TÁBANO, del lat. TABANUS íd., la cantidad de cuya vocal penúltima se ignora, aunque otras formas romances suponen TABଵNUS; la acentuación tábano reaparece en el cat. tàvec (o tave) íd. y en el oc. y frprov. tauna ‘avispa’, que difícilmente podrían explicarse en calidad de alteraciones o de palabras independientes, y como TABANUS parece ser palabra tomada en préstamo por el latín a un idioma no indoeuropeo, es probable que tábano sea variante antigua, como otras que presenta esta palabra en romance.
1.ª doc.: ¿Alex.?; J. Ruiz; glos. del Escorial, de Toledo y de Palacio.
Por otra parte, tampoco hay testimonios inequívocos de una acentuación tabáno, pues ni siquiera el pasaje del Alex. es bien concluyente en este sentido, estando sólo en el ms. aragonés: sabido es en efecto que este dialecto hace vulgarmente paroxítonas todas las palabras esdrújulas (arbóles, pajáros, rabános, etc.), y aunque ignoramos qué antigüedad tiene este fenómeno, no tenemos derecho a negar que ya se produjera en el S. XV, cuando se escribió el ms. P: no puede descartarse, pues, la posibilidad de que estemos ante una interpolación de este escriba. Conozco otro testimonio en verso, «Vamonos que nos pican los tabanos» en poesía de Góngora de 1625 (ed. Foulché II, 405, dos veces), pero se trata de un verso suelto cuyo ritmo no queda claro1. Por lo demás los gramáticos que han reunido testimonios de poetas acerca de acentuaciones dudosas (Cuervo, Ap.; Robles Dégano, Ortología) callan acerca de nuestro vocablo, lo que parece indicar que no los hay de una acentuación tabáno. En conclusión no tenemos seguridad plena de que tábano sea acentuación muy antigua, pero tampoco tenemos razón alguna para ponerlo en duda2.
En gall.-port. no parece haber otra acentuación que la aguda tavão sobre el diptongo; así está ya claramente en una cantiga de escarnio del portugués Afonso Meéndez de Beesteiros, que parece algo tardía (h. 1300, o algo más tarde): «sol que viu os genetes, come boi que fer tavão / sacudiuse e revolveu-se, alçou rab’ e foi sa via a Portugal» (quizá se refiera a la batalla del Salado); rima ahí con certão y livão ‘liviano’ (R. Lapa, CEsc. 60.3). El plural es tavões (atabões ya en Mendes Pinto, h. 1540, Moraes), plural que puede ser analógico o ser antiguo (< TABONEM = fr. taon) ―no me incumbe a mí decidirlo―, pero aun si es antiguo, está más cerca de TABÁNOS que de TÁBANOS. El gall. tabau, plural tabáus (VKR XI, 125; Vall.; «tabáos: especie de moscas de bestias, que las pican y sacan sangre» Sarm. CaG. 114v), corresponde decididamente a TABÁNUS (comp. mau o mao MANUS).
Pero la acentuación primitivamente esdrújula reaparece en catalán, aunque no con carácter unánime: en el Reino de Valencia se dice comúnmente tave, plural tàvens3, en la Cataluña oriental tàvec4 (o, localmente, tàvet), desde Tarragona, por lo menos, hasta el extremo Norte, incluyendo Cerdaña, Berguedá, Ripollés, Garrotxa, Alto Vallespir y casi todo el Ampurdán (datos que saco en parte del inédito Atlas pirenaico de Guiter, mapa 52); pero tavà, tavans, y formas análogas, parecen extenderse, además del extremo NE. del Ampurdán, a casi toda la Cataluña francesa y la mayor parte de la provincia de Lérida, desde la punta Oeste de Cerdaña y desde Andorra, pues he oído tavà(ns) en Vall Ferrera, Valle de Boí y en las inmediaciones de Lérida (la variante taval del Rosellón se deberá a influjo del langued. mousco de tchaval CABALLUS; tavàcs en la zona Rosas-Agullana, tavancs en la Costa Vermella, tavauts, -aucs, en Cardós); Griera (BDC I, 29) anotó tཙ༠ák en Ibiza; al tábano parece referirse la forma mallorquina tabach citada por Ag. de un texto de 1411, pero desgraciadamente no podemos dar mucho crédito a este dato5. Los dos testimonios antiguos que conozco, ambos del S. XV, presentan sin lugar a duda la acentuación tavà, postulada claramente por el plural tavants en el ej. de los Eximplis, citado por Ag., y no menos segura en Jaume Roig: (las mujeres) «son alimanyes, / serp tortuosa / ... / aranya ab tela, / tavà, mustela, / vespa, alacrà» (v. 7706)6.
En occitano ant. y mod. no conozco otra acentuación que tavàn, que se extiende hasta el aranés bajo y central (tawá?; tabák en la parte alta del valle). Lo mismo en Italia, donde se reparten el territorio tafáno y taváno, aquél en el Norte y el Centro, éste en el Sur7. Fuera de España predominan, pues, las formas en -ÁNUS, pero ¿ha sido siempre así? En todo el territorio francoprovenzal de Francia y de Italia (aunque no hoy en Suiza, según el ALF), y también en una zona languedociana y delfinesa (extremo N. del Gard, Ardèche, Drôme, y puntos de Haute-Loire y Hautes-Alpes), se encuentra un tipo femenino tàuno, tàuna, tóna, como nombre de la avispa, del abejorro y sobre todo del avispón8. Ahora bien, Horning (ZRPh. XIV, 223) tenía al menos todas las apariencias de razón al sostener que estas formas sólo podían representar un *TÁBANA hermano del cast. tábano y el cat. tàve(c); desde luego esta posibilidad es evidente en cuanto a las hablas occitanas, algo menos por lo que hace al francoprovenzal donde no puedo asegurar si es normal la vocalización de B implosiva en ?9: debiera ilustrarnos acerca de este punto un especialista del francoprovenzal10. Sea como quiera es demasiado simplista la actitud de M-L. (Das Katal., 109n.; REW 8601b) al afirmar que toda relación entre este vocablo del SE. de Francia y el cast.-cat. es imposible a causa del género y de la acentuación: esta última afirmación es gratuita, y en cuanto al género... ¿Hará falta recordar que el femenino se emplea para variaciones semánticas y aumentativas? Todos recordamos casos como caracola ‘caracol grande’ o llagost ‘langosta pequeña’, y oposiciones de otra índole como bicho y bicha, cat. cuc ‘gusano’ y cuca ‘bicho, sabandija’. Tampoco es decisivo el argumento de que en Lión, y en puntos de Saboya y de los Alpes valdenses se oponen tona (tauna) ‘avispa’ y taon o tavan ‘abejorro’: ya he dicho en nota que los dialectantes confunden por lo común ambos conceptos, de suerte que la determinación semántica exacta es contradictoria y puede depender en parte de una entrada posterior del vocablo en el dialecto (taon parece intruso francés, tavan podría ser provenzalismo), en parte de otras razones. M-L. supone una base ignota *TAUNA, a lo cual no estoy seguro de que debamos oponernos, y más cuando la califica de prerromana; pero en cuanto da a entender que este vocablo nada tiene en común con el lat. TABANUS, ahí sí es preciso protestar. ¿Quién creerá que esta coincidencia es casual? Sobre todo cuando TABANUS es palabra con tantas variantes antiguas e inexplicables: quizá el rum. tăun, el port. tavões y el bereb. taggunt11, en todo caso el fr. taon, postulan TABĶNEM, que en efecto está ya documentado en un escritor merovingio; el it. centr. y sept. tafàno supone un itálico *TAFANUS, que desde Ascoli (AGI X, 6, 8) se ha venido citando como el ej. clásico de estas variantes dialectales con F = lat. B.
El hecho importante de que debemos partir es que TABANUS es palabra completamente aislada en las lenguas indoeuropeas: Schuchardt (l. c.) estudia la posibilidad de que sea préstamo tomado de un colectivo árabe en -ân, puesto que debbán(a), dubbîn(a), ȓabûr(a), zenbór, zunbûr, son nombres del tábano y de la avispa en el árabe hispánico y marroquí: el último se encuentra desde el S. XIII (R. Martí) y ȓabûr(a) desde el XI (glos. de Leyden), se emplea en Siria y Egipto y está ya en las Mil y Una Noches. A mí me parece que más que del árabe podría ser préstamo del púnico o del camítico al latín (tal vez sea autóctono el bereb. eddebban, eddebab, que Schuchardt cree arabismo). En cuanto a Ernout-M., dan a entender que tabanus es préstamo del etrusco, donde aparecen como nombres propios formas correspondientes a TABANUS y a TABONEM (taưane, taưunias), lo cual encontraría un buen apoyo en el hecho de que el it. tafano pertenece sobre todo al Centro de Italia, y es ajeno al Sur (descartando así un osquismo). Sea de ello lo que quiera, lo cierto es que TABANUS no es palabra heredada del indoeuropeo, y por lo tanto podemos esperar en romance toda suerte de variantes no explicables por el latín: así el it. tafano, así el fr. taon, así el prov. y frprov. tauna, y ¿por qué no también el cast. tábano y el cat. tàve(c)?
Ni siquiera nos consta la cantidad de la penúltima de TABANUS en latín clásico, puesto que el vocablo sólo se encuentra en prosa (Varrón, Plinio, Servio, S. Isidoro), y si los diccionarios suelen asignarle larga lo hacen sin razones valederas; desde luego sería más fácil que un extranjerismo TABହNUS se hubiese adaptado parcialmente al sufijo latino -ଵNUS (de donde it. tavàno, -f-, oc. tavàn) que el cambio opuesto. Sobre todo difícilmente podrá admitirse la tesis de M-L. de que el cast. tábano sea un latinismo mal acentuado, como fárrago, cólega, imbécil y otros vocablos que siempre han sido patrimonio de los cultos: aunque nada podremos asegurar en definitiva mientras no tengamos el Atlas Ling. de España y conozcamos el área de tábano, tabáno (?) y tabarro, ya desde ahora hemos de protestar contra el igualar a fárrago un vocablo empleado por J. Ruiz y demás medievales. ¿Es verosímil que una idea patrimonial de pastores y ganaderos sufriera una deformación arbitraria procedente de esferas cultas? No por cierto. ¿Y el cat. tàve(c)? Según M-L. sería préstamo castellano, con lo cual lo inverosímil raya ya en imposible: ¡este préstamo tardío, procedente más bien de falsos cultistas que de gente verdaderamente culta, se habría adaptado maravillosamente a las normas de la fonética histórica y dialectal!12. Cuando tan pocas palabras hay del tipo de rave = rábano, orgue = órgano, orfe = huérfano, el pueblo habría acertado a hacer la adaptación perfectamente. Esto es increíble, y con razón protestó ya Schuchardt del poco cuidado que M-L. prestaba a las formas hispánicas, que tanto intrigaron a Diez13. A lo sumo se habría podido sugerir que la acentuación de tábano se adaptó en cast. a la de zángano; sin embargo, esta palabra no parece ser muy antigua, y como es ajena al catalán, la idea tampoco es aceptable.
DERIV.
Tabanera. Atabanado. Tabarro14 [«tavarro, especie de abispa: crabro» Nebr., quien vuelve a emplearlo s. v. señero; y ya en el ms. T de J. Ruiz, de fin S. XIV, V. arriba; también está en Juan de Pineda y en Lope, vid. Rdz. Marín, 2500 Voces; Terr. lo trae como variante de tábano, y así se emplea hoy en Ávila, Salam.: Cespedosa (Sz. Sevilla, RFE XV, 157, 275), y Málaga (RH XLIX 601)]: es posible que sea variante muy antigua de TABANUS, pues Mistral da un langued. tabar, Menton tabardan, Haute-Loire talabar (Rolland)15 «taon», tavardoun es ‘avispón’ en los Alpes Marítimos, tarubou en el Var (ALF), y es sabido que los sufijos en -URRA y -ARRA son de substrato etrusco y no solamente ibérico16; según G. de Diego sería debido a cruce con GABARRO, que no creo ayudara mucho hallándose gabarro en este sentido sólo en dialectos castellanos, y teniendo en cuenta la difusión de tabar ‘tábano’ y sus variantes en las hablas occitanas. Tabarra ‘lata’ [Acad. S. XIX]; tabarrera ‘ruido, estruendo’ [S. XVIII, Fz. y Ávila, BhZRPh. LXXII, 227], ‘manía, locura, extravagancia’ (Terr.), en Málaga: ‘disgusto, irritación’ ‘cosa muy molesta’ (RH XLIX, 601); tabarrón domin. ‘el que hace alarde de valentía’ (Brito). Es difícil trazar los límites entre los derivados de tábano y los de TABARDO y de TABACO (nota 7, s. v.), artículos que deberán consultarse. Del it. tafano deriva probablemente el italianismo cast. tafanario ‘trasero’, para el cual V. ANTÍFONA.
1 ¿Hay que acentuar vámonos o vamonós? En el verso siguiente «vámonos donde moriré» parece que se acentúa la a. Habla ahí un pastor, pero escribe Góngora, y ambas cosas restarían valor al testimonio aun si fuese clara la acentuación tabáno, pues lo mismo podría tratarse de una acentuación rústica ridiculizada por el poeta que de una acentuación latinizante y artificial del autor culterano.― ↩
2 PAlc. da una forma mozárabe tabána, pero el árabe granadino adelantaba el acento en los vocablos en -an, -ana, luego esta forma no vale como testimonio de un cast. ant. tabáno. Ya Schuchardt observó que a base de un -ଵNUS antiguo esperaríamos -ína con imela en PAlc.― ↩
3 Escrig. Sanelo da las dos formas; ambos escriben con -b-. Sabido es que en la capital valenciana v = b; de Carlet, donde ocurre lo mismo, me dan tàvens.― ↩
4 Así en la región de Barcelona; Montoliu lo anota en Tarragona (BDC VI, 50), Amades en Rupit (BDC XIX, 208).― ↩
5 Parece tratarse de un extracto moderno de este doc., pues está en castellano, e ignoramos si es extracto fiel. De todos modos no sabemos si hay que acentuar tabàch o tàbach. Es estrafalaria la definición «animal dañino que había devorado [!] los ganados de la isla»; sea como quiera esto sugiere que hoy no es usual en Mallorca (falta en Amengual).― ↩
6 Tavec en el Concili de Lulio (v. 668) no es TABANUS, sino que a juzgar por el contexto es lo mismo que el oc. tavec «insulsus» (dos ejs. en Levy). Verdad es que no es bien seguro que en el fondo de esto no esté el lat. TABANUS, comp. Queyras «tavan: nigaud, niais» (Chabrand); pero se tratará de un cruce de tavan con bavec ‘babieca’.― ↩
7 AIS 478. Sólo un táfano en Verona, del que no podemos hacer mucho caso dado su aislamiento. Pero comp. el veron. tava estudiado por Salvioni según el REW.― ↩
8 En el mapa frelon del ALF es donde presenta extensión mayor; no tanta en bourdon. En las Terres-Froides ‘avispa’ se dice gépsཙ o bien tྻna, pero éste designa más bien una «grosse guêpe noire» (Devaux). En Vaud (Ain) también coexisten vwépi y tྻna con los sentidos de ‘avispa’, ‘abejorro’ y ‘avispón’, aunque éste se reserva más especialmente para ‘avispa’ y aquél para ‘avispón’ (Duraffour, s. v.). En Aosta, Susa y pueblos intermedios, es el abejorro, en Valsoana el avispón (AIS 462).― ↩
9 La respuesta sería negativa si tuviéramos que hacer caso de los mapas table y malade del ALF, pues casi toda la zona francoprovenzal tiene tàbla, malàdo (aunque hay algún malòdo): pero ¿hasta qué punto son autóctonas estas formas y no afrancesadas? Como representante de CLAVEM (ALF 301) encontramos klo en la mayor parte del territorio, y desde luego las formas en ú o en ó son generales en el caso de CLAVUM (ALF 304).― ↩
10 No vaya a ser que debamos partir de un *TABĶNA con traslado del acento en hiato. No veo que hayan estudiado el vocablo Duraffour ni los suizos.― ↩
11 Schuchardt, Wiener Sitzungsber. CLXXXVIII, iv, 39-40 y 77. El rum. tăun es posible que corresponda fonéticamente a TABÁNUS, con paso de *tavîn a tăun, según indicó M-L. (Dacoromania III, 643ss.). Es posible, sí, pero de todos modos nos consta que TABONEM es antiguo, y así debe persistir la duda.― ↩
12 La -t de tàvet es comparable a la de màpet = mapa, àpit < api, oit < ODIUM, etc. El paso a tàvec también es comprensible (ràvec por rave RAPHANUS en Menorca y puntos de Cataluña, ràvet en el Capcir: BDC V, 25; XIX, 197; III, 126).― ↩
13 Wb., 213. Cita la forma tavenus en unas glosas observando que ésta ya supone la acentuación en la sílaba inicial. Como observó Schuchardt, varias de las formas magrebíes y bereberes arriba citadas corresponden a una terminación -ହN- con breve. Claro que esto es oscuro. Tampoco estoy seguro del valor que podemos conceder a la forma ντάβανος ‘tábano grande’ del griego de Cefalonia (G. Meyer, Roman. Lehnworte im Neugr., 65), dada la tendencia griega a anticipar el acento en los latinisrnos con penúltima larga. Acerca de las formas romances de TABANUS son útiles las indicaciones bibliográficas de Sofer (p. 172), y los datos folklóricos y dialectales de Rolland, Faune XIII, 181.― ↩
14 En la Huerta de Valencia en general se dice tave, pero en Albal particularmente tavardo, como anoté en 1962.― ↩
15 Cita también un it. (?) tabarro de un dicc. de 1680.― ↩
16 Dudo por lo tanto que acierte Sz. Sevilla al explicar tabarro por un cruce de tábano con barro. Seres demasiado diferentes para que puedan cruzarse. Si es verdad que allí barro significa también ‘tábano’ ¿no será porque haya confusión más o menos individual entre los dos vocablos? Cierto es que barro pudo llegar a ‘tábano’ pasando por la ac. ‘tumorcillo que sale al ganado por depositar el tábano sus larvas’ (en Soria según RFE IX, 137). Convendría saber si es ac. más difundida. ↩