TOCÓN, ‘base del tronco de un árbol cortado’, ‘muñón de un miembro’, voz hermana del port. tôco íd., de origen incierto, quizá prerromano.

1.ª doc.: Alex.

En este poema un guerrero que ha perdido sucesivamente los dos brazos «ferié en sos pechos con ambos sus tucones / salié dellos la sangre como por albollones» (994a; P sustituye por esquimochones). La otra ac., ‘base del tronco de un árbol cortado’, está ya en J. Ruiz (942d), a propósito de cosas que no suceden en vano, en el refrán «sé que el perro viejo non ladra a tocón» (rimando con rincón, etc.). Oudin: «tocón: une souche»; Covarr.: «lo que queda a la raíz del pino, quando le cortan por el pie, quasi troncón»; Aut.: «la parte que queda a la raíz del tronco de qualquier árbol quando le cortan por el pie», «el muñón del brazo o pierna, que queda, cortado el pie o la mano», con ej. de Garcilaso el Inca (h. 1600). Hoy es voz bien conocida, por lo menos entre gentes del campo. Las siguientes acs. secundarias y derivados comprueban la extensión del vocablo1: judesp. marroq. tokkón «pie de árbol cortado» (usual en la comparación baxo como un tokkón aplicada a personas, BRAE XIII, 528); murc. tocón «trozo grande de cualquier cosa; zoquete» (G. Soriano); and. atoconar «rozar las matas dejando los troncos: destrozo que hacen las cabras en el monte» (AV); colomb. tocón adj. ‘rabón, sin cola’, aplicado a varios animales sin excluir la gallina (Cuervo, Ap., § 523); de donde los derivados regresivos salvadoreño tuco ‘trozo de un miembro cortado’, ecuat. y hond. toco ‘trozo, especialmente el de yuca o plátano’ (Lemos, Semánt. Ecuat.), ast. occid. tucu ‘parte leñosa de la mazorca de maíz’ (Munthe), ast. tucu ‘el hueso del jamón y el del lacón’ (R), datos en Fz. Gonzz., Oseja, 364; interesante por su diptongo, pero al parecer también derivado regresivo, a juzgar por su fecha moderna es tueco ‘tocón’ (Acad., falta todavía 1884), tueco o tueca «el hueco o concavidad que por la carcoma se hace en el tronco de los árboles» (ambos Acad. ya 1817).

Fuera del castellano, el vocablo reaparece en portugués: «tôco: tronco de árvore, cepa; pl. tócos» (falta en Bluteau, pero está en Moraes, quien lo cita de Alarte, 1711), «parte de um tronco vegetal que fica ligado à terra, depois de cortada a árvore», «cacete», «pedaço de vela ou tocha; coto» (Fig.; esta última palabra, de la cual derivan algunos toco, quizá sea más bien alteración de éste por metátesis, pero comp. el cast. cueto), gall. t྿co ‘tronco o cepa de la col gigante’ (en Lugo, VKR V, 132n.) y como adjetivo gall. toco ‘manco: el que carece de mano o de su uso’ (Vall.)2, Azores tóca «a raiz das plantas, que mergulha na terra» (RL V, 223); es decir, en gall.-port. encontramos la misma palabra, pero sin el sufijo -ón; aunque la falta de documentación antigua nos deja en duda de que sea el primitivo y no un derivado regresivo, como el cast. tueco. Y de todos modos, tocón es lo que traen las Ctgs. para ‘muñón’: «trouxe a mƟo e eno tocon ll’a pos e foi sƟo» 265.133 (cf. Mettmann, R. Forsch. 1962, 58).

Fuera del cast. y el port., ya es dudoso que el vocablo reaparezca en otras partes. Pues el aran. tukú?, que sólo tengo recogido en dos pueblos, en el sentido de ‘pie de árbol cortado’ («varen denunciar que a tal bosc hi havia 750 tukús» oído a un guardia forestal), quizá sea préstamo castellano3; lo corriente es que esta palabra (tukú? o, en la parte alta, takú) en el valle de Arán signifique ‘bolo de jugar a los bolos’, en esta ac. tacó en el cat. del valle de Cardós, trucó en Vall Ferrera, bearn. técou o toucoû, en el Lavedán trécou, pero todo esto me parece más bien derivado del verbo tocar y sin relación probable con tocón; verdad es que toucoû en la montaña bearnesa también vale «caillou rond comme un boulet» y en otras partes «motte; masse de neige qui se tasse sous la chaussure», toucoèro «motte, éminence» (Palay), pero tampoco creo que tenga que ver con nuestro tocón: más bien será cruce del otro toucoû (de tocar) con tucoû, que se encuentra con las mismas acs. y que significa propiamente ‘colina’, derivado de tuc ‘pico, cerro’, sin relación con todo esto.

Nada puedo asegurar de un grupo de voces occitanas e italianas: it. tòcco «pezzo grosso» (mangia certi tocchi di cacio!, usual en Luca según Petrocchi), que ya está en el aretino Redi (S. XVII), y en el sentido de ‘bastón de lanza’ en el florentino Lasca (S. XVI): dialectalmente tiene extensión muy amplia, pues lo encontramos en las dos extremidades del país, Livinallongo y Val Anzasca tòk «pezzo» (Tagliavini, 327-8; Gysling, ARom. XIII, 186)4, y por otra parte calabr. tókku «grosso pezzo» (en Catanzaro), «pezzo (di formaggio)» (en Reggio, Rohlfs, EWUG, § 2173). En lengua de Oc: Barcelonnette toc «morceau» (Arnaud M.), tòca «noyau de pêche» (ibid.), Alpes-Cottiennes toc «gros morceau, gros fragment» (Chabrand). prov. to «gros morceau, lopin, tranche» (un to de pan «un quignon de pain», un to de ferre «une masse de fer»), «but où l’on vise, auquel on doit toucher; borne» (sèmblo un to «il semble un terme», jougà au to «jouer sur le but», con ejs. de felibres de las Bouches-du-Rhône y del Gard)5; Mistral, que da estas citas, agrega la ac. «tronc, souche, ce qui reste d’un arbre coupé», con lo que llegamos de lleno al sentido castellano: por desgracia el deplorable método de Mistral de juntar muchas acs. en palabras a las que atribuye múltiples variantes (que a veces no son tales, sino palabras distintas), sin indicar a qué variante pertenece cada ac., nos deja en duda sobre si este sentido pertenece a to, toc, o a las otras variantes que cita (toch, tocho, tòqui, toco): de todos modos no parece que la ac. que nos interesa pertenezca al dialecto mistraliano, pues en su dicc. no nos da ejs. de la misma; en una palabra, quedamos en duda, a pesar de que esta ac. habría podido ser decisiva6.

Está lejos de ser evidente el origen de este, grupo it.-oc.: creo que se puede desechar la idea de Migliorini de derivar de tòcco ‘paño’ (vid. TOCA), que no presenta analogía semántica; la de Krüger (VKR VIII, 16n.) y Rohlfs (l. c.) de derivar del verbo tocar (it. toccare), tampoco está clara desde el punto de vista italiano, pero es plausible en cuanto al prov. to «but auquel en doit toucher»7, y no es inconcebible que de ahí se pasara a ‘masa de hierro’, ‘zoquete de pan’ y a ‘trozo de cualquier objeto’. ¿Será el mismo el origen del cast. tocón y port. toco, sea por el mismo camino semántico, o como onomatopeya más independiente, a base del golpe que uno puede darse en un tocón, tal como parece insinuar Krüger? No deja de ser plausible, sobre todo la primera variante de esta explicación. Pero como el cast. tocón y port. toco sólo significan ‘tronco cortado’, ‘muñón’, es lícito pensar que estamos ante una homonimia fortuita, tan fácil en palabras de cuerpo muy reducido. Cabe pensar también en un origen prerromano, sobre todo teniendo en cuenta el curioso y típico sufijo de una palabra que pertenece sin duda posible al mismo radical que tocón: me refiero al alav. tocorno «tocón o cepa del árbol cortado», «roble joven de poca altura, o mal podado», «roble de hoja más ancha que el común, de madera peor para labrada, aunque muy buena para el fuego» (Baráibar), que pertenecerá al cast. común del País Vasco, pues no sólo nos informa Azkue de que en un pueblo del Norte de Álava la emplearon para traducir el vasco ametz ‘rebollo’, sino que Martínez Marina (1802) habla de montes de «robles tocornos» o de «robles bravos y tocornos» en sus dicc. geográficos de Guipúzcoa y de Álava; de ahí el apellido Tocornal, difundido hasta Chile. Ahora bien, la frase «illo tochorno del foio» está ya en un doc. santanderino de 1139 citado por Oelschl. Es difícil no reconocer ahí el fecundo sufijo céltico -ORNO-, -ARNO-, del cual pueden verse bastantes ejs. en Pedersen, Vgl. Gramm. II, 53, y que estaba representado en el céltico continental a juzgar por el oc. ant. mag྿rn «pied sans jambe» = galés migwrn «articulus», bret. migourn ‘cartílago’, gaél. mughairn, irl. mudharn ‘artejo’8. Comp. MORCILLA.

El -orno conduce, pues, a la sospecha de que tocorno sea voz celtibérica o céltica; y de ahí a pensar que tocón es de origen céltico no hay más que un paso: ni la limitación al cast. y port., ni la pertenencia a un compartimiento semántico tan arcaico como el vocabulario forestal, serían desfavorables a esta sospecha. Llegar más allá e indicar una raíz céltica para tocón es ya mera conjetura, y sólo a título de tal y con carácter muy hipotético, indicaré lo siguiente. El grupo formado por el fr. souche, pic. chouque, oc. y cat. soca, arag. zoca9, rético tschücha, lomb.-piam. ciüca ‘tocón’, ‘cepa’, su.-alem. tschugge ‘punta de peñasco’, se separa resueltamente de SOCCUSzueco’ por el sentido y por la vocal Ŭl> (en algún punto ?) y además postula una inicial C?- o TS- (como dijo Jud, Rom. LVIII, 290; comp. íd. ARom. VI, 211); por otra parte consta perfectamente que el grupo inicial ST- se convierte en TS- o un fonema análogo en céltico antiguo (modernamente s-), vid. Pedersen I, 78. De suerte que al menos teóricamente es muy aceptable la opinión de J. U. Hubschmied (RCelt. L, 258-9) de derivar este grupo romance de un galo *TSUCCA hermano del germ. STOKKbastón’, ‘cepa’, ‘tocón’, ‘punta de montaña’ representado desde su etapa más antigua en todos los dialectos germanos occidentales y nórdicos10. Ahora bien, la grafía gala y la ogámica Z, que se encuentran como representación de este TS- paleocéltico, parecen indicar que este sonido tuvo a veces un matiz más semejante al de la th inglesa, y a lo mismo podría conducir la representación t- que es frecuente en irlandés; y si ciertos dialectos célticos pronunciaron esta palabra como dzUKKA y el caso de MAYUETA nos muestra que el iberorromance trascribía como T la dz del celta hispánico, bien podría tocón proceder del mismo étimo céltico que el fr. souche, cat. soca, con una pronunciación dialectal distinta. A ello se siente uno tanto más inclinado cuanto que tocón es sinónimo riguroso del cat. soca, del cual forma la natural continuación geográfica. Nótese finalmente que el su.-alem. tschuggen m. supone según Hubschmied una base gala TSUKKON-, cuya terminación reaparecería en iberorromance. Me guardaré de disimular lo hipotético que es esto, pero tampoco debo callar que se apoya en indicios semánticos y geográficos verdaderamente sugestivos11.

GdDD 6201 quiere erróneamente explicar tocón como derivado de las formas raras y mal documentadas tueca y tueco, que a su vez resultarían de un cruce de tuero con el arag. zueca ‘cepa de árbol’ (en la Cartuja Baja, Zarag., según Puyoles, y en Tudela, según Iribarren; riojano según GdDD), and. chueca.

DERIV.

Tocona. Toconal (El Taconal aparece en un doc. de Sanlucar de 1564, Rdrz. Marín, Pedro Espinosa, p. 267n.). Para tocorno, Tocornal, y para tueco, tueca, tuco, V. arriba.

1 En Cespedosa: «a los lados del fuego se ponen los tocones o leños, los arrimaeros, y al frente los pucheros, sostenidos por arrimaeras» (RFE XV, 281).―

2 «Un rapaz toco portaba un feixe de foguetes» Castelao 198.1f.―

3 Desde el cast. de Énguera habrá penetrado a hablas valencianas limítrofes: anoté tocó para la estirpe o pie de un pino, una vez cortada, en Moixent (al O. de Játiva). El Toconar, nombre de un bosque en el despoblado de La Garrofera entre Tous (cast.) y Guadassuar (cat.) y ya perteneciente a este municipio.―

4 Este dialectólogo, pp. 187 y 105, cita tsakú? en el mismo valle en el sentido, harto diferente, de «rimestolo per la polenta», «rampino sul filatoio» y luego, según una fuente local, «pezzo di legno», y en vista de ello piensa en una mutación consonántica germánica. Pero no veo base germánica posible (nada en Gamillscheg, R. G. II), y como los sentidos seguros de tsakú? son muy diferentes, quizá hay que separar las dos palabras.―

5 Del oc. tòc y del cast. tocón podemos separar un cat. tòc ‘pitorro del botijo, del porrón, etc.’, que he oído varias veces, aunque no es de uso general (recuerdo que mi padre, que tanto léxico ampurdanés empleaba, solía decir beure amb el tòc gros): se trata de una alteración de tòt, empleado con el mismo sentido desde el Ampurdán hasta Cerdaña, y que pertenece a la familia del fr. tuyau y del cast. TUÉTANO.―

6 Sainéan, Sources Indig. I, 115, 124-126, cita Metz toque «trognon de chou», y un toque «souche» que no localiza (parece referirse a Normandía, pero no encuentro tal palabra en los dicc. de Moisy, de las hablas de Yères, de Thaon, etc.); sabido es el poco escrúpulo con que procede en estos pormenores dialectales Sainéan, y así no podemos fiarnos de estos datos.―

7 La variante alpina tòchi que cita Mistral, en el sentido de «but...» (como muestran las frases semblo un tòchi y faire tòchi «toucher le but au jeu de cligne-musette»), prueba en efecto que esto es derivado de toucà ‘tocar’, alpino touchà, touchì. Otros derivados indudables del verbo son Hérault toco «baguette de tambour» (Mâzuc) y Barcelonnette tòca «grosse bille», que enlaza con el aran.-beam. toucou(n) sinónimo, estudiado arriba.―

8 De *MȢKORNO- según la convincente etimología de Brüch (ZRPh. XLI, 689-90). V. Henry, s. v. migourn y askourn, busca otra etimología a la voz bretona, mas parece no conocer los demás ejs. de -ORNO- que cita Pedersen, y la idea de Brüch se apoya en la opinión de Stokes-Bezz. 219 (comp. Walde-H., s. v. MUCRO; REW 5723a). Para ejs. de -ARNO-, -ERNO-, (-IRNO-) en galo, Dottin, La L. Gaul., 111. Nótese que -orno se ha hecho algo productivo en Álava, donde hay también hayorno ‘haya de menos de 10 metros’, seguramente modelado según tocorno.―

9 Zoca ‘cepa de un árbol’ en Plan, Gistáin, Echo y Navarra (BDC XXIV, 183; RLiR XI, 99-100); por el Sur se extiende soca ‘tueca, muñón de una rama’ hasta Murcia (G. Soriano) y, con el sentido de ‘raíz de la caña de azúcar’, a alguna parte de la Andalucía oriental (AV), el ‘retoño de la caña de azúcar’ en Venezuela y Méjico, y extendido a otros cultivos en Colombia, Perú y Bolivia (Maláret, Supl.; Acad.). Hay variante con exceso de diptongación (quizá por ser préstamo del cat.) en parte de Aragón: zueca en Echo, Ansó, Caspe, Puebla de Híjar y La Cartuja Baja (Zarag.), vid. Puyoles-Valenzuela; derivados: zoque ‘tajador para partir carne’ arag. (Borao), especialmente en Bolea; desocar and. ‘arrancar de raíz un árbol’ (AV).―

10 La correspondencia es correcta, pues stokk supone una base STŬKNÁ- (Kluge) y -KN- inmediatamente ante el acento se cambiaba en KK también en célt. (Pedersen I, 158-9). Es verdad que esta raíz no está representada en esta forma en el céltico insular, aunque sí otras variantes sufijales: irl. stuaic ‘punta’, ‘almena’, ‘peñasco saliente’, gaél. stuaic «a little hill» (STOUGNÍ- Stokes-Bezz. 494; MacBain s. v. stuaic, stuadh, stùc), y por otra parte irl. tuag ‘hacha, segur’, ‘arco’ (STEUG-, Walde-P. II, 616). Si prestamos crédito a la regla propuesta por Pedersen I, 159, lín. 2, stuaic representaría más bien STOUKNÍ-, que ya no está lejos de STUKNÁ-.―

11 En cuanto al parentesco con el galés tocio, twcio «to curtail, to trim, to clip, to dock», sugerido por Diez, Wb., 320, ya Thurneysen (Keltoroman., 80-81) mostró que esta palabra galesa no será antigua, sino tomada del ingl. dock o directamente de su étimo escandinavo. Pero más evidente es todavía que tocón no puede ser préstamo del germ. stock, como sugeriría Thurneysen. Brüch, Misc. Schuchardt, 68-69, quiere relacionar tocón con la familia del arag. tozuelo, cat. tos ‘testuz’ (poco verosímil) y supone un célt. *TÖGէCUS (contraído en *TOCCUS), y derivado del étimo del irl. tuag ‘segur’, túagaim ‘cortar con hacha’, idea objetable desde muchos puntos de vista (el resultado de TOGICUS sería más bien port. *toigo, cast. *tuego, comp. MAGICUS > me(i)go; y otras muchas razones); el cast. TOCA en que se apoya Brüch nada tiene que ver con esto (véase este artículo).