MUCHACHO, del antiguo mochacho, y éste probablemente derivado de mocho en el sentido de ‘esquilado, rapado’, por la vieja costumbre de que los niños y jovencitos llevaran el pelo corto.

1.ª doc.: mochacho, 1251, Calila, ed. Allen, 86.237; como nombre propio aparece ya en docs. toledanos del S. XIII.

Después de Calila, cuyos mss. son tardíos y no carecen de interpolaciones, no hallo datos hasta fines del S. XV. Escribe APal. «pedagogium... es la escuela en que se enseñan los mochachos» (349b); el vocablo reaparece en la misma forma en 163d y 263d, y aparece asimismo el femenino: «puella, mochacha pequeña en edad» (295b). En la Celestina se lee «PÁRMENO: ¿Mochachas, madre mía? CELESTINA: ¡Alahé! Mochachas, digo; que viejas, harto me soy yo» (VII, Cl. C. I, 236). No está en Nebr., pero sí en PAlc. (1505): «mochacharria, muchos mochachos: carxít». La forma en o predominó largo tiempo, pues es la que se halla en el Lazarillo (Cl. C., p. 84), en el Patrañuelo de Timoneda (Rivad. III, 138, 157), en el Alfarache de Martí y aun en Vélez de Guevara (Serrana de la Vera, v. 1397). La forma en u aparece primeramente en C. de las Casas (1570), pero todavía Percivale y Oudin reconocen ambas variantes, y Covarr. incluso prefiere la forma en o; Góngora emplea ambas, y Cervantes nos indica la distinción: en su tiempo mochacho, -a, era forma típicamente rústica, pues es la que dice repetidas veces Teresa Panza (II, cap. 5, 17 y ; cap. 50, 193), mientras que el autor, al hablar por su cuenta, emplea siempre muchacho. Aut. ya sólo registra esta última forma, pero la otra sigue siendo «trivial en el castellano bajo» si hemos de creer a García de Diego (RFE VI, 122).

Del sentido me limitaré a observar que en fecha temprana suele indicar una edad algo más tierna de lo que hoy solemos entender bajo ese término, pues es frecuente que haya alusión a la escuela de primeras letras (como en APal.), Timoneda da este nombre a los de diez años, y Góngora lo hace también equivalente de ‘niño’; el femenino, como sucede comúnmente (comp. lo ocurrido con MOZO, y el uso de NIÑA en el S. XVIII y hoy en la Argentina), se aplicó pronto a edades mayores (así ya Góngora). Por otra parte es también común en textos tempranos el uso adjetivo (muy mochacho en Timoneda, p. 138; Celestina; y varios ejs. análogos en el Quijote).

Vale la pena detenerse a comentar la fecha sumamente tardía de muchacho frente a la muy antigua de mozo; aquél falta en los autores máximos de la Edad Media, y todavía en los glosarios de h. 1400 y en Nebr.; la antigüedad menor que la de mozo se nota también por ser aquél palabra esencialmente ajena al gallegoportugués, adonde entró modernamente desde el castellano1; y además porque muchacho no ha llegado comúnmente a tomar las acs. secundarias de mozo ‘criado’, ‘lacayo’, etc.2. Puede opinarse diversamente para explicar esta fecha tardía, pero me parece probable que ello esté en relación con el empleo de un sufijo, como -acho (< -ACEUS), primitivamente propio del Sur de España: sospecho, en efecto, que muchacho fuese palabra mozárabe, sólo tardíamente recibida en el castellano común. Hasta cierto punto confirma la idea su aparición como nombre propio de persona en documentos árabes toledanos del S. XIII: un personaje llamado ƫru(h) M[u]ǤâǤu(h) aparece en escrituras de 1214 y 1229 (Gonz. Palencia, n.º 415 y 1061): debe entenderse Petro Mochacho (comp. los testimonios de Mocho y Mochuel en otros documentos de esta procedencia, que cito en los artículos correspondientes)3.

En cuanto al origen, que mochacho es derivado de MOCHO en el sentido de ‘trasquilado, rapado’ me parece un hecho sólidamente sentado desde los artículos de Baist (ZRPh. VI, 118-9), Schuchardt (ZRPh. XXIII, 181; Die Herleitungen aus dem Bask. im REW, p. 11, de la tirada aparte de RIEV, 1914), A. Castro (RFE I, 402-3, y III, 69) y Rohlfs (ASNSL CLXXVIII, 153; VKR XIII, 107)4. Para el caso de mochacho importa poco cuál sea la etimología de MOCHO (aunque ésta se halla también averiguada, V. el artículo), lo único que interesa es que mochacho es derivado de éste. Y hoy apenas cabe dudarlo teniendo en cuenta los testimonios de la costumbre de llevar a los jovencitos rapados, atestiguada iconográficamente por Castro en los SS. XIII y XIV, y todavía documentada por un viajero alemán en el País Vasco en pleno S. XV (vid. Rohlfs); la etimología paralela de los sinónimos MOZO, RAPAZ, MOTIL, cat.-oc. tos(et), it. merid. caruso, etc., acaba de confirmarlo. Que mocho significó positivamente ‘esquilado’ lo comprueba el vasco motz, el alto-arag. mocholón y mochuelo en el sentido de ‘rapado’ aplicado a niños (RLiR XI, 193, 209), el cast. trigo mocho como traducción del fr. touselle, it. merid. carusella, y otros datos que he reunido en los artículos MOCHO, MOCHUELO y MOZO. No vale la pena perder tiempo refutando las demás etimologías que se han propuesto. H. Keniston, RFH IV, 69-70, cree que viene de *mocho ‘niño’, que procedería a su vez de un lat. *MŬCCŬLUS ‘moco’, diminutivo de MUCCUS: se trataría, pues, de un término afectivo semejante a mocoso; pero además de que ‘moco’ no es lo mismo que ‘mocoso’, nadie creerá en la idea mientras no se señalen testimonios de la existencia de *mocho ‘moco’ o siquiera de *MUCCULUS. Que significara primitivamente ‘gato’ y fuese término hipocorístico como minino, morrongo o mozo ‘gatito’, es idea favorita de Sainéan (BhZRPh. I, 65), que tampoco ha encontrado aceptación, y que he rechazado ya s. v. MOZO. Peor es todavía la de A. Sperber de partir de MȢSCULUS ‘ratoncito’ (BhZRPh. XXVII, 145)5.

DERIV.

Muchachada [Aut.]. Muchachear [íd.]. Muchachería [1600, Inca Garcilaso; comp. mochacharria en PAlc.]. Muchachez [S. XVII, Aut.]. Muchachil. Muchachuelo. Amuchachado [h. 1600, Padre Cobo, DHist.]. Chacho y chacha, abreviaciones aniñadas (Cej. IX, § 175): chacha vale ‘niñera’ en unas partes (ast., V, etc.), ‘hermana mayor’ en otras muchas (como Almería).

1 Falta todavía en los diccionarios de Bluteau y Moraes. Es verdad que ya Gil Vicente empleó mochacho y mochaço (CortesƟo), pero es sabido que Gil Vicente gustaba a veces de injerir en su portugués, a título pintoresco, algún término coloquial castellano.―

2 Sí en algún punto de la Arg. Leo en una narración inédita de un poeta popular mendocino: «José Félix le ordeno / al ‘muchacho’ don Casiano / me guiara por aquel llano: / siempre callado la boca / y arrugao como chichoca / era aquel viejo cuyano». Lo mismo indica el uso de muchacho en el sentido de ‘mozo o tentemozo, palo que cuelga del pértigo del carro’ en la Arg., Bolivia y Ecuador, en cuyo fondo se encuentra la idea de ‘criado’.―

3 De ello podría deducirse que es también mozárabe la ch de MOCHO frente a la z de MOZO. Y aun es verosímil. Sin embargo, esta deducción sería ya insegura, e innecesaria dado el carácter de voz de creación expresiva que tiene mocho, fenómeno que permite la alternancia consonantica ch ~ ts ~ t.―

4 De un mozárabe mocho ‘muchacho’ puede venir el bereber muƇu íd. Pero como indicó Schuchardt (Die Roman. Lehnw. im Berb., 42) esta palabra es inseparable de los sinónimos abūƇi y bušil, que parecen de otra etimología (¿PUSILLUS?). Quizá sea otro derivado de mocho el colomb. mucharejo ‘muchacho’ empleado por Eustaquio Rivera, La Vorágine, ed. Losada, p. 76 y glosario.―

5 Spitzer, que la había aceptado en ZRPh. XXXVI, 233, se adhiere a la de Schuchardt en RDR VI, 357. Ésta es también la que aceptó M-L. (REW 5791).