SOCARRAR, voz de origen prerromano, de la misma procedencia que el vasco ant. y dial. sukarr(a) ‘llamas de fuego, incendio’ (hoy ‘fiebre’), compuesto de su ‘fuego’ y karr(a) ‘llama’.

1.ª doc.: Berceo.

«Levantóse el ábrego, un viento escaldado / ... / Por las Estremaduras fizo dannos mortales, / ençendiendo las villas, quemando los ravales, / socarraba los burgos e las villas cabdales / ... / plegó a Sant Fagunt, quemó una partida, / ... / Forniellos del camino fincó mal socarrada...» S. Mill., 388c, 390a, o figuradamente: «todo vos lo avemos dicho e renunçado, / en quál fuego se vido, cómmo fué socarrado» S. Dom., 257d. El sentido es más fuerte que el moderno: se trata sin duda, como en vasco, de ‘incendiar, quemar’; otra vez ya casi tenemos el sentido actual de ‘chamuscar’: cuando los demonios tratan de pegar fuego al lecho donde duerme San Millán las llamas se vuelven milagrosamente contra ellos, y así «trayén las soberçejas sangrientas e quemadas, / las fruentes mal batidas, las barbas socarradas» S. Mill., 220c. «Con una paja de trygo / vos cuydo socarrar todo, / viejo rrucio e rrogodo, / maldiçiente e syn castigo, / mal goze de mi amigo / sy la lengua non vos podo» Francisco de Baena (Canc. íd., n.º 105, v. 53). «Socarrar: amburo» Nebr. «Por un sevillano rufo a lo valón / tengo socarrado todo el corazón» Rinconete y Cortadillo (Cl. C., p. 201). «¿Adónde está este fuego socarrado? / Gallina, que te atreves a las damas, / como si no quemasen más sus llamas...» Quiñones de B. (NBAE XVIII, 682). Otro ej., del Alfarache de Martí, cité s. v. COCO (cocoso); otros, desde el Cancionero de Urrea (1513) hasta Lope de Vega, en Cej. VIII, 601-2: entre ellos los hay de andaluces como Argote de Molina, castellanos (Lope), leoneses (Pícara Justina) y aragoneses (Urrea); todos parecen tener el matiz de ‘chamuscar’, nótese especialmente «guardándola de socarrar en paños mojados enbuelta» en el Arte Cisoria de Villena; Covarr.: «passar por el fuego alguna cosa, que ni bien esté assada ni bien cruda, porque de una parte se ha quemado y de otra no ha recibido el fuego», definición repetida por Aut. Varios de los ejs. tienen perceptibles resabios jergales, otros pertenecen a autores que gustan de este tono de lenguaje (como Quiñones y el autor de la Pícara), los de lenguaje noble como Juan de Torres pertenecen todavía al S. XVI. Hoy socarrar ha dejado de ser voz de uso general, desbancada por chamuscar, aunque no en todas las regiones de lengua castellana (popular en Cespedosa, RFE XV, 273).

Más común es hasta hoy en catalán, donde no es menos antigua ni arraigada: ya R. Martí en el S. XIII glosa con socarar un verbo árabe que en otro pasaje traduce por conburere; además: «al costat d’una bardissa / viu mon companyó cremar; / un altre en viu socarrar / dins aquell any en Evissa» en el mallorquín Turmeda, del S. XIV (N. Cl., p. 132), «lo sant cosset / del infantet / roman il·lès; / del foch sospès / … / resta·n la lar / ... / entre·l caliu, / no socarrat» Jaume Roig (v. 3609; otro v. 6604). Tiene bastante extensión en la zona pirenaica la variante sucarrar, más cercana a la forma vasca: así en el aragonés de Echo (ZRPh. LV, 630), Sucarrata nombre de lugar en el Alto Aragón (Elcock, De quelques affinités, p. 39, comp. Steiger, VRom. IV, 356), sucarrar en catalán occidental1. El área del vocablo se extiende hasta el depto. francés del Aude, donde hay un bosque llamado La Soucarrade (Sabarthès).

No veo razones de peso para dudar de la etimología vasca aceptada por Diez (Wb., 488): vasco sukartu, compuesto de su ‘fuego’ y kar (con artículo karra) ‘llama’. Que ya Larramendi indicara este origen no es razón para que lo neguemos: aunque este lexicógrafo anduviera desorientado y a menudo falsee la realidad euzkera en apoyo de su vascomanía, no basta para que le neguemos la razón cuando la tiene. M-L. aceptó primero esta etimología (REW1 1717), si bien modificándola, quizá sólo por no haberla entendido bien: en su opinión sería sólo derivado romance de karr(a) (con el prefijo SUB-), lo cual se presta a la objeción de que el simple *carra no existe en romance, y en efecto por esta misma razón pone él en duda el origen vasco en su tercera edición (4676). Lamento que no esté a mi alcance lo que a este propósito escribió Schuchardt, quien si hemos de juzgar por el extracto de M-L. dudaba de la idea por la misma razón que éste2. En realidad no se ven razones firmes para estas dudas.

En sukartu la sílaba -tu es la desinencia verbal, de suerte que socarrar en el aspecto fonético corresponde a sukartu rigurosamente. En otro aspecto el sentido del vocablo está algo alterado en vasco moderno, pero podemos reconocer sin vacilación cuál fué el sentido primitivo: en las hablas de Guipúzcoa, Laburdi y Navarra española y francesa sukartu vale ‘sufrir un acceso de fiebre’, en Roncal ‘encolerizarse’, el sustantivo sukar (con artículo sukarra) es ‘fiebre’ en las mismas regiones, y sukarti o sukartu ‘febril, calenturiento’, pero sukarri es todavía ‘combustible’ en Vizcaya (sukalda ‘fuego ardiente’, ‘brasa’ y sukal ‘contribución por casas’, o sea ‘por fuegos’, en Roncal); el sentido primitivo se ha conservado mejor en una forma fonética levemente alterada sugar (sugarra) ‘llamas de fuego, incendio’ en Vizcaya y en Alta Navarra (pero ‘fiebre’ en otras localidades vizcaínas), sugarri ‘combustible’, sugarrastu o sugarastau ‘chamuscar’ en Guipúzcoa y Vizcaya. Es fácil reconocer en todo esto un compuesto de dos voces vascas de uso general: kar (con artículo karra y en otras partes garra) ‘llama’ y su ‘fuego’, de cuya remota antigüedad en el idioma no cabe dudar; no es improbable que atine Bertoldi al suponer que el nombre de los dioses iberos Sutugius y Suttunius contuviera ya esta palabra (ZRPh. LVII, 142).

El vocablo castellano tiene muchas variantes dialectales: A) chocarrar3 en Navarra (Cabrera; A. Alonso), con la alternancia s ~ z ~ tx tan común en vasco (V. SIRLE), y en el de Roncal se dice efectivamente xukartu por sukartu (Azkue). B) Como en socarrar se percibió el prefijo romance so-, algunos lo cambiaron en su variante sos- (como en sospesar, soslayo, cat. soscavar, sosllevar, soscaire y análogos), *soscarrar, y luego chuscarrar, ‘tostar ligeramente una cosa’, usual en Murcia y Almería. C) Chascurrar (presente chascurro) anotado de Bédar (Almería). D) Churrascar, and., berc., de donde el rioplat. churrasco (V. abajo). E) Chorrascar ‘quemar el pelo y la piel del cerdo muerto cubriéndolo con paja y prendiéndole fuego’ en Cespedosa (RFE XV, 273), y en Extremadura. F) Charruscar en León, Bogotá, Cuba y Tabasco. Otras variantes son debidas a un cruce con chamuscar y su variante chumascar (empleada en Córdoba: Cej. VIII, 586). Así, de D: G) Churruscar ‘empezar a quemarse una cosa’ (Cabrera; Acad.), empleado en Salamanca (Lamano), de donde churrusco ‘pedazo de pan demasiado tostado’, con su variante zurrusco ‘churrusco’ y ‘viento demasiado penetrante’ (Murcia); de un *zorrascar sale Cespedosa forrascar ‘chamuscar’ (RFE XV, 273). H) Charrascar ‘quemar superficialmente’ salm. (procedente de D, con la primera sílaba de chamuscar). I) Somarrar ‘chamuscar’ en Echo (RLiR XI, 113) y la Mancha (Cabrera), sumarrar en la Sierra de Guara (RLiR XI, 113), zumarro ‘hocico de cerdo recién tostado’ en Palencia (Cej.), sumarro ‘carne asada directamente sobre las brasas’ en Segovia (Vergara), somarro íd. en Soria (G. de Diego), y luego burg. chamurrar (Tobalina, en G. de Diego, l. c.), alav. churrumar ‘chamuscar, tostar’ (Baráibar), murc. chusmarrar íd. (Sevilla)4. Para más detalles y documentación remito a mi estudio sobre churrasco y su familia, en RFH VI, 23-28.

DERIV.

Socarrón [1588, Góngora, ed. Foulché I, 114; M. Alemán, G. de Alfarache Cl. C. III, 230; también en una comedia de Cervantes, ed. Schevill II, 30.12, y frecuente en el Quijote, Góngora y los clásicos en general]5 ‘el que se burla disimuladamente’ (propiamente ‘con palabras cáusticas o quemantes’)6, comp. «socarrar o burlar: beffare» C. de las Casas (1570), «socarrar o chocarrar: to jeste, to mocke, to sing» Percivale (1591)7, cuento de socarro ‘cuento picaresco’ en la Pícara Justina (Fcha.) y en G. Correas; socarronería [Quijote]; asocarronado [med. S. XVII, Zabaleta, en Cej. IX, 49]; en cuanto a socarra ‘daifa, mujer desvergonzada’ (ejs. de Lope y otros en T. A. E. VI, p. 187; jergales en Hill, s. v.; otras veces ‘socarrón’ o ‘socarronería’, Cej., l. c.) quizá sea más bien derivado regresivo de socarrón; éste es desde luego el caso del hond. socarro ‘socarrón’ y del burg. y caló soca ‘taimado’, que G. de Diego (RFE VI, 130; VII, 141) yerra extrañamente al querer tomar como punto de partida de socarrón, relacionándolos con hacerse el sueco y la familia de ZOQUETE, sin relación directa con todo esto.

Chocarrero [1547, Pero Mejía, Diálogos, ed. Mulvany, p. 49.36]8 es desde luego inseparable de socarrón (comp. socarrar o chocarrar arriba; «chocarrero o chocarrón» Oudin 1607), como ya vieron Baist (RF IV, 419) y Spitzer (l. c.): procede de la variante A, chocarrar ‘chamuscar’ arriba citada9; chocarrería [2.º cuarto S. XVI, Sánchez de Badajoz, Recopil. I, 304]10; el ej. clásico de chocarra ‘graciosa, chistosa’ que cita G. de Diego (RFE XVIII, 12) no contiene la forma primitiva sino un derivado regresivo; lo propio hay que decir del ast. chocar ‘jugar, divertirse’ (R), V. además CHUSCO. Churrasco (y antes charrusco) rioplat., ‘pedazo de carne a la brasa’, derivado de la variante D arriba citada, V. mi trabajo mencionado, churrasca chil. ‘hojuela de masa frita’; churrasquear ‘hacer carne a la brasa’ arg., -quearse ‘ennegrecerse y secarse una estrella de mar, al cabo de tiempo de pescada’ chil. (anotado en la costa de Aconcagua). Chocarros o chucarros ‘bojes quemados en lo exterior’ nav. (Lanchetas), derivado de A. Charrusco adj. ‘crespo, ensortijado’ costarriq., de F. Charrasca nicar. ‘chicharrón’, de H. Otros se han citado arriba. Además vid. CHUSCO.

1 Anotado en los tres extremos de la provincia de Lérida: Flamisell, Cardós y La Granja d’Escarp. Igual en las tierras del Ebro y aun en el Maestrazgo y otras zonas valencianas. En el dominio del dialecto cat. occ. creo que es universal esta pronunciación. Sin embargo, en comarcas de más al Sur se pronuncia con o, p. ej. en Sueca, y la forma valenciana común parece ser socarrar (Lamarca «chamuscar», socarrarse «churruscarse [el arroz, guisado, etc.]»; M. Gadea, Tèrra del I, 356). Pronunciado también con o en Mallorca, donde hay metátesis secorrar (Guasp, Les Illes d’Or IX, 53) o con asimilación socorrar, presente socòrra (BDLC VIII, 4).―

2 La cita de M-L., RIEV VI, 8, parece estar errada; según Spitzer estaría en VIII, 5, o sea en el tomo de 1914. Ahora bien, por esta fecha ya había salido el REW, y si Schuchardt partió de la versión de M-L., quizá sólo rechaza la idea de éste y no la de Diez. Moll (BDLC XIII, 357; AORBB I, 230), C. C. Rice (PMLA LII, 892) y yo mismo en el artículo que citaré, nos hemos declarado de acuerdo con el origen vasco. Spitzer (RFE VIII, 404) quiere vagamente relacionar con soca = ZOQUETE o ‘tronco’, sin fundamento semántico firme; soca por socarrón es regresión de fecha reciente.―

3 Vco. txocarratu ‘requemar, chamuscar’ (ronc. y salac.).―

4 G. de Diego (RFE IX, 129) dice que estas formas con -m- proceden de un vasco sumarra ‘brasa’, pero no hallo tal palabra en los diccionarios vascos (Azkue, Van Eys, Larrasquet, Lhande; éste trae suma como variante de suha que puede significar ‘febril’, pero también ‘olmo’ y otras cosas, y no sabemos en qué sentido existe aquella variante), y marr(a) no es sinónimo de karr(a): significa ‘marca, señal’; en rigor sumarra habría podido significar ‘marca del fuego, quemadura’, pero el hecho es que no parece ser palabra vasca. Todo puede explicarse por el cruce con chamuscar. Dudo que tenga algo que ver con somarrar la frase šumuluɅ belyaš que el anónimo sevillano de 1100 traduce por ‘quemo viejas’; claro que tampoco tiene la menor verosimilitud el *SUBMICULARE que imagina Asín (pp. 286-7): el texto está sin duda corrompido. En la Gr. Conq. de Ultr., p. 452b, Gayangos traduce todos semiuriados por ‘semiquemados, achicharrados’; tampoco esto tiene que ver con somarra ni es posible partir del lat. semiurere: se tratará de una falsa lectura por todos enjuriados (a lo sumo semiuridos).―

5 «Aunque conoció que antes lo había dicho de socarrón que de inocente, con todo eso le agradeció su buen ánimo y le entregó el dinero» Ilustre Fregona (Cl. C., p. 261); «así que, socarrón tamborillero, salid del hospital; si no, por vida de mi santiguada que os haga salir más que de paso» Coloquio de los Perros (Cl. C., p. 287); «socarrón entendimiento / desenbuelto y despejado / tiene la tal mantellina / y a ser muger prinçipal / pudiera ser çelestial, / y quedóse en Çelestina» Lope (Marqués de las Navas, v. 963). Falta en APal., Nebr., C. de las Casas y Percivale, pero ya no en Oudin (1607) ni en Covarr.―

6 Para contactos semánticos entre la idea de ‘quemar’ y la de ‘desvergüenza’, vid. Spitzer, RFE VIII, 404, pero no hay que pensar en un origen onomatopéyico, según quiere este autor.―

7 No hay por qué pensar en el ár. ȟara ‘burlón’, como quisiera Baist (RF IV, 352), cuyo resultado no podía ser otro que *zofara o *zohara). Socarrão «velhaco, enganador» se empleó también en portugués: D. Vieira cita un ej. (escrito con -r- sencilla) en el Bispo do GrƟo Pará, aunque entendiéndolo mal, como si fuese verbo. Otros lo confunden con sancarrão = cast. zancarrón, comp. RL XVI, 99.―

8 En portugués «as farsas todas chocarreyras», ya algo antes, en Gil Vicente, ed. príncipe, fº107. Castellanismo en el valenciano de Juan Timoneda: «vingué a València un chocarrero fingint que sabia de alchímia» (Rivad. III, 170). Otros castellanos: «hablando claro, yo era su gracioso; aunque otros me llamaban truhán chocarrero» G. de Alfarache (Cl. C. III, 13.7); «me pesa infinito cuando veo que un caballero se hace chocarrero y se precia que sabe jugar los cubiletes y las agallas, y que no hay quien como él sepa bailar la chacona» Coloquio de los Perros (Cl. C., p. 237); «el atambor era uno que había sido corchete, y gran chocarrero como lo suelen ser los más atambores» íd. (p. 278); «en el alma me holgaba de oír al chocarrero ermitaño» Lazarillo de Luna (Rivad. III, 125). Comp. Cej. IX, § 140.―

9 El sentido de ‘payaso o volatinero’ que a veces encontramos en los clásicos es secundario y no el etimológico, como quisiera G. de Diego, RFE VII, 141, quien propone derivar de JOCARIjugar’, etimología sólo posible si fuese palabra moderna del alto-aragonés. A esta ac. de chocarrero contribuyó el influjo de CHOCAR, de otro origen. Tampoco viene de oc. choc ‘buho’, como quiere Sainéan (BhZRPh. I, 109).―

10 «Déjese de chocarrerías, señora Gallega... y haga su hacienda, y no se entremeta con los mozos; que la moleré a palos» Ilustre Fregona (Cl. C., p. 254), «cuando piden limosna, más la sacan con invenciones y chocarrerías que con devociones» Coloquio de los Perros (p. 314; íd., p. 279). Más ejs. en Cej. IX, 45.