TROJAR ant. ‘cargar, disponer en forma de carga sobre una persona o animal’, antiguamente trossar, voz afín al fr. ant. torser, fr. trousser, oc. y cat. trossar íd. y ‘arremangar’ probablemente derivado del lat. tardío T֊RSUS, fr. tors, participio pasivo de TORQURE ‘torcer’, por la forma doblada en que se dispone la carga; es verosímil que el cast. ant. trossar se tomara del galorrománico, y que en castellano se cambiara luego en trojar por influjo de TROJ, palabra de otro origen.

1.ª doc.: Berceo.

La explicación que dan los dicc. de este verbo y sus derivados está viciada por la confusión con TROJ, con el cual nada tiene que ver por el origen y muy poco en cuanto al sentido. La idea es siempre de carga que se lleva a cuestas, de un hombre o de un animal, nunca de algo guardado o almacenado; ni siquiera se ha de llevar esta carga en alforjas, aunque puede ocurrir que así sea, pero esto es ocasional y poco importante: «tomó el aver todo en un saco atado, / ... / levólo a la isla a sus cuestas trossado» Mil., 666c (troxado sólo en el ms. I); el romero resucitado y sanado gracias a la Virgen y a Santiago, vuelve a tomar sus provisiones: «requirió su repuesto, lo que trayé trossado, / pensó de ir su vía alegre e pagado» Mil., 213c. Lo mismo vale troxar en la Hist. Troyana de h. 1270 (140.4), y en las Partidas: «los antiguos, que eran mui sabidores de guerra, tan grande habían el saber de facer mal a sus enemigos, que llevaban sus viandas troxadas en árguenas o en talegas, quando iban en las cabalgadas». El uso del verbo no parece haber llegado hasta fines de la Edad Media: falta en los glos. de h. 1400, APal., Nebr., Oudin, Covarr.; Aut. ya interpreta inexactamente troxa como «alforja, talega o mochila del soldado, en que lleva la comida» y troxado como «metido o guardado en la talega o troxa», lo cual es demasiado estrecho, y en parte erróneo, pues la idea de que troxado sea guardado en alguna parte es falsa, y sugerida solamente por la supuesta relación con TROJ. Hoy sólo subsiste en algún dialecto leonés; en Maragatería: «esas caminatas a Piedralbina le hacen mal, señor: la comida trojada le da secaño, y por la tarde llega con trueques y sudores», «los niños que regresaban de Piedralbina con las trojas al hombro» Concha Espina, La Esfinge Maragata (BRAE III, 59, 63). Por lo demás, de éste y de otros sustantivos derivados se encuentran más huellas (V. abajo), y hasta hoy subsiste en portugués trouxa «envoltório com roupa ou fato; trouxas de ovos: doce de ovos secos, como canudo coberto d’assúcar» (Moraes), «fardo de roupa; grande pacote» (Fig.). Sin duda fué trossar la forma primitiva, alterada al pasar por el castellano gracias al influjo del autóctono TROJ, y de troxe pretérito antiguo de traer; es probable que éste fuese el decisivo a juzgar por el vocalismo del port. trouxa, que coincide con el de trouxe ‘yo traje’.

Mayor vitalidad muestra el vocablo en catalán y en galorrománico: cat. trossar «enfardar, embalar, empaquetar», ya S. XIII (Crónica de Jaime I, y muchos ejs. medievales en Ag., aplicado comúnmente a lo que se carga a una caballería), oc. ant. trossar, fr. mod. trousser, documentado desde h. 1100, en el Roland y el Voyage de Charlemagne, siempre con el mismo sentido; pero en francés antiguo es más frecuente aún la variante torser, tourser (Aiol, Fergus, Chev. au Cygne, St. Graal, etc: God. VII, 777-8; VIII, 91).

Es forzado semánticamente (como observaron atinadamente M-L., REW 8725, comp. 8803; Gamillscheg, EWFS; Bloch, 1.ª ed.; etc.) partir del fr. ant. tros ‘troncho de col’ (que se cree venga de THȷRSUS ‘tallo’), a base de la idea de ‘empaquetar en forma de troncho’, como sugieren G. Paris (Rom. IX, 333) y Wartburg (en Bloch, 2.ª ed.). En cambio es clara y sencilla la de Diez (Wb., 321-2), que relaciona con el participio del lat. TORQURE ‘torcer, retorcer’, pues es evidente que la carga, para llevarla a cuestas o para atarla al animal, hay que doblarla, retorcerla y atarla alrededor de la mochila, la silla o enjalma, etc.; la ac. ‘arremangar’, además, no es menos importante, pues es la que subsiste hasta hoy en los tres idiomas, y su relación con la idea de ‘torcer’ salta a la vista; ahora bien, sería un error creer que esta ac. no es antigua, aunque por ser viva hasta hoy haya obtenido poca atención de los lexicógrafos franceses, que no la registran hasta el S. XVI (retrousser h. 1500), pero sin duda es muy anterior: en lengua de Oc Raynouard registra un ej. bastante antiguo (¿S. XIII?), en catalán figura ya en el Somni de Bernat Metge (1398): «adés escombren les carreres ab les mànegues, adés les porten trossades a mig braços» (N. Cl., 154.25), etc. En este sentido hallamos atroçar el braço en el poeta navarro Arbolanche (1566), vid. la ed. de Gnz. Ollé II, 766.

El detalle fonético de la etimología TORQUERE, es lo único que ha presentado dificultad, pues indudablemente es justa la objeción que se hace, así al étimo *TORTIARE (del participio TORTUS, tal como admitían Diez y M-L., REW 8803), como a *TORCIARE (derivado de TORCA = TORQUES ‘collar’, ‘objeto de forma torcida’, derivado a su vez de TORQUERE), según preferirían Gamillscheg y Bloch; pero ambos habrían dado *torcier y no torser en francés antiguo. Ahora bien, es muy fácil rectificar el error, aunque nadie ha atinado en hacerlo: no hay que partir de TORTUS, sino del participio TORSUS, analógico y tardío, pero ya documentado en la Antigüedad, como nos advierte el gramático Prisciano (IX, 52), y muy productivo en esta época y en romance: no sólo hay torsor en el propio Prisciano (IX, 51), sino torsio, -onis, en San Jerónimo y en la Vulgata, cast. torsión, contorsión, etc., y en francés antiguo los ejs. de tors, fem. torse, no son nada raros: varios desde el S. XIII en God. X, 780b, y de ahí torsis ‘torcida, tortizo’ en el Fierabras, torsure, torse, torsoire frecuentes en textos de la época1. Este último, documentado a menudo desde 1202, vale «agrafe à relever les habits», y también ‘paquete que se lleva como carga’, y así no sólo es evidentemente inseparable de los dos sentidos de trousser, sino que nos muestra claramente, por su misma estructura morfológica, la relación inmediata con el verbo TORQUERE y su participio TORSUS. La trasposición de la R en torser > trousser, es fenómeno muy frecuente en esta posición, comp. presona < persona; cast. PRISCO, cat. préssec PERSICUS, etc. Comp. TROZO.

DERIV.

Troja ‘carga que se lleva a cuestas de una persona o un animal’ [troxa, Alex.]2; leon. trosas ‘especie de angarillas que sirven para trasportar’ (A. Garrote; Acad.), y otras formas semejantes en TROUSA 3; alto-arag. truesa ‘brazado de leña’ (Plan y Gistáin, BDC XXIV, 182); trusas, tomado del fr. trousse, derivado de trousser ‘arremangar’. Trojel [troxel, S. XIII, Aranceles santanderinos, Castro, RFE X, 132; crosell es sin duda errata en invent. arag. de 1362, BRAE III, 224; «troxel o fardel» APal. 222d], del cat. trossell ‘fardo’ [1252]. Trosera = troxa (Alex. P, 607b, 812d).

1 Sabido es que tors y especialmente retors, entorse, torsade, etc., siguen siendo vivos en francés. En lengua de Oc predomina tort (aunque hay un plural torses en un texto languedociano del S. XIV, Levy VIII, 316b), y en catalán es tort la única forma que se conoce; pero le comprende que aquí pronto se anticuara TORSUS, pues la fonética requería que se convirtiera en *tos, demasiado alejado del verbo tòrcer, y confundido con tos de TONSUS ‘esquilado’.―

2 «Fueron en poco rato las estacas rancadas, / enselladas las bestias e las troxas guisadas» 1671d; «pues fue casada creed que se non arrepienta, / que no ay mula de alvarda que la troxa non consienta» J. Ruiz 711d, y los ejs. arriba citados. De la forma con -ss-: «el mercadero tenido es de cada trossa, de pagar dos moravidís... et otrosí de la bala, carga o trossiello» en el texto foral arag. de Vidal Mayor, S. XIII, Tilander, p. 511.―

3 No habría ninguna dificultad en derivar el cast. troza ‘combinación de dos pedazos de cabo mediante la cual se une una verga a su palo’ y el it. trozza, del cat. trossa íd., que a su vez se explicaría fácilmente por trossar en el sentido de ‘atar’, ac. bien documentada en cat., sobre todo dialectalmente (Ag.). Sin embargo Vidos (Parole Marinar., 599-603), documenta el vocablo t. desde 1268, el cat. sólo desde 1331 (también 1352, Rubió, Diplomatari d’Orient, 267), y afirma que el punto de partida fué Venecia, donde troza es ‘mugrón de vid’, variante fonética local del it. tralcio ‘sarmiento’, procedente del lat. TRADUX, -ȢCIS, ‘mugrón de vid’. La idea de Vidos es aceptable (comp. Vidos, Nieuwe Onderzoekingen over nederl. woorden in Rom. Talen, 1947, 3-4). En castellano el vocablo se documenta desde 1573 (E. de Salazar, en Terlingen, 263-5). De ahí el derivado troceo.