FURNIA, antill., ast., and., canar., ‘sima’, ‘bodega bajo tierra’, palabra de origen leonés, hermana del gall.-port. furna ‘caverna’, y del cat. pirenaico forna íd., y procedente de una base *FORNIA, emparentada con FORNIX, -էCIS, ‘bóveda’, ‘túnel’, ‘roca agujereada’, o con FŬRNUShorno’.

1.ª doc.: furna, 1555, en el extremeño Cieza de León; furnia, en el cubano Pichardo, 1836 (1875).

Véase mi artículo en RFH VI, 151-2. En las dos Antillas mayores furnia es ‘sima, concavidad subterránea vertical’, en Puerto Rico y en Asturias (Rato, s. v. agüería) es un ‘sumidero o agujero por donde se escurren las aguas’; también se cita como vocablo perteneciente al léxico andaluz en el sentido de ‘bodega bajo tierra’ (Acad. después de 1899, pero no Toro G., y A. Venceslada sólo en la 2.ª ed.), y al gitano en el de ‘cueva’ (Borrow, a. 1840), pero ahí ha de ser de origen romance, quizá andalucismo.

En gallego furna es ‘caverna, gruta, concavidad profunda hecha en las rocas’ (Carré; no Vall.), ‘socavo que hace el mar’ (G. de Diego, RFE IX, 145), y en portugués ‘cueva, caverna’, ‘cavidad en un roquedal, roca sobresaliente que forma abrigo’ [J. de Barros, h. 1550, y otros ejs. clásicos]; los portugueses debieron de emplear también furna en la ac. gallega, pues Bernardo Rodrigues, princ. S. XVI, cita un topónimo As Furnas en la costa marroquí, junto a Arcila (Al-And. XIX, 165). Como derivado romance de forno ‘horno’ o como descendiente de FORNAX, -CIS, ‘hornalla’1, el port. furna no se explicaría a causa de la u. Se impone considerar que furna viene de la forma furnia conservada en español, cuya ȳ nos explica la u tónica, por metafonía (comp. port. chuva cast. lluvia, estudo < estúdio, etc.).

Para la etimología, puede partirse del lat. FORNIXbóveda’, que en Livio ya significa ‘túnel’ y en numerosos glosarios tiene las acs. ‘roca agujereada’, ‘peña hueca’2; como el latín vulgar vacilaba entre -X y -S (milex, locuplex, poplex en el Appendix Probi), FORNIX pudo cambiarse en FORNIS, femenino, cambiado a su vez en *FORNIA, que nos explicaría directamente furnia y furna; por otra parte existiría una variante *FORNA, de donde el pallarés forna ‘agujero en una roca, cueva pequeña’3, que al parecer se prolonga en territorio francés a juzgar por el bearn. hourne «réduit obscur, caverne» (Palay) y por el nombre de lugar La Fourno en el Aude, y los numerosos Fournes del mismo departamento (Fornas a. 1101; a. 1246), vid. Sabarthès, Dict. Topogr. de l’Aude; formas más parecidas al pall. forna pudieron existir en cast.: dos pueblos hoy llamados Hornilla figuran con el nombre de Horna en el Becerro de las Behetrías del S. XIV, en el término de Merindad de Castilla la Vieja, partido de Villarcayo; Las Hornillas es nombre de un cerro junto a la Estancia del Salto, en Potrerillos, prov. Mendoza (Arg.). También cabría suponer, aunque menos probable, que FORNէCEM dió primero *fórnez, *fornes (comp. AURէFէCEM > oríbez y luego oribe, Uribe, etc.), y de ahí *fórnea > furnia. En cuanto al port. cafurna ‘cueva, escondrijo’, gall. cafurna ‘caverna, antro profundo’ (Carré; «socavón del mar» GdD, GrHcaGall. 74: cruce con caverna), prov. cafourno ‘caverne, repaire, cahute’ (FFW III, 907b, 908b), pueden derivar de un verbo CON-FŬRN-ARE (cat. encofurnar ‘meter en un escondrijo’), aunque influído en portugués por el vocalismo de furna4. O bien se puede suponer un COVA *FŬRNĔA O *FŬRNAcueva a manera de horno’, que en unas partes se contraería en *COFURN(E)A por haplología de las dos labiales V-F, y en otras se simplificaría en *FURN(E)A.

Para el uso en Canarias, vid. Régulo Pérez, Rev. de Hist. de la Lag., n.° 84, 483-4.

1 Cornu, Port. Spr., § 28, dice que ha de venir de FORNAX a causa de la forma furnas «lugar escuro e subterrâneo» mencionada por el trasmontano Madureira (1739). Pero esta deducción sólo sería legítima si Madureira hiciera constar que fûrnas es un masculino singular, lo cual no es el caso. Seguramente se tratará del plural del femenino furna, que ya está empleado como tal dos siglos antes por Juan de Barros; vid. la cita in extenso en Vieira.―

2 Para descendientes populares de FORNIX, vid. HORNACINA y fornaguero ‘lujurioso’ (Alex., 2210d, en relación semántica con el derivado fornicare), cast. hornaguero ‘flojo, holgado’. El santand. hornía, jornía, jornillo, -ijo, ‘cenicero contiguo al fogón’ (G. Lomas) parece ser *FORNICULA.―

3 Aunque FORNIX, a juzgar por Prisciano (Keil II, 165.11), parece que tenía ֊, forna se pronuncia con o cerrada. Pero claro está que el vocablo ha sufrido el influjo de frn ‘horno’. En documento sevillano de 1294 (M. P., D. L., 355.15) aparece fuerno, al parecer con el valor de ‘horno’ (pero comp. ffornos en la línea 46); no es ésta la única singularidad dialectal de este documento, que emplea fizon por ‘hicieron’. Quizá sea aquélla una forma mozárabe explicable por ultracorrección de las formas mozárabes con ֊ no diptongada; pero cabe también pensar en F֊RNIX, sea por diptongación directa o por metátesis furnia > fuirna > fuerna.―

4 El cat. cofurna ‘chiribitil’ quizá sea provenzalismo reciente; comp. la forma autóctona Coforns en la toponimia de Pardines (Valle de Ribes). La idea de Spitzer, RFH VII, 281, parece ser que furnia viene de un cruce de FURNUS con CAVĔAcavidad’, ‘jaula’; quizá, pero me deja escéptico este cruce con una terminación átona, que ni siquiera afecta a la consonante precedente; desde luego creo imposible que cafurna resulte de otro cruce de furna con CAVEA, pues esta palabra tiene g- en todos los romances ibéricos.