DAMASCO, ‘cierta clase de tela’, ‘especie de albaricoque’, del nombre de la ciudad de Damasco, gran centro de intercambio comercial entre el Occidente y el Oriente, de donde se importaron estos productos.
1.ª doc.: adamasco, 1439-40, Rodr. de la Cámara: DHist.; damasco, Nebr.
DERIV.
Damascado o adamascado [1604, Palet; 1605, DHist.]. Damascena [Aut.], o amacena [1624-6, Jer. de Alcalá; Lope], o almacena (Fuentidueña, Agric.), o ciruela amacena [1626, Céspedes y Meneses: DHist.]1, ‘clase de ciruela’ o ‘ciruela en general’, del lat. PRUNA DAMASCୱNA ‘ciruelas de Damasco’; del mismo origen, pero con la acentuación DAMÁSCENA (debida a la latinización tardía de la acentuación griega ƌαμασκƓνóς en fecha en que ya se había olvidado la relación latina entre cantidad vocálica y acentuación), procede el port. ameixa ‘ciruela’, donde la D- (como en amacena) se eliminó por confusión con la preposición de; así lo prueba la forma leonesa méixena, méijena, méijana (Krüger, El Diál. De S. Ciprián, pp. 32-33, 64), que todavía conserva la -N- intervocálica; portuguesismo es el judeoespañol almexa ‘ciruela’, almixada ‘mermelada’ (RFE XVII, 146n.); la etimología MYXA, que se ha venido repitiendo, es errónea; para otros representantes romances de esta misma denominación de la ciruela y para bibliografía, vid. FEW III, 8b, y aquí s. v. ALMEJA; comp. damasquillo «petites prunes de Damas» en Oudin (1607), hoy ‘albaricoque’ en Andalucía (Acad.). Damasquino [princ. S. XVII: Jac. Polo, Espinel; tomadas del cat. son las formas damasquí en invent. arag. de 1444, l. c., y damasquín en el Canc. de Baena, vid. Schmid]; damasquina, damasquinar [1705, Sobrino (Gili)], damasquinado. Damasina [ya Acad. 1843], derivado del fr. Damas ‘Damasco’.
1 Vco. b. nav., sul. damasin, b. nav., lab. damasaran (< damas(a)an, etim. pop. aran ‘ciruela’). ↩