CARNE, del lat. CARO, CARNIS, íd.

1.ª doc.: 1095, Oelschl.

En carne de membrillo ‘codoñate’, tenemos una aplicación muy especial, que ya es antigua [Nebr.; ejs. de los SS. XVI-XVII en DHist.]1. Para carne ‘cara de la taba’, V. CARNICOL.

DERIV.

Carnación. Carnada ‘cebo’2 [1653, B. Cobo]. Carnadura [Torres Villarroel, p. 377 (Nougué, BHisp. LXVI)]. Carnaje (SS. XV-XVI). Carnal adj. [Berceo], m. ‘carnaval’ (V. s. v. CARNAVAL); carnalidad [Corbacho (C. C. Smith, BHisp. LXI), Nebrija]. Carnaza [carnaça, APal. 124d], port. y gall. carnaz ‘la parte de las pieles que ha estado aplicada a la carne, opuesta a la flor’ [princ. S. XVI, Moraes; Sarm. CaG., p. 64]. Carnazón. Carnear, amer.; carneada. Carnecilla. Cárneo, tomado del lat. carnĕus, íd. Carnero ‘sepultura’, esp. ‘sepultura común’ [h. 1300: Gr. Conq. de Ultr., ed. Rivad. XLIV, 70], significó también ‘lugar donde se guarda la carne’ (Nebr.); comp. cat. carner ‘cementerio’ (J. Roig, v. 7799, etc.); de aquí la locución argentina gauchesca cantar pal carnero ‘morirse’ (M. Fierro I, v. 1236, y nota de la ed. Tiscornia); también corrió un cultismo carnario (Acad.). Carnina. Carniza ‘pasto de las fieras’, ‘destrozo, carnicería’ [Alex.]; carnicero [carnicer, 1131; carnicero, 1201]; carnicería [1224, M. P., D. L. 173.12; doc. murciano de 1287, BHisp. 357; h. 1300: Gr. Conq. de Ultr.; carnesçería doc. murciano de 1285, BHisp. LVIII, 357; carnesçaría, Toledo, 1274: M. P., D. L. 286. 32]; encarnizarse, -ado [princ. S. XIV, Zifar 22.1; 1464: Mingo Revulgo; Cuervo, Ap. § 732], encarnizamiento [Nebr.]; todas estas formas tenían ç sorda en PAlc., Nebr., APal. (48b, 257d, etc.), G. de Segovia (p. 81), ya dos veces carniça en ambos mss. del Alex., y en general en todos los textos medievales3; por otra parte existe una variante carnecería, que hoy es vulgar en muchas partes (Aragón, Madrid) y estuvo muy extendida antiguamente4: como el influjo de carne no basta para explicar esta alteración (el de muerte no ha cambiado amortizar en *amortezar, ni el de hecho ha cambiado hechicero en *hechocero), quizá deban explicarse conjuntamente ambas irregularidades por contaminación del verbo encarnecer (ya en 1542: Diego Gracián), contaminación que podía ejercerse mejor en carnicería que en carnicero (donde efectivamente no existe variante con -ne-); aunque es preferible explicar la primera e de carnecería por disimilación de i-i en e-i, pues es la única que pueda aplicarse al catalán, donde la forma existió, aunque es rara; así dos veces en el Blanquerna de Lulio (N. Cl. I, 89.24). Carnoso [APal. 95d]; carnosidad. Carnudo [Nebr.]. Carnuz ‘carroña’, arag., comp. cat. carnús íd. Carnuza. Descarnar [-ado: Berceo, S. D. 415; Crón. Gral., en Cuervo, Dicc. II, 994-5]; ast. escarniar (V); descarnada, descarnador, descarnadura. Encarnar [Berceo]; encarna, encarnación, encarnadura, encarnamiento, encarnativo, encarne; encarnado ‘rojo, colorado’ [doc. de San Rosendo, 896, Festschrift Jud, 708-9; después no vuelvo a hallar ejs. hasta Quevedo]: aunque hoy es el vocablo más corriente en España, no era el más generalizado antiguamente, pues no pasó a América, como colorado, que ya leemos en APal. 458d (y que ya parece tener este sentido en J. Ruiz, 1024e, una serrana bien colorada), y como rojo y bermejo, que son también medievales; encarnadino. Encarnecer [vid. arriba, acerca de carniza]. Carúncula [S. XV: Gordonio], tomado del lat. carŭncŭla íd., diminutivo de caro; carunculado, caruncular.

CPT.

Carnestolendas [las carnes tolliendas, en las Cortes de 1258, I, 61; carnestolendas, h. 1340, Crónica de Fernando IV], tomado por abreviación de la frase latina dominica ante carnes tollendas (así en el misal mozárabe, cita de Merlo, WS III, 90, 96) ‘el domingo antes de quitar las carnes’, es decir, antes de Cuaresma; otras variantes carnestollendas (Nebr., Covarr.), carrastollendas (Sta. Teresa, cita de M. P. en su estudio sobre el lenguaje de la santa), hoy carrastoliendas en la Mancha y en otras partes (para la explicación de la variante con -rr-, vid. s. v. CARLANCA) 5; comp. cat. carnestoltes ‘carnaval’ CARNES TOLLէTASquitadas’. Carniforme. Carniseco. Carnívoro, tomado del lat. carnĭvŏrus íd., compuesto con vorare ‘devorar’. Carnapuya ast. ‘aligustre’, cuyas variedades crecen en los zarzales (V) < *encarnapúa, porque mete púas en la carne. Carnificarse, tomado del lat. carnificare; carnificación. Carnífice, tomado de carnĭfex, -fĭcis. Gall. carvèn ‘oxilapato o romaza: hierba de hojas anchas, tersas y lisas, como verbasco’ (Sarm. CaG. 92r, 62r, 137v, 153v, 163r, A148v, A169v, A179r), probablemente de carn(e) ven ‘carne viene’, porque se emplea contra la sarna (ibid. A100v y 137v) y se le llama también junta-carne (153v); es femenino (137v, etc.), de donde la variante preliteraria *carvena convertido en carve(i)a en Samos (Lugo, cerca de Sarria) (137v, A100v, 163r), y en el monte del Seixo (prov. de Pontevedra, lindando con Lugo y Orense), cardèn, por influjo de cardo y su familia (179v, 94r, 132r). Existe otra etimología posible, teniendo en cuenta que en 153v atestigua Sarm. que lo vió en Sta. Margarita y que también se le llama lengua de cervo, puesto que el ciervo se llama KAR?OS en todas las lenguas del celta britónico y en el continental (IEW, 576.4f.), se pudo formar de ahí un *KARVAGINEM con el sufijo latino de los nombres de plantas, de donde *carváin > carve(i)n; pero esta explicación me parece menos convincente, no sólo por más audaz, sino porque el sufijo -AGO me consta como latino, no como céltico; y porque como resultado fonético gallego más bien esperaríamos *carvaje, -axe, -axa, cf. chantage (Sarm. 93v) = cast. llantén PLANTAGINEM; verdad es que junto a probaixa de PROPAGINEM también cita un gall. probeña (95v).

Para otros derivados y compuestos de carne, V. CARNAVAL, CARNERO, CARNICOL, CARONA.

1 También en Liñán y Verdugo (1620): RFE VIII, 151.―

2 Guip. garnata ‘cebo para pescar’.―

3 Cuervo, RH II, 20, 26, y Obr. Inéd., 396, hace notar que el caso no se da en otro ej. del sufijo -ICIUS que éste, tortiçero (Nebrija) y pel(l)içón (Cid), lo cual se ha explicado por extranjerismo. Esto es verosímil en un artículo comercial como pellizón, y aun en vocablo de mediocre frecuencia como torticero, menos en palabras tan populares y generales como carnicero, etc. Comp. carnaça, arriba (torticero tiene otra explicación, véase).―

4 Además del testimonio citado arriba y de los que reúne el DHist. (SS. XIV-XVIII), leo carnecería en doc. de Sevilla, 1294 (M. P., D. L., 355.16), en G. de Segovia, APal. (63b, 95b, 101d, 257d, aquí también carnicería; nótese carniçero en 257d, 48b, 108b), en una Sátyra al Amor conservada en ms. del S. XVI (RH IX, 281), en la Descripción de Toledo de Francisco de Pisa (1605), etc.―

5 No sé si vendrá de carrastolendas, pronunciado a la andaluza, el almer. caracolendas ‘especie de campánula’ (con -c- y -r- por etimología popular). O bien relaciónese caracolendas con caléndula (V. CALENDAS); mas parece tratarse de una planta muy diferente, dada la definición del sinónimo maravilla en Acad.