COMER, del lat. COMĔDĔRE íd., derivado de ĔDĔRE íd.

1.ª doc.: Cid.

Cuervo, Dicc. II, 213-7; Cej. IV, § 32. Sólo conservado en cast. y port. comer; reemplazado por MANDȢCARE en los demás romances, aun el catalán1. No es probable que COMEDERE diera comer por regular evolución fonética (habría dado *conder); seguramente fué reemplazado en latín vulgar por una variante *COMRE deducida analógicamente de las formas irregulares COMES, COMESSEM, y de COMESSE, COMEST, COMESTIS, que pasarían a *COMRE, *COMET, *COMETIS al mismo tiempo que POTRE, POTET, POTTIS, reemplazaban a POSSE, POTEST, POTESTIS. En castellano el futuro y condicional fué combré, combría, hasta hacia 1400 (combrás: Rim. de Palacio, ed. Janer, 1426). Para huellas hispánicas del antiguo participio comestus, vid. COMISTRAJO.

DERIV.

Comer m. ‘comida’ [Cid, Apol., J. Ruiz, Crón. de 1344: vid. M. P., Inf. de Lara, glos.] Comedor ‘el que come’ [1251, Calila 44.808; Nebr.], ‘lugar donde se come’ [1604, Palet; Covarr.; según Aut. se usaba en Andalucía y otras partes, cf. el arag. Siesso lo da como propio de las aldeas, hoy es de uso general]; Aut. le prefiere comedero. Comedero adj. [Nebr.]. Comedón «grano sebáceo con un puntito negro» [Acad., falta, aún 1899], comp. port. comedão ‘variedad de acné con un puntito negro en el centro’, término médico tomado del lat. comĕdo, -ōnis, ‘el que come o disipa’. Port. comezinho ‘comestible’, ‘fácil de entender, sencillo’, ‘doméstico, casero’ («copistas servís do que escrevem franceses sobre comesinhas coisas nossas», Silveira RL XVI, 151). Gall. part. comesto (figur.) ‘apurado, destruido, cargado’ (pontev., a terra está comesta, comestísima ‘cargada de tributos’, Sarm. CaG. 121r). Comezón ‘picazón’ [Glos. de Palacio y Toledo; Nebr.: con z sonora por analogía de los demás abstractos, en -zón], comp. ast. comiciu íd. (Rato), comezón ‘todo género de sabandijas’ (V), gall. comichón íd. (por cambio de sufijo comichura, comechura ‘piojera’, ‘desazón’), port. comichão, del lat. COMESTIO, -ĶNIS, ‘acción de comer’ (Isidoro, Etym., XX, i, 21; comp. G. de Diego, Homen. a M. P. III, 17). Comestible [ej. de Jovellanos, † 1811, en Pagés], tomado del lat. tardío comestibilis íd.; también se ha dicho comible. Comiscar o comichear. Comida [APal. 137b], antes comer m. (véase); comidilla; comido; comiente. Comilón [J. del Encina, ed. 1496, fº III c; Nebr.], parece ser el lat. COMEDO, -ĶNIS, quizá primero asimilado en *comenón > comelón2; de aquí comilona, deformado popularmente en comilitona por interpretación popular del cultismo comilitón, vid. MILITAR. Concomerse, concomimiento; concomio fam. [Quevedo; concomo en Moreto]; reconcomerse; reconcomio (especialmente usado en Murcia y Andalucía oriental; reconcomia, reconcomioso en A. Venceslada), vid. CONDUMIO. Sentido muy semejante al de reconcomio tiene regomeyo [Acad. 1936] o regomello [1920, Sevilla, Vocab. Murciano, «disgusto que no se manifiesta; cortedad, reconcomio»]3, y así es probable que derive también de comer; ha de ser mozarabismo de todos modos, puesto que ni -ello ni -eyo son terminaciones castellanas (cast. -illo, -eo), y estando así seguros de que por lo menos existía en el S. XIII, no debemos considerar demasiado audaz el suponer un étimo lat. *RECOMEDIUM, derivado de COMEDERE (comp. cat. regonèixer ‘reconocer’, ribag. regodir ‘recudir’, etc.)4; afín a reconcomio y regomello parece ser un vasco gorromio recogido solamente por Pouvreau (lab., S. XVII). Escomerse [1497, N. Recopil.]; escomiciáse íd., ast. (V). Inedia, del lat. ĭnĕdĭa íd., derivado de ĕdĕre ‘comer’. Obeso [Aut.], tomado de obēsus íd., participio de obĕdĕre ‘roer’, ‘comer’, propiamente ‘el que ha comido mucho’; obesidad. Estiómeno [Aut.] ‘corrosión de una parte carnosa del cuerpo’, tomado del gr. ƆσȎιóμενος participio pasivo de ƆσȎίειν ‘comer’, emparentado con el lat. edere; estiomenado [1732].

1 Menjar es autóctono en este idioma y no galicismo, como supone M-L., comp. el presente antiguo manuga (Lulio, etc.); la forma moderna procede, por regular evolución fonética, de la variante vulgar MANDէCARE.―

2 Esta forma se emplea hoy en Méjico, Ecuador y otros puntos de América, vid. Wagner, RFE X, 76. También port. comilão, pero gall. comellón Castelao 212.8f., 214.12. La i puede explicarse por influjo de comida. Ha dado lugar a formaciones analógicas, especialmente el general dormilón (véase), port. tecelão. En América, el cub. mamalon ‘el que vive de gorra’ (Pichardo), mej., venez., colomb., per. (j)uilón ‘que huye, cobarde’ (Malaret, Supl.; BDHA IV, 296), mej. y venez. correlón íd., mej. mordelón ‘el que se dedica a la mordida o cohecho; funcionario venal’, mej. metelón ‘entremetido’, etc. Véase la lista de formaciones en -lón coleccionada eruditamente por M. L. Wagner, ZRPh. LXIV, 341. Se adhiere a Cuervo (Ap., § 899) y M. P. (Bausteine Mussafia, 399), que partían de adulón, rebelón [?], alquilón, trapalón; en lo cual no creo, porque además de que en ésos el sufijo es -ón y no -lón, comilón [S. XV, lat. COMEDONEM] es mucho más antiguo que todos estos derivados recientes.―

3 Acad. ya 1925, como murc. «disgusto que no se revela al exterior»; G. Soriano «empacho, cortedad» (usado en Murcia, Orihuela y Villena); Lemus, Vocab. Panocho; A. Venceslada dice que se emplea en toda Andalucía, y agrega regomellar ‘refunfuñar’ y ‘tener regomello’. En efecto lo he oído en Bédar (Almería) en un sentido como ‘recelo, resentimiento’. Val. regomello «miedo; recelo o aprensión que uno tiene de que le suceda una cosa contraria a lo que deseaba; recelo o sospecha que incita o mueve interiormente» (Escrig), «ja te l’han pegá, sense fer escrúpol ni tindre regomello de res» en el alcoyano Martí Gadea (Tèrra del I, 317; I, 321). La forma valenciana, aunque seguramente tomada del murc.-arag. (¿o del mozárabe?), tiene importancia porque en Valencia no hay yeísmo; sin embargo, no prueba mucho en cuanto la forma del étimo, pues era natural la asimilación a -ELLUM (en mozarabismos como tomello, cuquello, Campello, BDC XXIV, 21n.); para casos de lleísmo en esta zona, vid. NRFH VII, 84.―

4 No convence la relación con el arag. bomegar ‘vomitar’ ni con gomia ‘voraz’, que propone Spitzer, Lexik. a. d. Kat. 159.