MODORRO, voz arraigada y antigua en los tres romances ibéricos y en gascón, afín al vasco mutur ‘enojado, incomodado’, de origen incierto; es antigua en vasco, pero no es posible decidir si allí es palabra aborigen o préstamo latino (de MŬTէLUS ‘sin cuernos’).

1.ª doc.: APal.; modorría y amodorrido ya figuran en Juan Ruiz; y el último en Berceo.

Escribe Palencia («Blas es loco y modorro» 46d, «hebes... quiere dezir modorro, remachado» 189b, «stolidus... loco y boto y nescio y modorro» 472d; Nebr.: «modorro o bovo: morio»; Juan del Encina: «aparta allá, modorrón»; Juan de Valdés: «viniendo un día muy en amaneciendo de velar en la iglesia, a la usança de Spaña, una prima suya que era muy necia, preguntó al clérigo si venía de velar la prima o la modorra; donde metió tres vocablos equívocos»1 (Diál. de la L.); en la misma ac. de ‘necio, ignorante’ citan otros ejs. del S. XVII Aut. y Fcha.2. Además puede tener una ac. más concreta, y seguramente más primitiva, aplicada al ganado lanar: ‘que padece la enfermedad llamada modorra, consistente en una especie de aturdimiento que le hace dar vueltas convulsivas, como cayéndose’, ya documentada a fines del S. XVI en López Pinciano (Aut.), B. de Villalba y Villegas (Fcha.), y hoy bien viva, por lo menos en el Alto Aragón (Kuhn, ZRPh. LV, 623; Rohlfs, BhZRPh. LXXXV, § 39); en Cespedosa es ‘terco’ (RFE XV, 278). Conviene completar la documentación agregando que el sustantivo modorra ‘última parte de la vela’ está ya en Nebr. (distingue entre modorra ‘segunda vela’ y modorrilla, la tercera), Valdés, Fz. de Oviedo y autores de fines del XVI, en el sentido de ‘profundo letargo que acomete a una persona’ en López de Gómara (1554), y en la metonimia popular ‘cabeza’ es expresión pintoresca ya documentada a primeros del mismo siglo en Lucas Fernández (Cej., Voc.), de donde por reducción fonética se pasó a morra, que con tal significado ya figura en Aut.; modorría ‘necedad’ está en Juan Ruiz (1284b), Coplas de Mingo Revulgo, APal. (211d, 472d), Nebr. («bovería»), etc.; amodorrido ‘aletargado, medio dormido, aterido’ en Berceo (Mil., 528), J. Ruiz (1101a, 1349b), Canc. de Baena, Ercilla, etc. (modorrido, en un auto del S. XVI, Fcha.), amodorrado (L. Fernández) y modorrear (Nebr.) desde fines del XV, etc. En conclusión modorro y su familia son en castellano tan antiguos como el idioma literario.

No lo son menos en catalán, pues ahí leemos modorro ya con frecuencia en textos de la 2.ª mitad del S. XIV: en el Facet significa ‘dormido, embrutecido’ (v. 1570, Rom. XV, 223) y es frecuente en autor tan castizo como Bernat Metge, quien en el Sermó escribe irónicamente «si volets ésser bon marit, siats modorro» (47.14), y en el Somni «cuidats-vos que sia modorra e que no sàpia a qui anats detràs?» (116.11), «engañar lurs marits, reebre letres dels amadors, respondre aquelles, estar en les finestres comportant los modorros qui·ls van detràs» (121.12)3. Está fuera de discusión que es vocablo castizo cuando se halla en autores de lenguaje tan puro como Metge y Turmeda, y por lo demás no hay razón alguna para sospechar lo contrario (sabido es que el catalán conserva constantemente la -o detrás de rr); también en catalán existe la ac. ‘res que sufre de modorra’, viva actualmente en Mallorca (BDLC VII, 170) y zona de Tortosa y Puertos de Beceite (BDC XIX, 170), que es donde también subsiste mudorro en el sentido más general ‘adusto, taciturno’ (BDC III, 103). El port. modôrro y sus derivados tienen las mismas acs. que en los dos idiomas hermanos, y aunque el adjetivo no se documenta hasta fecha reciente (Fig.), y la ac. pecuaria del sustantivo modôrra tampoco figura en diccionarios anteriores, no veo razones decisivas para creer que nuestra familia sea menos antigua en el Oeste que en el Centro y el Levante, pues modôrra ‘somnolencia’, ‘letargo’, ‘última vela’, es frecuente por lo menos desde la primera mitad del S. XVI (JoƟo de Castro, Mendes Pinto, JoƟo de Barros, etc.; vid. Bluteau, Vieira, Moraes)4.

También encontramos algo en Gascuña, pues Mistral señala en esta región moudourre «lourdaud, rustre, brutal», y en el Gers se halla la interesante forma arcaica moutoùrrou «morose, taciturne, sournois», «rustaud» (Palay)5. Y más al Este: Toulouse moudourre «grosse tête d’âne, idiot» (Doujat), langued. madourre, moud- «sot, rustre, brutal», de donde madourre, moudourre ‘bruto, idiota’ en Rabelais (Garg., cap. 33; III, cap. 12; Sainéan, La L. de Rab. II, 187).

La forma moutoùrrou del Gers nos conduce al vasco mutur (con artículo muturra), voz común a todos los dialectos (salvo el vizcaíno y quizá parte del alto navarro)6 en el sentido de ‘enojado, incomodado’ (Azkue, acs. 2 y 4)7, con el verbo de uso común muturtu ‘enojarse’. A pesar de la diferencia de sentido me parece claro que no debemos separar este vocablo de la voz romance, pues el significado del Gers forma la transición natural entre las dos variantes semánticas; comp. el cast. murria, gall. morriña, girondino mourry «morose» (Moureau) junto al vasco ronc. amurri ‘modorra de las reses’, gasc. pirenaico amourr ‘res que padece modorra’, y el cat. emmurriat ‘enojado, malhumorado’, murri ‘cazurro’, ‘bribón’. Como la -D- etimológica entre vocales cae siempre en catalán y en portugués, y comúnmente se pierde también en castellano, por lo menos antes del acento, y como la o cerrada catalana y portuguesa y la o sin diptongación del castellano proceden de Ŭ (ante RR apenas cabría una Ķ), es evidente que las formas romances suponen una base no latina *MŬTŬRRU que hoy se conserva casi intacta en vasco.

Hasta aquí todo es claro; las dudas no empiezan hasta que se trata de ver si esta palabra sería genuinamente vasca o ibérica, o bien si en vasco es elemento de importación latino-romance. En rigor bien nos podríamos contentar con lo primero, pues mutur tiene además en el vasco común el sentido de ‘hocico, jeta, morra’, y luego ‘extremo, cabo’, voz que ya parece ser de fecha ibérica (hay nombre de persona ibero Muturra, But-, vid. Walde-H., s. v. mutulus), y en todo caso de su profundo arraigo en el idioma son testimonio firme sus numerosísimos derivados y compuestos (muturgaizto, muturzuri, ‘goloso’, muturka ‘cabeza abajo’, muturreko ‘bozal’, ‘bozo’, muturrez ‘encontrarse en un camino’, muturruts ‘chasqueado’, etc.); y, como observa Azkue, ‘enojado’ para el pueblo es el que muestra hocico o hace morros; aun se podría pasar desde ahí directamente a ‘res atacada de modorra’, que lleva el hocico hundido. No veo argumentos firmes que oponer a la opinión de que mutur ‘hocico’ sea voz fundamentalmente vasca o ibérica; por el contrario, las formas sicilianas, sardas y calabresas, de significado tan vecino al de ‘hocico’, parecen apoyar esta opinión, aunque es apoyo incierto según he dicho arriba, mientras ignoremos su antigüedad.

El ilustre vascólogo Hugo Schuchardt, con su gran autoridad en la materia, buscó sin embargo una etimología latina a mutur ‘enojado’ y con él a modorro, suponiendo que viene del lat. MŬTէLUS ‘mutilado’ y ‘sin cuernos’; por desgracia no ha estado a mi alcance el artículo que dedicó a la cuestión en la RIEV 1914 (p. 7 y 10 de la tirada aparte); por las referencias de él mismo (Litbl. XXXIX, 40), Urtel (Sitzungsber. d. preuss. Akad. 1917, 532-3) y Rohlfs (quien se adhiere a la opinión de Schuchardt en ZRPh. XLVII, 403; RLiR VII, 158; y más cautelosamente en BhZRPh. LXXXV, § 80), veo que Schuchardt se fijaba especialmente en el sentido del vasco modorro que en una localidad de Vizcaya significa ‘animal que debiendo tener cuernos no los tiene’ (Azkue), en otra de Lapurdi es una ‘enfermedad del nabo’ y además, según Dechepare, vale ‘rústico, grosero’, y ‘tonto, estúpido’ según Oihenart; agregúese que modor(r) es ‘árbol trunco’ según el labortano Hiribarren, modortu ‘mutilar un árbol’ en Baja Navarra, y el adjetivo modor «bêta, stupide, balourd» (Lhande). Nótese, empero, que el fonetismo de esta variante, comparada con la romance modorro y la vasca mutur, es muy sospechoso de romanismo, pues así venga el vocablo del lat MUTILARE como si es aborigen en vasco, el cambio de T intervocálica en d no corresponde a las tendencias de este idioma; por otra parte lo esporádico de la documentación de modorro en Azkue produce la misma impresión de palabra tomada del castellano, y el sufijo del bajo-nav. modorreria ‘modorra, enfermedad del ganado’ (Azkue) corrobora la sospecha. Sea como quiera, la ac. ‘mocho’, ‘árbol truncado’, es preciosa, pues costaría de explicarla como procedente de las acs. castellanas conocidas, y nos autoriza a creer que el romance modorro tuvo en una fecha muy antigua el sentido de ‘mocho’ en las regiones vecinas al vasco, lo cual a su vez presta fuerte apoyo a la hipótesis de Schuchardt. Desde el punto de vista fonético ésta se justifica bien, puesto que el vasco suele cambiar en -r- la -L- intervocálica latina (vid. MOCHUELO, nota 6), y se caracteriza por una fuerte tendencia a la armonía vocálica; así fácilmente podríamos llegar de MUTIL- a mutur8, y el influjo de la familia vasco-pirenaica sinónima estudiada aquí s. v. CAMORRA (vasco amurru ‘rabia, indisposición’, gasc. amourr ‘modorro’, etc.), bastaba por sí sola para explicar el cambio de terminación9. Existe todavía otra posibilidad. Cornu creía que el port. modôrro venía del lat. VĔTĔRNUS ‘soñolencia, letargo’, admitiendo una forma previa *VETURNUS (GGr. I, § 28)10, para lo cual se fijaba en el trasm. madorna ‘modorra’ (RL VI, 246) y el brasil, madornar ‘cabecear de sueño’ (Fig.); la teoría de Cornu no es aceptable en el sentido en que él la formuló, de que las voces romances fuesen meros descendientes de esta voz latina, pues sería injustificable el cambio de RN en rr, mientras que es normal el que una RR pase ocasionalmente a rn en voces de origen prerromano VRom. II, 455); pero se podría resucitar la etimología de Cornu admitiendo que el vasco mutur(r) saliera de VETERNUS, con el cambio frecuentísimo en vasco de b- en m-, labialización de la primera E por la labial precedente y luego armonía vocálica11. No deja de ser importante, teniendo en cuenta la alteración de b en m, tan frecuente en vasco, el cat. de Fraga brro ‘(res) que padece modorra’, de igual sentido que el gasc. pirenaico amourr.

En conclusión, no me parece posible hoy por hoy aclarar el origen del vasco mutur; lo único seguro hasta ahora es que el cast. modorro y sus congéneres romances vienen de un romance arcaico *MŬTŬRRU</l>, emparentado con esta voz vasca, y que pudo ser heredado del idioma prerromano o bien tomado del vasco por el lenguaje pastoril, y entonces la voz vasca podría a su vez venir del latín; en este caso no habría inconveniente en suponer que en vasco venía del latín en fecha antigua, y pasó al romance después del fin del Imperio (pero antes de la invasión musulmana, a juzgar por el tratamiento fonético), pues las alteraciones fonéticas que el vasco infligía a sus elementos latinos pueden venir de fecha muy antigua.

DERIV.

Modorra, modorrar, modorrilla [Nebr. y Acad. sólo «modorrilla la tercera vela» junto a modorra: «la segunda vela»; en el S. XVI en el sentido de enfermedad, en que del castellano habrá pasado al valenciano: «apoplexia; frenesia o modorrilla: phrenitis; paralitiquesa: paralysis» en On. Pou, Thes. Puerilis, a. 1575, p. 238]; amodorrar, amodorrido, modorría ant.12 (V. arriba); modorrillo. Modrego ‘desmañado, torpe’ [Aut.13], parece resultante de un cruce de modorro con borrego14; es voz conocida hoy como apellido castellano. De una variante consonántica de modrego ha de derivar un gall. orient. esmotrecado, -ada «cascarudo [leg. cascado?, cascarrado?] o machucado» que Sarm., CaG. 242v, recogió en Lemos.

1 Velar puede ser también ‘casar’, y prima y modorra, además de su significado ordinario, pueden designar la primera y la última parte del tiempo de vela.―

2 El modorro es figura de una danza del valle de Salazar (Navarra) en que los danzantes quedan como hipnotizados o dormidos (Caro, Pueblos de Esp., 279).―

3 También en Jaume Roig: «per infants fer / velles modorres, / exorques, porres, / moltes hi roden: / quant als no poden / han fill furtat / o manllevat / supposant parts», v. 8733. Modorria está además en el mallorquín Turmeda, de dicho siglo.―

4 La ac. ‘montón de piedras menudas’ que Viterbo registra en doc. de 1501, y que dialectalmente y en gallego significa ‘montón de tierra’ (Vall.), quizá sea derivado de MTA sin relación con modorro. Pero también podría explicarse a base de la idea de ‘mocho, sin punta’.―

5 Hasta aquí todas las formas parecen ser autóctonas. No creo lo mismo del madourre o modourre de Rabelais, poitev. madeure «lourd, pesant» (vid. Sainéan, Sources Indig. I, 132), que por razones fonéticas han de ser hispanismos. Es difícil decidirse en cuanto al sic. muturru ‘taciturno’, calabr. muturratu, mutirratu «imbronciato» (que hace pucheros o pone hocico), logud. mudurrone = tontorrone, que podrían venir del sustrato ibérico de estas zonas, pero también pueden ser hispanismos medievales o de los SS. XVI-XVII, con trasposición -d- > -t- por adaptación a la fonética local. Las voces rumanas que cita Sainéan ya son de forma más diferente y ahí el parecido será casual. Lo mismo creo del it. mùtria ‘jeta’, el gr. μύτƓ, y el tipo romance MOTA ‘colina’, con los cuales quisiera vagamente relacionar Hubschmid, 3e. Congrès Intern. de Topon., 186, 189.―

6 En realidad creo que será general puesto que de ahí viene el bilb. muturra ‘enfado’, muturreto ‘quien frecuentemente se enfada’ (Arriaga).―

7 Michelena, Homen. a J. E. Uranga, Pamplona, 1971, 214, admite que el nombre de persona Mochorro, documentado dos veces en textos navarros medievales, es variante hipocorística de Modorro, partiendo de la forma antigua Motorro con palatal diminutiva, lo cual parece muy probable; reconoce él mismo (que al parecer no está todavía seguro de que modorro venga de mutur) que aunque el vasco modorro se halla ya en Detxepare, se trata, sin embargo, de un préstamo.―

8 Es verdad que la r < L es sencilla, y la de mutur(ra) es rr larga o doble, pero como son muy raras las palabras en -r que la conserven sencilla en los derivados y forma articulada, es natural que se pasara de mutura a muturra. También es cierto que lo típico es que el vasco conserve la -U latina, pero no es posible generalizar demasiado en un idioma de fonética histórica tan poco conocida, y que ha estado sometido durante tantos siglos a la influencia en lucha del vocalismo galorromance junto al iberorromance; por lo demás, comp. vasco mutil de MUTILUS, que será latinismo de otra fecha.―

9 No sé en qué forma se explica Schuchardt el otro significado vasco ‘hocico, morro’, que difícilmente puede ser evolución del de ‘mocho’ o ‘modorro’. Quizá lo mire como palabra aborigen, pero diferente de la que nos interesa, lo cual me costaría de creer. ¿O pensará en un cruce del tipo romance MURRU (> morro) con mutu ‘mellado, sin filo’, que puede ser también de origen romance (REW 5793)?―

10 Para justificar esta base, que él presenta como de explicación morfológica, no sé si piensa en el istriano vedorno ‘barbecho’ (REW 9289).―

11 Quizá también pudo pasar RN a rr en vasco (aunque no en romance). Comp. el cambio de RD en rr, que admite Elcock en su reciente e ingeniosa etimología del arag. agüerro, gasc. agor, ‘otoño’, que aunque él supone procedentes de RECHORDUS habrían de serlo a través de una forma vasca.―

12 De éste es mera variante fonética modurría ‘bobería’ registrado por PAlc. (1505), que Aut. y la Acad. acentúan erróneamente modúrria.―

13 Azkue emplea el vocablo en su dicc. con un sentido algo distinto del de Aut., aquél seguramente usual en el castellano vascongado, traduciendo el vasco lotu (§ 13) «modrego, persona de poca actividad; landore, personne peu active» (lotu, que por lo demás también significa ‘bobo, niais’, parece más bien ser derivado de lo ‘dormir’ que del verbo lotu ‘atar’).―

14 Es verdad que más bien esperaríamos *modorrego, pero el influjo de sus dos padres modorro y borrego puede justificar el resultado trisilábico. No creo que haya, como sugiere Simonet (s. v. matháx y madhrácho), relación con el mozár. maƫraš ‘bobo’ (R. Martí), vasco matrazo ‘soltero, ocioso y preciado de guapo’, oc. matras ‘majadero, bobo, simple, necio’, que según él mismo indica son aplicación figurada del tipo oc. matratz ‘virote, bodoque de cabo grueso’ (V. MATRAZ). Tampoco la hay con el bilb. motrollo ‘torpe, basto, informe’, motrollón íd. (Arriaga), que vienen del vasco motroio, variante de motrairu, motraiu ‘mortero, almirez’, evidentes latinismos (MORTARIUM). Alude también a modrego Sainéan, Sources Indig. I, 132. Comp. además el arcaico modrar ‘robar, hurtar’ (Berceo), que Cej. cita también en el Fuero de Usagre, y es difícil derivar de MODERARE según propone este autor. En cambio no se puede descartar la posibilidad de que sea palabra de origen sorotáptico, en relación con el avé. (gático y td.) mūθra- n. ‘suciedad, inmundicia’ [Yasna 48.10], ‘excremento’ ‘heces’ [Videvd. 6.29], scr. mūtra ‘orines’, irl. med. y mod. mothar ‘masa espesa’, ‘lugar pantanoso’, ‘heces’, sueco modd ‘nieve inmunda’, a. alem. med. y mod. s(ch)mutz ‘suciedad’, ingl. med. smott(er)en ‘ensuciar’, y en una forma radical más simple o (diversa: gr. μύƌος ‘podredumbre’, letón mudêt ‘enmohecerse’, prus. ant. au-mû-snan ‘lavaduras’, letón sm(a)ũlis ‘hombre cochino’, pol. y ucr. mu ‘lodo’, irl. med. mūn ‘orines’, mūr ‘lodo’ (Pokorny, IEW, 741). Sin embargo habría que estudiar entonces la posibilidad de que el vasco mutur y el hisp.-rom. modorro tengan también origen afín, lo cual no es inconcebible ni mucho menos. En definitiva concluyo que las probabilidades de esta etimología prerromana y de la indicada arriba están muy equilibradas.