ESCUERZO, ‘sapo’, origen incierto, probablemente emparentado con el cat. escurçó, it. dial. scorzone ‘víbora’, mozár. ȐuškurǤûn ‘erizo’, logud. iscurtone ‘animal ponzoñoso mítico’, que proceden del lat. vg. *EXCŬRTIO, -ĶNIS, lat. tardío CURTIO, -ONIS, ‘víbora’, derivado de CURTUS ‘corto’ por el tamaño reducido de esta culebra; el sapo pasaba por ser animal tan venenoso como la víbora.

1.ª doc.: escueso, fin del S. XIII, Elena y María, RFE I, 58; escuerço, J. Ruiz, 1544c1, Nebrija2.

En Elena y María rima con pescueço, y como este ms. confunde s con ç, se trata de una grafía equivalente a escueço3. Es vocablo menos frecuente que su sinónimo SAPO; confirman Percivale (1591: «a toade»), Oudin y Covarr., y lo emplearon Laguna (1555) y Ovalle (1644), ambos insistiendo en el carácter venenoso del escuerzo (citas en Aut.); también lo empleó C. de Castillejo (Fcha.); hoy es palabra viva en la Arg.4, y escurcio en Santander (G. Lomas, 1.ª ed.). Diez, Wb., 449, relacionó con el it. scorzone, y derivó ambos del it. scorza ‘corteza de árbol’, por lo rugoso de la piel del sapo; pero hoy sabemos que el it. ant. y dial. scorzone5 y el cat. escurçó6, ambos ‘víbora’, proceden del latín de glosas CURTIO íd. (CGL III, 444.64, 484.61, 305.17, 517.66; II, 576.5), o más precisamente de *EXCURTIO, -ONIS, que está respecto de aquél en la misma relación que el lat. vg. EXCURTUS (> rum. scurt, alb. škurt, a. alem. ant. scurz, ags. scéort, ingl. short ‘corto’) con el clásico CURTUS, pues a pesar de las reservas de Walde-H. y Ernout-M. no hay por qué dudar de que CURTIO viene de CURTUS, por ser la víbora una culebra de escasa longitud. M-L., REW 2420, ha aceptado esta etimología para el italiano y el catalán, pero separando de ellos el cast. escuerzo lo coloca, fiel a la idea de Diez, en su artículo SCORTEA ‘(cosa) de piel’, de donde procedería el it. scorża, fr. écorce, cat. escorça ‘corteza’. El escrúpulo semántico que conduciría a esta separación puede eliminarse teniendo en cuenta: 1.° que el sapo pasa por ser animal muy ponzoñoso, como he documentado arriba, y se le relaciona popularmente con la víbora7; 2.° que se ha vacilado repetidamente en el significado del vocablo, así en Castilla como en Cataluña y en Italia, y el arag. escurzón (Coll A.), aran. escurçon ‘escorpión’, así como el mozár. ȐuškurǤûn, definido como ‘erizo’ por R. Martí, Abenɏólɏol y Abenbeclarix (Simonet, s. v. oxcorchón), nos aportan otras pruebas; 3.° que a menudo el vocablo designa un animal más o menos fantástico o fabuloso, como ocurre en Cerdeña (Spano, s. v. iscurtone), en Chile y en la Arg. Fonéticamente no hay dificultad en el tratamiento -ŬRTIO > cast. -uerzo, con trasposición de la ? postónica, comp. NASTŬRTIOM nastuerzo, VERECŬNDէA vergüenza (y V. lo dicho en este artículo); la trasposición es sobre todo muy comprensible si se trata de un semicultismo de magos y hechiceros. El piam. scurs citado por Wartburg parece ofrecer otro caso del vocablo en forma correspondiente al nominativo latino y no al acusativo, igual que en castellano8. Es el nombre del sapo, en la forma escuerzo, en bastantes puntos de Castilla la Vieja, Guadalajara, Cuenca y Aragón, escorzo en la Rioja, Almazán, Guadalajara, Cuenca, C. Real y Huesca, escarigüerzo en algún punto de Asturias, RDTP IV, 482-3. Otras variantes dialectales en GdDD 2541: casi todas necesitan comprobación crítica (no existen cat. *escursa, *escorsa, etc.), muchas de ellas perteneeen a familias léxicas independientes (para liscranzo, vid. ALICANTE), en otros casos sería concebible que vinieran de escuerzo por evolución fonética (¿> *escluerzo > *escal(g)üerzo > escalabuerzo > ast. escalamuerzo?), pero quizá en realidad constituyan vocablo independiente, tal vez en relación con el tipo desconocido *ALAD֊DIU, -֊LIU (> *ANADOLIU por disimilación), que postulan de concierto los nombres de la culebra de cristal en cat.-oc. (anull, naduelh, etc.) y en asturiano (alagüezo); también en el leonés de Sajambre hay variantes alagüeyo, aragüeyo, aragüezo, etc. (vid. Fz. Gonzz., Oseja); desde luego es inadmisible la etimología *HELICOCEUS ‘arrollado’ de GdDD 3232.

DERIV.

Escorzonera [escuerçonera, Monardes, 1565; escorzonera, 1575, A. de Morales; 1611, Covarr.], tomado del cat. escurçonera [1587, Libre de la Pesta], derivado de escurçó ‘víbora’, por emplearse esta hierba como contraveneno de su picadura; el origen catalán está atestiguado por Covarr. y Oudin, vid. Spitzer, MLN LVI, 243-4; de donde el vocablo pasó también al it. scorzonera (nótese -era) y de ahí al fr. scorsonère [1670]9; muy poco agrega Colón, Enc. Ling. Hisp., pp. 205-206.

1 Increpando a la Muerte dice J. Ruiz: «nunca das a los omes conorte nin esfuerço, / sy non des que es mnerto, que lo coma el escuerço»; las demás rimas son fuerço y mastuerço. El significado parece ser más bien ‘gusano’ que ‘sapo’ (cambio de sentido que estaría conforme con la vacilación semántica a que me referiré); sin embargo, no es imposible que existiera la idea de que también los sapos, animal repugnante, comían cadáver. En lugar de esta lectura de G y T, el ms. S lee cogüerço; evidentemente porque este copista no conocía la palabra escuerzo o se le antojó mal aplicada, y pensó impertinentemente en el cogüerzo o banquete fúnebre donde se comía en honor de un difunto. Algunos romanistas han citado, a base de esta leetura, un supuesto cogüerzo ‘sapo’. Quizá de todos modos podemos atender a las formas leonesas algo coincidentes cogüerzo y ast. escarigüerzo y escalamuerzo, y admitir que la variante de S (aunque ajena a J. Ruiz) no es un error individual, sino fruto de un cruce real con cogüerzo (vid. COGORZA), por la idea de los sapos y culebras que devoran un cadáver («ya me comen, ya me comen, por do más pecado había» se oía cerca del sepulcro de Don Rodrigo, según la fúnebre leyenda). Quizá desde la idea de ‘ser repugnante’ se pasaría al gall. merid. congorzo ‘hombre alto y mal hecho’ (hacia Celanova, Sarm. CaG. 153v), ‘palurdo, rústico’ (coplas de Sarm. n.° 733), palabra que los diccionarios gallegos han estropeado o mal interpretado fantásticamente (vid. Pensado, ibid., pp. 71-72).―

2 «Escuerço o sapo: bufo».―

3 «El tu barvjrrapado / que sienpre anda en su capa cerrado, / que la cabeça e la barva e el pescueço / non semeja senon escueso».―

4 La emplea el cuentista popular B. Lynch, La Nación, 1-I-1940; un romance popular de Córdoba enumera «víboras, ranas y zapos, / escurzos y lagartijas» (I. Moya, Romancero, II, 319-20), donde la falta de e se deberá sólo a errata. Según se ve por este texto y por la definición que cito arriba, se diferencia del sapo corriente. El chileno sapo fuerzo pareee ser ultracorrección de *ejuerzo < *esgüerzo (tanto el paso de sg a j, como el de jue a fue, son freeuentes en este país). Lo define Vicuña Cifuentes: «animal mitológico que se diferencia de los demás sapos en que tiene el dorso revestido de una concha análoga a las tortugas... brilla en la oscuridad como luciérnaga y tiene la vida tan dura que, para que muera, es necesario reducirlo a cenizas» (Mitos y Supersticiones, p. 85). Es posible que el ast. escalamuerzu ‘lagarto’ sea debido al cruce de escuerzo con otro vocablo; según Rato, calabornu sería lo mismo: si éste viene de *calamornu, ahí tendríamos este otro vocablo (comp. ESCALABORNE).―

5 Documentado en el S. XIV y en 1559, Vidos, ARom. XV, 471. De aquí pasó esporádicamente a algún viajero y a algunos lexicógrafos franceses, FEW II, 1585a; también a dialectos occitanos fronterizos. En Italia se documenta en varias hablas del Norte, en Luca, en el cilentano skurtson, «maschio della vipera» (Rohlfs, ZRPh. LVII, 445); también sic. scursuni y campid. scruzzoni, pero éstos me parecen, por razones fonéticas, catalanismos.―

6 «Serps, escursons, calàpets, vípares e de tots afarams», Antoni Canals (valenciano, h. 1400), Scipió e Aníbal, p. 44; «escorpions, / serps, escurçons», Jaume Roig (íd., 1460), Spill, v. 8468. El lexicógrafo valenciano Sanelo (S. XVIII) definió escurçó como «alacrán, sabandija ponzoñosa», pero luego sustituyó esta definición por «escuerzo»; es probable que lo mismo él que Escrig, que también define ‘alacrán’ su escursó, tuvieran información deficiente. Según García Girona, en el Bajo Maestrazgo y en otras partes de esta comarca el escursó es ‘víbora’: en Benassal se dice alcursó, también hacia Alcoy («dels alacrans en lo piu-piu, de les serps, sacres y alcursons giulant», M. Gadea, Tèrra de I, 278), y en otras partes del País Valenciano (BDC IX, 19), pero el Sr. Giner i March me señala escursó en Jijona, Alcoy y Teulada. En Cataluña escurçó es muy conocido en todas partes como nombre de la víbora, y suele escribirse escorçó, debido a la confusión de o pretónica con u en el catalán oriental, que condujo la grafía oficial a modelarse por el italiano; pero he oído el vocablo en numerosos pueblos de dialecto occidental y siempre con u (Tor, Àreu, Farrera, Tavascan, Esterri de Cardós, Estaon, Granyena de les Garrigues, Pobla de la Granadella, Margalef, Bellmunt, Capçanes y Ascó). Esta u general es lógica, pues corresponde a la u de curt ‘corto’.―

7 Además de los textos catalanes ya aducidos, véase la definición que da Segovia del escuerzo argentino: «especie de rana-sapo, verde, de regular tamaño, que a medida que se irrita se va hinchando hasta que concluye por estallar a pedazos Ceratophrys ornata. La víbora le ataca siempre, y tras una dramática lucha, concluye ordinariamente por devorarlo». Claro que esto es folklore y no zoología, pero al lingüista le interesa más aquél que ésta.―

8 «Una segur et duos escorçus» en un inventario de Toro, h. 1050 (M. P., Oríg., 29), no tiene que ver con escuerzo: es la misma palabra que el port. ant. escorço, especie de vasija, equivalente de corticeira, según Fig. Será derivado del citado tipo galo e italorrománico écorce ~ scorza ‘corteza’. Vall. no confirma la existencia del gall. escorzo ‘escuerzo’, que citan algunos.―

9 El cast. escorzón ‘escuerzo’ registrada por la Acad. [ya 1843] es el cat. escurçó, mal entendido. El cast. escorzuelo ‘granito en el ojo’, que M-L. (REW 7742) cita con escuerzo, falta en los diccionarios, por lo menos en los fidedignos. Hay confusión con ORZUELO.