HORNO, del lat. FŬRNUS íd.

1.ª doc.: forno, doc. de 1129 (Oelschl.); Berceo; Fn. Gonz. (383), etc.

General en todas las épocas del idioma y común a todos los romances. Junto con los derivados de horno o del lat. FŬRNUS (A) coloco los de F֊RNAX (B) y de F֊RNէX (C), palabras latinas probablemente emparentadas entre sí y procedentes de una misma raíz; ya en latín hubo confusiones entre los dos radicales, pues FURNAX aparece desde el S. II d. C, y FORNUS se halla en manuscritos clásicos, entre ellos los de Varrón, que escribía doscientos años antes; esta última forma subsistió esporádicamente en romance (campid. forru) y no es imposible que de ahí salga la forma fuerno que leemos en doc. de Sevilla de 1294 (M. P., D. L., 355.15, junto a fforno línea 46), pero hay otras explicaciones posibles para esta forma (V. FURNIA).

Aunque no está bien averiguado si el ár. furn ‘horno’ (de cocer el pan, etc.) es palabra ya pre-islámica, es seguro en todo caso que es muy antigua y empleada en el Iraq y Siria ya a fines del S. IX y en el XI, por lo tanto no es mozarabismo y ni siquiera es posible que proceda de la latinidad africana. Como el iraquí Abendureid h. 900 opina que no es de origen arábigo y el español Abensida († 1066) lo da como palabra de Siria, es probable que sea latinismo arraigado ya en el SO. de Asia desde el Imperio, seguramente como término de los constructores de stratae: si no me engaño no aparece en las demás lenguas semíticas, y entre las europeas es formación explicable por raíz indoeuropea y con alguna equivalencia en las eslavas y aun otras, pero con f- sólo en latín, todo lo cual es indicio de préstamo del latín al árabe (donde existen sinónimos); en cambio el argel. furnâq que cito abajo pasaría al magrebí desde la latinidad africana1 (quizá por vía camítica) y sólo el mozár. furnáƇ es de procedencia hispánica.

DERIV.

A) Forna ast. ‘horno’ (V). Hornada [Nebr.]. Hornaje rioj. [f-, 1155]. Hornazo ‘torta guarnecida de huevos, que se cuecen juntamente con ella en el horno’ [«focatus se dize el pan cocho en la ceniza y rebuelto como fornazo», APal. 164d; «hornazo de vuevos: artooum», Nebr.; Covarr.]; para la formación actual del hornazo, tal como se hace en Cespedosa, RFB XV, 272. No creo que salga de FORFEX ‘tijeras’, como se dice en el GdDD 2875b, el ast. furnazas, burnazas ‘tenazas’, pero sí de (FORFICES) FURNACEAS, por su empleo para sacar objetos del horno y del fuego; morgaces f. ‘pinzas de madera encorvadas para recoger erizos de castañas sin lastimarse’ (R), puede ser alteración del mismo vocablo por influjo de muergo ‘corteza de la nuez’ (s. v. ÓRGANO). Fornáu o fornada ‘hornada’ ast. (V). Hornear ‘ejercer el oficio de hornero’ [Nebr.], ‘hacer pan’ (así en la Arg.). Hornero [Nebr.; fornero, doc. de 1170]; hornera [íd.]; hornería [íd.]. Fornica ast. ‘hornilla que se abre en la pared, contigua al fogón, para recoger la ceniza de éste’ (V). Hornija ‘leña menuda para horno’ [fornia, que deberá probablemente entenderse forniia, en doc. de Carrión de los Condes, a. 1243, Staaff, 22.32; «hornija para horno: furnaria ligna», Nebr.], quizá de LIGNA FURNզLէA, plural neutro de un adjetivo *FURNզLIS; con sentido secundario hornía ‘cenicero contiguo al fogón’ en Santander; hornijero. Hornillo [1570, C. de las Casas]; hornilla; forniellu ast. ‘hoguera que se hace con residuos vegetales en los terrenos que se roturan’; forniella o fornelliza ‘ceniza del forniellu’; (a)forniellar ‘hacer forniellos’ (V). Enhornar. Fornel ‘anafe’, albac., alm., Jaén, tomado del cat. fornell, o acaso mozarabismo; fornelo, tomado del it. fornello. Sahornarse ‘escocerse o excoriarse una parte del cuerpo’ [«sahornado de sudor: subluuidus», Nebr.; «-ar, escorcher et blesser la peau par eschauffaison et long chemin, es pieds ou entre les cuisses, s’entretailler, se souiller du sueur», Oudin; ejs. del S. XVI en Aut.], parece seguro que es derivado de horno, con prefijo procedente de SUB- (comp. sahumar, sacudir, etc.) y la ac. fundamental ‘escaldarse’ > ‘excoriarse’; sahornos. de sudor: subluuies», Nebr.]. Cultismo: fornáceo.

B) Hornaza [fornaz f., comienzo del S. XIII, Cron. Villarense2; Berceo, Mil., 366; Alex., 2248; fornazes m. pl. 1444, J. de Mena, Lab. 144b; fornace, APal. 53d; a causa del género femenino se cambió en hornaza, con -a secundaria, que ya aparece en Nebr. «fornax; caminus»], del lat. FORNAX, -CIS, f. ‘horno de cal o de alfarero’, ‘hornaza’; del mismo origen el port. fornaça, cat. fornal f. (< fornau), oc. fornatz, fr. fournaise, it. fornace, y por otra parte el mozár. furnáƇ «fornax» en R. Martí (de ahí «Fornacalia eran sacrificios en que el farro o trigo se tostava en las hornachas», APal. 116d), furnâǤ ‘hornillo empleado en la fabricación de la seda’ en escritura árabe granadina, marroq. fornáƇi ‘hornilla para calentar el baño o hammam’, argel, furnâq ‘hornillo de estufa o baño, hornaza’ (Simonet). Hornaguero adj., tierra -a ‘carbón de piedra’ [«carbunculus», Nebr.], hoy hornaguera f., del lat. FORNACARIUS ‘perteneciente a la fornax u hornaza’, comp. FURNIA; de ahí hornaguear ‘minar la tierra para sacar hornaguera’ [«h. la tierra: carbunculor», Nebr.], en Andalucía ‘hurgonear’ (Castro, RFE VI, 340), ‘mover una cosa de un lado para otro a fin de hacerla entrar en lugar donde cabe a duras penas’, y de éste hornaguero ‘flojo, holgado’; ahornagarse ‘abochornarse la tierra o sus frutos por el excesivo calor’ [Nebr., s. v. tierra]. Hornalla ‘horno grande’ arg.3, venez. [fornalla: Otas de Roma, texto leonés de princ. S. XIV: «Senor... que guardaste los tres niños en la fornalla ardiente» (f° 93v°, ed. Baird, 146.18); 1553, en la Biblia judía de Ferrara, Lev. XI, 35, en el sentido de ‘chimenea’; no admitido por la Acad.], ‘parte inferior de un horno por donde se extrae la ceniza’ portorr., en este sentido fornalla en Cuba (que Pichardo define «la boca que está más abajo de la del fogón a manera de horno en las Casas de Calderas»; confirma el uso de esta forma Ortiz, Ca., 228), palabra de origen leonés o gallegoportugués (ahí fornalha es de uso común), procedente del lat. FORNACŬLA ‘hornaza pequeña’.

C) La palabra latina F֊RNIX, -էCIS, significaba ‘bóveda (muchas veces subterránea)’, ‘túnel’, ‘roca agujereada’, y parece derivar del mismo radical que FORNAX (porque los hornos de cal o de alfarero suelen construirse en forma de bóveda); los dos vocablos se confunden parcialmente en romance en cuanto a la forma, pero vienen semánticamente de FORNIX los siguientes. Hornacho ‘concavidad que se hace en las montañas donde se cavan algunos minerales’ [fornacho, J. Ruiz, 768b; «hornachos en el Maestrado: furnacis», Nebr.; Aut.], tomado del mozár. furnáƇ, arriba citado, pero en la ac. correspondiente a FORNIX: Hornachos como nombre propio de lugar es frecuente en el Mediodía de España, Hornachuelos en Córdoba (donde hay minas de plata y oro) ya llamado furnaǤûluš (o -Ǥwéluš) en el Idrisí y en Abenalabbar (Simonet, s. v. fornacho y fornatila); hornachuela ‘covacha’ [Aut.]. Hornacina ‘hueco en forma de arco, que se suele dejar en el grueso de la pared maestra para colocar una estatua, un jarrón, etc.’ [Capillas hornacinas 1504, BHisp. LVIII, 91; Terr.; Acad. ya 1817], de *FORNէCզNA, comp. el cat. fornícula ‘hornacina’, y el aran. hornèra ‘hornacina en la pared de una choza de pastor’ (derivado de FURNUS + -ELLA, como consecuencia de la confusión entre FORNIX y FORNAX). Hornecino ‘bastardo, adulterino’ [«forneçino, porque fué hecho en fornicio y no de legítimo matrimonio», vocabulario de med. S. XV, RFE XXXV, 335; «hornezino, hijo de puta: fornicarius», Nebr., de ahí el antiguo costilla fornacina ‘costilla falsa’, y el arag. fornecino ‘vástago sin fruto’; fornecino en el Alex., 1016, y en los Castigos de D. Sancho, p. 213, significa ‘fornicador’, ‘fornicario’], derivado de FORNIX, -էCIS, en el sentido de ‘lupanar’, que tomó este vocablo por la forma de los lugares donde estaban las prostitutas4. Fornaguero ‘fornicario’ [Alex., 2210; Gral. Est. I, 290a47); afornagar ‘fornicar’ (ej. de la N. Recopil. en DHist.). Duplicado culto de este último, descendiente del lat. fornĭcare ‘tener comercio carnal con prostituta’, es fornicar [APal. 277b; Nebr.], con sus derivados fornicación [h. 950, Glosas Emilianenses], fornicador [Nebr.], fornicario [Berceo, Mil., 78; Nebr.], fornicio [Berceo]. Cf. ESFORROCINO.

1 Aunque de éste no hay datos hasta el S. XIX, no es imposible que se empleara en alguna parte del Andalús, si es que de ahí procede el topónimo cat. La Fornaca y apellido Fornaca. Incierto esto porque el apellido es poco corriente (NE. de Cataluña) y el topónimo aparece sólo en un pueblo empordanès y con significado hipotético.―

2 «Daniel e Sidrac e Misac e Abdenago, los que miso en la fornaz», BRAE VI, 200.―

3 Ej. en Payró, Pago Chico, ed. Losada, p. 200, y frecuente en los diarios y escritores argentinos.―

4 Éste parece haberse conservado, al menos esporádicamente, en gallego-portugués, pues lo emplean en una tenzón a med. S. XIII dos trovadores poco conocidos, Pero Martins y Don Vaasco (que parece ser el Vaasco Gil que tenzonó con Alfonso el Sabio en la ctga. 422, fechable en 1252-55): «dizede-mi quen é comendador / eno Espital, ora da escassidade, / ou na franqueza, ou quen no forniz / ou quen quanto mal si faz e diz», a lo cual replica Martins: «eno forniz éste Don Roi Gil / e Roí Martiiz ena falsidade» (CEsc. 423.5, 10). R. Lapa altera franqueza en fraqueza, lo cual no convence, pues hay evidente oposición con el falsidade del verso 11, aunque sea jugando algo con el vocablo: franqueza no será ya verdadero abstracto sino el concreto ‘lugar sin sujeción a señor feudal’ (cf. Les Franqueses, topónimo catalán frecuente). Me inclino a creer que forniz no está tampoco en el sentido abstracto ‘fornicación’ (indocumentado) sino en el etimológico ‘lupanar’: ¿quién es el más fuerte así en el Convento de los Hospitalarios, como en las tierras libres y en el lupanar?, éste es el sentido que han de tener esos versos.