ALMEJA, origen desconocido.
1.ª doc.: 1423, Villena1.
El problema que presenta la correspondencia fonética entre el port. amêijoa y el cast. almeja es insoluble según los cánones normales de los dos idiomas: de ninguna manera puede corresponder una -j- castellana a una -j- portuguesa, y menos tras vocal palatal. Es probable que una de las dos formas sea tomada del idioma vecino, y siendo el portugués idioma marino desde más antiguo, es de creer que tenga razón Laguna (1555, citado por Covarr.) al decir que el cast. almeja es palabra portuguesa, del mismo modo que es de origen portugués u occidental MEJILLÓN; entonces nos explicamos mejor la forma montañesa amayuela. Se explica el préstamo del gallegoportugués al castellano entre otras razones por lo famosísimas que son en toda España las almejas del Carril (cerca de Villagarcía de Arosa, prov. Pontevedra), como recuerda J. Giner. Deberán estudiarse mejor las formas antiguas del gallegoportugués antes de averiguar la etimología de nuestro vocablo. En portugués existen las variantes ameija (popular, según Fig., ameyja ya en el Fuero de Beja, S. XIII o XIV, Inéd. de Hist. Port. V, 485), améjia [Correia, † 1561], amêgea [GavƟo, † 1557, y J. de Barros, † 1570]4, miñoto meijões ‘mejillones’ (RL XXIX, 260).
El port. amêijoa recuerda singularmente el lat. vg. AMȷGDŬLA (clás. AMYGDALA) ‘almendra’, sobre todo si tenemos en cuenta que la almeja puede bien compararse con una almendra por su forma; la terminación -oa entonces se explicaría fácilmente, pero también para esta base chocamos con un grave obstáculo fonético, pues no parece haber otros casos de -GD- > -j- en portugués5.
Junto a amêijoa está en portugués el verbo ameijoar-se ‘alojar, acampar de noche en un lugar (los rebaños, etc.)’ evidentemente derivado de MANSIĶNEM ‘descanso, parada’. Podría pensarse en un derivado de este verbo, sea en el sentido de ‘criadero de moluscos’ o en el de ‘casa del molusco, concha’, pero ambos supuestos son muy audaces desde el punto de vista semántico, y no explican las formas norteñas amayuela y amasuela6.
Lo único prudente por ahora, en conclusión, teniendo en cuenta que la -l- de almeja es evidentemente secundaria7, como la de ALMENDRA, ALMENA, será decir que el port. amêijoa y el montañ. amayuela parecen reflejar una base *AMÉIŬA, *AMEI֚LA, de origen desconocido8.
DERIV.
Almejar ‘criadero de almejas’.
1 Arte Cisoria, ed. F. B. Navarro, pp. 32, 76.― ↩
2 Ya en el P. Sarmiento, 1745, que escribe ameija (BRAE XVII, 589; CaG. 83v: «son como cajitas largas: su caldo parece de carne»). En su tiempo era raro en cast., donde él lo cree sólo empleado por Góngora o propio de Asturias, en donde vivió en 1720-25: almeixa 167r. Para nombrar las «ameixas» decían en Viveiro (NE.) ameixolas (CaG. 220v).― ↩
3 Sólo hallo esta forma en Figueiredo. Convendría documentarla mejor, puesto que Gonçalves Viana, con su silencio, parece negar que exista o por lo menos que sea antigua.― ↩
4 Comp. Ameijoafa pueblo en el concelho de Santiago de Cacem, Almeijoafra en el de Odemira. El caso de amêijoa no es comparable con el de mélroa en lugar de melra, melro (ya mérloa en los Padres de Mérida, h. 1400: RL XXVII, 51), pues ésta es forma que puede explicarse con facilidad como sacada secundariamente de melro (o como debida al cruce de melra con *méroa MERU(L)A).― ↩
5 Es verdad que se trata de un grupo raro, y que algo de esto hay en lengua de Oc. Pero en este idioma es necesario que la G esté palatalizada (luego se trata de -GID- y no de -GD-), y además esto responde a las tendencias generales de la fonética occitana (que tiene -CT- > -ch-), pero no a las de la portuguesa. Habría que admitir que en la etapa *améଖdola se perdió la -d- por disimilación de dentales ante la -l-, y siempre nos quedaría amayuela, que deberíamos explicar como cambio de sufijo.― ↩
6 Recordaré por fin que Dozy, Gloss., 162-163, había pensado en un derivado del ár. maǤǤ ‘escupir’ atendiendo a que la carne de la almeja separada de su concha puede compararse a una flema, comp. magr. bazâqa ‘caracol’ que propiamente tiene el mismo sentido. La vocal postónica interna del portugués se opone a esta etimología, que Dozy retiró ya en sus anotaciones marginales.― ↩
7 Francisco Díaz, en 1588, emplea todavía ameja como castellano.― ↩
8 Si partiéramos de la comparación entre el port. ameija, gall. ameixa, y astur. amasuela (-assuela = almeixa Sarm. CaG. 167r), marroq. mešéla (cf. además un gall. meisán que a Sarm. CaG. 84, le describían como una especie de longueirón, marisco como cabo de cuchillo con dos tapas), llegaríamos a una base AMASIA, AMASIOLA, AMASIELLA, comp. port. beijo, queijo, gall. beixo, queixo, cast. beso, queso BASIUM, CASEUM, y mozár. keréš, Ƈerášia (Simonet 160) junto a cereija, cereixa, cereza, mozár. karkáȳša junto a carqueija, carqueixa, carquesa (RFE VI, 83-84, y Asín, Glos., 227). AMASIA es ‘amante, concubina’, palabra muy frecuente desde Plauto hasta el bajo latín (Du C.; CGL; Castro, Glos.), y conservada como cultismo por el portugués. La comparación de la AMASIA con una almeja aferrada inseparablemente a las rocas es atrevida, pero no inconcebible. Entonces las variantes portuguesas amêijoa, améjia (-ea), serían un caso más de agregación tardía de los sufijos átonos romances -ULA, -INA, -ANA, como los estudiados por M. P., Oríg., 338, 340-1, o se debería a influjo de amêixea, amêixoa ‘ciruela’ (almexa en judeoespañol, para los cuales V. DAMASCO). Apoya esta idea el que los únicos ejs. medievales tengan la forma ameija o almeja. Entonces el montañ. amayuela tendría que ser una falsa adaptación de una forma occidental con -j- o -x- según el modelo de fojo-hoyo, pojar-poyo, desejar-dese(y)ar, gall. y ast. fuxir-montañ. juir, etc. No tiene relación con almeja la voz meya ‘centolla, especie de cangrejo’ [1624, Huerta, según Terreros; Acad. ya 1817], tomado del lat. maia íd. (variante maea). ↩