VIEJO, del lat. VĔTŬLUS ‘de cierta edad, algo viejo’, ‘viejecito’, que en latín vulgar sustituyó a VĔTUS, -ĔRIS, ‘viejo’, del que aquél era diminutivo.

1.ª doc.: 1068 y docs. del S. XII (Oelschl.).

Frecuente desde Berceo (Sta. M. Egipc., 378; Apol., 8; etc.); de uso general en todas las épocas y común a todos los romances. El latín vulgar generalizó el diminutivo VETULUS, pronunciándolo VĔCLUS, de acuerdo con su fonética. M. P. planteó (Manual, § 10.3; Oríg., 175-6) un problema algo oscuro de fonética al observar con razón que, atendiendo al caso de OJO y análogos, esperaríamos que VĔCLUS no hubiese diptongado su Ĕ en el dialecto de Castilla. Duda M. P. entre admitir que viejo es lo regular (entonces espejo se debería a cambio de «sufijo») o suponer que en Castilla sea leonesismo o aragonesismo (lo mismo cree Schürr, RF LIII, 38), posibilidad que no vacilo en rechazar decididamente, tratándose de voz tan esencial. Hanssen (Gram. Cast. Anteclásica, AUCh. 1908, tir. ap., p. 7) sugiere que el grupo TL fuese tratado de otra manera que CL (citando ruejo ‘rodillo de molino’ ROTULU, cita ociosa, pues esta palabra es de Aragón, donde no hay problema): lo cual no puede admitirse, puesto que TL y CL ya se habían confundido en latín vulgar y no reciben tratamiento distinto en ningún romance. Otros sugirieron (con aceptación de Rohlfs, ASNSL CLXXVI, 138) que el diptongo de viejo se deba al influjo del arcaico viedro, que se halla en el sentido de ‘viejo’ en textos de los SS. XIII y princ. del XIV (citas de A. Castro, RFE VIII, 180; estudiado recientemente, D. Alonso, NRFH VII, 166)1, y cuyo derivado betereiscitu ‘envejecido’ (part. aragonés de *VETERESCERE) está en las Glosas de Silos, n.º 72. Pero sería extraño que esta palabra rara y pronto envejecida hubiese alterado la forma de su rival más vivaz. Y sobre todo ninguna de estas varias explicaciones tiene en cuenta que el mismo problema presenta el cat. vell3 (y no vill, a pesar de espill SPĔCULUM, mills MĔLIUS, ull OCULUM, rull ROTULUM, full FOLIUM, etc.). Según nos muestra el rumano (que diptonga Ĕ, pero no ֊), la diptongación de ֊ fué en romance algo más tardía que la de Ĕ: tenemos derecho a creer, por lo tanto, que Ĕ ya estaba diptongada antes de que el grupo CL hubiese tenido tiempo de palatalizarse, mientras que ya no ocurrió lo mismo con la ֊ ni con la Ĕ ante el grupo L?, cuyo carácter palatal es más antiguo. De ahí que el grupo CL no actúe como palatal en la diptongación de la Ĕ castellana y catalana4. En cuanto al cast. espejo, en Miranda esplho, en las Glosas de San Millán spillu, y en cat. espill, en realidad no se trata aquí de SPĔCŬLUM, sino de un *SP?CŬLU por cambio de sufijo, según demuestran el vasco vizc. y guip. ispiu, vasco-fr. ispiu, ixpiu, el oc. esplh, el logud. ispiju y el campid. sprigu (Salvioni, Rom. XLIII, 389; M. L. Wagner, VRom. VI, 353): luego la relación entre el cast. espejo y el cat. espill es igual a la existente entre conejo y conill, vencejo y vencill, oposición de naturaleza sufijal y no fonética5.

Hay varias acs. secundarias; Lugo observa que en Canarias se emplea con el valor general ‘de edad más adelantada’ (el niño de 5 años es más «viejo» que el de 4, BRAE VII, 341). Para fraseología cubana, Ca., 126, 188, 205. Una vieja ‘especie de petardo’ arg. (Borcosque, Puque, p. 82); la vieja ‘la cuaresma’ en alav. y nav.; vieja ‘pez de unos 10 cm. de largo’ [Acad. 1936, no 1843].

DERIV.

Viejarrón o vejarrón; gall. vellouqueira, voz despectiva6. Viejezuelo o vejezuelo [éste en Nebr.; -uela, 1.ª Crón. Gral., 195a20]. Vejancón [Aut.]; vejanco arg. [BDHA III, 111]. Vejazo. Vejecito, hoy más común viejecito (no admitido por la Acad.). Vejestorio ‘cosa despreciable por muy vieja’ [Aut.; así hasta hoy en Cuba «ese vestido es un vCa., 197], ‘persona muy vieja’ [Acad.], formación singular (sin otro paralelo que vanistorio), probablemente debida a un injerto de la terminación de consistorio, faldistorio, y algún otro vocablo culto o arcaico, que sugería la idea de cosa vieja o respetable7. Vejete [Quevedo]; vejeta. Vejerano ‘vejestorio’ cub. (Ca., 167), vejarano en otras partes de América: cruce de vejete y veterano (o floreo verbal con el gentilicio y apellido Bejarano). Vejez [¿S. XIV?, Biblia med. rom., 21.2; Nebr.]; antes se dijo vejedat [h. 1250, Setenario, fº8; J. Ruiz; Rim. de Palacio, 1180; Consolaciones del A. Luna, 600; -d, Nebr.]; ast. veyera ‘vejez’, veyura ‘monería, ademán gracioso de un niño’, aveyuscáu ‘aventajado’ (V). Vejible. Vejón. Vejote. Avejentar [S. XIX, DHist.]; aviejar. Envejecer [-gecerse «senesco» Nebr.]; envejecido [íd.]; envejecimiento; enviejar. Revejecer; revejido; poco corrientes; reviejío cub. (Ca., 181).

De vetus, veteris ‘viejo’: veterano ‘soldado que ha servido largo tiempo’ [APal. 524d; S. XVII,: Aut.], lat. veteranus íd.; popularmente en Chile (G. Maturana, D. P. Garuya, 31) y otras partes se emplea por ‘anciano’. Veterinario [Acad. S. XIX], tomado de veterinarius íd., derivado de veterīnae ‘bestias de carga’ (primitivamente ‘animales viejos, impropios para jinetes’); veterinaria. Inveterarse; inveterado. Vetusto [Acad. S. XIX], tomado de vetŭstus íd.; vetustez.

1 Molinos viedres en un doc. de la Ribera navarra del año 1237; pero Michelena, FoLiVa I, 43, sospecha que sea errata de lectura por viedros. También gall. ant. vedro; era enfático: «No Testamento Vedro e no Novo», «ña egreja vedra» Ctgs. 53.60, 65.125. Vedraños y vedrayos ‘viejos’ en docs. medievales de Pontevedra (Sarm. CaG. 70v), y de él lo reproducen los diccs. (‘ancianos’ F. J. Rodríguez, Vall., -año Lugrís, etc.). El derivado vedreiro es enfático y respetuoso o cariñoso: «un vello ~ que chora por un amor que perdeu cando era mozo», «un can morriñoso e vedreiro, que me fita» Castelao 278.9, 141.9.―

2 Viedro es el lat. cl. VĔTĔREM; conservado más largamente en el port. vedro, y hasta hoy en la toponimia castellana. En cuanto a la -o, no se debe a un cambio latino de declinación (Castro) ni a un influjo de VETUS sobre VETEREM (Cornu, GGr. I, § 304), ni nos obliga a partir de VETULUS (Leite de V., RL II, 268), lo cual no sería posible más que en portugués; se trata sencillamente del influjo del sinónimo más corriente viejo, velho.―

3 No hay huellas de VETUS en catalán (salvo algún rarísimo nombre de lugar). Para la lucha entre VETUS y VETULUS en Italia, Aebischer, Cultura Neolatina IV-V, 113-22.―

4 Ni francesa (vieil frente a lit LĔCTUM), pero sí en lengua de Oc (vielh como lieit), lo cual no es de extrañar: de todos modos deberíamos sospechar que la diptongación fué más tardía en el Sur de Francia que en el Norte y en Cataluña, donde el resultado se presenta más evolucionado (> iei > i).―

5 En catalán la fecha de la diptongación debió de preceder de muy poco a la palatalización del grupo CL, pues en algunos puntos llegó a producirse una forma vill, según muestran los nombres de lugar Castellvi(y) y análogos, bearn. Vic Vilh.―

6 De sentido más vago: «mujer desaliñada, puerca, de esfera baja, mal vestida, casi vieja» Sarm. CaG. 185v; «Un vellouqueiro» (el pretendiente de una muchacha); «velloucán con cara de testigo falso» Castelao 281.26, 278.24.―

7 Opinión de Spitzer, RFE IX, 390 (comp. X, 368n.; a los ejs. de sufijo popular -orio agréguense el arag. ant. enterrorio y el ecuat. ahilorio). Esta idea me parece probable en vista del pasaje de J. Ruiz, donde entre otros libros de erudición se cita «el Inocencio quarto, un sotil consistorio» (cosestorio G, 1152c): luego el vocablo tomó el sentido de ‘libro de consulta’, casi siempre viejo. Segl (ZRPh. XLII, 108) supone que vanistorio resulte de la suma de vano e historiar. No sería inconcebible que primero se dijera esto es una viej(a) estoria hablando de objetos viejos (fr. une vieille histoire) y luego *vejestoria > vejestorio. Pero entonces sería extraño que el femenino no se encuentre nunca (decimos que una mujer es un vejestorio). Echar mano del b. lat. historium y del cast. antic. historio, empleado en un texto del S. XVI (RFE XXII, 302), es forzado tratándose de rarezas tales.