PICO, ‘parte saliente de la cabeza de las aves’; según muestran el port. y ast. bico y las formas análogas de muchos dialectos franceses, retorromanees y sardos, no se trata de un derivado del verbo PICAR, sino del celta BECCUS íd. (de donde cat., oc., fr. bec, it. becco), que en muchas partes sufrió progresivamente el influjo fonético de aquel verbo.

1.ª doc.: h. 1335, Juan Manuel, Juan Ruiz.

Figura en el Libro de Buen Amor, 202c, 204a, en el Conde Luc. (ed. Knust) 30.2, en el Libro de la Caza (ed. Baist) 56.20. En cuanto a los tres testimonios toponímicos de 1085, 1200 y 1201, recogidos por Oelschl., contendrán pico ‘cúspide de montaña’ (comp. el otero del pico del Águila 1244, M. P., D. L. 227.28), que en realidad es derivado de picar en el sentido general de ‘objeto punzante’, ‘punta’: así lo prueba el hecho de que pic en esta ac. está bien arraigado en fr., oc. y cat., idiomas que dicen bec para ‘pico de ave’; en otro doc. de 1124 se habla de «un pico de Johan Pedrez» refiriéndose a una ferrén o prado, mas se trata también de la idea de ‘punta’, y así no prueba que se dijera ya entonces pico en el sentido del lat. rostrum. Que el cast. pico no es un mero derivado de picar o de pica, como admiten la Acad. y otros, lo prueban las demás formas romances que han sustituído a esta palabra latina. Suetonio nos informa de que los celtas empleaban BECCUS «gallinacei rostrum», lo cual se relaciona evidentemente con el irl. bacc, galés bach y bret. bac’h ‘gancho’. De ahí el it. becco, fr., oc. y cat. bec ‘pico’1. Como representantes del tipo BĔCCUS quizá puedan mirarse el ast. biecu «gesto» (en Llanes, R) y Venasque bllecada ‘agachadiza’, biecadín «becarda» (Ferraz); pero no hay un gall. beco que cita GdDD 972: el «beco labio», que Vall. da como antiguo, es grafía defectuosa en vez del castellanismo beço por beiço (vid. BEZO).

Formas comparables a la castellana son solamente el sobreselv. pic ‘pico de ave’ y ‘pene’ y el engad. piccal ‘pico’ (Diz. Rum. Grischun II, 281, s. v. bec); más extensión tienen las formas intermedias, que participan sólo del vocalismo o del consonantismo de uno de los dos tipos: port. y gall. bico2, ast. abicar «lo erguío cuandu cai, abica, finca el picu en el suelu» (Rato; no parece haber en la actualidad un ast. bicu), Uriménil y Vosges bic (con el derivado bicà, biquer, bicher ‘besar’, muy extendido en los dialectos del Sur y el Este de Francia), fr. occid. y centr. pec, pecque (FEW I, 304b, 305b), sobreselv. pc (junto a pic), Vasto (Abruzos) pécche, sardo biccu. En vista de estas formas intermedias no cabe duda que el cast. pico es inseparable de bec3; para el cual, cf. BEZO nota. Para pico ‘herramienta’, V. PICAR. Acs. indudablemente derivadas del pico de ave, son las argentinas pico de agua ‘fuente artificial’ y pico de gas ‘espita’; el tort. pico ‘botijo de un solo pico’ (Miscel·lània Folklòrica, 168) será préstamo del castellano.

DERIV.

Pica ‘punta aguda que tiene alguna cosa’ ast. (Vigón). Picarúa murc. (< -ruda). Gall. orensano picôs ‘las castañas secas’ (Sarm. CaG. 215r). Picón ‘(equino) cuyos dientes incisivos superiores sobresalen de los inferiores’ (Acad.; Cespedosa, RFE XV, 279), ‘pez hocicudo’. Picotazo o picotada. Picotear; picoteado; ast. espicotiáse ‘trabarse de palabras’ (V); repicotear. Picotero; picotería. Piquera [1513, G. A. de Herrera, Aut.]; estar a la piquera ‘a las oportunidades’ cub. (Ca., 77). Picudo, -uda; -udillo, -a; picu(d)o cub. ‘cursi’ (Ca., 22); picuismo. Gall. (?) ant. picayo ‘ganchudo’: tejer «con cambitos de fustes picayos que son corvos en somo» en el ms. A (muy castellanizante) de la Gral. Est. gall. S. XIV, 88.28 (donde el buen ms. gallego pone fustes torçidos).

Picorota, picuruta salm. ‘lo más alto de una torre, un peñasco’, de ahí, cruce con píngano ‘montaña de cima puntiaguda’ hoy and. pero representado también en otros dialectos (cuyo diminutivo pinganillo ya se documenta en León en 1605), y con el salm. píngaro ‘cumbre’ (derivados de pingar, vid. PENDER), resultó el general pingorote ‘punta’4 [Acad. 1899, no 1822], salm. pingorota íd., y sus derivados pingorotudo [murc. 1735, Aut.] y empingorotado [1735, como voz bárbara y baja, Aut., donde se habla también de un «juego de los muchachos, llamado el pingorongo»]; vid. Unamuno, RFE VII, 355 (donde no convence la idea de ver en -ota el arcaico oto ALTUS; se trata de un mero derivado con sufijo compuesto, como el de penderengue = PERENDENGUE, de pender).

Embicar arg., chil., cub. ‘embestir a tierra con una embarcación’ (Acad.; Ca., 195), mar. ‘poner una verga en dirección oblicua’, ‘orzar’ (Acad.), ‘embocar, acertar a introducir una cosa’ cub., ‘beber’ domin. (RFH VI, 144n.), tomado del port. embicar, derivado de bico. Para embicarse en leonés e hispanoamericano, Krüger, NRFH V, 438; él mismo trata de otros derivados del port. bico en NRFH VII, 170-6. Embicadura.

CPT.

Piquituerto. Picofeo. Bedanu ast. ‘escoplo’ (V) < fr. bédâne, compuesto de bec d’ane ‘pico de ánade’.

1 La lengua de Oc y el catalán postulan una base con E abierta, el italiano con E cerrada, mientras que los dialectos franceses vacilan. Luego es discutible la opinión de M-L. de que la forma primitiva fuese BԷCCUS.―

2 La explicación del port. bico por metafonía (como en isso ‘eso’, siso ‘seso’, cio ‘celo’), sugerida por Schürr, RF LIII, 30, debe abandonarse en vista de esta extensión geográfica. Bico es ya general en la Edad Media, y aun con las acepciones secundarias ‘abertura de la boca’ Ctgs. 352.37 (y ter no bico (a morte) ‘estar bajo su amenaza’ 75.60) ‘agujero [por mordedura]’ Ctgs. 315.53, ‘punta’ MirSgo. 12.49; y sigue manteniendo en gallego moderno esta complejidad de acepciones secundarias: ‘cara, boca’: «torceu o bico e díxolle» (Castelao 148.1), fazer o bico ‘hacer pucheritos (el niño)’ (Sarm. CaG. 219v). La familia derivativa de bico tiene gran desarrollo en el idioma vecino. El port. bicar es sólo ‘picar con el pico, exprimir con bicadas’, pero en gallego es además la palabra más popular y generalizada para ‘besar’ (y empleada también por los mejores escritores). Bica ‘caño por donde sale un líquido’ (cf. cat. pica ‘pila de agua’, ‘pequeña piscina’) y con sentido parecido biqueira (Sarm. CaG. 61v); y es probable que el gall. bica ‘torta de harina, de maíz’, ‘torta cocida al rescoldo’ (también las de centeno y millo según Curros Enríquez, DAcGall.; Sarm. CaG. 205v) sea una aplicación figurada de la idea de bicar ‘tocar un manjar’, levar boa bicada ‘buena tajada’; bica se extiende en territorio portugués hasta las provincias del Minho y de la Beira, aunque no pertenece a la lengua normal; Moraes registra además dar alguma cousa á bica «da melhor sorte e nƟo das fezes» y ya en la lengua clásica en un auto de Antonio Prestes.―

3 El mozár. biqq «extremitas» de R. Martí lo mismo puede ir con el cat. bec que con el cast. pico (pues la b puede interpretarse b o p, y la i puede ser símbolo de e o de i); en cuanto al marroq. pîq ‘punta de cuchillo, de espada, etc.’, por razones semánticas no es seguro si hay que unirlo a BECCUS o a PICCARE. En el fuero arag. de 1350 enbegar claves parece ser ‘reparar llaves’; más que derivado de viga, como pretende Tilander (RFE XXII, 15), a base de una supuesta alternancia i:e, quizá venga de BECCUS en el sentido de ‘rehacer los dientes de las llaves’.―

4 De ahí por regresión pincora ‘cima de un árbol’ y piringola, recogidos en dos pueblos de La Palma (Canarias) por Rohlfs, RFE XXXVIII, 95.