MUTILAR, tomado del lat. mŭtĭlare íd., derivado de mŭtĭlus ‘mocho, sin cuernos’, ‘mutilado’.

1.ª doc.: 1553, Azpilcueta (Aut.).

Falta en Covarr. y Percivale, y es ajeno al léxico del Quijote y de Góngora, pero figura en Oudin. En la lengua escrita postclásica se ha hecho de uso general, y no es ajeno al lenguaje hablado. En Aragón motilar significa ‘cortar el pelo’ [1836, Peralta], ac. que es de arraigo muy antiguo y tuvo extensión mayor; Covarr. y Aut. la registran sin calificarla de provincial. Así lo muestra el derivado motilón ‘religioso lego (que lleva el pelo cortado en redondo)’, documentado en Fonseca (1596), en Covarr., en el Lazarillo de Luna (a. 1620, adj., «el lego motilón», Rivad. III, 119), etc.; además Cervantes habla de «un moço motilón, rollizo» (Quijote I, xxv, 113; también en sus Comedias, Fcha.), y en Vélez de Guevara motilona aparece como sinónimo familiar de ‘muchacha’1. Ello se explica por la antigua costumbre de llevar a los jóvenes con la cabeza rapada, de la cual he hablado repetidamente en MOZO, en MUCHACHO y en los artículos allí citados.

En el mismo sentido se han empleado motil, motril y mochil, para los cuales véase MOCHILA; la extensión actual de estas palabras es grande, pues motil no sólo se emplea en Santander (Mugica), mochil en Colunga (Vigón) y mútil o mótil en Álava (Baráibar); acerca de su formación vacila G. de Diego (RFE VI, 121-2) entre un descendiente tardío de MUTILARE o un latinismo vasco pasado después al castellano; Schuchardt (BhZRPh. VI, 121-3), aunque sin pronunciarse claramente, da a entender que el vasco las tomara del castellano. Sin embargo, el hecho es que en vasco se explica motil sin dificultad partiendo de MŬTէLUS, y motxil es diminutivo de motil, formado según una norma general de la lengua vasca; la ll del bilb. mutillón «muchachón robusto y sano» (Arriaga) presenta también una huella de la fonética vasca; en cambio el acento impide derivar el cast. motil de MŬTէLUS, sea como voz popular o culta o semiculta; habría que suponerlo postverbal del verbo motilar, pero los adjetivos postverbales son raros y todos terminan en -o. Debe desecharse, pues, esta idea, y reconocer en estas voces sendos vasquismos, aunque en última instancia vengan del latín: tal procedencia se explica (según he observado en MOCHILA) por la gran cantidad de mozos de servicio vascos que trabajaban en Castilla. Sin embargo, fuerza es agregar que no es éste el origen único, como ya lo hace suponer la gran amplitud del empleo de motilón; colaboró con el vasco el mozárabe, donde R. Martí recoge muƫill «nanus»: ahí también se explica el traslado del acento por la fonética del árabe vulgar.

Motán y motanín ‘niño’, ‘muchacho’, empleados en Anieba y Picos de Europa (Asturias), según Castro, RFE VIII, 306, estarán en relación con esta familia, pero como su explicación no es muy clara2, quizá sea solamente una relación indirecta, por medio de oc. mod. mout ‘sin cuernos’, vasco mutu ‘sin filo, sin punta’ (Baja Navarra y Roncal), mutiko ‘muchacho’, todos los cuales pertenecen a la raíz MUTT-, creación expresiva paralela a MUTILARE, pero no descendiente de éste (V. MOCHO), que además de ‘mocho’ expresó como siempre la idea de ‘rapado’.

Además de las voces mencionadas cita G. de Diego las familiares y ausentes del diccionario académico caer de motila ‘de cabeza’, motolón ‘pelón’ y motola ‘cabeza rapada’.

DERIV.

Mutilación [1553, Azpilcueta]. Mutilador. Mútilo (raro), tomado del primitivo mŭtĭlus.

1 «CAPITÁN: Adiós, dueño mío. GILA: Él mismo os guarde. D. GARCÍA: No es mala, don Lucas, la motilona. CAPITÁN: A Gila le dexo el alma», La Serrana de la Vera, v. 1793.―

2 A no ser que la forma vasca mutila ‘el muchacho’ (que a los de habla romance nos parece acentuada en la a) se cambiara en asturiano en mutilán > motinán > motanín, y de ahí secundariamente el seudoprimitivo motán; lo cual es algo forzado.