RASGAR, probablemente alteración del antiguo resgar íd., que viene regularmente del lat. RĔSĔCARE ‘cortar’, ‘recortar’; esta alteración parece debida a una confusión parcial con RASCAR.

1.ª doc.: resgar, J. Ruiz.

El ratón agradecido dice al león cogido en las redes: «con aquestos mis dientes rodré poco a poquillo, / do están vuestras manos faré un grand portillo: / los vuestros braços fuertes por allí los sacaredes, / abriendo e tirando las redes resgaredes» (sin variante en Ducamin, 1432b). Esta forma etimológica persistió bastante tiempo, pues el poeta Carvajales en el Canc. de Stúñiga, primera mitad S. XV, habla de los «ojos verdes et resgados» (p. 379), en la ed. príncipe de Gil Vicente se lee riésguese con el sentido de ‘rásguese’ (fº 179)1, una pragmática real de Burgos del año 1515 denuncia las tropelías de los soldados «en las casas donde posan, así en dañar las dichas casas como en la ropa que les riesgan» (BRAE XVII, 207) y hoy se conserva en hablas occidentales: ast. riesgar ‘rasgar’ (R, Munthe), port. dial. resgar (variante del port. común rasgar) usual en Ermisende (Sanabria port.), Évora, Alandroal y otras localidades alentejanas, el Algarbe, y conocida de la plebe en otras partes (Cornu, GGr., § 90; RL I, 284; II; 23; IV, 73; VII, 144; Fig.).

Rasgar es más tardío, pues aparece en el glos. de Toledo (h. 1400), y aunque según Aguado rasgar las cartas de pago vencido ya está en las Cortes de 1318, esta ed. requiere comprobación en los mss. Los clásicos emplean rasgar, pero por lo general lo distinguen cuidadosamente de rascar: así Aut. y Quijote (muchos ejs.) y ya los glos. de h. 1400 y APal. («depannare tanto es como rasgar y romper algo del paño» 109d; 542b; frente a «se rascan las cabeças» 75d, «prurigo faze a los ombres rascarse con las uñas» 393d). Cej. V, § 56. No es de creer por lo tanto que, como afirma M-L (REW 7074), rasgar sea una mera variante fonética de rascar, pues el sentido de éste coincide con el de RADERE y RASէCARE, mientras que el de aquél es casi igual al de RĔSĔCARE ‘cortar’, ‘recortar’; y se comprende que en éste se retrasara la caída de la vocal interna por mantenerse durante algún tiempo la conciencia de ser derivado de SECARE ‘cortar’; sólo cuando éste se especializó en el sentido de SEGAR es probable que se perdiera el contacto y cayera la E interna, pero cuando ya la -C- se había sonorizado; por lo demás, RESECARE se ha conservado con independencia del sentido de SECARE en muchas hablas de Francia e Italia (REW 7241).

Reconocieron correctamente la etimología RESECARE, aunque sin probarla históricamente, Diez (Wb., 264), Cornu (l. c.), G. Viana (Apost. II, 343), M. P. (Manual, §§ 18, 54) y otros. Sin embargo, es probable que la confusión en que incurre M-L. no haya sido del todo ajena a la historia del idioma, pues rascar y resgar eran demasiado próximos por la forma y por el sentido para que el contacto fuese evitable.

Hay escritores que llegan a confundirlos del todo, como F. de Villalobos (siglo XVI), cuando escribe «¿quién no cura a su caballo?... ¿Quién no le frega y le rasga y le alimpia?» (RFE IV, 258), y en el sentido de ‘rascar la guitarra’ dijo rasgar Cervantes («tocar una guitarra a lo rasgado» Quijote I, li, 268), lo que hoy se dice rasguear [Quevedo, Fcha.] y rasgueo, o en la Arg. rasguido, vulgarmente rajido (M. Fierro II, 3903; Draghi, Canc. Cuyano, 189); además V. rasguñar (< rascañar) abajo. De esta tendencia a la confusión de los dos vocablos hubo de nacer la a de rasgar, más que de un influjo de la r, que cuando antecede no suele influir en la vocal siguiente; pudo contribuir a ello la reacción contra la tendencia vulgar a cambiar ra-´ en re-´ por analogía morfológica (REBAÑO, rencor, rencón < rancón ‘rincón’, etc.). Viceversa es posible que se dijera rescar por ‘rascar’, y en el presente riesca, luego reducido a risca, pues un sustantivo risca ‘raya, línea’ se encuentra en la Crónica de 1344 (M. P., Inf. de Lara, 265.1), ast. riscar el alba ‘rayar el alba, comenzar a salir el sol’ (R, V), de donde es probable que se tomara el gall. risco ‘señal’, riscadura ‘raya, arañazo’, port. risca, risco ‘raya, dibujo’, ‘navajazo’, riscar «fazer traços em; expungir com traços; delinear, traçar; marcar»2, Estremadura derriscar, GuimarƟes desarriscar «riscar, descarregar [‘inscribir’] um nome num rol (de confessados, etc.)» (Leite, Opúsc. II, 241). Comp. G. de Diego, RDTP XI, 420 ss.

DERIV.

Rasgado [Quijote, V. arriba]. Rasgador. Rasgadura. Rasgo [Covarr.]; arg. ‘trozo de terreno sin edificar’ («donación de un rasgo de terreno de una hectárea y media de propiedad fiscal... para ser utilizado como campo de deportes», Los Andes, Mendoza, 25-XI-1941). Rasgón. Rasguear (V. arriba); rasgueado; rasgueador; rasgueo; rasguido (V. arriba). Rasguñar [h. 1580, Fr. L. de Granada, Aut.] no es derivado ni compuesto de rasgar, sino alteración, por influjo de este verbo, del anticuado rascuñar3, que a su vez lo es de rascañar [h. 1300, Gr. Conq. de Ultr.]4, derivado de rascar, pero alterado por influjo de uña; rasguño [rascuño, 1490, Celestina, V. nota 3]; rasguñuelo; rascañadura [h. 1300, Fueros de Aragón, cita s. v. LIVIANO].

1 Que no es errata, como supone A. F. G. Bell, RH LXXVII, 402.―

2 Aunque es verdad que riscar no sólo se encuentra en clásicos portugueses (Moraes), sino que petra riscata está ya en Inquiriç?es del S. XIII (CortesƟo); gall. «borre a fronteira que riscou Alfonso VI» Castelao 268.16, y «dous riscos de vostede nun papel» (le piden al dibujante), íd. 203.1. No sería del todo imposible que RESECARE hubiese pasado a rescar y de ahí riscar, sea por influjo de la pronunciación apical de la s, sea por contaminación de RISCO y su familia.―

3 «Buen amigo es el gato, sino que rascuña», med. S. XV, Refranes que dizen las Viejas (RH XXV, 149, n.º 115); «no te messes, no te rascuñes ni maltrates» Celestina XV, Cl. C. II, 134.23; Lazarillo, Cl. C., 115; y en el sustantivo «un poquillo de bálsamo... que guardava para aquel rascuño que tiene por las narizes» Celestina I, Cl. C. I, 79.7; análogamente en Fr. L. de León (Fcha.). Hoy todavía se oye rascuñón ‘arañazo de gato’ en Santiago del Estero (arg.: O. di Lullo, Canc., 419); aunque lo común y vulgar en toda la Arg. y aun allí mismo (p. 440) es rajuñón o rajuño (< rasguño). En Sanabria se dice arresbuñar por ‘arañar’ (Castro, RFE V, 41).―

4 Rivad. XLIV, 529; J. Ruiz, 1383. «Que pierdan melenconía / e tomen plazentería / syn enojo e syn zizaña, / ca la burla non rascaña» J. Alfonso de Baena, en su Canc. n.° 327, v. 24. Arrascañar en Gr. Conq. de Ultr., vid. DHist.