RELÁMPAGO, junto con el port. relâmpago (y cat. Ilampec, oc. lampec ‘relámpago’, cat. llamp, oc. lamp ‘rayo’, it. lampo ‘relámpago’, lampeggiare ‘relampaguear’), está relacionado con el gr. λάμπειν, lat. tardío LAMPARE ‘brillar’, y su familia; probablemente se trata de derivados de este verbo, provistos de varios sufijos romances, más bien que de formaciones a base de LAMPAS, -ହDIS, ‘antorcha’, ‘meteoro brillante’, a pesar del port. ant. relâmpado, cuya terminación coincide casualmente con la de esta voz latina.
1.ª doc.: S. XIII, Calila, 13.271; 1.ª Crón. Gral., 184b36.
Pasando a las demás lenguas romances, el portugués, como suele suceder, presenta las formas más semejantes. Las que hoy predominan son idénticas a las cast., y relampaguear se documenta varias veces en los SS. XVI-XVII, desde Antônio GalvƟo (1576, Moraes). Pero también se dijo relâmpado, que todavía era popular en el S. XVIII (Montecarmelo, vid. Cornu, GGr. I, § 202), y hoy sigue diciéndose relâmpedo en el Algarbe (RL VII, 254); relâmpado es frecuente en autores del S. XVI, desde Gil Vicente (ed. princ. fº XXIVv) y Castanheda (h. 1550); el simple lâmpado aparece en los Padres de Mérida (h. 1400): «os lâmpados e os torv?es, «veer? tƟtos lâmpados e torv?es» (RL XXVII, 46); lâmpado y alâmpado están en el Graal (SS. XIII-XIV), lâmpado en los Milagres de Santo Antonio en gallego de fin S. XIV, alampo una vez en las Cantigas («alampos con torv?es» 311.26)1 y todavía J. F. Barreto emplea lampo en el S. XVII (C. Michaëlis, RL IX, 13; XVI, 7); hoy lampar ‘relampaguear’ y lampo ‘relámpago’ en el Minho (Leite de V., Opúsc. II, 246), relampo en la Beira Alta y en el Algarbe (RL VII, 254). También están muy extendidos, aun en la lengua literaria, relampejar (y relampadejar).
En catalán la lengua literaria, el habla popular barcelonesa y de muchas partes del Principado (aun el alto Pallars), y la de la gente culta en todas partes, distingue entre llamp ‘rayo’ y llampec ‘relámpago’, llampegar ‘relampaguear’. Lo mismo llamp que llampegar son muy antiguos; ambos ya están en Lulio, que bajo lamp parece englobar las dos nociones de ‘rayo’ y ‘relámpago’: «lo libre Meteororum parla de les pluges... trons, lamps...» (Doctrina Pueril, ed. Gili, p. 199), «lo philòsoph dix que lamp es cremament soptós de vapors seques», «¿la lugor qui s’engendre en l’àer, la qual par que sia foch, què es adonchs com lampega?», «dementre que Fèlix anava per un gran boscatge, lempagava e tronava e pluvia» (grafía oriental con confusión de e y a átonas) (Meravelles, N. Cl. II, 16, 18; I, 151), «anuvolat, / lo del tronà, / fort lampegà» en el valenciano Jaume Roig (v. 14086); hoy bajo llamp siguen confundiéndose las ideas de ‘rayo’ y ‘relámpago’ en la mayor parte de Valencia, Mallorca (Escrig, Amengual) y ciertos puntos del Principado (Costa de Levante), regiones donde llampec (que parece ser creación relativamente moderna) es poco usado, mientras que el verbo llampegar es usual, si no me engaño, más o menos en todas partes2; hay que advertir, sin embargo, que en la Costa de Levante y en Tortosa se dice llampar (BDC III, 105), y en Menorca llampetjar (BDC II, 97), que también tiene algún uso en Mallorca (junto a llampegar); de que llampar pudo tener mayor extensión, por lo menos en otras acs., directamente derivadas de la idea de ‘brillar’, es testimonio llampar-se ‘malograrse ciertas plantas’ que he oído aplicar en las afueras de Barcelona a la cebolla cuyas hojas amarillean por la excesiva humedad, y que Ag. recogió en el Vallés y el Campo de Tarragona con referencia a las judías y a la vid, mientras que en el Penedés (y ciertamente en otras partes) vale también ‘ser atacado de apoplejía’ (propiamente ‘herido del rayo’).
Sobre la lengua de Oc nos informa el FEW (V, 145-6; comp. LEUXOS, V, 263-6). En la Edad Media encontramos solamente lamp ‘rayo’ y ‘relámpago’, con frecuencia, por lo menos desde el S. XIII, y el raro lampec ‘relámpago’ (Foix, S. XIV), tipo poco extendido (hoy lampet en el Tarn); no nos consta cómo se expresaba el verbo, lo que no es extraño, pues el tipo galo *EXLEUXIARE ocuparía entonces la mayor parte del territorio (en todo caso lo encontramos documentado en textos de los SS. XIII-XV pertenecientes al Quercy, Hérault y Provenza); sin embargo, el raro lampec supone la existencia de un verbo *lampegar sin duda limitado al extremo Sur languedociano; más extendido está hoy el tipo lampejà, que encontramos por una parte en el Centro y SE. de Provenza, en el Gard y luego en los Pirineos gascones, mientras se dice lampà en el SO. de Provenza y algún punto del Hérault; en Gascuña y Languedoc occidental predomina el tipo lambrejà, lambreg(uej)à, relacionado con el cat. llambregar ‘echar ojeadas’, cuya explicación a base de un cruce de lampegar con FLAMMULA (sólo autóctono en el N. de Francia y algún punto de la Alta Italia) no satisface, aunque es probable que resulte de otra alteración de nuestro vocablo, en vista de que lo único documentado en la Edad Media es el bearn. lambre, relambre ‘relámpago’ (h. 1330). Por lo demás, la masa del territorio occitano, y aun zonas tan meridionales como el Aude, está ocupada por el tipo galo LEUXOS y sus derivados, sólo ajenos a la franja costeña del Mediterráneo, que es el territorio verdaderamente propio de lamp, lampejà, etc.
En las hablas de Toscana y en consecuencia en el italiano literario predominan el tipo baleno, balenare, para ‘relámpago, relampaguear’, y el tipo fulmine (o folgore) para ‘rayo’, pero para expresar aquella idea se admiten lampo y lampeggiare, que en el uso vulgar pertenecen al Sur de Italia hasta el Lacio, a Cerdeña y las zonas costeñas del Centro y Norte del país; la variante lampare se empleó literariamente en otro tiempo, y en la Edad Media se encuentra documentada en el Sur. Para completar la extensión geográfica agregaré que lampuar es la forma vegliota y lampâ ‘relampaguea’ sobrevive en el croato de Dalmacia, junto con lâmp ‘llama’ (Skok, ZRPh. LIV, 486); en Ragusa làmpat ‘relampaguear’ ya se lee en el S. XVI (ARom. XXI, 271). Una amplitud semántica mayor del verbo lampar en el romance primitivo está revelada por el antiguo participio y hoy adjetivo it. lampante ‘límpido, clarísimo’ (literario, y además furbesco lampante ‘ojo’, lampanti ‘dineros’, VRom. I, 83), prov. (> fr.) lampant ‘de color claro’, ‘bien purificado’ (aplicado a la luz, al vino, al aceite), cat. llampant ‘brillante, resplandeciente’, en Mallorca además ‘puro’ (agua), ‘claro, inequívoco’ BDLC XIV, 135, etc.), and. lampante ‘(aceite de oliva) completamente puro’ (AV).
En conclusión, de este conjunto de datos resulta claro que estamos ante una familia cuya área está limitada dentro de la Romania a las zonas marítimas y meridionales: la única excepción, y aun sólo hasta cierto punto, la forma España, donde el vocablo, convergiendo desde las costas del Este, del Sur y del Oeste, logró afianzarse aun en Castilla, y sin embargo está claro que en ninguna parte tiene tanta vitalidad como en la costa mediterránea; lo mismo, y aun más, cabe decir de Francia y de Italia, donde por otra parte se nota la especial vitalidad en las tierras helenizadas del Sur. Esta repartición geográfica es sumamente favorable a un origen griego, directo en el Sur de Italia, y en el resto de la Romania traído por el lenguaje de los marinos. Fueron éstos indudablemente los que propagaron el gr. λάμπειν ‘brillar’ aplicándolo, especialmente y por antonomasia, a la luz del relámpago y del rayo; las dos ideas anduvieron mezcladas, sobre todo en cat. y oc., y sólo al cabo de siglos de lengua literaria han logrado distinguirse y aun no en todas partes. Mi impresión, como la de Wartburg, es de que el vocablo pasó directamente del griego al latín vulgar de la zona mediterránea, con poca intervención del latín literario; cierto es, de todos modos, que lampare ‘brillar’ y su adjetivo lampabilis se encuentran en Casiodoro (S. VI), pero no olvidemos que éste vivía en el Sur de Italia, y cuando leemos «ad nostram lampantem pronuntiam misit» en el lombardo Paulo el Diácono (Bull. Du C. XII, 122) acordémonos de que ya estamos a fines del S. VIII y pensemos en el romance que vivía bajo este latín artificioso.
Estoy conforme, pues, en que probablemente yerra M-L. (REW 4870) al considerar que nuestro vocablo sólo proviene del griego a través del latín clásico y por medio del sustantivo LAMPAS, -ହDIS (derivado en griego de λάμπειν). Falta explicar la terminación del cast.-port. relámpago, y esto nos lleva a un punto que podría dar cierta probabilidad a la explicación de M-L. M. P. explicaba esta terminación (Festgabe Mussafia, 390) como un caso más de los sufijos átonos de origen oscuro que descubrió él en iberorromance; algo hay de cierto en esto, pero creo que es con carácter secundario. El port. ant. lâmpado, relâmpado, presenta una semejanza tan perfecta con LAMPହDEM que se impone nos preguntemos si no tiene razón M-L. a pesar de todo (esto es también lo que creía Cornu, GGr. I, § 202); el sentido de LAMPAS no sería del todo inadecuado, pues además de ‘antorcha’ designaba ciertos meteoros, y Eurípides le da el sentido de ‘luz del relámpago’; entonces la -D- intervocálica de relâmpado habría caído para ser reemplazada por una -g- antihiática en el cast relámpago, en perfecto acuerdo con las condiciones en que esta -g- se desarrolla (ante o); más difícil sería entonces explicar el antiguo verbo relampagar de Berceo y de las glosas de Munich, pues entre dos AA no puede desarrollarse fonéticamente una -g-: tendríamos que mirarlo como derivado secundario de relámpago. Sin embargo, nótese que a priori es más verosímil la derivación inversa: el relampagueo es noción eminentemente verbal, vemos antes el relampagueo que el relámpago. En cat.-oc. está a la vista que llampec deriva de llampegar; es más, en muchas partes ni siquiera existe una palabra aparte para designar el relámpago a distinción del rayo (el cual sí se presenta ante todo sustantivamente), mientras que en todas partes se emplea un verbo llampegar (o llampar) para ‘relampaguear’, diferente de caure un llamp.
Más probable que partir de LAMPAS es suponer que de LAMPARE se derivara un sustantivo *LAMPU (it. lampo, oc. lamp, cat. llamp, leon. ant. relampo, port. ant. lampo), y que de éste se sacara luego el verbo *LAMPICARE ‘relampaguear’ (cat. llampegar, oc. ant. lampec) o bien, insistiendo en la repetición característica del relampagueo, *RELAMPICARE, de donde relampagar y de ahí relámpago; el moderno relampaguear es modificaciónn encaminada a subrayar más la idea de repetición. No se trataría, pues del sufijo postónico y sustantivo -´ago , sino del sufijo tónico y verbal -ICARE; para tales postverbales esdrújulos, V. RÁFAGA, TRÁFAGO. La a sería debida a asimilación vocálica, como en estos casos o en HÁMAGO (o disimilación como en CIÉNAGA, de CAENICOSUS, INCAENICARE), y la variante portuguesa relâmpado sería tan secundaria como en cárcado por CÁRCAVA y otros casos allí citados (comp. nuégado, lóbado, amiésgado, etc.). En efecto, la etimología LAMPହDEM es inaceptable fonéticamente para el port. relâmpado, pues el portugués elimina toda -D- intervocálica sin excepción, aun si está inmediata al acento, cuanto más en posición tan débil como fin de esdrújulo (no hay ni siquiera que pensar en cultismo en noción tan popular y elemental como la que interesa).
DERIV.
Relampaguear (V. arriba); relampagueo. Relampagucear cub. ‘hacer pequeños relámpagos’ (Ca., 24). Lampo (comp. arriba) ‘resplandor como el del relámpago’ poét. [Acad. ya 1817]; de el lampo se pasó a el ampo [G. Correas; Cej. VII, § 22], aplicado esp. a la blancura de la nieve, luego a cierta extensión de nieve [Quevedo]: así lampo en el argentino Justo P. Sáenz: «un sol... que no había alcanzado a derretir algunos lampos de nieve, blanqueando a lo lejos, ladera arriba» (La Prensa, 6-VII-1941).
1 Según el P. Sobreira alampar ‘relampaguear’ y lampo ‘relámpago’ en el gallego de Rivadavia (DAcG.). Castelao emplea figuradamente nun lampo de xénio ‘en un arrebato’ (197.20, 217.12).― ↩
2 El carácter secundario y postverbal de llampec se confirma por la variante llampic empleada en el Bajo Pallars (Butll. del C. Excurs. de Cat. IX, 70), llampit en el Valle de Barravés (BDC VI, 28), formas que me parecen sacadas de *llampigar, pronunciación dialectal de llampegar; en llampit influirían formas como xiulit ‘silbido’, pero es influjo secundario. Arán lampit o relampit. ↩