MEZQUITA, procedente del ár. másǤid, ‘oratorio, templo’ (de la raíz sáǤad ‘prosternarse’), probablemente por conducto del armenio (mzkiƫ), según la forma traída de Oriente por los Cruzados.
1.ª doc.: Aparecería en un doc. catalán inédito de 1094, citado por el P. Sanahuja, La Ciutat de Balaguer, p. 23n.: «omnes meschitas quae sunt infra muros civitatis Balagarii», fecha que sería de suma importancia en vista de lo que digo más abajo, pero debería examinar el doc. un entendido que pueda asegurarnos su fecha y autenticidad. «Ipsam meschitam, que apud agarenos domas oracionis habebatur, Deo in ecclesiam dicavit», 1098, restauración de la Catedral de Valencia por el Cid (M. P., La Esp. del Cid, 1929, p. 877); mezquita, Cid, etc.
Sin embargo me comunica el prof. Juan Gil que mezquita ya aparece en un escritor mozárabe (del S. IX o X, creo) y ano documentado en algún ms. coetáneo del autor, que él ha publicado en su edición de los grandes escritores mozárabes. Si provisionalmente aceptamos este dato, que no he podido comprobar, habrá que revisar la doctrina aceptada en este artículo en cuanto a la vía de penetración del vocablo en Occidente. Pero se hace tan difícil reemplazarla por ninguna explicación aceptable, que a pesar de la autoridad del profesor Gil, no puedo menos de mantenerme bastante escéptico mientras se trate de un dato aislado.
Gall. mesquita (o -zq-) ‘brusco’, lat. ruscus, nombre que se la da al NE. de Pontevedra (Cerdedo, Soutelo de Montes), Sarm. (CaG. 131v, 132v, 142v, 159r, A175v); hay La mezquita, casa famosa junto al lugar de S. Martín da Mezquita, hacia Viana do Bolo, y otro S. Vitorio da Mezquita hacia Orense, que aunque desde luego no suponen la existencia de mezquitas en esta zona en época alguna, aludirán seguramente a pobladores de procedencia no católica o por lo menos lejana (aunque no moros y quizá ni siquiera mozárabes), pero no creo que se refieran a abundancia de esta planta; ignoro la explicación semántica precisa del nombre del brusco, que desde luego no puede contener el sufijo diminutivo -ita que es sólo castellano, no gall.-port., y por lo tanto no hay que pensar en derivarla de ALMIZCLE, cat. mesc) ni de MUSGO (lat. mosclum, etc.); y dudo mucho de que pueda venir de mures-quita, como sugiere Sarm., por más que tenga algún fundamento real el informe de Sarm. de que se emplea el brusco (gracias a sus púas) para cubrir la carne muerta, defendiéndola de los ratones, y se llama en it. pungi-topi por esta razón: ni el orden de las palabras, ni el rigor fonético invitan a creerlo; el sinónimo JOVIS BARBA ‘barba de Júpiter’ (de donde el fr. joubarbe y el nombre gilbarbeira que tiene esta planta desde Pontevedra hasta Portugal y Canarias, vid. JUEVES), y el de gaserans (< ár. ȟaȳzorân, BDC XXIV, 15) que lleva en catalán (y más en el Norte que en el Sur de esta lengua) indican que el brusco, por su relativa rareza y su fuerte valor ornamental, tiene tendencia a llevar nombres más o menos celtistas y alusivos a cosas lejanas como lo musulmán y lo pagano: la explicación se hallará también en nuestro caso en alguna creencia folklórica de este tipo, capaz de abarcar cosas de moros, los cuales en el nivel popular han sido en toda época el paradigma de lo exótico y peregrino.
1 Como adjetivo que designa un tipo especial de saetas empleado por moros, en la Gr. Conq. de Ultr., 299b.― ↩
2 Ag. Se trata de una expresión popular de aborrecimiento, análoga a Can Felip por el retrete, tan usual en Cataluña, en memoria de Felipe V, enemigo de los Catalanes. Lo común en este sentido, p. ej. en la Costa de Levante, es mesquita.― ↩
3 Un lugar llamado Sancto Petro de Mezquita aparece una vez en doc. de 986 transcrito en el Tumbo de Celanova (Galicia). Pero no siendo escritura original es dudoso a qué fecha corresponde en realidad, pues hay razón de sobra para sospechar una interpolación posterior, en este dato cronológicamente aislado. Y aun podría tratarse de un homónimo. Hoy el nombre de lugar Mesquita o Mesquitela es frecuente en Portugal: 7 en el Algarbe, 11 en el Alentejo, 5 en Estremadura, 3 en la Beira y uno Entre Duero y Miño (RL XXI, 62). También hay nombres parecidos en el Sur de España; particularmente recuerdo un despoblado Mesquita en el término de Llutxent (Geogr. Gen. del R. de Valencia II, 56), y otro en Castellonet de Borró; otros Mezquita en Alicante, Lérida, Almería, Teruel, Salamanca y Zamora.― ↩
4 Muy defectuoso es el estudio del problema en los diccionarios etimológicos alemanes, ingleses y sobre todo en los franceses de Bloch, Wartburg y Gamillscheg. Todos, prescindiendo de la demostración de Lopes, persisten en ver a España como la puerta del vocablo en Occidente, y achacan a Italia la paternidad de la forma francesa. Comp. Sainéan, Sources Indig. II, 405.― ↩
5 No son verdaderas excepciones unos pocos vocablos, por lo demás sólo documentados esporádicamente casi todos ellos, o en etimologías muy dudosas. El único algo conocido y al abrigo de sospechas es galanga, pero se trata de un nombre de especia trasmitido por canales muy especiales, y por conducto del bajo latín. Vid. el trabajo del propio Lopes en RH IX, 42. Baist, RF IV, 400-1, quiere explicar mezquita por un tratamiento especial del Ǥ tras s, pero de ello no hay casi otro ej. (quizá NESGA), y además no explica la sorda.― ↩
6 Ésta o una forma análoga debió extenderse hacia Oriente, de donde el turco ant. mezgít, y el malayo mísigit (con i intercalada según la fonética malaya), vid. Gonçalves Viana, RL VIII, 13. No está a mi alcance el trabajo que dedicó este erudito a mezquita en los Mélanges Ch. de Harlez. ↩