AMIÉSGADO, ant., ‘fresa’, del lat. vg. (FRAGUM) DOMĔSTէCUM ‘(fresa) cultivada’.
El diptongo indica que el vocablo se acentuó siempre en la sílaba
mie, aunque algunos que, sin conocerlo de oído, lo hallaron en textos escritos, acentuaron falsamente la terminación, y de aquí vino el interpretar erróneamente
amiesgado como adj. por ‘(lugar) lleno de fresas’, según hace Franciosini y tras él Terr., pero
Aut. acentúa
amiésgado1. Con feliz intuición propuso Schuchardt,
ZRPh. XXIX, 220, la etimología
DOMESTICUS para el cast.
miesga. Creo indudable este étimo, aunque debe rectificarse ligeramente, pues esta forma
miesga2 está mal documentada. Trae
amiesga Franciosini, pero creo que deduciéndola de
amiesgado que según hemos visto interpreta torcidamente.
DOMĔSTէCUS daría
*amiéstago, luego
*amiésgato, y como no había un sufijo átono
-ato, pero sí
-ado (
lóbado,
nuégado, port.
relâmpado, etc.), esto se convirtió en
amiésgado. Una huella de la forma primitiva podría hallarse en el
miézdago de Palmireno: la
-d- podría explicarse por una sonorización esporádica que a veces ocurre tras
s (comp.
ESGUILO,
esguil·là s. v.
ESCULLIR, etc.) (o será forma de compromiso entre
*miéstago y
miésgado)
. DOMESTICUS sólo significaba ‘casero, hogareño, familiar’ en latín clásico, mas por influjo de
domesticar pronto tomaría la ac. ‘domesticado’, ‘plantado, no silvestre’, como se ve por las formas romances: oc. ant.
domȇsge,
-esgue,
-ergue,
-etge «de la maison, de la famille; du pays; planté, greffé (opposé à sauvage, en parlant d’un arbre)»,
mȇsche,
mȇtche «domestique; planté, cultivé», bearn.
amèche doumèdge,
mèche,
mèdje,
mètche «apprivoisé»,
amechà,
ametchà «apprivoiser» (Palay), Gers
amèche «apprivoisé, caressant, doux» (Cénac o Durrieux), cat.
metxot ‘(alcornoque) que ya ha sido pelado’ (Costa de Levante), venec.
mèstego,
desmèstego, Bas-Manceau
domèche, norm.
cérise amèche ‘clase de cereza’ (
REW),
fruits mesches et salvatges en un doc. landés de 1256 (Luchaire,
Recueil, p. 80). Estas formas nos prueban que
DOMESTICUS, cambiado primero en
*deméstego, pasó luego a
*eméstego,
améstego o
méstego, por deglutinación de la
d-, confundida con la preposición: es la misma historia de
DAMASCENA >
amacena, (
a)
meixa, o la de
DUM INTÉRIM >
domientre,
demientre,
mientras. Para otras antiguas denominaciones de la fresa, V.
MAYUETA,
MADROÑO y
MERUÉNDANO; sustituidas todas por el galicismo
FRESA 3.