MEDIO, del lat. MĔDէUS íd.; con influjo culto de la forma latina sobre la castellana, aceptado quizá para evitar una semejanza malsonante con el verbo mear.
1.ª doc.: orígenes del idioma (Cid, etc.).
DERIV.
Media ‘prenda de punto que cubre el pie y la pierna’ [Ag. de Salazar, † 1675, Aut.], abreviación de media calza (G. de Alfarache II, 252.21): para la historia de esta prenda de vestir, vid. Jaberg, WS IX, 137-172, y aquí s. v. CALZA (en la Argentina media es también el ‘calcetín’, llamado media media en Colombia, Cuervo, Ap., § 552); gnía. demias (al parecer metátesis; ¿o tomado del fr. demie?). Medial. Mediano [miano, doc. de 901; mediano, 1070: Oelschl.; ‘lo que está en medio’, Alex., 181]; mediana; medianedo ‘línea donde se pone un mojón divisorio’, ‘tribunal sobre litigios de los pertenecientes a diferentes jurisdicciones’ [doc. de 1076, Oelschl.; Fz. Guerra, F. de Avilés, lín. 44-46, y glos.; Tilander, 473-5]3; medianejo; medianero [Berceo, Sacrif., 8], medianería; medianeza; medianía [APal. 56b, 83b, 270d]; medianidad; medianil; medianista. Mediar [la noche bien mediada, Berceo, Mil., 733a]; mediación; mediado [‘el que se halla en la media edad’, Alex., 2311; febrero meado ‘a mediados de febrero’, Tilander, F. de Aragón, 473]4; mediador (o mediator); mediante [«m. o mensajero entre ambas partes», APal. 220d, 271d, 295d]5; mediato, mediatizar, mediatización, inmediato6, inmediación. Mediero.
El santanderino miúl, meúl, ñul (< nyul < myul) o niul ‘trozo de madera de forma redondeada que ocupa todo el diámetro de la rueda de la carreta...’ (G. Lomas), berc. meúl, miul (G. Rey), sanabr. mieulo, miul, miulu ‘pieza central de la rueda del carro’, ast. moil ‘pieza de madera que se fija en los cambuchos dividiendo la rueda del carro en dos mitades’ (V), Maragatería y Segovia ñul, port. miulo (Moraes), meul, miul, Sa. de la Estrella mȳúlu (VKR IV, 146), gall. muil, mil (y con propagación de la nasal minle y después milde) (V. grabado en VKR XI, p. 289): esta denominación presenta un problema etimológico y sobre todo morfológico muy difícil; a pesar de la semejanza con el fr. moyeu ‘buje o cobo de la rueda’ (MODIOLUS), napol. miulle íd., hay que separarlo de MODIOLUS (o MEDIOLUS), contra la opinión de Tappolet (Rom. XLIX, 515-6) y Rohlfs (ARom. V, 291), pues además de que la terminación de miul no corresponde a -OLUS, el miul es algo completamente distinto del cubo o buje; tampoco cabe derivarlo de MEDŬLLU ‘meollo’ (como hace Castro, RFE V, 40), pues la terminación de la gran mayoría de las formas corresponde a -ȢLE y en ninguna parte hay el representante de -LL-; ni partir de MONզLE ‘collar’, para las formas gallegas (como sugiere Krüger), pues estas son inseparables de las demás, y esta base no conviene semánticamente. M. L. Wagner, ZRPh. LXIX, 402-5, cree que todas esas formas vienen de MODIOLUS con alteraciones diversas por influjo de MEDULLA, MEDIUS, etc., pero ni esto es fonéticamente posible para las del tipo miúl con ú, ni es cierto que el vocablo designe el cubo de la rueda, al cual podia convenirle semánticamente MODIOLUS, pero no al ‘miúl’. Que se trate de un derivado de MEDIUS (a lo que se inclina Krüger, en su fundamental estudio de Gegenstandsk., 215-7) parece bastante seguro: el ast. moíl, gall. muil, será trasposición de miul. Parece que debemos equiparar el vocablo al it. mezzule ‘tapa de forma alargada puesta de través en medio de una tapa mayor que cubre el agujero de las cubas’, ‘este agujero’ (AIS, Illustrationsband, p. 161), y suponer una base MEDI-ȢLE, con un sufijo por cierto raro en cast., pero frecuentísimo en italiano (grembiule, etc., M-L., R. G. II, § 438) y en sardo (renule ‘riñón’, narule ‘nariz’); comp. el cast. ABEDUL; hay cambios de sufijo locales en algunas de las formas citadas y de las que agrega Krüger. En cambio puede corresponder casi sin dificultad a -OLUS el gall. pontevedrés miñons «los como diámetros de las ruedas del carro juntados al eje por las rellas» (Sarm. CaG. 95), ultracorrección dialectal de miñós (cf. gall. feixons PHASEOLOS) < *mĩoos < *meioos (cf. miña MEA, niño NIDUS, tiña < tẽía TENEBAT, etc.). Otro deriv. gall. de MEDIUS (+ -ILE) parece ser minxil ‘el palo con el temón, la cabeza del arado’ (Sarm. CaG. 95r): la discrepancia con el anterior en el tratamiento de la yod se deberá a la diferenciación que el grupo homólogo yi exigía para poder subsistir sin fusión.
Mitad [meatad, Cid, etc.; mitad, 1213; para las múltiples variantes de este vocablo en el castellano primitivo, vid. M. P., Oríg., 272-8: en el S. XIII predominan meetad, meatad y metad en León, meatad en Castilla, y mitad en Aragón], del lat. MEDIETAS, -ATIS, íd., con tratamiento semiculto de la -T- por el uso frecuente en escrituras notariales7; mitadenco arag. Gall. port. metade ‘mitad’ (gall. ant. meatade, Sarm. CaG. 86v); gall. centr. metada ‘la cuita o queja amorosa’ (íd. 220r), voz local de Chantada, probablemente reducción haplológica vulgar de metadada ‘partida en dos’ por la queja del que está separado de su amor o herido por él, cf. oc. ant. meitadar «partager, pourfendre», cat. meitadat ‘partido en dos partes iguales’; meteiro, -eira allí mismo ‘el que cuenta cuitas’ (íd. íd.) reducción de *metadeiro.
Mediocre [-mente, 1515, Fz. Villegas (C. C. Smith, BHisp. LXI); Aut.], tomado de mediŏcris íd.; mediocridad [Covarr.].
Mesana [mezana, 1438, J. de Mena; 1539, Ant. de Guevara; messana vela, Nebr.; mesana, Juan de Dueñas en el Canc. de Stúñiga; vid. Terlingen, 257-8; Cuervo, Obr. Inéd., 385], del it. meżżana, derivado de meżżo ‘medio’; contramesana. Moyana ‘especie de culebrina algo mayor’ [1709, Tosca, Aut.], del fr. moyenne íd., propiamente ‘mediana’.
Comedio8 [1200, Oelschl.; Berceo; Yúçuf, 23a; Danza de la Muerte, 628, 632], comediar; comedianedo [Alex., 887]. Demediar [Nebr., s. v. demediar y punto; dimidiar, introducido en Aut. por el académico italiano Marqués de San Felipe, no es palabra castellana, vid. BRAE VII, 658]. Intermedio; intermediar, intermediado; intermediario; variante popular entremediar, entremedias; entremiche, tomado del catalán entremig. Y vid. ALMIAR.
CPT.
Mediacaña. Media-lluna ast. ‘cada una de las piezas laterales de la cabeza del tonel’ (Vigón). Medianoche [Berceo]. Mediastino, tomado del lat. mediastīnus. Mediodía [1124, Oelschläger; para otras variantes, V. arriba]. Mediomundo (usual, p. ejemplo, en la costa de la prov. de B. Aires). Mediopaño. Mediterráneo [h. 1440, A. Torre (C. C. Smith); mar mediterráneo, APal. 265d, 271d; ‘(lugar) situado en medio de un continente’, 1590, en el cronista de Indias P. José de Acosta, ac. desusada en España, pero muy viva en América]: mare mediterraneum, sólo en latín tardío; mediterraneus en oposición a maritimus es de todas las épocas del latín. Meridiano [h. 1525, Alvar Gómez (C. C. Smith); Oudin; ejs. algo posteriores en Aut.; línea meridiana, 1633, Lz. de Arenas, p. 105; sustantivado, ya 1727, Villafañe, en Lz. de Arenas, 135], tomado del lat. merīdianus ‘referente al mediodía o al Sur’, derivado de merīdies ‘mediodía’, ‘Sur’, alteración de *medidies por disimilación; meridiana [Berceo]; postmeridiano; meridional [h. 1440, A. Torre (C. C. Smith); h. 1600, Mármol], del lat. tardío meridionalis, formación imitada de septrentrionalis; de ahí regresivamente meridión ‘mediodía’ ant. (APal. 40d). Promedio [Acad. ya 1832; no C. de las Casas, Covarr. ni Fcha.], del lat. pro medio ‘como término medio’; promediar [íd. íd.].
Gall.-port. meogo ‘(el) medio de un lugar’ (per meogo, en este meogo y por lo común no meogo o en meogo de), que ya aparece en las Ctgs. (115.149 y passim) y sigue frecuente en todo el S. XIII y el XIV, es cpto. de MEDIO LOCO ya soldado en latín vulgar (= fr. milieu, oc. ant. meiloc, miegloc) y que por consiguiente perdió la -L- convertida en intervocálica, dando primero me(i)oogo; no es raro que la duplicación de la vocal se traslade a la sílaba final (meogoo, vid. CortesƟo, Subs., cf. RLus. III, 150) pero esto es secundario ―ajeno a las Ctgs. y demás textos del S. XIII― y no hay que tomarlo por primitivo (luego es falsa la base MEDIO LOCULO en que han pensado algunos).
Los siguientes son compuestos cultos con el gr. μέσος, correspondencia del lat. medius: mesocarpio; mesocracia, mesocrático; mesenterio (con ƒντερον ‘intestino’), mesentérico; meseraico, de μεσαραȉκóς ‘relativo al mesenterio’, compuesto con ęραιĮ ƔαστƲρ ‘intestino delgado’.
1 Era sardo ant.; hay también representantes de MEDIU junto a los de MESU, que es dudoso si es osco o griego (Skok, Fs. Jaberg, 476 ss.; Svennung, Wortstudien, 97) M. L. Wagner, RF LXIX; pero hoy mesu se ha generalizado en Cerdeña.― ↩
2 Gauchat, VRom. II, 46, explica las formas de MEDIUS con -z- en Rumanía, Italia y zona francoprovenzal, como resultado de una pronunciación cultista reacia a la desaparición temprana de la D. Pero es más dudoso que haya un nexo en este caso con la forma hispánica, pues la asibilación de -D?-, tan bien conocida en castellano (BADIUS > baço, RADIA > raça), no se produce aquí. Una evolución fonética semejante a ésta (o a la citada arriba 14b46) existió acaso en el mozárabe valenciano, a juzgar por los nombres de Missana (Alberic) y Pla de Missena (Barxeta) de dos partidas que se extienden a horcajadas del límite de estos dos pueblos con el Realengo de Alzira y con Quatretonda respectivamente: parecen representantes mozárabes, y quizás algo arabizados, de MEDIANA.― ↩
3 En docs. alto-aragoneses antiguos meyanet. De ahí el nombre del pueblo de Manyanet en el Alto Pallars.― ↩
4 En portugués y gallego meiado o meado, que además de ‘medio, reducido a la mitad’ toma, con frecuencia en Portugal, el sentido de ‘entremezclado, con alguna mezcolanza’ [S. XVI, citas en Moraes, y hoy corriente]: de ahí probablemente el port. meiada ‘porción de hilos devanados’, ‘madeja’, ‘enredo’ [también S. XVI estas acs.], gall. meada ‘madeja’ (Sarm. CaG. 66v, 96v, 103r), también ‘revoltijo, enredo’ y ‘trapisonda’, ‘desconcierto’ (Eladio Rdz.); hay en gall. una variante mea (Vall., Eladio Rdz.) que debe de ser postverbal de me(d)iar. Podría pensarse que resulte de un cruce de madeixa con debeada, antiguo y dialectal en este idioma por devanada (port. mod. dobada), pero no es probable siendo ya vocablo antiguo y clásico; desde luego no es, como cree Vall., un deriv. de mear ‘orinar’, por más que se hayan empleado orines para blanquear las madejas, pues la forma gallego-portuguesa de este verbo es mejar (gall. mexar, port. mijar, etc.).― ↩
5 De lo mismo es derivado el cat. mitjancer ‘medianero, intermediario’, de donde el arag. ant. mi(t)jancero, mechansero ‘mediano, mediado’ en los textos moriscos de los SS. XIV o XV, Memorial Hist. Esp. V, 427ss.― ↩
6 La locución de inmediato ‘inmediatamente’, usual en la Arg., es neologismo creado a imitación de su sinónima de continuo.― ↩
7 Como un cultismo en vocablo de esta índole no deja de ser notable, teniendo en cuenta el cat. meitat, cuya -t- se explica bien por el apoyo que le presta el diptongo, podríamos dar la misma explicación en castellano y admitir que de ahí se propagó la -t- a las demás formas. Y acaso realmente sea así. Pero es extraño entonces que meitad sea una de las formas menos comunes en castellano.― ↩
8 ‘Zona’, cada una de las comarcas extensas en que se dividía Navarra: comeyo en el Fuero General de Navarra, etc., Caro Baroja, FoLiVa I, 71-72. ↩