TROMPICAR, resulta de una alteración de tropicar (conservado en portugués) por influencia de trompazo, comp. trompezar, vulgarismo por TROPEZAR; tropicar es derivado de trópico, variante del port. trôpego o trôpigo ‘que anda con dificultad’, que a su vez es alteración del lat. hydropĭcus ‘el que sufre de hidropesía’.

1.ª doc.: princ. S. XV.

J. A. de Baena, al retar a Ferrand Manuel de Lando a una justa poética ante la Corte Real, le anuncia «avredes replique / por arte graciosa, sotil e conpuesta, / atal quel Rey alto lo tome por fiesta / e rría del baque quel uno trompique» (Canc. n.º 359, v. 20). Es forma frecuente en los clásicos: «doy a correr y trompicar por las escaleras abajo por llegar a tiempo», «las mujeres... si por mal se llevan, son malas, y si por bien, peores... corriendo trompican, y andando caen», «era de carne: a cada paso trompicaba, y muchas veces caía» G. de Alfarache (Cl. C., II, 87.24; IV, 181; VI 153.27); otros muchos en Cej. IX, 163-4. Hay una forma rara con cambio de «sufijo»: «trompillar. proculco, conculco», documentada en Nebr. y en Fr. del Rosal (1601). En portugués tropicar «tropeçar e ir cahindo» [Moraes], usual en muchas partes, entre ellas en las Azores: «tropeçar a miudo: aquele asno vae sempre a tropicar» (RL V, 224), y el Sur del Brasil (Collecção de Vocábulos usados na prov. de Rio Grande do Sul, Londres, 1856, s. v.), mientras que la forma trompicar se emplea en Tras-os-Montes («trompicão: tropeçƟo das bestas; trompicar: dar trompic?es», RL V, 107) y en el Minho (Fig.).

En castellano, la forma etimológica sin -m- sólo me es conocida en una variante con trasposición de la r, que en Juan Manuel significa ‘lisiado’: «los alcaravanes... es buena caça para falcones o de braço torpicado o andando abaneros» (Libro de la Caça, 73.3). Tropicar es derivado de *trópico, que a su vez es alteración de hydropĭcus ‘el que sufre de hidropesía’: el mismo origen tiene el port. trôpego, como ya lo vió Bluteau, quien lo cita como sustantivo con el sentido de ‘hidropesía’ en el Arte da Caça de Fernandes Ferreira (1615), comp. tropesia íd. en el Minho y el Alentejo (RL XXXI, 300; X, 246), y para el cambio de dr- en tr-, vid. TRAGAR, TRAPO, TROLA y demás ejs. allí citados1. Hoy en portugués trôpego, que todavía tiene variante trôpigo, vale «que anda com dificuldade; que nƟo pode mover os membros ou que os move difícilmente»: se comprende que así sea, pues el hidrópico es como un paralítico; de ‘andar con dificultad’ se pasó a ‘caminar tropezando’. El cambio de tropicar en trompicar (lo mismo que en el vulgarismo trompezar) se explica porque el que tropieza se da un trompazo. Del cast. ant. *tropicar se tomaron el sic. truppicari, calabr. attruoppicare, abruzo ndruppecà, Metauro intropichè, Marcas ndroppicò, introppicare (BhZRPh. XI, 73). Es inadmisible la etimología de Brüch (Misc. Schuchardt, 48; REW3 8956a) *TRUPPICARE, derivado de un imaginario *TRUPPUS < τρύưος ‘pedazo’, que no conviene por el sentido, es de existencia inverosímil y no explica la terminación cast.-port. -icar; comp. TROPEZAR. Desde luego hubo mucho influjo semántico de tropezar sobre trompicar, pero etimológicamente son dos palabras distintas.

DERIV.

Trompicón [ejs. del S. XVII, Cej. IX, p. 164]. Trompilladura [Nebr.].

1 Para el cambio de terminación comp. gramátego y otros ejs. populares portugueses de -átego, en Leite de V., Opúsc. II, 190; RL XXXII, 293. Para otros representantes semicultos de hydropicus en cast. y cat., Spitzer, Lexik. a. d. Kat., 64.