TIRAR, voz común a todos los romances de Occidente, de origen incierto; es muy dudoso que pueda venir del germ. TERAN ‘desgarrar’. Pero es probable que se formara en la jerga militar latina con el nombre de la flecha en el lenguaje de los partos, enemigos seculares del ejército romano; nombre que hubo de ser tir, como en todos los dialectos iranios; cf. CARCAJ y el fr. frapper ‘herir, golpear’ que parece ser otro iranismo de la jerga soldadesca de los romanos.

1.ª doc.: orígenes (Cid; Berceo; Libre dels Tres Reys d’Orient).

Palabra frecuentísima y esencial en todas las épocas. En lo antiguo llama la atención el gran uso de la ac. ‘sacar, quitar, echar afuera’: «mientre que los diablos la trayén com a pella, / vidieron la los ángeles, descendieron a ella, / fizieron los diablos luego muy grant querella / tirar non lis podieron valient una agalla, / obieron a partirse tristes de la batalla» Mil., 87d; «el fierro yaze fondo, en aviesso lugar, / la llaga es angosta, no lo podré tirar» Alex., 2089b (el ms. del S. XV sustituye por sacar); «si el señor de la nave la dexase hi correr... débenla apresciar por quanto podrié valer, et contar lo que tiró della cada uno de aquello que era suyo» Partidas V, ix, ed. Acad. III, 239; «cató contra sus pechos el águila ferida, / e vido que sus péndolas la avían escarnida; / dixo contra sí mesma una razón temida: / de mí salyó quien me mató e me tiró la vida», «poco a Dios preciava nin avía dél temor; / tiró le Dios su poderío e todo su honor» J. Ruiz (272d, 305d); «solo en su cabo fincava, / Johan Nunnes de Sasamón / de la vega lo tirava», «tirad los pueblos menudos, / Rey, señor, desta sospecha» Alfonso XI (47d, 1142c); «el que bien a su pueblo govierna e defiende / éste es rey verdadero, tírese el otro dende», «Dios non tira esperança al omne pecador, / mas con su misericordia lo guarda de error» Rim. de Palacio (235d, 1402a); también en Gr. Conq. de Ultr., 163, y en multitud de ejs. de los SS. XIII-XIV; en el XV este uso comienza a decaer, como lo prueba la circunstancia de que el ms. P del Alex. sustituya tirar por sacar en el pasaje citado, y el amanuense del Marqués de Santillana reemplazaba tiró el espada de la bayna por metió mano a su espada en el ejemplar de la 1.ª Crón. Gral. poseído por el Marqués (M. P., Inf. de Lara, 225.22). Más tarde estos usos tendieron a desaparecer, aunque algunas veces se conservaban en hablas tradicionalistas (Nebr. admite «tirar algo de lugar: aufero»), y sobre todo en alguna frase estereotipada (tirte allá, tirte afuera en el S. XVI, ejs. MLN XXVI, 101). Tirarse ‘apartarse (de)’, ‘separarse (de)’ se conserva hasta hoy en judeoespañol (BRAE II, 300).

Esto no quiere decir, sin embargo, que no se encontrasen las acs. modernas desde los orígenes del idioma literario: «essas saetas mismas que los moros tiraban» S. Mill., 444b, «enarbolas tus viras, / al que mejor te sirve, a él fieres quando tiras» J. Ruiz 183c, etc.; en gallego-portugués las acs. en torno a ‘disparar’ son muy frecuentes en la lengua medieval: ‘disparar, tirar (saetas)’ Ctgs. 28.54, 35.8 (saetas) 215.37, CEsc. 329.2 (y en éstas aparece con las acs. ‘empujar’ 224.16, 91.10 y ‘libertar, librar’ 102.12). Pero en gallego-portugués la ac. ‘quitar, sacar’ (que es ya también frecuente en las Ctgs., MirSgo. 51.18, 36.15, 78.5, 83.16) es donde se conserva con máxima vitalidad («mandoulle tirar un piorno» Castelao 25.11)1.

Tirar y formas análogas se encuentran hoy en todos los romances de Occidente: en catalán con extensión semántica muy parecida a la del cast.; en portugués, francés, italiano, etc., más bien con los sentidos del castellano medieval. El origen de esta familia romance presenta uno de los puntos más oscuros de la etimología neolatina: tan oscuro es que los lingüistas suelen pasarlo por alto como un caso sin solución. Lo único que se puede asegurar es que debe de ser palabra muy antigua en todos los romances, puesto que en todas partes aparece desde los primeros monumentos literarios (está ya en el Cid, el Roland, Peire Vidal, Dante, etc.). La etimología que más se aproxima a lo creíble, aunque vagamente, es la sugerida por Diez (Wb., 320): el germ. TĔRAN ‘desgarrar, destrozar’, palabra de cuya antigüedad y universalidad en germánico no cabe dudar (es el representante normal de la familia indoeuropea del gr. ƌέρειν ‘desollar’, scr. d࿋Ƞāti ‘partir’, eslavón dĭrati ‘desollar, cortar’). Observaba Diez que el oc. ant. tirar significa a veces ‘ser desagradable, penoso’ («diraivos que fort me tira / vielha gazals» Monje de Montaudon, «totz quant faitz e dizetz / es ben, si tot a me tira» Raimbaut d’Aurenga), y hay también algún ej. del fr. ant. tire ‘molestia, enojo’, it. tiro ‘pelea’. A pesar de todo, esto está lejos todavía del significado germánico, y las acs. ‘sacar’ o ‘tirar’ que predominan en forma abrumadora desde el principio, y en todos los romances, están muy alejadas del significado germánico: a. alem. ant. zëran ‘desgarrar’, rara vez ‘arrancar (fruta p. ej.)’, alem. zehren ‘consumir’, ags. teran ‘rasgar’, ‘rajar’, ‘mesar (el cabello)’, ingl. tear ‘rasgar’, ‘desgarrar’, neerl. ant. y mod. teren ‘consumir’, ‘echar a perder’, b. alem. ant. terian ‘destruir, aniquilar’, en gótico quizá casualmente sólo se encuentran los derivados gataíran (pron. gat?ran) ‘deshacer’, ‘resolver, cumplir’, ‘destruir’, distaíran ‘desgarrar’, ‘echar a perder’; no hace al caso recordar el alem. med. zerren ‘tirar violentamente de algo’, ‘zamarrear’, ‘distender’, que ya se aproxima mucho más al sentido de tirar, pues aunque este vocablo pertenece a la familia de TERAN, se trata de un derivado que en germánico occid. tendría la forma *TARRJAN y en gótico *TARJAN si hubiese existido, forma que de ninguna manera podría explicar el tirar romance: ahora bien, el sentido especial de este derivado se explica por su misma naturaleza de derivado frecuentativo, y no hay por qué atribuirlo al primitivo TERAN. Aun suponiendo que desde ‘desgarrar’ se hubiese pasado a ‘arrancar’ y de ahí a ‘tirar de algo’ (lo que cuesta de creer dada la unanimidad del sentido en romance), quedaría todavía una dificultad fonética en la E, que no corresponde a la զ de las lenguas neolatinas; es verdad que esto podría quizá eliminarse recordando que ESQUILAR, cast. ant. y cat. ant. esquirar, que proceden sin duda posible del germ. SKĔRAN íd., presentan la misma anomalía (V. algún caso más de lo mismo en este artículo y en GARANTE), de suerte que hay motivo para sospechar que algún dialecto germánico cambiara la Ĕl> en i en esta posición2. Luego la principal objeción que subsiste contra la etimología germánica es de orden semántico, y en conclusión hay que decir que esta etimología es escasamente verosímil. Pero me apresuro a añadir que las demás todavía convencen menos.

G. Serra (Dacoromania V, 437-44) propuso partir de un lat. *MARTȷRARE ‘martirizar’, ‘atormentar’, de donde ‘zamarrear, tironear’ (sentido que tiene tirar en oc. ant., y sus derivados en todas partes) y luego ‘tirar’: disimilado en *maltirar o *mantirar la sílaba inicial se habría eliminado por haberla tomado por un prefijo o por el adverbio intensivo mal (como en malferir ‘herir gravemente’, etc.). La idea es ingeniosa, pero muy forzada, y todo el mundo estará de acuerdo en que no es de las que «se imponía» introducir en el dicc. de Bloch, que es a lo que se habrían limitado las modificaciones introducidas por Wartburg en la 2.ª ed., según su prefacio3. Está claro que no es de buen método admitir tales etimologías de tipo excepcional, cuando ni siquiera hay gran parecido semántico entre la voz romance y su presunto étimo, y que una eliminación tan radical de la primera sílaba pudo bien producirse en algunas partes, pero de ninguna manera aparecer con carácter unánime en todos los romances antiguos y modernos; agréguese que *MARTȷRARE es vocablo hipotético en latín, y lo que se encuentra en la Edad Media es MARTYRIZARE casi en todas partes, o a lo sumo y raramente martyriare: de éste procede ciertamente el fr. ant. martyrier, pero nótese que tirer tiene esta forma únicamente y nunca o casi nunca *tirier (forma ajena en todo caso al Roland, a Chrestien de Troyes, y no documentada en Godefroy); finalmente si recordamos que MARTȷR aparece en muchas hablas en las formas populares mártur, màrtore, mártul, márturu, o por otra parte martre, tendremos derecho a asombrarnos de que en el supuesto derivado verbal no aparezcan nunca formas con u, o, o con síncopa de la vocal pretónica interna: esta unanimidad del tratamiento culto -i- justamente en una palabra que tanto se habría popularizado, y alejado tanto del modelo latino, es ciertamente increíble.

Tampoco convence la idea sugerida por Walde en su dicc. etimológico latino, de que tirar venga del radical del lat. tīro, -ōnis, ‘recluta’, ‘aprendiz’: las dificultades formales y el alejamiento semántico son desalentadores. Que podamos partir de una latinización del gr. τείρειν ‘desgastar’, ‘abrumar’ (de donde ‘torturar’, etc.) es tanto menos verosímil, cuanto que esta palabra, desconocida en latín, ya en griego era voz poética, probablemente ajena al uso hablado. En céltico no parece existir nada semejante. ¿Qué más? A propósito del cast. tirria ‘odio cerval’ y del alem. dial. tirren ‘molestar, atormentar’ lanza Spitzer (RFE XIII, 121) la idea de que tirar sea, igual que éstas, una palabra de creación expresiva; pero esta especie de interjección de despecho trr puede explicar fácilmente una palabra que signifique ‘irritar, causar inquina’, difícilmente una que valga ‘despedazar’, ‘tironear’ y mucho menos ‘tirar’; además, ¿no sería entonces más natural que el resultado hubiese sido *tirrar?

En vista de que tiran(t) significa en oc. ant. ‘recalcitrante’, ‘duro, cruel’, y en fr. ant. ‘verdugo’, ‘sicario’, lo cual más bien parece ser un representante de tǰrannus ‘tirano’ (comp. menorq. tiranya ‘aborrecimiento, rabia, resentimiento’, BDLC VIII, 263), cabría preguntarse si habiéndose tomado tirant ‘verdugo’, ‘cruel’, por un participio activo, no ahí el verbo tirar ‘torturar’ ‘zamarrear’; el defecto de esta hipótesis está en que tal fenómeno sólo pudo producirse donde se pierden las -U finales, o sea en una zona que abarca el fr., el oc., el cat., el rético y las hablas del Norte de Italia: en los demás romances tirar(e) habría de ser préstamo de esta región, lo cual no es muy verosímil en palabra tan esencial y tan antigua en it. y en cast.: aunque menos forzada que la idea de Serra, ésta tampoco me parece bien convincente. Ésta y la etimología germánica serían, sin embargo, las menos alejadas de lo posible4. No creo poco ni mucho aceptable la idea de Alessio (Paideia VI, 210) de partir del gr. τείρειν, de cuyo paso al latín vulgar o clásico no tenemos el menor indicio. Ni el significado (‘desgastar’, ‘abrumar del cansancio’) ni el hecho de ser palabra homérica y trágica, del todo ajena a la prosa griega (a no ser la que imita el lenguaje poético), se prestan para defenderla.

Es verosímil que sea palabra de la jerga latina de los legionarios, derivada por éstos del pártico *tīr ‘flecha’, que podemos suponer a base del pelví y persa mod. tīr ‘flecha’, curdo y baluchi tīr íd. (documentado desde Firdusí, S. X, y ya mucho antes, pue sto que se halla en pelvi SS. III-IX); del iranio pasó al scr. tardío tiri, lo cual prueba la fuerza de expansión de esta palabra de los partos, como es natural, dada la forma de guerrear de éstos; el vocablo es de viejo abolengo iránico (avéstico tiγri-, medo τίƔρις ‘flecha’, persa tēj= íd., avéstico taēȤa ‘cortante’, tiγra- y persa mod. tigra- ‘puntiagudo’, pelví tēh íd.5: raíz ie. STEI(G)- ‘puntiagudo’, gr. στίζω, alem. stechen, scr. tejate ‘pincha’, tigra-, téjas-, tīkɊȠa-, tigmá- ‘agudo’6).

Ténganse en cuenta para esta etimología las acepciones modernas del cast. tirar que ya aparecen desde los orígenes (V. ejs. cits. de Berceo y J. Ruiz); ya hemos señalado también estas acepciones en gallego-portugués medieval; en it., tirar l’arco está ya en Dante y Petrarca; en oc. tirar peiras se encuentra ya a princ. S. XIII en la Cansó de la Crozada, tirar sagetas y tirar l’arc poco después, en la Guerra de Navarra y en las Disciplinas de Clergia respectivamente; en francés mismo, aunque no sé que tirer ‘disparar’ se haga frecuente antes del S. XV (en que ya lo es mucho), tirer ‘tender, dirigirse a’ ya aparece, y con frecuencia, desde el S. XII (Vie de St. Thomas de G. de Pont St. Maxence). El sustantivo tiro, tir, quizá también antiguo en francés, ya se documenta en el S. XIII.

DERIV.

Tira [15417], probablemente no es derivado de tirar, como suele decirse, sino tomado del cat. tira ‘pedazo largo y estrecho de papel, tela, etc.’, ‘hilera’8, hermano del oc. tieira «suite, série», «file», «ligne», «ornement, équipement», fr. ant. tire (del francés o del cat. son préstamos la variante oc. mod. tiro [junto a tiero], y el sardo tira «striscia, lista», AGI XV, 481-93), que proceden del fránc. TÊRI (a. alem. ant. ziari, zêri, neerl. med. têr, ‘adorno’), comp. Jud, VRom. II, 19-20; Rohlfs, ASNSL CLXXI, 94; tirajo; tirela ‘tela listada’ [1680, Aut.]; atirelado; tirilla; tireta.

De tirar derivan realmente: Tiro [APal. 6b, 32b, 490d; Nebr. «aquello que se echa»]9. Tirada [h. 1295, 1.ª Crón. Gral., 414a40; Aut.]; tiradillas. Tirado. Tiradero; tiradera. Tirador [S. XV, Biblia med. rom., Gén., 21.20]. Tirante [S. XVI, Aut.]; tirantez; atirantar. Tirón ‘acción de tirar’ [1596, Aut.]; tironear muy vivo en Arg. y otras partes, aunque todavía rechazado por la Acad.; tirona. Tirotear [Acad. ya 1817]; tiroteo [íd.]. Entirar. Estirar [1570, C. de las Casas]; estirado; estirajar; estirajón; estiramiento; estirazo arag. (= cat. estiràs), estirazar; estirón. Retirar [1570, C. de las Casas; ya frecuente en el Quijote]; retiración; retirada [Quijote II, lxv, 252]; retirado; retiro [Oudin]. El imperativo romance tira! pasó al vco. con el sentido de ‘ea, vamos’, interjección de uso general en esta lengua y con el mismo valor en cat.; tiratu ‘tirar, estirar, tender’, es uso también común en vasco.

CPT.

Tirabala. Tirabeque [Acad. ya 1884, no 1843], del cat. tirabec íd., compuesto con bec ‘pico’, por su forma grande y alada. Tirabotas. Tirabraguero. Tirabrasas. Tirabuzón [Aut.], del fr. tire-bouchon, compuesto con bouchon ‘tapón’, influído por el cast. buzón. Tiracantos. Tiracuello; en forma cat. o fr.: tiracol [S. XV, Amadís, Aut.]. Tiracuero. Tirachinos. Tirafondo [Acad. 1884, no 1843], del fr. tire-fond. Tirafuera. Tiragomas. Tiralíneas. Tiramira. Tiramollar [1696, Aut.], del cat. tira-amolla, de amollar ‘soltar, aflojar’. Tirapié [Aut.]. Tiratacos. Tiratiros. Tiratrillo. Tirulo [Acad. S. XX], parece ser contracción de tira-rulo. Tirte (V. nota 4). Gall. tiriloques «especie de tirantes de orillo para los calzones» (Sarm. CaG. 62r).

1 Hay un verbo gall. y port. turrar que coincide con las varias acs. de tirar, y que siendo moderno es probable que resulte de un cruce de tirar con empurrar ‘empujar, dar empellones’ (V. EMBURRIAR), pues uno de sus sentidos en gallego es «empujar y hacer fuerza» (el estribo de una pared turra en ella) Sarm. CaG. 222r; pero también ‘retozar, enredar, trebellar’ (111v). Port. turrar ‘golpear con la cabeza’, ‘empeñarse apasionadamente’ (Moraes). Por otra parte, gall. turrar por ‘tirar de’: «o pobre pai turraba por min, i eu deixábame levar» o turrar do: «turrar do carro de Apolo» Castelao 201.29, 180.1, 296.10, 202.29, 197.3. De donde el derivado andar ás turras (o xugar ás turras) y el cpto. pared a turramonte «la que tiene atizonadas piedras» Sarm. CaG. 111v, 112r, 222r, 225v y cf. Pensado, p. 156-

2 Sabido es que este cambio vocálico lo practica el gótico con carácter sistemático, pero excepcionalmente la i vuelve a ȇ abierta (escrita ) ante una r, en el dialecto gótico representado por los textos de Úlfilas. Puede conjeturarse que otras hablas góticas, o algún antiguo dialecto sureño del germánico occidental, afín al gótico, tuviesen i aun en este caso, y que de estas hablas procediesen las formas romances en cuestión. Inadmisible la idea de Gamillscheg y otros de explicar la i romance por cruce con GYRARE, puesto que éste significa otra cosa-

3 Wartburg empeora todavía la idea de Serra al suponer que mar- se habría eliminado a causa del adverbio mar ‘en mala hora’, propio del francés antiguo; pero como tal palabra no existe en los demás romances, habría que suponer entonces que es préstamo francés en todas partes, idea arbitraria que nadie aceptará.―

4 Algunos datos sobre usos modernos del cast. tirar. Cuando vale ‘arrojar’ se construye el proyectil normalmente como complemento directo, pero en la Arg., en Extremadura, en Colombia se dice tirar con piedritas, con cuchillo, etc., a alguno, y esto se extiende a otras partes (RFH VI, 104-5n.; lo he oído a una señora navarra, que ha vivido desde muy joven entre cubanos), y de la misma manera se construye en Portugal casi en todas partes (30 versiones populares del tema malo me Galatea petit, dan atirar com pedrinhas, com laranja, etc., frente a una sola de atiraste-me pedrinhas: RL VIII, 126-32) y en Galicia hay construcciones parecidas (tire V. con el libro ‘tire V. el libro’, tiró con la llave al jardín ‘tiró la llave’, tirar con una pared ‘derribarla’, Álvz. Giménez 65). Para las formas abreviadas tirte afuera, tirte allá, tirte d’hi, y ejs. del S. XVI, vid. Pietsch, MLN XXVI, 101 (no hay que pensar que tirte venga de TRAHERE, como quiere Zeitlin, Hisp. R. VII, 242-46). Para fraseología popular cubana, vid. Ca., 70.―

5 Bartholomae, Airan. Wb. 651, 623.―

6 El último ya en el Rig Veda VIII, 29.5. Para la formación de los demás, Benveniste, Or. F. N. en Ie. 101; Pok. IEW 1016.―

7 «Quatro estameñas partidas en ocho tiras... yten una tira de terciopelo azul, traída», testamento de F. de Rojas, RFE XVI, 378. Falta todavía en APal., Nebr., etc.; las varias acs. están ya en Aut.―

8 Ya medieval: «la segona bestia órs paria, / e tres tires de dens avia» Libre de Daniel, vv. 635, 648. En el Tirant (ed. Riquer, 482) tiene claramente el sentido de ‘hilera de tropa’. Val. tira «cosa arreglada», tira del raïm «fila de la gente que vende uvas» (Sanelo). Crece la probabilidad de la identificación con oc. tieira al notar que en las comarcas catalanas del Nordeste tiene más arraigo que en parte alguna, y allí con perfecta identidad semántica con el oc. ant. tieira: tires son las hileras de vides en el Alto Empordán (oído en la Selva de Dalt, etc.).―

9 En la ac. ‘salamandra’ es propio de Andalucía (AV), bien vivo en la prov. de Jaén (RFE XXIV, 229); es antiguo, pues ya aparece en APal. 528d, y en el vocabulario castellano-mejicano de A. de Molina (1571) se lee «tiro, escorpión o serpiente: acaltetepun. Ignoro la explicación semántica, si es que es realmente la misma palabra. Las traducciones árabes que da PAlc. a salamandra y a salamanquesa son muy diferentes. Tiru ‘cecilia (reptil)’ es también siciliano, y un tirus como nombre de pez se encuentra en el galorromano Polemio Silvio (S. V), pero como ignoramos de qué pez se trata es muy dudoso que tenga algo que ver (comp. Barbier, RLR LVII, 340, y REW 8755a). Las locuciones adverbiales al tiro, de al tiro, de a tiro ‘en seguida’ son muy vivas actualmente en Chile, América Central y Méjico (Tiscornia, BDHA III, 204), también se ha dicho al tiro en la Argentina (rural y anticuado en Mendoza, empleado por Guiraldes, D. S. Sombra, ed. Espasa, p. 276): proceden del sentido de ‘por consecuencia de otra cosa’ que tiene del tiro en Cuba (Pichardo); igual evolución semántica en el gasc. de-tiro (BhZRPh. LXXXV, § 433).