ANGUILA, antiguamente anguilla, procede del lat. ANGUզLLA íd.; en su forma actual el vocablo parece ser de origen catalán.

1.ª doc.: Berceo1.

La forma regular anguilla es de uso general hasta el S. XVII (todavía Quevedo y Orden. de Granada, 1672; Enguilla en Lope, BRAE XXXIII, 132) sigue usándose en Nuevo Méjico, América Central, Santo Domingo, Puerto Rico, Venezuela y Chile2, y está ya documentada inequívocamente en la 1.ª Crón. Gral. y en J. Ruiz (1105b) por la forma ultracorregida anguiella y comprobada por varias rimas de los SS. XIV-XVI (así ya en J. Ruiz). Para detalles, vid. Cuervo, Bull. Hisp. IX, 283ss. (= Disq. Filol., II, 138-43); Cej. VI, § 26. La forma anguila no está bien documentada como castellana hasta la 2.ª mitad del S. XVI, y como sus ejs. más antiguos aparecen en un texto del S. XV copiado por un catalán, y en el aragonés fronterizo Palmireno, es lógica la deducción de Cuervo de que se propagó desde el dominio lingüístico catalán. Alonso y Rosenblat, BDHA I, 234-5, argumentan en contra que no es fácil advinar por qué razones Asturias3 o Cataluña iban a imponer el nombre de un pez de río a las gentes del interior. No conocemos bien las condiciones económicas que pudieron determinar esta propagación4, pero el hecho es que no debe aislarse el caso de anguila del conjunto fonético de que forma parte. En el tratamiento de LL la Romania se escinde en dos grupos dialectales antiquísimos; tras vocal breve la geminada se conservaba en todas partes, pero cuando precedía vocal larga en latín, coexistieron dos tendencias: unos conservaban la geminada y otros reducían a L simple para restablecer el equilibrio silábico; la lengua clásica optó por la reducción sólo ante I ( mīlia, vīlicus, stēlio, vid. Niedermann, Phonét. Hist. Lat.) y por la geminada en los demás casos, pero en romance las dos tendencias se repartieron geográficamente. El portugués, el castellano, el sardo, el italiano y el rumano (lenguas del Sur) conservan la geminada (rum. steaŭă = STLLA, oală = ĶLLA, y no -r-; it. anguilla, argilla, mille, villa, stella, olla; sardo ambidda, arghidda, ismiddare, bidda, isteddu; cast. (ant.) anguilla, arzilla, mill5, villa, estrella, olla; port. anguila6, argila, mil, vila, estrela, ola), mientras que los romances septentrionales presentan sistemáticamente formas que corresponden a la consonante simple (cat. anguila, argila, mil, vila, estela, ola7; gasc. anguila, arguila, mil o mila, bila, estela, oula8; fr. étoile; engand. staila9). Nótese bien que las palabras citadas son todas las que tienen LL tras vocal larga en latín. De esta reducción hay ya varios testimonios en latín vulgar, sea en la transcripción griega de los papiros, más libre de preocupaciones normativas que los textos latinos10, sea en ciertos manuscritos de los clásicos; pero algunos filólogos latinistas, ignorantes de este fenómeno de temprana dialectología romance, se han obstinado en considerarlos variantes léxicas de un vocablo determinado en lugar de manifestaciones esporádicas de un fenómeno de conjunto. Así anguila se halla en todos los manuscritos palatinos del Pseudolus de Plauto, 747, en un manuscrito de Marcial (Lindsay, ALLG VIII, 442), y en otros citados por el ThLL, a los que añado uno de San Isidoro (Etym. XII, vi, 41), y CGL III 355.29 y 52. Pero esto de ninguna manera significa que anguila fuese forma originaria, ni siquiera que la usaran estos autores (sólo unos escribas anónimos, mucho más tardíos), mucho menos que sea la forma más antigua, como llega a suponer Lindsay11. Por el contrario, siendo un hecho reconocido unánimemente que anguīlla deriva de anguis ‘culebra’, no se le ve otra explicación razonable que la de admitir que es un diminutivo en -la ( *anguīn(o)la > anguilla) de anguīnus ‘parecido a una culebra’, adjetivo frecuente desde Catón y Varrón: entonces claro está que la -ll- ha de ser originaria. Michelena (BSVAP X, 381) observa que el vasco aingira supone una base lat. ANGUզLA (comp. balea BALLENA); desde luego, pero el vasco es continuación geográfica del bearnés, donde es ya normal la reducción de LL a L tras vocal larga, desde la época latina, así que el vasco no es testigo útil para el substrato latino-vulgar del castellano, en este caso. Del romance o del latín parece tomado el árabe ankalîs [< *ankilas ANGUILLAS] ‘anguila’ con el cual se deberá seguramente identificar ngrys [o sea anqarîs] que figura como nombre de pez de mar en el Idrisí; pero no parece que se tomara del mozárabe (Simonet no lo recoge), pues sólo lo registran dos léxicos de voces empleadas en Siria (y Humbert, que por lo general refleja el habla magrebí, pero que ahí debe de copiar a uno de aquellos: Dozy II, 182b, 183a), no está en Beaussier y PAlc. R. Martí y Lerchundi traducen anguila por palabras muy diferentes ( silɅâba, etc.); hay variantes Ȑ[a]nk[a]liz o Ȑ[a]nk[a]-lîs en Egipto (Bocthor) y en el Idrisí y se cita Ȑukls ‘anguila grande’ en Antioquía (Dozy, I, 42a).

DERIV.

Anguilazo. Anguilero. Anguilo; ast. anguilu ‘anguila’ (V).

Angula ‘cría de la anguila’ (ya Acad. 1884): alteración de anguila inexplicada hasta ahora. Las angulas se pescan en la ría de Bilbao y de allí este sabroso pescado se exporta a toda España: el carácter bilbaíno del vocablo está atestiguado por Mugica, Dial. Cast. 56, y por Arriaga, Revoladas de un Chimbo (larga descripción en el vocabulario); también Unamuno, y Blasco Ibáñez en su novela bilbaína El Intruso, hablan de los anguleros del Nervión (DHist.); se trata evidentemente del vasco angula (vizc, guip.: Azkue) alteración del lat. ANGUզLLA12.

El lat. anguilla es derivado de anguis ‘culebra’, voz del mismo origen indoeuropeo que el gr. ƽưις íd.; de éste vienen los derivados cultos ofidio (propiamente diminutivo de dicha voz griega) y ofita, y los compuestos ofiómaco (con μάχεσȎαι ‘pelear’) y ofiuco, de ƺưιοǢχος, compuesto con ƒχειν ‘asir’.

1 Una sola vez en S. Mill. 145, pasaje donde se lee anguila fuera de la rima, y donde no existe edición fidedigna.―

2 Ejs. chilenos en Draghi, Cancionero Cuyano, 361, 365.―

3 Cuervo no habla de Asturias y no veo razón alguna para creer que allí fuese autóctona anguila.―

4 No se olvide que la anguila abunda sobre todo junto a la desembocadura de los ríos, cerca del mar, en el cual la anguila hace su cría. En Cataluña la anguila del bajo Llobregat se difunde desde Barcelona. Las Bocas del Ebro, del Turia, del Júcar y del Segura son seguramente los lugares de España donde más abunda este pescado. No hay duda de que las anguilas que comió Palmireno en su Alcañiz eran de Tortosa. Desde Aragón, la Mancha y Murcia el vocablo se extendería a Madrid, que lo impondría al resto del territorio. Madoz no cita ningún nombre de lugar castellano derivado de anguila o anguilla. Los tres únicos que me proporciona mi abundante colección toponímica se hallan uno en la desembocadura del Llobregat (Ca l’Anguiler) y los otros en el bajo Júcar (Anguilera, acequias de Massalavés y de Antella). No creo que sea esto casual ni tampoco que J. Ruiz (1105a) ponga arbitrariamente en Valencia el cuartel general de las anguillas que luchan contra Don Carnal. En apoyo del origen catalán me llama la atención J. Giner hacia la enorme afición a comer anguilas que hay en la Huerta de Valencia [y en la del Bajo Llobregat] y lo poquísimo que se comen en la Mancha, Castilla, etc.; probablemente ha sido siempre así. En la parte castellana de la prov. de Valencia, en Villar del Arzobispo, se pronuncia ánguila, ultracorrección de la tendencia aragonesa a hacer llanos los esdrújulos: este fenómeno se da en cultismos y voces poco populares como ávaro y méndigo, luego anguila es ya allí palabra importada desde la Huerta. Comp. la extensión de angula desde Bilbao.―

5 La reducción a mil no tiene nada que ver con nuestro fenómeno; se debe a la imposibilidad de pronunciar una -ll final, comp. piel de piell.―

6 Es la forma que se halla en Mousinho de Quevedo (h. 1600). Hoy la forma normal en gallego es anguia y en portugués enguia, que parece representar ANGUզLA; ya vio anguías de mar y de tierra Sarm. en Galicia en 1745 (CaG. 81r). Deberá estudiarse la antigüedad de esta forma aislada, que en todo caso no puede destruir el paralelismo del conjunto. Desde luego ya aparece, por lo menos alguna vez, en fecha muy antigua, pues anguia sale una vez en las Ctgs. (368.53). No cabe pensar pues en un caso de yeísmo castellano (anguiya oído como anguía) pues este fenómeno es mucho más reciente. Quizá es alteración debida a otra causa. O acaso hay que suponer que el catalanismo anguila sea antiquísimo en alguna parte del dominio castellano, y de esta forma o de la catalana sea adaptación analógica esta variante gallego-portuguesa. Por otra parte la anguila de mar según Sarmiento se llamaba airoa o airoa de mar en la Coruña (A15r), luego también sería nombre de las de río; port. eiró (Moraes). Si anguila se propagó a lo largo de la costa atlántica desde el castellano, saliendo airoa de airola, sería natural que aquel extranjerismo fuese aportuguesado y agallegado en anguía, tanto más apoyándose el proceso de adaptación en el nombre autóctono del mismo pescado airo(l)a.―

7 Hoy se dice olla, forma latinizante o quizá de origen castellano. Pero existió ola: de aquí el nombre de lugar Ola Freita > La Freita. Para el catalán puede agregarse el cat. ant. y dial. pubil, pubila, PUPզLLUS, sin representantes en los demás romances, término jurídico hoy sustituído en parte del territorio por la forma latinizante pubill. Alguna de estas formas pudo extenderse, naturalmente, a zonas castellanas limítrofes del catalán; así hallamos arzila por arcilla en el murciano Cáscales, según el DHist.―

8 -LL- hubiera dado -r- en gascón. Este dialecto y ciertas hablas auvernesas prueban que la lengua de Oc pertenece al grupo septentrional. En la Baja Auvernia STELLA, OLLA, etc., tienen -v- = -L- y no -l- = -LL- (Dauzat, Géogr. Phon. de la B. Auv.). Los demás dialectos occitanos no distinguen entre -LL- y -L-.―

9 Para el francés y el retorrománico, que no distinguen los resultados de -LL- y -L-, sólo puede citarse como prueba el caso de STLA, donde la diptongación de la demuestra indirectamente que la geminada se había simplificado. Pero no hay duda que tras զ ocurriría lo mismo. Algo semejante ocurre en rumano, aunque en otros términos.―

10 ∑τƓλας se halla en papiros egipcios de los SS. VI-VII: Pirson, KJRPh. VII, i, 69.―

11 Compara con camellus de camēlus κάμƓλος. Pero no hay paridad, ya que -ellus era sufijo mucho más frecuente que -illus en latín popular.―

12 No creo que tenga nada que ver con la forma *ANGULLA que postula como latina Skok, ZRPh. XLVI, 408, y L, 510, para explicar el serviocroato angua, anguja, búlg. jagua, angula, engula (ya eslavón gulja, jȇgulja), comp. veglioto angiola. Pero es forma sin ningún apoyo en latín ni en romance. El apellido Angulo, derivado del nombre del valle homónimo, en el Norte de Burgos, nada tendrá que ver con esto.