MOJIGANGA, la forma más antigua es boxiganga: designaba primitivamente un personaje caracterizado por unas vejigas sujetas a la punta de un palo, personaje que era típico de las mojigangas; probablemente derivado de voxiga, variante fonética de VEJIGA.

1.ª doc.: boxiganga, 1603, Agustín de Rojas.

Véanse las pruebas detalladas en mi artículo de RPhCal. I, 94-96. Resumo, agregando algún dato. Rojas define la boxiganga como una clase de compañía de recitantes, la sexta por orden de importancia, que constaba de seis o siete hombres, dos mujeres y un muchacho. Luego, en el S. XVII, pasa a designar un tipo de juguete dramático, y después (ya en Quevedo) una especie de mascarada o cabalgata carnavalesca. Desde el S. XVIII, en que se prohibieron las mojigangas, su nombre tendió a conservarse solamente en el sentido figurado de ‘farsa, cosa ridícula con que parece que uno se burla de otro’1. La forma en b-, además de Rojas, la emplea otro de los textos más antiguos, el conocido pasaje del Quijote (II, xi, 38), donde bogiganga es el nombre del personaje vestido pintorescamente, con cascabeles, y armado de un palo con tres vejigas en la punta, del que se sirve para sus habilidades hístriónicas; este personaje armado de vejigas sale también en la representación de otras mojigangas, y no hay duda sobre lo que en él llamaba más la atención, pues el propio Cervantes le llama también «el de las vejigas», y otros muchos le dan el nombre de botarga, que propiamente es el de otro embutido comparable a una vejiga. Boxiga, buxiga, por ‘vejiga’, es forma usual entre otras partes en el alto Aragón y en Galicia (así en varios pueblos del Limia, VKR XI, 103; G. de Diego); el cambio de e átona en o se debe al influjo de la labial precedente, de lo cual di ejs. en mi artículo, y V. además BEJÍN. Para un posible paralelo semántico, vid. BOCHINCHE.

Del castellano pasó mojiganga al cat. moixiganga, port. bugiganga, e it. antic. musciganga (Zaccaria, 491)2. Las demás etimologías propuestas para mojiganga son imposibles, según demostré en mi trabajo3.

DERIV.

Bojiguero ‘farsante’ en el gaditano González del Castillo, fin S. XVIII (DHist.), buena confirmación de mi etimología.

1 Esto o ‘engaño, fraude’ es lo que significaría ya en este pasaje de Quiñones de B.: «¿Ve a esa moza? Más flor tiene en la cara / que una endrina por mayo, rica y bella; / mas si la limpian queda como ella. / Z. No hay ninguna que esté sin mojiganga. / M. Pues tal barniz trae en la cara, / porque su afeite, un fino coselete, / es a prueba de mosca y de mosquete», NBAE XVIII, 718. Enmiendo mayorica en mayo, rica.―

2 No parece fundada la opinión de los que han tratado de relacionar con mojiganga el port. antic. moganga «trejeitos de mƟos e rosto» (Bluteau; mogangas, Moraes). Una síncopa (como piensa Baist, RF IV, 398) no sería probable que se produjera en palabra de tan tardía formación (la supuesta variante *mogato de MOJIGATO no existe), y claro está que sería abusivo hablar de haplología (como hace al parecer C. Michaëlis, en el Jahrbuch de Ebert, XIII, 57-59) cuando las dos gg representan consonantes absolutamente distintas. Tampoco creo que se trate de un ár. muġánniǤ ‘coquetón’, ‘presumido’ (como insinúa Baist, siguiendo las huellas de Dozy). Me parece importante el hecho de que hoy mogango «trejeito, esgar» se emplee solamente en el Norte del Brasil, y que en este mismo país y en las Azores mogango, moganga y también bogango, boganga, designen una especie de calabaza (de donde luego ‘merienda’); además moquenca y moqueca es en el Brasil y en otras partes un guisado de coco, pimienta, pez y carne, y luego moquenquice es «esgares», «lábia», y moquenco el que hace moquenquices. Me parece claro que estamos ante palabras de origen indígena brasileño, probablemente derivadas o compuestas del tupí mocaé(m) ‘especie de parrilla para asar en barbacoa’, que ha dado el port. moquém íd., y su sinónimo el fr. colonial boucan, documentados desde fines del S. XVI (Friederici, Am. Wb., 429, 96-97), con la alternancia m- ~ b- tan frecuente en los guaranismos. Así como boucan, a causa de su empleo por parte de los filibusteros, dió luego boucanier ‘pirata’ y el fr. boucan ‘algazara’, es fácil que un sentido figurado análogo se desarrollara en el port. moganga, que desde luego nada tiene que ver con mojiganga.―

3 Me escribe D. Fernando Ortiz que no le ha convencido mi etimología y sigue creyendo en la suya anterior. Anoto aquí, con la debida deferencia, la opinión del maestro de las investigaciones afrocubanas, en espera de las pruebas que anuncia, pero observo desde luego que la procedencia de la documentación indica una etimología española y no africana ni antillana, y que el hecho de que los negros se apoderaran más tarde de la palabra no es ningún indicio acerca de su origen; en cuanto a la etimología bantú sugerida por el Sr. Ortiz en su glosario, es demasiado construida para que pueda reconocérsele probabilidad.