MONTE, del lat. MONS, MONTIS, ‘monte, montaña’.
1.ª doc.: orígenes del idioma (Cid, etc.); para formas documentales anteriores vid. Oelschl., pero no sé hasta qué punto no son latinas.
En la ac. ‘institución pública donde se pone dinero a interés’ se halla monte desde 1535, monte de piedad desde fines del S. XVI: parecen ser préstamos del it. monte ‘capital disponible para la explotación’ (Terlingen, 285-6).
En punto a fraseología me limitaré a señalar un par de ejs.: ir a monte ‘ir de caza’, en la 2.ª parte anónima del Lazarillo (Rivad. III, 99); hacer (algo) monte ‘hacerlo desaparecer’, Buscón (ed. Cl. C., p. 90).
DERIV.
Montal ‘herbazal, matorral’ arg. Montano [APal. 287d; h. 1540, D. Gracián]; montanear; montanero [1256, BHisp. LVIII, 361; «saltuarius», Nebr.]; montanera [1092, Oelschl.]. Montaña [Cid], del lat. vg. *MONTANĔA (pl. n. de un adjetivo *MONTANEUS, del cual deriva el montaniosus documentado en agrimensores latinos), conservado en todos los romances de Occidente; la ac. ‘terreno cubierto de maleza o de monte alto’ se halla antiguamente, en el Cid, la 1.ª Crón. Gral., J. Ruiz, Nebr., la prosificación de 1562 del Poema del Abad de Montemayor (ed. M. P., p. XVIIIn.) y otros textos del S. XVI (Gillet, Sp. Play on the Battle of Pavia), y de ahí pasó a América, donde se conserva en Colombia, Perú, Chile e interior argentino (nota de M. R. Lida a su ed. de J. Ruiz, n. 1273b)2. El gall. vacila entre montana («o noso sistema de montanas») y montaña («as homildes espadanas de montaña» Castelao 248.5, 296.7), empleando los escritores el segundo cuando conviene por eufonía o con un matiz algo distinto: para la 1.ª variante, cf. los casos reunidos s. v. ENTRAÑA. Montañés [Nebr.]; montañeta; montañoso («consitum: montañoso de árbores», APal. 91d); montañuela. Montaraz ‘guardabosque’ (doc. vallisoletano de 1440, M. P., D. L., 234.37), ‘mayordomo de campo’ (R. de Reinosa, fin del S. XV, Philol. Q. XXI, 39), ‘leñador que fabrica carbón’ (en el argentino Ascasubi, S. Vega, v. 7570); montaraza. Montazgo [doc. de 804, Klein, The Mesta, 164; docs. de los SS. XI-XIII en Oelschl.; comp. montacenadgo, doc. toledano de 1274, M. P., D. L. 286.33]; montazgar o amontazgar (-dgar, en el Cuaderno de la Mesta, DHist.). Montear ‘buscar la caza en los montes’; montea ‘acción de montear en esta forma’; montea como término de arquitectura [1600, Sigüenza; 1633, Lz. de Arenas, 25, 179], viene del fr. montée, derivado de monter ‘subir’; de ahí montear ‘trazar la montea’ [1633, Lz. de Arenas, 24] y monteador. Montero [J. Ruiz]; montera [Cervantes], monterada ‘una montera llena de fruta, grano, etc.’ ast. (Vigón), monterero, monterería, monterilla, monterón, monteruca; montería [2.º cuarto del S. XIV, Libro de la Montería; APal. 368b, 518b]. Montés [1251, Calila, 28.353; 1.ª Crón. Gral., 8a8; J. Ruiz, f. -és o -esa según los mss.; cabra montesa, APal. 192d; «montesa, cosa de monte, de bosque», Nebr.]; montesino [Apol.; J. Ruiz; APal. 256d; Nebr. fº i6rº; homes montesinos en la Crónica de Ocampo, cita en Aut. s. v. fauno; montesín ast. ‘enfermedad que suele contraer el ganado vacuno en el monte de Sueve’, Vigón]3; gall. ant. montesyñas adj. f. pl. [Gral. Est. 49.26]; gall. montesío adj. ‘montañés’ («a calzada montesía que rube ó santuario», Castelao 215.4L), con sufijos -ENSIS + -IVUS; montesona ‘variedad de manzana de mal gusto’ ast. (Vigón). Montiegu ‘(animal) montaraz’ ast. (Vigón).
Montón [1104, doc. Oelschl.; Berceo; 1.ª Crón. Gral., p. 52b] derivado común con el port. montão (el val. muntó parece ser castellanismo); montonero, montonera (para la explicación de la ac. americana vid. D. F. Sarmiento, Facundo, ed. Losada, p. 55, y Cuervo, Ap.7, p. 630; en Cespedosa es ‘montón’, RFE XV, 167); amontonar [Nebr.], amontonamiento.
Montubio ecuat., colomb. ‘montañés, campesino’, ‘huraño, rústico, vergonzoso’ (Lemos, Semánt., s. n.), derivado con sufijo singular, para el cual, vid. ANDORRA, nota 2. Montuno.
Amontarse ‘volverse bosque’ [Nebr.], en el sentido de ‘huir’ en Bernal Díaz, cap. 25; ast. amontar ‘cabalgar’, ‘hacer novillos’ (V). Desmontar ‘rozar monte’ [Nebr.]; desmontadura [íd.]; desmonte. Enmontar. Promontorio [APal. 284b, 388d; 1522, Woodbr.], de promontōrĭum ‘cabo, promontorio’. De somonte. Tramontar [Góngora], tomado del it. tramontare íd., palabra poco genuina en castellano; transmontar, transmonte. Tramontana [1502, Colón, vid. Terlingen, 228-9], no parece ser hereditario en castellano dada su falta de arraigo y popularidad, mientras que es muy antiguo en Italia [princ. S. XIV], y de allí se difundió a Francia y otros países (Vidos, Parole Marin., 588-90), pero no es menos antiguo y arraigado en lengua de Oc [med. S. XIII, Sidrac] y en catalán [S. XIII, Lulio, Meravelles, N. Cl. II, 27; atlas de 1375 en Jal; etc.], del cual es más probable que lo tomara el castellano, por razones geográficas, y porque de allí vienen los demás nombres de vientos mediterráneos4; tramontano.
Montar [2 docs. de 1244, M. P., D. L., 58.16, 193.19; Conde Luc.], tomado del fr. monter en calidad de vocablo cetrero y financiero, que son las dos acs. en que lo emplean los docs. citados, J. Manuel, APal. (hablando de dinero y de ganancia, 109b, 254b), Nebr. («in summam excrescere») y otros autores tempranos; en el Quijote sólo figura en la ac. financiera (o en tanto monta, de ahí derivado); desde el francés el vocablo se extendió a todos los demás romances, ninguno de los cuales lo emplea en el sentido propio; del italiano, o más bien del francés, pasó luego, como término militar, en la ac. ‘subirse encima de un animal’, quizá ya en el S. XVI, pero en realidad no aparece hasta 17285; monta ‘cabalgadura’, arg.; montada; montadero; montado; montador; montadura; montaje [1709, Tosca, Aut.]; montante [h. 1680, Solís], montantear, montantero; monto [Aut.]; montura [Aut.], del fr. monture íd.; desmontar ‘apearse de una cabalgadura’ [1623, Moncada, hablando de tropas], ‘desarmar’ [h. 1800, Moratín, vid. Cuervo, Dicc. II, 1111-2], desmontado. Remontar es derivado castizo de monte en el sentido ‘obligar a la caza a volver al monte, ahuyentar’ [1580, Fr. L. de Granada; Covarr.]; galicismo antiguo remontarse en la ac. ‘elevarse, encumbrarse’, tomada del lenguaje de la cetrería [Oudin], galicismo más moderno en las demás acs. [‘volver a montar a un soldado’, ‘volver a armar una silla’, Aut.], galicismo reciente e inadmisible como intransitivo (remontar hasta la prehistoria); remonta [Aut.]; remontado; remontamiento; remonte; remontista; remontuar [Acad. después de 1884], tomado del fr. remontoir, derivado de remonter ‘dar cuerda al reloj’.
Cultismos. Montículo [Acad. 1884, no 1843]. Montuoso [1595, Fuenmayor, Aut.], alguna vez montoso; montuosidad.
CPT.
Montacargas. Montambanco ant., del it. ant. montambanco íd. Monteleva. Montepío (V. arriba monte de piedad). Monterrey [1680], del nombre del que lo inventó, según Aut. Cismontano, citramontano, compuestos con el lat. cis o citra ‘del lado de acá’.
1 En la Arg. hay mucho monte significa sencillamente ‘hay mucha hierba’, y guardamontes son unas antiparas de cuero con que los jinetes se protegen las piernas. Sin embargo, también se dice montes con referencia a especies arbóreas: «la creciente... desarraiga montes tan firmemente arraigados como el altepe, el algarrobo y el chañar», Chaca, Hist. de Tupungato, 68. En Cuba distinguen entre monte criollo ‘monte bajo o de maniguas, arbustos o madera floja’ y monte firme que lo es de madera dura, de corazón o monte virgen (Ca., 81 y 33).― ↩
2 Para montiña, vid. Quijote, Cl. C. I, 133n., y comp. CAMPIÑA; proliferación que desde ahí trasciende al romancero catalán: «aquí dalt de la montinya» (y además fontinya en una versión) en los romances n.º 212, 213, etc. recogidos por Milá F. en Ripoll (que por las alusiones en aquél a los reyes de Hungría y de Castilla, y a moros en ambos, quizá partieran de una forma más antigua, del S. XVI y aun XV). Y muy repetida, pero más en canciones de lenguaje algo mezclado (240C22) o más bien castellano (250B3, 250J2 y passim).― ↩
3 Para la formación puede interesar el que Comodiano emplee Montesiani como derivado del plural montes, para denominar los adoradores de montañas; sin embargo, esto se basa en una enmienda al texto montes esse deos dicitis (montes es en el ms.), que no todos aceptan, vid. J. Martin, Wiener Sitzungsber. CLXXXI, vi, 33. Un cat. ant. montasí o montarí se lee en Misc. Fabra, p. 161-2.― ↩
4 No tiene valor el argumento de Terlingen de que esta denominación sólo se explica en Italia, pues sólo allí el viento Norte viene del otro lado de los Alpes. Tratándose de un término marítimo no interesan Milán o Lombardía, sino, especialmente, Génova, y ahí los Alpes están al Oeste, mientras que los Pirineos están directamente al Norte de Cataluña. Pero indudablemente el vocablo en todos los romanees mediterráneos (designación que no se aplica propiamente al castellano) es heredado del latín vulgar. El criterio decisivo es el del arraigo y antigüedad, y éste indica que en castellano es préstamo, pero no en catalán, italiano ni lengua de Oc. Para decidir la duda definitivamente haría falta investigar si el vocablo castellano aparece antes de Colón y esto no lo hace nunca Terlingen. En catalán es muy popular en todas partes; lo tengo anotado desde Alcoy hasta el Rosellón y desde Ribagorza hasta el Cabo de Creus. Desde luego es infundada la opinión de Baist, al atribuir la paternidad de la voz castellana al francés (KJRPh. VIII, 200).― ↩
5 En sentido propio se dice en italiano salire, en catalán y lengua de Oc pujar (poj-), sólo en francés monter. Montar a caballo y desmontar son todavía ajenos al Quijote (sólo subir y apearse), y Aut. dice que montar en este sentido es voz italiana, pero la fecha sugiere más bien importación directa de Francia. Tiene muy poco fundamento el lat. vg. *MONTARE supuesto por M-L., y desde luego es erróneo sacar de ahí las formas hispánicas, etc. ↩