GARGAJO, de la raíz onomatopéyica GARG-, que imita el ruido del gargajeo y otros que se hacen con la garganta.

1.ª doc.: h. 1400, Glos. del Escorial, («excreo: escopir gargajo»).

También Nebr. («gargajo: excreatum») y Aut. cita ejs. clásicos. Del mismo significado port. gargalho, cat. gargall, bearn. gargalh. Comp. CARRASPEAR. En otras partes el mismo vocablo, o derivados suyos, aparecen con otros significados, p. ej. ast. gargallu ‘laringe’ (Rato), ‘garganta del tonel y otras vasijas’ (V), port. gargalhar ‘reír a carcajadas’ (comp. CARCAJADA), Landas esgargaillà «imiter le bruit de la gorge» (Métivier, 725), it. ant. gargagliare «cantar con strèpito si che non si distinguano le parole», «gorgogliare, fare il leggero rumore dell’acqua che bolle ecc.»; V. otros en REW, 3685, y FEW IV, 56b.

DERIV.

Gargajear [APal. 145d, 483d; Nebr.]; ast. gargaxar (V), del castellanismo gargaxu (V); gargajeada; gargajeo. Gargajiento. Gargajoso.

Otros derivados de la misma raíz onomatopéyica. Gargamillón [1609, J. Hidalgo], ‘cuerpo humano’, del cat. gargamelló ‘campanilla, úvula’, gargamella ‘garganta’ (vocablo también occitano y alto-italiano, vid. FEW IV, 55b, 61b), que con el influjo del lat. GŬRGES ‘garganta’ dió el port. gorgomilo, ant. gorgomila, -leira, trasm. gorgomil, gall. gorgomil ‘garguero’ (Sarm. CaG. 109r), gall. ant. gorgomelo, Ctgs. 322.26 («aquel osso ll’avia o gorgomel’ atapado»), cast. ant. gorgomillera ‘garguero’ [princ. S. XVI: J. de la Encina, p. 76; como ant. ya Acad. 1843; una variante gargomillera existió también: comedia de la Batalla de Pavía, v. 309, comp. el comentario de Gillet, p. 531; Gallardo, Ensayo III, c. 768; gargamello se emplearía en Burgos, según G. de Diego, Contr., 93; el murc. gargamel, G. Soriano, procede del val. gargamell, y el alto-arag. gargamela, BDC XXIV, s. v., sale por disimilación del gasc. gargamèra; más datos en C. Michaëlis, RL XIII, 321-2, y Zauner, RF XIV, 430; trataré más detenidamente del vocablo en mi DECat., s. v. gargamella]1.

Garganta [Berceo, Mil., 280; como nombre propio ya en 1152, vid. Oelschl.], también port. garganta, langued. y bearn. garganto, Saintonge gargante, Perugia gargante (Zauner, RF XIV, 430; FEW IV, 56a)2; la terminación es singular, quizá se tratara primitivamente de un gargante (como en Perugia), participio activo de un verbo *GARGARE ‘hacer ruido con la garganta’, que por influjo del sinónimo GULA o GURGES tomara el género femenino y la terminación en -a, a no ser que deba suponerse un verbo gargantar (con sufijo -ANTARE), luego sustituído por gargantear3 [1609, J. Hidalgo; S. XVII, Solís]; garganteo; gargantadu ast. ‘el que tiene bocio’ (V); gargantada; gargantero [J. Ruiz, ed. Rivad., 289; Libro de los Gatos, 546], gargantería; gargantez ‘glotonería’ ant. [Nebr.], -teza; gargantil; gargantilla; gargantón [Nebr.]; engargantar, engargante, engargantadura. Garganchón [Acad. ya 1817, sin nota de regionalismo, pero no es palabra de uso común, que sólo localizo en el Norte y E. de Aragón: ZRPh. XLV, 237; BDC XXIV, 171; RLiR XI, 238], junto con el pallarés gargansó (BDC XXIII, 293), tort. y maestr. gargantxó [G. Girona; Moreira, Folkl. Tort., 170], quizá represente un *GARGANTIONEM, derivado de garganta, del cual saldría también el oc. ant. y mod. gargasson (FEW IV, 58b), pero en vista del valón guarguechon y Garfagnana gargazzo (ibid.), es más probable que se trate aquí de derivados en -ACEUM + -ONEM, que en iberorromance sufrirían el influjo de garganta. Gargarizar [1555, Laguna], tomado del lat. gargarizare y éste del gr. ƔαρƔαρίζειν íd., de formación onomatopéyica; gargarismo [guargarismo, 1513, G. A. de Herrera, f° 126; gargalismo, h. 1514, Lucas Fernández, p. 205; gargarismo, 1555, Laguna], tomado de ƔαρƔαρισμóς íd.; gárgara [1581, Fragoso], derivado regresivo de los anteriores; ġárġara (pl. ġarâġir) ‘gárgaras’ en el español Abenwáfid (Dozy II, 207) y en el argelino Beaussier, ġárġala en R. Martí. Gárgol [1621, en el murciano Diego de Funes], murc., arag. (aunque Borao imprime gargol), hermano del cat. gargot íd., y del hispanoár. gárgal (PAlc.), voz imitativa del sonido del huevo huero al sacudirlo (BDC XXIV, 25)4. Gárgola [1504, BHisp. LVIII, 91; Covarr.; 1658, González Dávila], también cat. gàrgola, de formación paralela al fr. ant. y med. gargoule, hoy gargouille, oc. ant. gargola, íd.: todos ellos partirán de un verbo como el fr. gargouiller ‘producir un ruido semejante al de un líquido en un tubo’ [S. XIV], comp. cat. ant. gargolejar ‘charlar (las mujeres)’ (S. XIV: Corbatxo, BDLC XVII, 101), cat. (Ebro) gargòla ‘botijo para tener agua’5; gárgol ‘ranura para encajar una pieza’ [Aut.], junto con oc. gargal, frprov. dȤerdȤi, valón ant. gergaul, Córcega gargale, calabr. gárganu, alem. gergel, vasco gargaro, ast. gargüelu (Rato), salm. gargollo, sanabr. gargueira, procede, paralelamente a gárgola, de la idea de ‘canal’; vid. Jud, ZRPh. XXXVIII, 52n.; Schuchardt, ZRPh. XXVI, 418; FEW IV, 58a, 62a6; engargolar. Gargozada [como ant. ya Acad. 1817] o gorgozada [íd. 1899], ‘bocanada de líquido’. Garguero [h. 1400, Canc. de Baena, p. 474; Enrique de Villena, RFE VI, 169; APal. 21b, 48d, 170d, 186d; Nebr.]; es probable que en las más de estas formas se trate de gargüero, que es la pronunciación que Aut. atribuye a López de Ayala, Fr. L. de Granada y J. Fragoso7, de donde sale gargüelo en el Lucidario leonés del S. XIV (RFE XXIII, 31) y en la Pícara Justina, hoy pronunciado así en Asturias8 y en Méjico, y de donde procede el alto-arag. gargüello (RLiR XI, 94), mejic. güergüellu; por otra parte la w pudo trasladarse, de ahí guarguero en la Danza de la Muerte (612), en la traducción del Libro de Falcoaria del P. Menino (RFE XXIII, 267.17), en Juan Sánchez Valdés de la Plata y como forma vulgar en Aut.; hoy guargüero y variantes parecidas en la Arg., Chile, Bolivia, Colombia, Honduras, Méjico, Cuba y Sto. Domingo, vid. mi nota RFH VI, 210; como allí indicaba, garguero se comprendería como derivado de GARG- sin dificultad, y las demás variantes se deben a metátesis o propagación de la w de gargüero; en cuanto a éste, sugería que se deba a una base *gargo(v)ero, por una alteración9 del conocido gargavero, empleado por Nebr. en su gramática y en el diccionario, y hoy vivo en Cespedosa y Salamanca; el ast. gorgoberu ‘gaznate’ es como se dice en Colunga (V); gargavero a su vez se debe a un cruce de garguero con los derivados del prerromano *GABA ‘buche’ (estudiado aquí s. v. GABACHO). Pero, en vista del gall. ant. gorgoiro10 y del arcaico gorgüero (Berceo, Mil. 155), me parece ahora más plausible suponer un lat. vg. *GŬRGŬRIUM, perteneciente a la raíz onomatopéyica paralela GURG- (vid. GORGA), y variante ligera del clásico GURGULIO: gorgoiro, disimilado en *gargoiro, regularmente pasaba en castellano a gargüero, que en forma ocasional pudo reducirse a garguero por vía fonética. Con las voces garguero y gorgoiro, comp. el leonés de La Lomba gorgüelo, gargüelo, íd. (clavóuse una espina nel gargüelo y afugóuse), BRAE XXX, 325. Otro representante del mismo tipo latino parece ser el sardo grugurzu, urgudzu ‘garganta’, ‘garganta de un jarro’ (Wagner, St. z, sd. Wortschatz 94), comp. vasco gorgoil íd. Almer. garguería ‘golosina’ (con u muda). Comp. GAJORRO.

1 Comp. el ár. marroquí y argelino garǤûma «gorge, l’intérieur de la gorge» (Dozy, Suppl. II, 325a), cuya g- oclusiva ya revela origen forastero.―

2 En el sentido topográfico tiene mayor extensión: cat. garganta, aunque sólo petrificado en la toponimia.―

3 Gargantejar ‘charlar’ existía en catalán antiguo (Corbatxo, BDLC XVII, 73, 101), donde garganta no existe. No es aceptable la etimología de Brüch, ZRPh. LI, 506-11, por un triple cruce de CANNA ‘conducto’ con GARG- y el galo BRGANT ‘garganta’.―

4 El ár. ġárqal ‘estar echado a perder, un huevo, un melón’, que Freytag cita del Qamûs y del ?auharí, procede de la misma onomatopeya, pero su estructura impide considerarlo como raíz propiamente semítica.―

5 No es convincente la explicación de Wartburg, FEW IV, 61b, como cruce de GARG- y GULA. Las diferencias acentuales y la diferente calidad de la l ~ indican claramente un origen verbal.―

6 No hay motivo para creer, con el REW 3685, que en castellano sea préstamo del bearnés.―

7 Azkue, que en su diccionario vasco emplea muchísimas veces esta palabra para definir términos vascos, lo escribe en algún caso sin diéresis, pero gargüero con mucha mayor frecuencia (p. ej. s. vv. lotu § 3, gorgoil, etc.). Así debe de emplearse en el cast. vascongado. Vco. vizc. gorgoil ‘gargüero’ ‘hioides, nuez de la garganta’ (Azkue, §§ 1 y 4), bazt. íd. ‘buche de las gallinas’ vizc. gorgoilo ‘papada’; gorgoĩ parece que se emplea también en el País Vasco francés en la ac. ‘nuez de la garganta’, pues lo recogió Harriet, según Lhande, y Azkue en el Supl. da gorgoillo ‘tráquea’.―

8 Rato registra o emplea además las formas gorgueru, gorberu y gorgüeru (s. v. empapizar y gorberu).―

9 Podría explicarse esta alteración por vía meramente fonética o por influjo del tipo gorgomil, gorgomillera estudiado más arriba.―

10 Así en la Crónica Troyana del S. XIV: «deulle por la garganta et pasoulle a loriga et talloulle os gorgoyros» (II, 40.29), traduciendo veine orguenal del original francés (18838).