CARONA, ‘pellejo esquilado del lomo de una caballería’, ‘parte inferior de la albarda o de la montura, en contacto directo con el pellejo del animal’, y la antigua loc. adv. a (la) carona ‘en contacto directo con la carne de una persona o animal’, proceden de una forma antigua *carón (hoy leonesa y gallegoportuguesa), de origen incierto, probablemente prerromana.

1.ª doc.: a la carona, Berceo; carona ‘pellejo de cabalgadura’, 1528, Guevara; ‘parte inferior de la montura’, 1850-72, Ascasubi.

La locución a la carona se halla además en la Gr. Conq. de Ultr. (268); la variante a carona es también frecuente (Calila, ed. Rivad., p. 781; General Estoria, cita en M. P., Yúçuf, lín. 205) y ambas variantes en la 1.ª Crónica General, en el Alex., en otros textos medievales y aun en el lenguaje pastoril de Lucas Fernández (a caronas del suelo, Égl. y F., p. 37). En la Edad Moderna, por lo demás, ya no se halla el vocablo con referencia a personas, sino sólo con aplicación a las caballerías, principalmente en las locuciones buena o mala carona, o ser blando de carona, alusivas a su capacidad de resistencia para la silla2. De ahí se pudo trasladar, sea a los pedazos de tela que se colocan entre la silla y el lomo del animal, sea a la camisa de las personas, por el contacto directo de estas prendas con la carne; en el segundo caso se trata de un uso germanesco, conocido desde Juan Hidalgo; en el primero, es sobre todo americano (Argentina; variante alterada carola en Chile y Ecuador: etc.)3 y andaluz (Toro, RH XLIX, 380, con cita de Salvador Rueda). La forma carón es propia del leonés y el gallegoportugués: ast. occid. a carón ‘al rape’ (cortar el pelo a carón, Acevedo-F.), gall. acarón ‘lo más cerca, lo más unido a otra cosa, como la camisa al cuerpo’ (Cuveiro)4, port. a carão «junto, á par» (Ctgs. 23.28, 359.4, 132.27 «celiço por camisa sempre a caron vestía»; CortesƟo, con ej. de FernƟo de Oliveira, S. XVI), «sem alguma cousa posta de permeio» (Viterbo, con ej. de 1316, donde un testador manda que le entierren sin ningún paño, «a carom da terra»; a carom da carne ibid. «á raíz da carne»)5. Aunque de aquí se extrajo carão como sustantivo masculino en el sentido de ‘la tez, la flor de la piel del rostro’ (ejs. del S. XVI: J. de Barros, D. de Couto, Prestes), creo que este género, y quizá esta ac. son secundarios, ocasionado aquél por la circunstancia de que al cast. a la carona, correspondía en portugués á carão, que fácilmente pasaba a a carão, perdiéndose así la conciencia de que se trataba de un femenino. En español, en cambio, este género prevaleció, ocasionando incluso la adición de una -a final.

Spitzer, MLN LXXI, 280, cree que hay que relacionar esta palabra con el cat. acaronar ‘acariciar’, que él mismo quiso derivar de cara a base de un tipo adverbial a caró(n), ‘junto a la cara’, análogo al grupo de adverbios como el it. a ginocchioni, cat. a genollons, a bocons, a reculons, etc. Quizá tenga razón. Sin embargo, ni la locución adverbial *a carón es conocida, ni el tipo adverbial en cuestión se halla nunca en forma singular en it., fr. ni cat., ni hay ej. alguno del mismo en cast.; y ¿cree Spitzer realmente probable que haya existido en esta lengua, dado el valor aumentativo que tiene -ón en castellano, diferente del fr.-cat.?

No tenemos noticias documentadas de que en latín viviera otra declinación que CARO, CARNIS, pero la existencia del diminutivo carŭncula (ca-run-cula) nos muestra que carnis ha de venir de *carĭnis, con vocal breve alternante con o, de la misma manera que homĭnis junto a homō, -tudĭnis junto a -tūdo; y de la misma manera que junto a homĭnis existió un arcaico hemōnis, atestiguado por Festo junto con hemona ‘humana’, y junto a flamĭnis existía en el propio latín clásico flamōnium ‘dignidad del flamen’, podríamos quizá postular una declinación arcaica paralela CARĶ, *CARĶNIS, conservada por el latín arcaico de España, en el lenguaje conservador de las locuciones estereotipadas y del habla técnica de la equitación. Según indicó Ascoli, AGI XI, 419-21, de *CARONIS vino el adjetivo vulgar *CARĶNEA conservado en CARROÑA.

Sin embargo, teniendo en cuenta la escasa verosimilitud de la ausencia de una forma así en la documentación latina, y teniendo en cuenta que Castilla la Vieja y más Galicia son países ricos en léxico prerromano, hoy me inclino a creer que CARĶN- es vocablo prerromano (sorotáptico o céltico) quizás hermano de la palabra latina.

DERIV.

Caronal ‘carnal, hablando de parientes’ [Calila; Juan de Mena, RH IX, 252; Lucas Fernández, 27, 148; otros ejs. en DHist.; hoy judeoespañol en África y en Oriente: BRAE XIII, 523; Luria, RH LXXIX, 536]; gall. caroal (Lemos) ‘corriente, cotidiano, frecuente’, ‘continuo y trivial’ («ahora é o tempo caroal» ‘oportuno’ Sarm. CaG. 136v). Acaronar arag. ‘arrimarse el ama la criatura al rostro para adormirla’ (DHist., sin autoridades), cat. acaronar ‘acercar la cara de un niño al pecho’ (Ag., Fabra), ‘acariciar’, gall. acaroar ‘arrimar bien el arado al cadabullo para ararlo’ (en Tomonde, Sarm. CaG. 243v), ‘labrar un terreno hasta la orilla’ (Cuveiro), port. ant. acaroado «chegado, a carƟo» («ide nas fustas acaroados com a terra», «acaroado com o muro» en Azurara, S. XV, según Moraes).

1 Para el sentido bastará reproducir este pasaje: «Dijo la gulpeja: ―Cuando has frío a los pies, qué es lo que faces?. ―Dijo el alcaraván: ―Alzo el un pie et métole así a carona de mi vientre, et cuando aquél es caliente alzo el otro et quito aquél.» Variante a caronas en S. M. Egipc., v. 25: «Contar vos e de huna abadía... / Grandes avian las coronas, / Sayas visten a caronas. / Non avian cura d’estamenyas, / Ni iazen en lechos ni en camenyas».―

2 A los ejs. citados por Aut. y por el DHist. añádase éste de un entremés anónimo del S. XVI, donde se traslada obscenamente a una mujer: «ha sido una singular cabalgadura, mujer de brava carona, no se le ha conocido en todo el discurso de su tiempo tan sola una desolladura, y después de haber tenido más gente sobre sí...» (Cotarelo, NBAE XVII, 66). Hay otros casos en que figuradamente se aplican estas locuciones a personas, pero siempre con conciencia de ser un uso traslaticio o comparación con el lenguaje de la equitación. Debe borrarse el ej. del Canc. de Baena, citado por el DHist., con aplicación a Jesucristo, como sustantivo independiente, pues la edición de 1850 (p. 82) trae ahí de limpia corona.―

3 Para la Acad. se trata solamente de la prenda acojinada que se coloca entre la silla o albarda y el sudadero; pero en la Argentina se habla de las caronas en plural, abarcando también el sudadero en contacto directo con la piel, el cual se llama más especialmente caronilla. Esto sería lo primitivo. Del Plata el vocablo pasó al portugués del Brasil.―

4 «A carón do braseiro» «tiñan pernas cortadas a carón» [‘a ras del abdomen’] Castelao 143.15, 148.11. A Carón do lume, libro de versos gallegos de Javier Prado, Orense 1918.―

5 Es verdad que Moraes, s. v. carão, define «defronte, a rosto», pero los ejs. que trae, de los Inéditos publicados por la Acad. das Sciências (S. XV), hablan todos de sédenhos o cilicios cintos a carão da carne, mostrando así el mismo sentido que en castellano. La definición de Moraes, se inspiraba en la intencionadamente vaga de Viterbo ante un uso que éste no conocía bien («á face, á vista, junto, perto», pero ya hemos visto que la autoridad citada sólo abona la segunda parte de esta definición); Moraes desorientó a M-L., REW3, 1670, quien entendiendo ‘en frente de’ derivó el vocablo de CARA. Si tal ac. existe será secundaria, pero no la apoya ninguno de los ejs. reunidos por los repertorios lexicográficos citados, ni los que agrega Fig., que da esta locución como viva todavía en el Algarbe. El único testimonio que podría corroborarla se halla en unos versos de Johan Ayras, conservados en el Cancionero de la Vaticana, donde hablando de agüeros que privaban de salir a la calle, se dice que alguien «ouve sig’un corv‘ a caron» (1077.11), donde puede entenderse ’tuvo un cuervo enfrente de sí‘ en vista de «ouv’ huun corvo viaraçe fazeiro» (1078.6), pero el verso 1078.18, «d’este corvo que veio tan chegado», muestra que también puede entenderse a caron como ‘muy cerca’. V. además Moraes, s. v. acarão.