HIJO, del lat. FզLէUS íd.
1.ª doc.: orígenes del idioma (filio, 2.ª mitad del S. X, Glosas Silenses, 80; filgo, doc. arag. de 1062; fijo, 1100, BHisp. LVIII, 360; Cid, etc.).
Un importante calco semántico. En árabe era muy corriente emplear Ȑibn ‘hijo’ (o su femenino bint), seguido de un sustantivo, como mero elemento gramatical para expresar persona caracterizada por la idea que este sustantivo expresa, y aun para adjetivar esta idea: Ȑibn as-sabîl (‘hijo del camino’) ‘viajero’, Ȑibn al-halâk (‘h. de perdición’) ‘condenado’, Ȑibn as-sâ⺆atih ‘instantáneo, que sólo dura un instante’ (propiamente ‘hijo de su momento’), Ȑibn ⺆íšra ‘hombre amable en sociedad’ (⺆íšra ‘compañía’), Ȑibn fákih ‘galante, vivo, robusto’ (= ‘hijo de jovialidad’), Ȑibn yáȬmih ‘efímero’ (= ‘h. de su día’), bint al-kitâb ‘estudianta’ (= ‘hija del libro’) (Dozy, Suppl. I, 120), etc. Esta curiosa peculiaridad sintáctica, que no era ajena a otras lenguas semíticas, aunque en ninguna parte tan desarrollada como en árabe, pasó del hebreo al lenguaje bíblico y religioso de otros romances1; pero la frecuencia de expresiones de este tipo en textos medievales, sobre todo moriscos, y aun en el vocabulario y fraseología del español general, denota que en la Península Ibérica hubo más bien calco del árabe2. El caso es indudable cuando Raimundo Lulio escribe «en aquella ciutat havia un hom just e de santa vida, fill de caritat, e era hom pobre dels béns temporals» (Meravelles III, 121)3; la imitación también me parece clara en los citados hi de malicias y fi de nemiga (donde no hay que tomar enemiga como designación de la madre, sino en el sentido de la enemiga = la enemistad). Otras expresiones corrientes, aunque no es posible asegurarlo de todas, pueden ser, al menos en parte, de imitación arábiga: fillo de justicia ‘justo’, fillo de proditión ‘alevoso’ en Vidal Mayor 1.70.50, 9.12.6, hijo del naipe ‘el que siempre gana’, hijo de la fortuna ‘hombre afortunado’ (Aut.), hijo de la piedra ‘expósito’ [Cervantes, Fcha.]; F. Semeleder en un trabajo acerca del español mejicano cita hijo de la gran suerte ‘hombre afortunado’, hijo de la tierra ‘hombre de pequeña estatura’ (BDHA IV, 85)4. En cuanto al uso de hijo con un nombre propio de lugar para indicar la oriundez de una persona (fulano es hijo de Málaga, hijo de Brunete), siendo propio y exclusivo de los tres romances hispánicos, y ajeno aun a la lengua de Oc, deberá estudiarse si es también de imitación semítica (comp. Ȑibn al-madîna ‘ciudadano, hijo de ciudad’ en el árabe de Egipto)5.
Uno de los casos más claros me parece el de hidalgo [fijo dalgo, Cid; fidalgus, h. 1197, Fuero de Castroverde], que yo no interpretaría etimológicamente como ‘hijo de persona de valer’, según hace M. P. en su fundamental artículo (Cid, pp. 689-93), sino como ‘persona con bienes de fortuna’, paralelamente a rico hombre, que seria primitivamente su sinónimo, aunque acabara por oponerse a hidalgo en el sentido estricto de los dos términos, seguramente por ser éste más antiguo y ya petrificado cuando el otro se creó6; algo en este compuesto aparece, pues, en el sentido de ‘riquezas, bienes’, que hallamos ya en el Cid7. Como se ve, acepto la sugestión de A. Castro8 de ver un influjo arábigo en el fondo de nuestro vocablo, pero no creo posible su idea de que en él sea algo alteración, por etimología popular, del ár. al-ȟums ‘quinta parte de las tierras de los países conquistados’ que se reservaba al Estado y éste la confiaba en forma permanente a ciertas familias, que por lo tanto gozaban de cierto bienestar9: no hay variante fonética que nos oriente en este sentido y la existencia de algo en la ac. ‘riquezas, bienes’ hace superflua esta hipótesis (no hay que pensar en que este algo sea arabismo, pues expresiones atenuadas del tipo de he’s got something o il a quelque chose ‘es rico’ pertenecen al caudal común de todos los idiomas); el tratamiento fonético al-ȟums > algo sería inverosímil en cuanto al grupo final, e imposible en cuanto al traslado de acento. Por lo demás, no es ésta la única ac. en que algo se sustantivó, comp. fazetle mucho algo ‘hacedle mucho honor, tratadle muy bien’ en Apol. 177c, La misma expresión en el Otas de Roma, principio S. XIV: «sy me bien serviedes a mi guisa, yo vos faré mucho algo» ‘mucho bien’, f° 91r° (ed. Baird, 138. 24). Sánchez Albornoz, Cuadernos de Historia de España, Buenos Aires, XVI (1951), 130-45, aporta datos y argumentos de valor en prueba de que hidalgo contiene ALIQUOD. LOS nuevos argumentos y datos de Américo Castro en Papeles de Son Armadans, n.° 68, enero 1961, 9-21, acaban de corroborar el influjo semítico en la creación de hijodalgo, aunque ahora sólo en el sentido de la forma interna de lenguaje, exactamente en la misma forma en que lo tomaba yo (y retirando tácitamente su interpretación de algo como < al-ȟums); por otra parte llama la atención hacia la posibilidad de que influyera un modelo hebreo, sin precisar si sería lo árabe o lo hebreo el factor decisivo en este caso concreto: se nota que todos los casos que cita de ben tovim (literalmente ‘hijo de bienes’ > ‘hombre noble’) figuran en textos rabínicos cuya fecha y procedencia geográfica no precisa; luego por ahora ignoramos si salimos con esto del ambiente hispanoárabe.
Es indefendible la idea de F. Lázaro (RFE XXXI, 161-170) de hacer partir hidalgo de *FIDATICUM, a través del leonés.
Para el uso de hijo o hija en exclamaciones populares, vid. Krüger, RFE VIII, 322; tales expresiones llegan a fosilizarse resultando de ahí la exclamación americana mi hijo, contraída en mijo (mija), mijito, etc., en toda América del Sur, del Centro (Kany, Sp.-Amer. Syntax, p. 42), Cuba (Ortiz, Ca., 126), etc.; en España se emplea el orden opuesto hijo mío, y así se ha formado en Huesca el diminutivo cariñoso jamieta (Navarro Tomás, RFE XII, 354n.).
DERIV.
Fi(y)ascu ‘entenado’ ast. (V). Hijastro [Nebr.]. Hijato ‘retoño’. Hijezno ‘pollo de un pájaro’, rioj. (Aut.). Hijuco. Hijuelo. Hijuela ‘reguero pequeño’ [Covarr.], ‘fundo rústico que se forma por subdivisión de otro mayor’, hoy usual en Chile y Oeste argentino10 [fijuela, en doc. de Córdoba de 1251, M. P., D. L., 340.9]; hijuelar, hijuelación; hijuelero. Ahijar [afilgar, doc. arag. de 1062, Oelschl.; etc.]; ahijado [afi-, doc. de 1196]; ast. fi(y)áu (V); ahijadero. Deshijar, cub. (Ortiz, Ca., 192). Prohijar [porf-, Berceo; porfillar, Alex. 1622c; porhijar, Nebr.; la forma prohijar, que es ya la de Oudin y Covarr., se debe al influjo de los cultismos en pro-], comp. port. perfilhar; prohijación, prohijador, prohijamiento. Cultismos: afiliar [S. XIX, DHist.], afiliación; filiar [Aut.], filiación [1455, BHisp. LVIII, 91; 1596, Fonseca]; filial [Santillana (C. C. Smith, BHisp. LXI; h. 1600, Aut.].
CPT.
Hidalgo (V. arriba; de ahí fr. hidalgo, indalgo, desde Rabelais, etc.). Ahijuna11, abreviación de ah, hijo de una... Hideputa. Filicida, formado con la terminación de fratricida, parricida, etc.; filicidio.
1 Petrocchi cita como usuales en italiano figlio dell’ubbidienza «addetto a una disciplina», figlio della fortuna, della luce, delle tenebre; el diccionario portugués de Vieira da filho da rebelião ‘rebelde’, como frase de estilo bíblico.― ↩
2 Para otros calcos del árabe, vid. AMANECER, CASAR, FRÍO, SALIR, SEÑOR, especialmente el último, que presenta gran analogía con nuestro caso. «Apodero en ella a vos los compradores como en aver de nuestros averes e poder de nuestros poderes», doc. de Córdoba de 1249 (M. P., D. L., 339.13-14), «apodérol e métol en ello, que sea aver de sus averes», doc. de Cogolludo (Guadalajara), a. 1221 (M. P., D. L., 274.33), arabismos sintácticos palmarios que muestran este influjo aun en el formulario notarial. Más, acerca del asunto, en Seifert, VRom. IV, 193-8, y en la nota citada de Semeleder.― ↩
3 Otro temprano testimonio catalán en Cerverí de Girona (1272): Lo bon rey d’Aragó / pare de prets, fill de do, literalmente ‘padre de Mérito, hijo de Dote’, pero en realidad es casi lo mismo que ‘personificación del Mérito y del Don Natural’ (Maldit Bendit, v. 526), muy interesante porque podría tomarse como indicio de que pare se empleaba también, como el árabe aba, a modo de exponente personificados Es verdad que al mismo tiempo juega con el vocablo, tomándolo como variante de par (en los Doce Pares y análogos) según muestra el cuento de sílabas.― ↩
4 El port. jergal filhos da noite «gatunos, que de noite fazem roubos», dada su procedencia social preferiría considerarlo creación moderna de la jerigonza.― ↩
5 Según Moraes, Juan de Barros emplea filho da Índia para el extranjero con bienes en este país.― ↩
6 Hidalgo se empleaba también como término genérico que abarcaba a todos los que no eran villanos, sino libres de nacimiento, desde la familia real para abajo. Cuando se crearon los términos más estrictos de infanzones y ricoshombres, se tendió a reservar el vocablo antiguo en sentido estricto para los que no eran más que hidalgos. Pero D. Juan Manuel todavía admitía el uso antiguo, y como adjetivo, hidalgo, y su derivado hidalguía, conservaron siempre el sentido de ‘noble en general’. Según M. P. hidalgos, en su sentido amplio, aparece ya, si bien disfrazado a la latina, en doc. de 985 bajo la forma filii bene natorum.― ↩
7 Si esta interpretación le parece a M. P. «menos expresiva», es porque toma hijo en su sentido ordinario.― ↩
8 Word I, 214. Y más desarrollado en su libro reciente España en su Historia.― ↩
9 Por lo demás, según Pozy (Suppl. I, 404) el Ȑibn al-ȟums era «le paysan qui cultivait les terres de l’État et qui donnait au trésor la troisième partie des productions», es decir, más bien el villano.― ↩
10 Chaca, Hist. de Tupungato, 188, doc. de 1860.― ↩
11 Muy vivo, como es sabido, en América. En la Argentina se dice también juepucha, etc. Ya en el Quijote hideputa aparece como mera frase exclamativa sin intención injuriosa. ↩
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