RELINCHAR, del antiguo reninchar por disimilación, el cual a su vez deriva de *eninchar, procedente del lat. vg. *HէNNզCLARE, anteriormente *HէNNզTULARE, derivado de HINNITARE, frecuentativo vulgar del lat. HINNIRE ‘relinchar’; de *HINNICLARE proceden también el cat. ant. enillar (hoy sustituído por renillar), oc. ant. enilhar, it. nicchiare.

1.ª doc.: S. XIII.

En Elena y María: «quando al palaçio llega, / ¡Dios, que bien semeja! / Açores gritando, / cavallos rreninchando» (RFE I, 58), «¿darás tú al cavallo fortaleza o cercarás su cueillo de reninchamiento?» traduciendo hinnitus en la Biblia escurialense I·j·8 copiada en Aragón en el S. XIV (M. P., RFE I, 89-90); igual forma en la Historia Troyana de h. 1270 (114.15)1 y muy repetidamente en el Cavallero Zifar (59.6, 193.13, 193.24, renincho 193.15, 23), según el ms. del S. XIV (mientras el del XV y la ed. de 1512 traen relinchar, relincho). Indudablemente habrá que leer también reninchante (con olvido de la tilde) en vez de renichante, que traduce draconem inhiantem en la Estoria del Rey Anemur (RF VII, 349, lín. 28).

Esta forma reninchar era de pronunciación incómoda, dificultad que se resolvió de dos maneras. Por una parte intervino la haplología, pronunciándose rinchar, como en Colunga y Oeste de Asturias (V, ‘relinchar’ y ‘crujir la tabla del tillado al pisarla’), y como en gallegoportugués2; esta forma rinchar se tomó por una variante plebeya de rehinchar (que de hecho se pronuncia popularmente rinchar), de donde reinchar por una ultracorrección a la manera de las que he indicado en REHILAR y REGOLDAR: así en la Gr. Conq. de Ultr. (el rey de Jerusalén miraba como los sitiadores «fincaban las tiendas, e oyó los caballos reinchar» 326a), y en el Oriente de Asturias (V) se pronuncia reginchar, es decir, con h aspirada.

Pero la solución más común fué la disimilación de reninchar en relinchar, como encontramos ya en el Lucano de Alf. X (Alm.), en el glos. del Escorial (trad. «hinio»), APal. («es proprio al cavallo que relinche, assí como al asno que rebuzne» 214d; 193d), Nebr. («rel. el cavallo: hinnio»), Ant. de Guevara («graznar los ánsares, gruñir los cochinos y relinchar las yeguas»), Cervantes («comenzó a relinchar Rocinante» II, viii), etc.; más ejs. Cej., V, p. 510. Es palabra de uso general. En Aragón, con metátesis, renchilar (RLiR XI, 105).

Relinchar además se llama popularmente lanzar el grito, realmente análogo a un relincho, que acostumbran los montañeses y gente del campo al terminar ciertos cantos populares, costumbre que M. P. (La Serrana de la Vera, 161-2) documenta en Asturias, Santander, Alto Aragón y Urgel (aquí llamado renyinys, asimilación del cat. renills ‘relinchos’); en Lope: «seguidme todos, amigos, / porque muesama no diga / que, porque muesamo falta, / andan las hoces baldías / (éntrense todos relinchando)», «¡Segadores de mi casa...! / ¡Ea! ¡relinchos y grita!» (Peribáñez II, xiv, ed. Hz. Ureña, p. 140; ed. Acad. X, 128b), y en Vélez de Guevara: «suenen relinchos de labradores y vayan entrando» (La Serrana de la Vera). Lo mismo se llama illet en el Valle de Arán, irrintz en vasco, otros tantos representantes de *HINNITULARE: irrintz, es disimilación del romance *enincho; vasco guipuzcoano arrantzá ‘el rebuzno’ (Michelena, Fon. 384).

No hay duda de que reninchar supone un más antiguo *eninchar, tal como el cat. renillar ha sustituído el cat. ant. enillar: enill ‘relincho’ se lee en textos medievales (Am. Pagès, Auziàs March et ses successeurs, p. 138) y el verbo, con la grafía anillar, figura en el rosellonés Agustí (S. XVI, Dicc. Alc.), y se oye todavía en Andorra, Cerdaña y Rosellón. Enilhar es la forma general en oc. ant. y mod (FEW IV, 427-8); junto a ésta existe, sin embargo, oc. ant. endir, fr. centr. y poitev. hendiner, it. (in)nitrire, que representan una leve alteración del lat. vg. HINNզTARE, por cambio de conjugación; y de un cruce de endir con enilhar salió la variante oc. ant., langued. y marsellesa endilhar. *HINNզTARE está documentado en el seudo-Filóxeno y en otras glosas (Glotta VI, 244), y es de ahí y no del sustantivo HINNITUS ‘relincho’ (como cree Wartburg), de donde deriva el tipo romance *HINNITŬLAREl>, tal como TREMULARE de TREMERE. HINNITARE es simplemente un frecuentativo del lat. cl. HINNIRE ‘relinchar’: la generalización del frecuentativo es natural para el relincho, sonido siempre repetido (parece como que el caballo lo iniciara varias veces seguidas), lo que explica también la sustitución iberorromance de *eninchar y enillar por reninchar, renillar.

Claro está que el antiguo *HINNITULARE había de cambiarse forzosamente en *HINNICLARE por el latín vulgar, que reemplaza siempre el grupo TL por CL (VETULUS > VECLUS > VIEJO, etc.). Pero en cast.-port. la nasal de *HINNICLARE se propagó al final de la sílaba, tal como en MACULA > MANCHA o en MATTIANA > MANZANA, y así el grupo CL, puesto tras consonante, tenía que pasar regularmente a ch. Esta etimología, que Diez sólo muy confusamente logró entrever (Wb., 181), fué sentada sólidamente por M-L. (REW 4138), y la evolución fonética de la forma castellana fué correctamente explicada por M. P. (l. c.); preciso aquí algunos detalles fonéticos y morfológicos3.

DERIV.

Relinchador. Relinchante. Relincho [-nin-, h. 1300, Cav. Zifar, arriba]4; relinchido («hinnitus, adhinnitus» Nebr.) ant. Cultismo: hinible. Hin, voz de los equinos, es onomatopeya hermana del lat. hinnire. Del gall. rinchar deriva rincheira aplicado a la mujer que ríe a menudo y desacompasadamente, Sarm. CaG. 111v, y cf. p. 169.

De HINNIRE, además del catalán ahinar, salen el santand. ina ‘relincho que se hace dar a una cría para que llame a una yegua perdida en el monte’ (G. Lomas), ast. iñar «acariciar la vaca al ternero con la voz» (en Sisterna, SO. de la provincia, Mnz. García, RDTP VI, 388), «voz de una vaca o ternero cuando no brama fuerte» (en Cabranes: Canellada), iñíu «sonido que se emite al iñar» (íd. íd.).

1 Como indicó M. P. es errónea la lectura rennichar de RH VI, 63, también adoptada por C. Michaëlis, RL VI, 41, n. 153, quien quisiera ver ahí un portuguesismo, junto con otros tan poco convincentes como éste.―

2 Claro que el port. rinchar no está respecto de reninchar en la misma relación que, p. ej., vir en lugar de venir: el port. pierde la -N- latina intervocálica, pero no la -NN-, que es lo que aquí corresponde a la primera n de reninchar. La existencia de rinchar en Asturias y del ultracorregido reinchar en cast. ant. prueba, en efecto, que se trata de una haplología, y no de la caída puramente portuguesa de una -N- intervocálica. Además, existe en hablas gallegas otra resolución del nudo fonético, con metátesis: «o seu cabalo rechinaba no palenque», Castelao 193.24 (junto a rinchar 244.16), que se aparta netamente del castellano rechinar y éste seguramente sólo por azar ha convergido con él.―

3 Es superfluo acudir a un influjo de la onomatopeya pata explicarlos, según quisiera Schuchardt, ZRPh. XXXIX, 719-21. Creación onomatopéyica no la hubo más que en el lat. HINNIRE. Lo demás es histórico.―

4 En los Andes y en la Precordillera argentina se llama relincho el individuo viejo de una manada de guanacos, que le sirve de guía y de vigilante, y le da la señal de peligro, con una especie de silbo o relincho; así lo he oído en las sierras de Mendoza (también en la Rioja, L. Franco, La Prensa 17-III-1940, y en el Norte del país: A. Córdoba, ibid. 9-VI-1940; C. Carrizo, La Nación, 23-VI-1940). Como tiene siempre la cabeza vuelta a un lado le llaman en Chile loro. El macho viejo de las gamuzas hace el mismo oficio en los Pirineos.