HORADAR, derivado del antiguo horado ‘agujero’, procedente del lat. tardío F֊RTUS, -ȢS, ‘perforación’, que a su vez es derivado de F֊RRE ‘agujerear, perforar’.

1.ª doc.: foradar, Cid.

Frecuente en la Edad Media: abunda en Berceo, J. Ruiz, Alf. XI (1464), etc.; está también en APal. (f-, 55d, 127b, «confodere es foradar de un cabo a otro» 90b), Nebr. («horadar: foro»), y hay todavía bastantes ejs. en el Siglo de Oro, pero ya entonces cede terreno ante la mayor vitalidad de su concurrente agujer(e)ar; hoy tiene todavía cierto uso en el lenguaje literario. El primitivo horado está anticuado del todo en la lengua común, aunque no lo advierta la Acad., pero fué muy vivo en la Edad Media: forado aparece en doc. de 1156 (Oelschl.), se halla en Berceo, Alex. (1190), Gr. Conq. de Ultr. (‘agujero, brecha, portillo’, p. 245), Conde Luc., J. Ruiz (337, 868, 1413, con alusión al nombre de lugar Belhorado), pero pronto tiende a tomar la ac. ‘escondrijo, cavidad subterránea, madriguera’, como ya en J. Ruiz, Rimado de Palacio (1405, 1406), y horado en D. Gracián (1542) y Garcilaso el Inca (1609), de donde ‘calabozo’ en Quevedo (Buscón, Cl. C., 198): prueba de la pronta decadencia del sustantivo es el hecho de que ya no lo registran APal. ni Nebr. En latín hallamos FORATUS en Lactancio (S. IV) y FORATUM en una glosa, pero el verbo FORARE es clásico y de uso general. Éste dejó descendencia en varios romances, aunque en parte es cultismo, pero tiene carácter popular en el Norte de Italia, Retia, Este de Francia, zona francoprovenzal y Provenza (FEW III, 698-700), además port. y gall. furar ‘perforar, agujerear’, documentado desde antiguo [Ctgs. 38.93, 308.56; MirSgo. 71.3]; furado m. [Ctgs., MirSgo. passim]; además es probable, según vamos a ver, que no fuera ajeno al castellano preliterario, pero hay que tener en cuenta la existencia de un vocablo sinónimo que quizá tenga raíz distinta.

Buraco ‘agujero’ es port. (ya 1.ª mitad del S. XVI, Sá de Miranda) y gallego (aunque ahí burato quizá tenga mayor difusión)1, voz que tiene bastante extensión popular en el castellano del Noroeste de España y en algunos puntos de América, que ya aparece en los salmantinos Correas (1627) y Torres Villarroel, y Covarr. la daba como propia de Sayago: hoy ha sido recogida en el Centro y Oeste de Asturias, Astorga, Bierzo Alto, Sanabria y otros puntos de Zamora, así como en una amplia zona de Salamanca, además se extiende a las hablas no leonesas de Segovia y Ávila y la variante buriaco se oye en las mismas provincias y en Castro Urdiales; buraco pertenece además al judeoespañol de Oriente y de Marruecos, y en América se ha registrado en Santo Domingo y varios autores lo señalan en la Argentina2. Como formas intermedias entre buraco y horado tenemos: a) boracar ‘horadar’ en la biblia judía de Constantinopla (BRAE IV, 110); b) foracar3, S. XIII, L. de los Cavallos, 105.11; furaco, -u, en Portugal (ya S. XIV o XV: CortesƟo), Galicia, Asturias occidentales, Astorga, y Salamanca, La Furaca como nombre de lugar en Cespedosa (RFE XV, 144), huraco en Cuba4, Colombia (también hureque), en todo Chile y en el Oeste argentino; furacu y afuracar ast. (V); c) horaco en Quiñones de B. (NBAE XVIII, 750), foraco en la Crónica de Álvaro de Luna, horacar en Quiñones (p. 587) y la Celestina (VIII, con más citas en la ed. Cl. C. II, 14.14), foracar en la Historia Troyana de h. 1270 (115.22), en la 1.ª Crón. Gral. (585b46), en la Crónica de Alfonso XI y en versiones bíblicas medievales5, ahoracar en un villancico castellano de Gil Vicente (Mod. Philol. XXIV, 405).

Lo más natural y sencillo sería explicar estas formas como cruces entre horado y buraco, y buscar a éste un origen diferente, tal vez prerromano, tanto más cuanto que hay un gall. bura ‘agujero en los adrales del carro’ (cita de Hubschmid) y que existe un tipo BORA6, nombre frecuente de cavernas en el Norte de Cataluña7 y muy extendido como apelativo en el sentido de ‘agujero, cavidad’ en Valonia, Champaña, Lorena, zona francoprovenzal, Grisones, Véneto y Lombardía (FEW I, 435-6)8. Acaso se trate de una palabra céltica emparentada con el lat. FORARE, con lo cual estaría muy de acuerdo la fonética, y a sospecharlo invita el área geográfica, típicamente occidental, de buraco; sin embargo, esta familia indoeuropea está escasamente representada en céltico, casi sólo por una forma tan diferente como el irl. medio bern, berna ‘abertura’, ‘grieta, abismo’9, luego el caso es dudoso, aunque no puede descartarse un vocablo propio del celta hispánico; pero parece lo mejor pensar en el sorotáptico de los Urnenfelder. Comp. BURIL 10.

Por otra parte en rigor se podría pensar, según hace Wartburg (FEW III, 700, n. 13), en un cruce de FORARE con un gót. *BAÚRAN, de igual significado, deducible del a. alem. ant. y b. alem. ant. borôn, ags. borian, escand. ant. bora ‘perforar’, bora ‘agujero’, pero desde el punto de vista geográfico y teniendo en cuenta la índole topográfica del significado, con la antigüedad y autoctonismo que ello sugiere, esta idea resulta mucho menos convincente y además no explica la u del radical; es verdad que esta u, que hallamos también en el gall.-port. furar11 y en el alto-arag., f-rato ‘agujero para el humo’ (Wilmes, VKR X, 229), puede explicarse por una contaminación bastante natural de forar por furgar ‘hurgar’ (FȢRICARE), como propuso convincentemente Schuchardt (Roman. Etym. II, 135)12; a la misma familia pueden pertenecer hura ‘agujero pequeño, madriguera’ [Acad. 1925 o 1936], ya registrado por Nebr. en el sentido de ‘grano maligno que sale en la cabeza’, y su derivado hurera ‘agujero, huronera’ (Acad. íd.; disimilado en hulera en Salamanca: Lamano; fulera en Cespedosa, RFE XV, 144), a no ser que vengan de HURÓN (lo que no dejaría de chocar con dificultades morfológicas y aun semánticas).

DERIV.

Para horado, horacar, horaco (hur-, bur-), hura, hurera, furo, V. arriba. Horadable; horadación; horadado; horadador. Horambre ‘agujero en el molino de aceite’ [Acad. ya 1817], jolambre ‘agujero del yugo donde se ata la mediana’ (en un pueblo de Almería), ojalambre íd. (forma contaminada por ojal, en pueblos de Toledo y Cáceres: RFE XXIII, 238, 240, 253), hulambra íd. (en Cespedosa, RFE XV, 267-8), proceden del lat. FORAMEN ‘agujero’; de ahí el derivado forambrera en APal.13, hoy alambrera ‘agujero del yugo’ en un pueblo de Jaén (RFE XXIV, 227); el duplicado culto foramen es poco frecuente; ast. alambrar ‘horadar el hocico del cerdo poniéndole un arete para que no pueda hozar’ (V). Foraida ant. ‘hondonada u hoyada’ [Acad. ya 1817], falta explicar la terminación14. Perforar [Acad. ya 1843, no 1817], tomado de perforare íd.; perforación; perforador.

1 Vall. prefiere aquél, pero Carré coloca en primer término éste, que es el único recogido por el anónimo de 1850 (RL VII, 205). Hallo burato ‘agujero’ en las poesías populares recogidas por Milà (Rom. VI, 72, 74), y Schneider registra buratu ‘herida’ en dos pueblos del Limia y buracu en uno, buraca ‘carbonera’ en dos más. Sarmiento recogió burata ‘cueva de los conejos o el agujero por donde entran ellos’ (CaG. 211v; también se sirvió de esta palabra Rosalía en la ac. de ‘madriguera, refugio’, el DAcG. le da además los significados de ‘gruta’, ‘sepultura’ y Lugrís, Gram., 150, el de ‘hoyo, foso’); buraco aparece ya en rima en una ctga. obscena gall.-port. del S. XIII: «foi beijar polo buraco / a mia senhor» (R. Lapa, CEsc. 181.1), lo recogió también Sarm. (o. c. 216v, y también buraquiño 61v) y lo emplearon Curros, Turnes y Castelao (190.10); burato y buratiño están en Sarm. (CaG. 61v), gall. orensano buratiño ‘vulva’ (cit. de Pensado en CaG., p. 174); muy conocida es la copla obscena del cura y el buratiño. G. de Diego, RFE III, 304, dice que burato se emplea también en el castellano de Arenas de San Pedro (Ávila).―

2 Para la documentación, vid. Krüger, Gegenstandsk., 77; A. Castro, RFE V, 38; G. de Diego, RFE III, 304; Benoliel, BRAE XIV, 580; Corominas, RFH VI, 168-9, y otras fuentes ahí citadas.―

3 Acaso tenga razón GdDD 2866 al conjeturar que el sufijo de horacar (de donde huraco, etc.) resulte de un cruce de FORARE (o más bien horadar) con aocar ‘ahuecar’; de ahí habría pasado luego a buraco (cuya raíz, desde luego, no puede salir de FORARE). Claro que muy dudoso, por aparecer -aco en otras voces prerromanas, y por hallarse para este sufijo seguros antecedentes célticos.―

4 También horaco, juraco y furaco, Pichardo, pp. 110, 141.―

5 Parte de estas citas en Cuervo, Ap. § 794.―

6 Con buraco y gall. bura comp. minhoto burgar ‘cavar tierras’ (Fig.), cuyo participio aparece ya en un doc. de 983 (petras concovas o burgatas), citado por Piel, Misc. de Etim. Port. e Gal., 75; parece un derivado en -ICARE, de la misma raíz; no creo atine Piel al identificarlo sencillamente con hurgar.―

7 Por ej. Bora Gran d’en Carreres junto a Serinyà (Gerona), Bores d’en Masallera en L’Esquirol (Osona). Además borar ‘hacer un hueco dentro de un vegetal’, que Alcover localiza en el Bajo Ampurdán y comarca de Vic, y el cat. central esvoranc ‘boquete’.―

8 Además burella ‘cueva’ en Dante (Inf. XXIV, 98) y en docs. florentinos, Studi Danteschi X, 81; Litbl. XLIX, 122; y quizá el it. burrone ‘barranco’. Más datos sobre esta familia en Hubschmid, Festschrift Jud, 254, y comp. la opinión de Jud, ASNSL CXXVII, 432, y de M-L. (REW3, 1233).―

9 Para esta familia indoeuropea, bien representada y con significados próximos en latín y germánico, más escasamente o con acs. alejadas en eslavo, báltico, armenio, albanés, griego, etc., vid. Walde-P. II, 159-61.―

10 Creo habrá que atribuir a la misma raíz el artículo BORNA del REW y el tipo burnel del artículo BRUNNA, para los cuales no convence un origen germánico. De ahí quizá también el ast. boleru (< ¿*boreru?) ‘portillo que se abre en la muria de una heredad para dar paso al ganado’ (V).―

11 Serán portuguesismos (o quizá leonesismos) el cub. furo ‘hoyo’, ‘agujero, especialmente el que remata la horma de azúcar’ (Pichardo; propio de Santiago de Cuba, según Ortiz, Ca., 240), el canario juro íd., con sus derivados toponímicos El Jorado y Cueva Jurada, y el nombre de planta jurada o maljurada (< MILLE FORATA) ‘hypericum reflexum’, para los cuales vid. Steffen, Rev. de Hist. de la Laguna, n.° 82, 173n.61, y n.° 83-84, p. 436, y el judesp. furo ‘vacío’ (Bulgaria, frente a forro íd. en Salónica: Crews, VRom. XII, 196).―

12 Otras explicaciones a base de cruce no parecen posibles. El propio Schuchardt sugiere cruce con un cast. ant. buso ‘agujero’, que explicaría además la b- de buraco; pero como he observado en el artículo correspondiente tal palabra no fué nunca castellana o port. Lo mismo debe objetarse a Cornu, GGr., § 164, cuando habla de un cruce de furaco con buco: en el sentido de ‘agujero’ éste es sólo italiano y además de origen incierto; es verdad que el germanismo cat. buc está algo más cerca, pero su significado es ‘colmena’, aunque sea la que se hace en el hueco de un árbol; de todos modos permanecemos bastante lejos geográfica e ideológicamente, y el cast.-port. buque es catalanismo y tiene sentidos completamente distintos.―

13 «Anus... es la forambrera por do sale el estiércol» 23d, «forambreras de fabros que fazen en sus ferramientas los ferreros o carpenteros» 52b, «cunnus es forambrera de la fembra» 101b, «foramen, forambrera, cosa foradada» 165d. Trataron de este vocablo en sentido análogo A. Castro, RFE V, 38, y D. Alonso, RFE XXVII, 31.―

14 ¿Acaso forma mozárabe de *FORARIA, con disimilación? ¿O contaminación por ALGAIDA ‘soto, alameda’?