CRESA, ‘huevo o larva de ciertos insectos, especialmente los que se hallan en algunos alimentos que empiezan a descomponerse’, del antiguo queresa, que junto con el gall. careixa y port. dial. careja supone una base *CARէSIA (o *CARIASIA, *CARIESIA), probablemente emparentada con el lat. CARIES ‘podredumbre’, ‘carcoma’; teniendo en cuenta el sufijo no podemos asegurar si se trata de un derivado romance de aquella voz latina o más bien de un celtismo.

1.ª doc.: queresa, 1475, G. de Segovia, p. 53, Gili cita de Rosal (1601) caresa limitándose a remitir a queresa; cresa, Aut.

Según Aut., cresa es «la simiente de que proceden algunos insectos: como son las langostas, gusanos, etc.»; según Acad. 1843 «en algunas partes la semilla de la reina de las abejas» y «el gusanillo que resulta de la germinación de los huevecillos que depositan las moscas y otros insectos en la carne, vino, queso y otras cosas»; la variante queresa está ya en Acad. 1884, y se emplea en Cuba (Pichardo), en Bogotá (Cuervo, Ap.7, § 813; Disq. 1950, p. 447), en la Argentina (Guiraldes, D. S. Sombra, ed. Espasa, p. 108), en Extremadura (Espinosa, Arc. Dial., p. 197) y en otras partes; con ligeras alteraciones tenemos ast. «caresa: gusanillo que crían el queso, la carne, los jamones y los peces antes de entrar en descomposición completa» (R), «resulta de la germinación de los huevos de la mosca vomitoria» (V), caresa en Extremadura (BRAE III, 663), calesa en Salamanca (Lamano) y en la Sierra de Gata (Fink, VKR II, 83), clesa o calesa «polilla o insecto que se cría en el tocino» en Cespedosa y alrededores (RFE XV, 138, 275)1. Cuervo, l. c., cita queresa o querocha varias veces en la Agricultura de Herrera (1513), en Venegas (1540) y en una obra del Pinciano († 1553). Es evidente la identidad con el gall. careixa (Vall.: «careija, insectos pequeñísimos, como los del queso, tocino, etc.»)2, portugués de Évora careja «aglomerado de ovos de insectos», estar acarejado (RL XXXI, 123). Como G. de Segovia cataloga queresa entre las voces con s sonora, y así se pronuncia todavía en Malpartida de Plasencia, Serradilla y Sierra de Gata, la comparación con el gallego-portugués nos lleva a sentar una base etimológica *CARէSIA, *CARIESIA o *CARIASIA (comp. BASIUM > port. beijo, gall. beixo, CEREVISIA > cerveja, CERASEA > cereja, cereixa), de cuyo parentesco con el lat. CARIES no se puede dudar. Ya Cuervo señaló el mismo radical en querocha (que la Acad., ya en 1843, define ‘cresa’), querochar ‘poner las abejas su simiente’, y hallamos también carocha (un ej. en el citado Herrera) o carrocha ‘huevecillos del pulgón o de las abejas’ (en el propio autor, en el aragonés Jaime Gil, 1621, y otros: DHist.) y corocha ‘oruga que ataca la vid’ (Acad. ya 1843, como extremeño). De los tres tipos etimológicos que he dado como posibles fonéticamente, el primero sería más satisfactorio para las formas gallega y portuguesa, y el sufijo podría explicarse como extensión del de *PULVէSIA > PAVESA y povisa, y el de CINISIA > ceniza; la e del cast. queresa se explicaría entonces por influjo de querocha (de quera CARIES + -ocha); en cuanto a cresa resulta manifiestamente de una ultracorrección de la tendencia a la anaptixis que hemos registrado en CAROCA, COROZA, etc. Sin embargo, teniendo en cuenta que el sufijo -ESIA (-ISIA) es céltico, y que la raíz del lat. CARIES reaparece en esta familia lingüística (irl. ant. ar-a-chrinim ‘me descompongo, me desmorono’, do-ro-cha(i)r ‘cayó’, crīn-mīl ‘carcoma’, ir-chre «interitus», comp. Pedersen, Vgl. Gramm. d. Kelt. Spr. II, 339, 438, Stokes-Bezz. 95), también cabría suponer que *CARISIA es un vocablo del celta hispánico, y aun parece esto verosímil; comp. PAVESA, ARTESA.

Hay un cat. dial. grau femenino (no masc. como dice el DAlcM.), empleado en Gerona (y más al Sur, hasta Pineda), que designa un gorgojo de las legumbres (y verbo grauar-se ‘agusanarse las judías, habas, etc.’) que sospecho pariente de cresa. Éste podría ser también *CRASIA y el cat. grau sería *CRATIES, probablemente como palabra prerromana, pues aparte de las mencionadas voces irlandesas y latinas están voces como el scr. (a)çīrta-, ave. (a)sarəta ‘(no) podrido, no corrompido’, gr. ęκƲρατος íd. (Pok., IEW, 578, raíz KER? / KR- ‘echarse a perder’).

Es obvia la imposibilidad fonética de la base *CARICEUS (de CARIES), de GdDD 1466.

1 Esta variante con -l- se explica por influjo de calor y su familia, particularmente el verbo salmantino calecer ‘calentar’ [Juan del Encina] CALESCERE, pues es sabido que el calor activa la descomposición de la carne. Hay también salm. calecerse ‘pudrirse la carne, criar calesa’, que puede representar un *CARIESCERE.―

2 Sarm., CaG., A21v, «polvillo o carcoma que tienen las carnes y pernil: son huevecitos de moscas e insectos de los que nacen gusanos y corrupción; en especial las moscas grandes, azules, a que llaman moscas carixeiras» (157r). Se produjeron cruces: areixas ‘las moscas y piojos de los cerdos’ en Deza, pero en Pontevedra ‘gusanos del tocino y también de los oídos’ y éstos se llaman arengos en Portonovo (CaG. 182v): éste será derivado de ARAR, como su sinónimo arador y areixas resultará de careixa × arengo o arador; o quizá se trate de un postverbal del port. arejar ‘airear, dar un aire’, derivado de ar ‘aire’, por la creencia popular en un aire maléfico que es causante de infinitas enfermedades, comp. port. orejar (uma fruta) ‘secarse, arrugarse’, ‘volverse blanca una parte del cabello por una dolencia’, ‘sufrir cierta dolencia el ganado caballar’, arejo ‘mal de los vegetales que hace secar el fruto del olivo’, ‘dolencia de los caballos’, ‘mal de ojo’). En portugués vareja y mosca varejeira son lo mismo (Bluteau, etc.) y también se emplea vareixa y m. varexeira en Galicia, según el propio Sarm., donde el agente pudo ser el lat. VARUS (> barros de la cara, pequeño ácaro) o, como él quiere, VARIUSabigarrado’ (> ‘gris’), seguramente por el color de lo enmohecido, de las carnes averiadas, etc.: cita él mismo un pasaje de Columela (II, 45) donde dice que la tierra podrida de polvo y de humedad «rustici variam cariosamque appellant»: el cat. viró ‘cresa’ y mosca vironera (> veiró) parece que le dan la razón. Por otra parte, hay cruces con GARRAPATA y sus variantes: gall. pontevedrés carraxas ‘moscas o piojos de las ovejas y carneros’, y luego carrachos en la misma zona ‘garrapatas de buey, perro, oveja’ y finalmente carraza en el gallego central de Verín y port. carraça (Pensado, ib. pp. 242-3), donde la parte de garrapata va siendo cada vez más predominante, hasta quizá ser única.