El testimonio de Plinio indica que en romance el sentido originario sería ‘canal artificial para el paso de agua’ y sólo secundariamente ‘arroyo’. Véanse valiosos datos y consideraciones en Hubschmid,
ZRPh. LXVI, 34-35, 93-94. Con el mismo sentido que en castellano hallamos port.
arroio. El vasco
arroil ‘foso’, ‘desfiladero entre montañas’, ‘cavidad’, se acerca más al sentido pliniano. Por otra parte en el extremo SO. de Francia (exceptuando Bayona
arouill) reaparece la forma femenina conocida en la Antigüedad: vasco suletino y b. nav.
arrolla ‘acequia’ (Larrasquet), bearn.
arroulho ‘acequia’, ‘foso’, ‘canal’, Guyenne
arrouio ‘carril de carro’, ‘sendero’, Armagnac
garroulho ‘acequia’, ‘arroyo’
3; V. para estas formas Rohlfs,
BhZRPh. LXXXV, § 148, y
FEW I, 148
a. Como otras formas occitanas son muy dudosas, podemos decir que el vocablo es ajeno a los demás dialectos de Oc así como al catalán, aunque no del todo, pues con la variante vascogascona
arroil (
-oulh) tendrá que ver el cat. dial,
roll, aplicado a una corriente de agua o más bien a una especie de acequia por Jaume Roig (
rolls e filloles, vv. 14780, 14753) y hoy se oyen en todo el Urgel, Segriá y Baja Ribagorza frases como
n’hi ha un bon roll, hablando del agua y, en particular, del riego; vivo también y bien arraigado es
róll en valenciano; en Alberic y otros pueblos de la Ribera de Júcar, p. ej., desempeña importante papel en la terminología del riego, como nombre de un tipo de canal menor que la
séquia y diferente del
braçal; por otra parte mall.
roi ‘chorro’, aplicado especialmente a la sangre hoy, y ya en el S. XV, pero entonces escrito
roll (con su derivado
roiar ‘rebosar, abundar en demasía’, vid. Amengual, Ag.); la gran extensión de esta variante en
L hace creer que debió de ser antigua y que no debe explicarse por un fenómeno bastante tardío como el que aludo en la nota 3. Reaparece en el Centro y Oriente de los Alpes, extendiéndose hasta Dalmacia y Albania (Jud,
BDR III, 9), y especialmente forma núcleo compacto en valles alpinos de Lombardía y del Véneto: Valsesia
ruggia ‘canal de molino’, Val-Anzasca
ruལa ‘arroyo’, ‘acequia’ (
ARom. XIII, 182), Calanca, Mesolcina, Como
roggia, Val Vedasca y Val Verzasca
࿉ọnȤa,
࿉ọnȤe ‘canal’, ‘acequia de molino’ (
Festschrift Jud, 723, 732), véneto
rọǷa; no se halla en el retorromano de los Grisones (Fs.
Jud, 581), pero sí en el del Tirol (Gardena
roia) y del Friul (
roje) y penetra en la toponimia de Baviera, mientras que hacia el Sur sólo hallamos aisladamente Metauro
rogȇll «argine» (
BhZRPh. XI, 76); finalmente el vocablo es bien vivaz en Cerdeña y ya antiguo (Condaghe de Bonárcado): campid.
roja,
arroja «lurzina d’acqua», «strozza», Fonni
arroja,
arroju «sito basso ed acquoso», Desulo
arroa «burrone acquoso» (Wagner,
VRom. V, 152). Como nota Wagner, las formas sardas postulan un étimo con
O y no con
Ŭ o
U, como en Plinio, y en efecto el leon. occid.
arruoyo, 1246 (M. P.,
Oríg. 127), indica que existía una variante con
֊ breve. Bertoldi,
ARom. XV, 400-410, sentó la hipótesis de que la forma originaria del vocablo empezaba por
R- y que la sílaba
AR- se deba a la tendencia ibero-vasca a evitar la
R- inicial, que hoy vemos aplicada en Gascuña y en el País Vasco
4.