto assí como çoçobra y opósito de los virtuosos Alexandre y Tito», comentario al proverbio 64, ed. Sevilla 1530, fº 22vºa.―

5 «Ca ese mesmo viento / que estas dos fazía, / fizo çoçobras çiento / en ese mesmo día» Sem Tob, copla 71. «Çoçobra: fortunae inversio» Nebr. La ac. secundaria ‘aflicción, congoja’ ya está también en los Proverbios de Santillana: «Roboán no consiguiendo [‘siguiendo, observando’] / tales obras [las de Salomón], / mas en todas las çoçobras / imprimiendo [‘oprimiendo’], / molestando y ofendiendo / torpemente / fue menguado de su gente», proverbio 19, fº 11vºb; y en la Celestina (ed. 1902, 91.2, 101.8). Sozobra con este sentido está en Álvarez Gato, soçobra en la ed. príncipe del Canc. de Castillo (pero con ç- en la ed. de 1627), V. las citas en Cuervo, Obr. Inéd., 375-6, y en Cej., Voc.; más documentación de esta y otras acs. en Cej. IX, 21-22.―

6 En Gonz. de Clavijo: «tanto fué el beber que se caían delante della los omes beodos, sozobrados» (Cej.). Çoçobrar está también en la Gaya de Segovia, a. 1475 (p. 79). Ejs. de zozobrar en el sentido de ‘naufragar’ cita Cej. de escritores del S. XVII y fin del XVI. Del port. soçobrar, de igual sentido (que llegó a Portugal también desde el cat., por conducto del cast. o directamente) hay ya ej. en los Comentarios de Albuquerque, princ. S. XVI (Jal 648a), con variantes sossobrar en la Vida de D. JoƟo de Castro, y çoçobrar en texto de 1508 y en el propio Albuquerque (Jal 1370a, 1527a, 485a).―

7 Ya Diez (Wb., 500) se dió cuenta de que zozobrar era compuesto de sobre, aunque creyó que el primer miembro era el cast. so SUB. M-L., REW 8402, lo coloca entre los compuestos de SUBTUS sin más aclaraciones, y Körting supone un lat. *SUBSUPRARE (compuesto de SUB y SUPRA), en lo cual le siguen brevemente M. P. (Manual, § 37.2b), A. Castro (RFE V, 42) y, al parecer G. de Diego (RFE III, 308). Pero ya Cuervo (l. c.) se da cuenta de que este supuesto étimo latino no explica la constante -ç- interna, y recalca atinadamente que la forma originaria es soçobra (de donde çoçobra secundariamente). Se trata, naturalmente, de uno de tantos préstamos náuticos del catalán; también en la terminología de los juegos abundan los catalanismos (GRESCA, NAIPE, RUNFLA, etc. y V. sota arriba). El origen catalán es evidente en vista del cambio de -e en -a, conforme a la pronunciación catalana (recuérdese que de SUPRA no hay descendencia en la Península Ibérica ni en galorromance), y en vista de la -ç-, que se explica sin la menor dificultad si recordamos el cat. sots SUBTUS, sumamente usual en todas las épocas. La documentación castellana comprueba que el sustantivo soçobra es anterior al verbo derivado soçobrar. Confirma el origen catalán la variante zozobre que Cej. cita en Fr. José Gallo (1621). Ag. sólo cita ejs. de sotsobrar en el sentido de ‘echar al suelo al adversario’, repetidamente en Tirante el Blanco (S. XV); encuentro fer sotsobre solamente en los dicc. de Fabra y Bulbena, pero es sabido que la terminología náutica del catalán medieval la conocemos muy imperfectamente. En traducciones italianas hechas en el S. XVI de originales portugueses se encuentra sossoprare ‘naufragar’, que en apariencia podría ser derivado castizo del adverbio sossopra ‘lo de arriba abajo’, paralelo a la forma catalana; pero no apareciendo dicho sossoprare más que en esas traducciones, es claro que ha de ser hispanismo adaptado al italiano, como reconoce Zaccaria, y la forma sozoprare empleada por Amerigo Vespucci lo confirma sin lugar a dudas. G. Colón, Enc. Ling. Hisp. II, 216, duda del origen catalán, a causa de la -a del cast. ant. soçobra, pues yo había dicho, AILC III, 145-6 que en el S. XIII todavía no se daba la confusión. Dije algo distinto: que en cierto texto del S. XIII no hay más que un caso de confusión de -e con -a, mientras que hay ya un buen número de confusiones antes del acento. Es probable que se trate de un hecho de substrato, antiquísimo, lo cual no quiere decir que se generalizara en seguida.―

8 El fr. sombrer ‘zozobrar, irse a pique’ [1680], de origen desconocido hasta ahora (la etimología escandinava, ya inverosímil por la fecha, es imposible por toda clase de razones, como indica Bloch-W.), pero que más antiguamente fué sous-sombrer (como indica Jal), me parece claro que es préstamo del cast. zozobrar; el prefijo sous- se eliminó después por sentirlo como superfluo, dado el significado (sólo es posible sombrer hacia abajo).