ORZUELO, ‘divieso que nace en los párpados’, del lat. HORDE֊LUS íd., propiamente ‘granito de cebada’, diminutivo de HORDEUM ‘cebada’.

1.ª doc.: h. 1400, Glos. del Escorial y de Toledo.

Cej. V, § 136. Así en estos glosarios como en G. de Segovia (p. 81), Nebr. y PAlc. va escrito con ç. Éste es en efecto el tratamiento normal del grupo D? tras R en castellano, comp. berça (aunque hay también almuerzo con sonora); sigue hoy pronunciándose con sorda en Cáceres (Espinosa, Arc. Dial., 34-35). No son raras pequeñas alteraciones dialectales, como ozuelo en Colombia (Oribe) o urzuelo en la Arg. (Chaca, Hist. de Tupungato, 323); en mozárabe pasó a ruçál por influjo de la morfología árabe (PAlc.; Simonet, s. v.). Palabra de uso común en todas las épocas, y heredada por todos los romances, aunque en muchos sufrió alteraciones morfológicas o por contaminación: así cat. mussol (de un vurçol, quizá con v- por influjo de VARUS ‘barro de la cara’, que se ha cruzado con HORDEOLUS en varias hablas sardas e italianas1; ayudando la confusión con mussol ‘mochuelo’), port. torçol, terçó(l), terçogo, terçolho (probablemente alteración de orçoo, por una etimología popular que interpretara torceolho2), gall. tirizô (Sarm. CaG. 134v), viceversa orzuelo influyó sobre uzuelo ‘trampa para coger animales’ (V. UZO) convirtiéndolo en orzuelo; quizá se relacione con esta alteración Sajambre esquizuelo, escorzuelo (Fz. Gonzz., Oseja, 268): esas palabrejas, no conocidas generalmente, están sujetas a toda clase de asociaciones perturbadoras.

DERIV.

Ast. arzolín ‘orzuelo’ (V).

1 M. L. Wagner, Studien über den sardischen Wortschatz, 143; REW 4179.―

2 La explicación de C. Michaëlis, Misc. Caix, 158, por un *TRզTICEOLUM derivado de TRզTէCUM ‘trigo’ tropieza con dificultades morfológicas y fonéticas, y de todos modos no sería convincente.