MOGOTE, ‘montículo cónico aislado’, ‘cada una de las dos cuernas de los gamos y venados mientras tienen menos de un palmo’, probablemente pertenece a una lengua prerromana de España, quizá de un vasco *mokoti ‘puntiagudo’, voz desaparecida en la actualidad, pero derivada normalmente de moko ‘punta’, ‘pico’.
1.ª doc.: 1537 en la 1.ª ac; 1634, en la 2.ª ac.
La otra acepción, más conocida, todavía no figura en Aut. ni en fuentes anteriores peninsulares, pero la Acad. la registraba ya en 1783, con la definición «entre navegantes es el monte aislado cuya cima es llana»1. Como observa M. P. (Oríg. 433), es voz poco arraigada en la toponimia española (sólo la menor, aunque no abunda), pero muy empleada en Navarra; agregaré que es palabra muy viva en la Arg. y extendidísima en la toponimia desde la costa atlántica hasta los Andes, designando una cumbre de un cerro más o menos puntiaguda, pero no muy alta sobre su base; esta localización concuerda bien con el hecho de emplearse en el lenguaje náutico, según observó la Acad. Y precisamente en la documentación hispanoamericana utilizada por P. Boyd-Bowman para su Léxico Hispanoamericano del S. XVI, Londres 1972, p. 596, aparecen tres ejemplos, desde 1537. Por lo demás, mogote pertenece al español común de nuestro tiempo, y aun se emplea alguna vez en Cataluña (mogot), aunque ahí es castellanismo.
Es dudoso que nuestro vocablo tenga representantes en Portugal. Diez, Wb. 469, relacionó con mogote un portugués mogo ‘mojón divisorio’, que Viterbo citó como variante de mojom ‘mojón’, sin dar otra prueba de la existencia de mogo que citar los «Mógos de Anciaens», evidentemente un nombre de lugar del Norte de Portugal. Quería relacionar Diez con el vasco muga ‘mojón divisorio’ y el cast., mejor dicho, arag. buega íd. Repitieron la idea Júlio Moreira (RL IV, 268) y Leite de V. (RL X, 163, y Est. de Philol. Mirand. II, 44n. 2), señalando el primero un posible parentesco con el port. magote ‘bandada, pequeño grupo de personas o cosas’, antiguamente mogote, que según Moreira habría significado primitivamente ‘montón’; esto en realidad es muy incierto2. Volviendo al port. mogo, el erudito trasmontano H. das Neves (RL V, 227) insiste en que significa ‘mojón que deslinda terrenos’, pero tampoco da pruebas concluyentes3, y no podemos aceptar como tal el nombre del pueblo de Mogadouro, cerca de Miranda de Duero4. Ahora bien, es muy fácil que la idea de que mogo significa ‘mojón’ no tenga otro fundamento que esta conexión etimológica y la anterior y manifiestamente imposible de Viterbo (como indica Baist, Festgabe Mussafia, 557ss.); y todavía es más fácil que en estos nombres de lugar tengamos el port. ant. móogo ‘monje’, procedente de MONହCHUS5: el propio Neves reconoce que los Mogos de Miranda pertenecieron a la orden monástica de Malta, y otros han recordado que palabras con el significado de ‘fraile’ se han aplicado a mojones y construcciones análogas6. Creo, pues, que en adelante se podrá prescindir completamente del port. mogo al estudiar la cuestión de mogote7.
Mucho más verosímil es la relación insinuada por Diez con el arag. buega ‘mojón’, ‘linde’ (lo mismo cree M-L., REW 5716); ésta indudablemente es variante del vasco muga, puesto que si en el Alto Aragón central y en el Bajo Aragón dicen buega, huega, güega, guaga y otras variantes explicables por la fonética romance local, a las cuales equivale el cat. occid. bòga (VRom. II, 158), y esta forma es ya antigua [1103, vid. Tilander, 277], en la zona occidental del Alto Aragón se oye buga y muga, y es probable que sean lo mismo los numerosos nombres de cerros La Muga en los Pirineos catalanes, y el apellido aranès y pallarés Mòga8, variantes todas que exigen una base diferente: luego estamos ante un tipo prerromano alternante MȢGA ~ M֊GAl>, BȢGA ~ BÒGA , con la frecuente vacilación vasca entre b- y m-9. De ahí pudo salir el derivado mogote. Sin embargo, ello está lejos de ser seguro, pues no sabemos que en lugar alguno mogote haya significado ‘mojón’ ni ‘linde’. Es preferible relacionarlo etimológicamente con palabras de significado más semejante, y éstas existen. M. L. Wagner (ARom. XV, 227-9; RLiR IX, 279), sin hablar de mogote, puso en relación el campid. mógoro «collina bassa e rotondeggiante» con toda una familia de palabras vascas y mediterráneas, que se extienden hasta el Cáucaso (aghul muȟur ‘montaña’ y ‘pecho’), y luego reaparecen en los Balcanes, en el rum. măgură, alb. magulཙ, ‘altura, montaña’10; el carácter prerromano de la voz sarda es tanto más probable cuanto que la -o en estos dialectos hubo de desarrollarse secundariamente como repercusión de las vocales internas, y el sardo en su fondo latino apenas tiene palabras que terminen en -R. En vasco, el vocablo tiene una importante familia; además de mokor, que es vizcaíno en el sentido de ‘tronco o rama gruesa de árbol’, roncalés en el de ‘árbol achaparrado’, y en los demás dialectos vale ‘terrón’, ‘mendrugo’, ‘nalga’, ‘adusto’, ‘disforme’, existe una variante vizc. mukur ‘parte inferior del tronco de un árbol’ (que en otros pueblos vale ‘torpe, tosco’ y ‘nalga’), en el País Vasco francés mukurru ‘bulto enorme’, ‘colmado, muy Heno’ (variante mukuru empleada allí mismo y en guip., y mukulu ‘bulto’ y ‘trozo’ en Roncal, mukuluxko ‘cerro’, ibid.)11; de ahí procede, por lo demás, el bilb. mucurres «leñas nudosas partidas en astillas», «pedazos de pan seco y duro» (Arriaga, Revoladas, glos.). Hay otros derivados de la misma raíz: mukutz ‘mazorca de maíz’ en un pueblo de Vizcaya, mukuts ‘entumecimiento’ y mukutu ‘entumecerse’ en uno de Navarra, vasco común mokordo ‘excremento duro, zurullo’, vizc. mokil ‘terrón’, a. nav. moker ‘duro’. El punto de partida de todo parece ser moko, palabra de uso general, aunque hoy olvidada en Vizcaya, que significa ‘punta, extremidad’ y ‘pico de ave’. Michelena, BSVAP XII, 368, acerca de estas formas vascas, advierte que no cree que todas ellas pertenezcan a una sola familia etimológica. Si entiendo bien su idea, habría que separar de las demás el grupo formado por mukuru, mukurru, mukirio, mukulu, mukuྋu, ‘colmo, montón, bulto’, que serían probablemente de origen románico; la idea de derivar éstas del lat. MUTULUS (lat. vg. *MUCLU) ‘mojón’, más que de Bertoni, como digo más arriba, es de Schuchardt (ZRPh. XXXVI, 36) y M-L. (RIEV XIV, 474), pero él prefiere, de acuerdo con G. de Diego, partir del lat. CUMULUS, teniendo en cuenta que en textos antiguos (Leiçarraga, Lizarraga, Oihenart, Pouvreau) mukuru y mukurru tienen precisamente el sentido ‘colmo, la porción que sobra de la justa medida’, que es el sentido que tienen también los vizc. gonburu y bonburu: que éstos vienen de CUMULUS parece bastante claro. La opinión de Michelena parece, en efecto, convincente. Quedan, de todos modos, bastantes vocablos más para agruparlos alrededor del jefe de familia moko ‘punta, extremidad’, ‘pico de ave’12, que he supuesto vasco genuino y que he tomado como punto de partida del cast. mogote.
Ahora bien, de moko podía formarse muy fácilmente un derivado *mokoti en vasco13, puesto que -ti es sufijo bien vivo para formar adjetivos caracterizados por la cosa que indica el primitivo: basoti ‘montaraz’ (de baso ‘monte’), egiti o egiati ‘verdadero’ (egia ‘verdad’), adurti ‘baboso’, etc.; comp. además los derivados que estudié s. v. MAGÜETO e IGÜEDO. Luego *mokoti sería ‘puntiagudo’. Lo más probable es, pues, que mogote sea sencillamente un vasquismo relativamente moderno, perdido luego en la lengua de origen. Claro está que no lo podemos asegurar, pero de todos modos parece seguro que en una forma u otra exista parentesco con esta raíz vasca14.
1 Después «montecillo aislado que remata en punta» (1817) y «montículo aislado, de forma cónica y rematado en punta roma» (1914-1936).― ↩
2 La indicación de Fig. y otros diccionarios recientes de que magote significa también «acervo, montƟo» parece fundarse exclusivamente en este supuesto de Moreira. En Tras os Montes significa ‘rebaño de ganado’, y en Lisboa es «bando, grupo de pessoas em tom de desafio, de resistência» (G. Viana, RL I, 213). Leite de V. (RL V, 59) cita también um mongote de gente como oído en Lisboa. Magote aplicado a personas es, en efecto, ya muy antiguo en portugués, pues Bluteau, Vieira y Moraes citan muchos ejs. en textos de los SS. XVI y XVII. CortesƟo agrega magot de gent en uno del S. XIV o XV (Inéditos de Alcobaça), y tenemos varios casos en el Livro 3.º de Linhagens, que es de la 2.ª mitad del XIV, 6 veces en la forma mogote (PMH, Script. I, 186.28, 41, 187.12, 34, 188.51, 189.1) y dos en la variante moderna (185.34 y 186.43); el sentido es claro en el primer pasaje («gram parte de cavaleiros... saem todos juntamente, deles em magotes, e deles em aazes longas») y en los siguientes (sólo en los dos últimos se habla de «oito mil mogotes» y «quatro mil mogotes», de suerte que quizá pasara a significar ‘caballeros que forman parte de un mogote’, pero convendría comprobar el texto, que parece de lectura poco cuidada). El origen de este vocablo no es nada claro. La idea de Moreira no es imposible en sí, pero aún menos puede decirse que se imponga. Quizá más que de ‘montón de piedras’, como hace Moreira, habría que partir de ‘gavilla’ (ac. que la Acad. reconoce como provincial en castellano, ya en 1817), o bien de ‘cuerno’, comp. el lat. cornu ‘ala de un ejército’. Mas por otra parte conviene tener bien presente el fr. magot ‘suma de dinero bien guardada’ [1642], que ya se halla con el sentido de ‘bolsa de dinero’ en 1549 (magault o macault), en Noël du Fail por los mismos años (mascaut), en el picardo Monstrelet en la primera mitad del S. XV (macaut) y en otros (Sainéan, Sources Indig. I, 251); anteriormente aparece musgot [S. XIV] ‘tesoro escondido’, y también musgo(d)e, musjoe, mijoe, etc., ‘lugar donde se conservan frutos, provisiones’, palabra de origen desconocido, quizá prerromano, a la cual se supone una base *MUSGAUDA (también se podría admitir -AUTA, pero no -OTA), vid. REW 5776. Cabría la posibilidad de que de estas acs. se pasara a ‘montón de cosas’, ‘grupo de cosas’ (magote en Mendes Pinto, h. 1540, es ‘grupo de naves’) y ‘grupo de personas’, y que la voz portuguesa fuese por lo tanto un antiguo galicismo militar. Verdad es que ni el uso militar ni la aplicación a personas parecen hallarse en francés.― ↩
3 Cita los Mógos de Miranda, lugar unos 10 kms. al Oeste de Braganza. Pero como agrega «ou qué significaria?», está claro que el vocablo no se emplea como apelativo y el significado en cuestión era sólo un supuesto de Neves, muy dado a esta clase de interpretaciones toponímicas, según vemos por otros trabajos suyos.― ↩
4 En un documento de princ. S. XVI citado por Leite en su Etnografia, vol. III, glosario, aparece ya escrito Mogadouro. En apoyo de esta identificación etimológica cita Leite una grafía del S. XIII Mogodoyro, lo cual sugiere en efecto Mogo do Doiro, pero desde luego caben otras muchas posibilidades.― ↩
5 Ejs. en CortesƟo. Un trovador portugués llamado Pero Moogo fué estudiado por Aubrey Bell en su libro publicado en Cambridge en 1922.― ↩
6 Cast. framontano (V. FARAMONTANO y FRAILE), colomb. frailejones, menorq. frares (VKR I, 243); Gonçalves Viana (Apost. I, 359) rechaza la etimología que nos ocupa recordando lisb. frade ‘columna de piedra de remate superior redondeado’.― ↩
7 Fig. cita un mogueixo «pequeña pedra» como empleado en Aviz. Pero no creo tenga que ver con mogote.― ↩
8 Era Mòga des det Ròc, heredad en el término de Bagergue.― ↩
9 Trataré de boga y su grupo, más detenidamente, en mi DECat. Examinaré allí la posibilidad dudosa de que se trate de un préstamo al vco. del celta MROGI- ‘frontera’ (galo BROGI-, irl. ant. mruig ‘comarca’, comp. VRom. X, 264). Escribió últimamente sobre el mismo M. Alvar, en Homenaje a Urquijo III.― ↩
10 Sobre los cuales V. últimamente el estudio de S. Pop en RPhCal. III, 116-34. Según las conclusiones de Pop, el vocablo, que se halla también en griego moderno, fué extendido en la toponimia de la Europa central por los pastores valacos, y no tiene que ver con el esl. mogila ‘túmulo funerario’, ‘montículo que marca una división’.― ↩
11 Estas variantes dan una buena apariencia de razón a Bertoni (ARom. II, 130) cuando supone que esta palabra vasca sea romanismo pariente del it. mucchio ‘montón’, rum. muche, y venga de un lat. vg. *MUCLU, procedente del tipo MUTULUS, del cual se deriva también el cast. mojón y su familia. Pero me parece que en vista de la demás parentela vasca del vocablo habrá que renunciar a esta idea. Hubschmid (3e Congrès Intern. de Topon. 186-7) recoge parentela del vco. mukur en otras lenguas preindoeuropeas, lo cual requerirá examen más crítico y detenido.― ↩
12 De acuerdo con su idea de que toda m- vasca sale de una b- antigua, Michelena (BSVAP XI, 291; comp. XII, 372) supone que moko venga de beko, que Pouvreau define ‘pico’, pero ¿es esto seguro en este caso? Otros entienden beko como ‘frente’, ‘cara’ o ‘ceño’. Y en el caso de que fuese ‘pico’: ¿sería voz antigua en vasco?― ↩
13 Azkue la registra sólo en el sentido de ‘mocoso’, pero en éste el primitivo moko es castellanismo. En cambio hay mokote ‘huraño, renegón’ y ‘variedad de manzana’, recogido en algún pueblo de Navarra y de Guipúzcoa.― ↩
14 Dudo que el hispano-ár. múġa «magnitudo», recogido por R. Martí, tenga nada que ver con mogote; tengo para mí que quizá debiérase enmendar más bien muġa en mula (de MOLES). ↩