SEGAR, del lat. SĔCARE ‘cortar’.
1.ª doc.: segare, doc. de Cardeña de 972, M. P., Oríg., § 46.1.
DERIV.
Segable. Segada. Segadero; segadera. Segador [APal. 277d, Nebr.]; segadora. Segazón ant. [«tiempo de segar» Nebr.]. Segote. Segueta [Acad. 1884, no 1843], del it. seghetta, diminutivo de sega ‘sierra’; seguetear. Siega [fin S. XVI, Aut.]. Resegar.
Segur [doc. de 1050, Oelschl.; J. Ruiz; APal. 5b; 19b, 246b, 442d; Nebr.; y clásico, vid. Aut., Cej. VIII, § 79], del lat. SECȢRIS ‘hacha’1, que se ha derivado de SECARE2; ast. segura ‘hacha grande de mano que usan los tablajeros para cortar la carne’ (V), port. y gall. segura ‘especie de azuela de tonelero que corta verticalmente’ (Sarm. CaG. 98r); también se ha dicho asegur (DHist.).
Secha ast. ‘el pedazo de tierra o césped que corta el arado al abrir el surco’ (V), de SĔCTA part. pasivo fem. de SECARE ‘cortar’; sechoriu ‘cuchilla de 60 a 70 cm. de largo que se coloca en el arado para facilitar el corte de la secha’ ast. (V; M. P., Dial. Leon., § 4.31), comp. port. ant. seitar ‘segar’, port. dial. seita ‘secha’, del frecuentativo SECTARE ‘cortar’ (que no es hipotético, como dice REW 7766, pues está con el sentido de ‘aserrar’ en CGL II, 415.32). Gall. seituria «segadura» (la siega: julio y agosto son os meses da seituria, Sarm. CaG. 156v, SECTȢRA) coinciden las tres obras de Sarm. (ib. p. 72) en esta forma del sufijo, que no es inaudita en gallego y es frecuente en catalán (boscúria, cantúria, vellúria...), cf. el cat. Setúria, gran valle de prados entre Andorra, Urgellet y Pallars.
Los siguientes son cultismos. Sección [princ. S. XVIII, Aut., sólo como tecnicismo médico, geométrico y artístico], de sectio, -ōnis ‘cortadura’; seccionar. Sector [Aut.], de sector, -ōris, ‘cortador, el que corta’. Secante [Acad. S. XIX] ‘línea que corta’; bisecar; bisectriz. Disecar [princ. S. XVIII, Aut.], de dissecare íd.; disección [1629, Huerta, Aut.]; disector [Aut.]. Insecto [fin S. XVII, Aut.; falta Oudin, Covarr.], del b. lat. insectus íd., propiamente participio de insecare ‘cortar, hacer una incisión’, por las ceñiduras que se marcan en el cuerpo de estos animales. Intersección; intersecarse. Resección. Segmento [princ. S. XVIII, Aut.], de segmĕntum íd.
1 Del cast. pasó al árabe de Marruecos: Rabat šâqor ‘hacha, esp. la de carpintero’ (Brunot).― ↩
2 Aunque sea más de la incumbencia de los latinistas y eslavistas, observaré que, pese a su vasta aceptación por parte de los especialistas (Pok. IEW 895.10, 14, 896.1; Walde; Vasmer, Rs. Et. Wb.; y aun Meillet, Etym. V. Sl. y Ernout-M., si bien con reservas) esta etimología indoeuropea de la voz latina choca con graves objeciones. El vocablo aparece sólo ―cosa extrañísima― en latín y eslavo, donde por lo demás sekyra es común a todas las lenguas de esta familia, desde el paleoslavo, aunque con ligeras pero extrañas discordancias fonéticas (rs. sekíra, no -yra, svcr. sèkira, con una è que se atribuye al influjo del verbo sěk྿), etc. El tipo SEKȢRA admitido por Pok. es una formación inexplicable en indoeuropeo y que además no corresponde a la terminación del latín. Por esto, y por la extraña extensión geográfica, Brandt, Mikkola y otros han admitido que en eslavo es préstamo del latín, hecho algo insólito también, no habiendo pasado por el griego ni el germánico. Sobre todo me parece increíble que esta palabra latina y eslava no tenga nada que ver con su sinónimo el gr. σάƔαρις. Aunque en realidad no es que ésta sea una palabra propia del griego, pues lo griego es ęξίνƓ. De todos modos σάƔαρις es manifiestamente incompatible con la raíz del ieur. SEK- ‘cortar’, lo cual induce a creer que en todas partes es de procedencia no indoeuropea. Ahora bien, σάƔαρις sólo aparece en Heródoto y en Jenofonte, que coinciden en afirmar que se trata de una especie de hacha de combate con dos filos, empleada y típica de los persas y escitas; V. en particular los datos y la descripción de la Ciropedia IIi11, y IVii22 (cf. nota en la ed. G. Budé I, p. 60). El vocablo recuerda extraordinariamente el asirio šukurru y hebreo šegōr ‘hacha’, como insinúa Georgiev LP, IV, 1953, 109. Sospecho que en latín y en iranio se tomó de una lengua asiánica, semítica o mediterránea, y que de la lengua de los escitas (donde presentaría una variante más semejante que la persa a la del asirio y el latín) pasaría al eslavo. ↩