ALMIAR, es probable que designara primeramente el palo del almiar y que venga del lat. MEDIALIS, abreviación de PERTICA MEDIALIS ‘palo de en medio’.
1.ª doc.: almear, en Nebr.1; almiar, en Urrea (1582).
Fuera del castellano sólo se halla
almeara,
almeada,
almiara «palheiro ao ar livre, no campo» en el portugués del Alentejo, particularmente en Extremoz (
RL IV, 239; XIX, 314; XXVI, 29). La etimología de Cabrera, seguida por Diez, Simonet y otros, lat.
MୱTA ‘almiar’ (comp.
métta ‘hacina de manadas de trigo para cargar una caballería’ en el Garb marroquí, según Lerchundi; vasco
meta ‘montón de paja, heno o helécho’ en Larrasquet; gall. y león,
meda ‘hacina’), es imposible porque la -
T- se habría conservado como -
t- en mozárabe y como
-d- en castellano
2. Contra la etimología de M-L.
MEDIALIS (
RFE X, 396) no hay dificultades semánticas importantes
3, ni tampoco fonéticas (comp. el cast. ant.
meo ‘medio’), pues si bien en portugués esperaríamos la conservación de
-DI- como -
j-, las formas
almeada,
almeara pertenecen exclusivamente al dialecto del Alentejo, lleno de formas castellanas o castellanizantes. Pero no siendo el almiar característico del Sur de España y no hallándose
almiar como mozárabe, creo es preferible prescindir del mozarabismo que admitió M-L. y considerar primitiva la forma
ameal conservada en Cespedosa de Tormes
4, procedente de
la meal MEDIALIS por falso análisis. Al introducirse una
l secundaria, como en
ALMENDRA,
ALMIDÓN,
ALMIRANTE,
ALMENA, etc., la
-l- final se disimiló en -
r.
DERIV.
Almiarar.
1 «Almear de feno: foenile». Igual forma en PAlc. y todavía en Aut.― ↩
2 Aunque no es exacto que la palabra figure en fuentes mozárabes, como dice el REW, 5451, y el mismo M-L. lo reconoció en RFE XI, 10 (Simonet no cita ninguna), no hay duda de que este autor tiene razón en sus objeciones fonéticas, y la comparación con peazo, añadiura, etc., que hace Spitzer, RFE XII, 245n., no es aceptable, pues se trata de formas muy recientes, mientras que almear o almiar son constantes desde el S. XV.― ↩
3 Es verdad que no puede admitirse el paralelo con META, pues esta palabra no significaba ‘palo’, sino ‘mojón’, y el gall. meda y congéneres no se aplicaron ini-cialmente al palo, sino al almiar de un modo directo, por su forma cónica; comp., en sentido contrario, almiar ‘mojón piramidal’ en Oudin. Pero siempre queda el bereb. atemmu, magr. temmun ‘almiar’ < lat. TEMO ‘pértiga’.― ↩
4 «El heno... se puede... amealar en el mismo prado, es decir, ponerlo en forma de cono alrededor de un palo. Al montón así dispuesto se llama ameal.» RFE XV, 270. ↩