FRÍO, del lat. FRզGէDUS íd.

1.ª doc.: frido, doc. de Cardeña, a. 931 (Oelschl.); frío, doc. de Castilla del Norte, a. 1212.

Cej. VIII, § 36. Frido es también la forma asegurada por la rima en Berceo, aparece además en Apol., J. Ruiz, Canc. de Baena, se documenta en el aragonés de los fueros medievales (Tilander, p. 426), y está todavía conservada por la tradición del romancero en el romance de Fontefrida, impreso en el S. XVI. Pero el plural Frías ya aparece como nombre propio en doc. de Oña de 1177, y es la forma documentada en el glosario del Escorial (h. 1400), en APal. y Nebr. y en muchos textos literarios de la Edad Media (más detalles en M. P., Oríg., 270). Las dos formas proceden de bases diferentes del latín vulgar: frío representa seguramente el clásico FRզGէDUS, pasado regularmente a *fríyio > frío, con el mismo tratamiento que todos los adjetivos en -էDUS, mientras que la forma vulgar FRIGDUS del Apéndix Probi o FRIDUS de las inscripciones pompeyanas (Rom. LXVI, 380) explica el cast. ant frido, puesto que la -D- intervocálica tras el acento suele conservarse en Castilla1. Los demás romances parten de FRէGDUS, entre ellos el cat. fred y alguna forma suelta del aragonés antiguo: Fonte Freda en doc. de S. Juan de la Peña, de 10592.

La ac. ‘sin gracia ni agudeza, soso’, ‘sin chiste’, está extraordinariamente extendida en el Siglo de Oro, y es muy singular entre las lenguas romances, pues sólo se halla igualmente en portugués3 y queda muy lejos de otras acs. figuradas conocidas en romance, como ‘flemático’ o ‘impotente’4. Pero su frecuencia en español no puede dejar de llamar la atención5. Quizá deba explicarse por calco semántico del árabe, donde bârid ‘frío’ significa además ‘necio’ («sot», «silly, abusive»), como puede verse en las citas que Dozy (Gloss., 66) alega del Becrí (S. XI), de Almacarí, de las Mil y una noches y de Bocthor, y que este matiz fácilmente evolucionaba hasta el de ‘sin gracia, soso’, lo atestigua el arabismo español ALBARDÁN ‘bufón, necio’. Cierto es que un significado casi igual al cast. («insulsus, ineptus») se encuentra en lat. clásico, y no es raro en Gelio, Quintiliano y Cicerón, donde, p. ej., frigida se opone a salsa (vid. Forcellini, s. v., § III, y s. v. frigide). Pero importa también el hecho de que nada de esto se haya conservado en galorrománico, cat. ni it., de suerte que por lo menos habrá que admitir que la conservación de este sentido latino se debió al influjo del árabe. Comp. GILÍ.

DERIV.

Fría. Frialdad [1386, Lz. de Ayala, L. de las Aves de Caça; S. XV, ms. bíblico I-j-3, Biblia Med. Romanceada, p. 10, § 22], procede de frieldad (que se halla en APal., 49b, 169d, 175d, 420d, junto a frialdad, que está sólo en 291b), y éste debe explicarse probablemente por evolución fonética del lat. FRզGէDէTAS, -TATIS, íd., pasando por *friyedade6; sinónimos antiguos fueron frior (Alex. 891; Gr. Conq. de Ultr., 61), friúra [Berceo, Mil. 613; Canc. de Baena, W. Schmid; etc.; hoy venez., leonés y ast., V], frieza y el secundario frialeza; port. friagem, gall. friaxe (Sarm. CaG. 199v) ‘frialdad’. Friático [Timoneda, aquí nota 5]. Friera ‘sabañón’ [Nebr.], de significado en realidad concreto, pero cercano a un abstracto, comp. ceguera, sordera (que acaso partieron de ahí); gall. pontev. frieiras ‘sabañones’ (Sarm. CaG. 187v). Friolento [fridoliento, Berceo, Mil., 708b; frioliento, Covarr.; friolento, que aparece en el leonés A. de Guevara, h. 1540, y en Laguna, hoy es asturiano y empleado en la Arg. y muchas partes de América, donde parece ser occidentalismo: RFH VI, 224-5] es alteración de friorento (hoy asturiano occidental, gallego y portugués; frigoriento ant. en la Acad.), derivado de frior, como lo es también friolero [Aut.; hoy preferido en España], y lo son los anticuados o dialectales friolego (Cervantes, vid. Fcha.), friolengo (Covarr.) y friolenco (arag.: Borao; RLiR XI, 214); junto a friolero está friolera ‘dicho o hecho sin gracia’, ‘cosa sin importancia’ [1660, Zabaleta; Aut.], cuyo significado proviene del arabizante frío ‘sin chiste’, analizado arriba7. Frión. Fiambre [carne fianbre (en rima con calanbre) ya en Villasandino, Canc. Baena fº 23 v° a (= ed. 1851, p. 61) en una poesía dirigida al rey Enrique, probablemente Enrique III (1390-1406); carnes fiambres 1444, J. de Mena, Lab. 266a; fianbre, trisílabo, en 1475, G. de Segovia, vid. Tallgren, 63; Covarr.; Quijote I, xxvi; secundariamente adjetivo ya Quevedo; y el castellanismo cat. carns fiambres, h. 1460, Tirant, cap. 104; ansalada o fiambre 1575, O. Pou, Th. Pue. 191. Cej. VIII, § 36], de *friambre, derivado de frío con sufijo colectivo, comp. port. ant. friame frecuente en la Edad Media (gallinha freame en las Cantigas 158.16, C. Michaëlis, RL III, 166-7)8; fiambrera [Covarr.]; fiambrar. Enfriar [Nebr.]; enfriadera, enfriadero, enfriador, enfriamiento. Resfriar [Nebr.]; resfriador; resfriadura; resfriamiento [Nebr.]; resfriante; resfriado [S. XVII: Estebanillo; hoy usual en España] o resfrío [Aut.: «del estilo vulgar y baxo»; hoy usual en la Arg.]. Cat. refredar ‘enfriar, resfriar’, port. esfriar ‘enfriar’ y resfriar íd. y ‘resfriar’; una forma así, refriar o arrefriar pasó en gallego a arrufiar (ambas en DAcG.)9, por disimilación consonántica y asimilación vocálica; gall. refrecer ‘enfriar’, ‘enfriarse’ (Sarm. CaG. 198a), que más que de REFRIGESCEREenfriarse’ ―puesto que ni éste ni FRIGE(SCE)RE han pervivido en romance― será cruce de refriar con calecer ~ aquecer ‘calentar’, arrefecerse (P. Sobreira, DAcG.). Cultismos: frigente; frígido [h. 1440, A. Torre (C. C. Smith, BHisp. LXI)], duplicado de frío, con sus derivados frigidez y frigidísimo. Frigerar y más comúnmente refrigerar [h. 1620, Huerta], de refrigerare íd., derivado de frigus, -ŏris (de igual origen que frigidus), secundariamente ‘reparar las fuerzas’ [Aut.]; refrigerante [Fr. L. de León]; refrigeración; refrigerativo o refrigeratorio; refrigerio [Mena (C. C. Smith); h. 1540, D. Gracián].

CPT.

Frigorífico.

1 El port. frio igual puede corresponder al cast. frido FRIDUS (comp. crua = cast. cruda, port. desnua = cast. desnuda) que al cast. frío < *fríyio, comp. port. < lee < LĔGIT, empuñar < empurrir < IM-PORRIGERE (vid. EMBURRIAR). De todos modos, lo primero es más probable en vista del port. frigir < FRզGĔRE, fugir FUGĔRE.―

2 Fredas en Valpuesta, a. 1011, se deberá seguramente a un notario provenzal o catalán, como el que influyó en el Fuero de Avilés (vid. la monografía de Lapesa). Las demás formas que cita M. P. son ya catalanas, aun la de Ovarra, que corresponde a la zona catalana de Huesca.― 2>

3 Moraes cita «riamos de coisas frias, de alguns, que agudezas vendem» de Sá de Miranda.―

4 Aun el it. freddura ‘bagatela’, ‘cosa sin importancia’ (muy clásico ya en este idioma, vid. Tommaseo, s. v.), procede de un orden de ideas diferente.―

5 Conozco ya ej. de principios del S XV, en Juan A. de Baena, Canc., n.° 397. Puede documentarse docenas de veces en Lope, Tirso, Ruiz de Alarcón y otros autores teatrales. Covarr. advierte «llamamos frío al hombre que no tiene brío ni gracia en cuanto dice»; Cervantes escribe en el Quijote (II, lxxii, 272) «deve de ser algún grandíssimo bellaco, frío y ladrón juntamente»; Juan de Valdés: «por evitar un frío sonido que al parecer hazen dos enes juntas, la una se convirtió en g» (es decir, ‘desagradable para los oídos castellanos’ y por lo tanto ‘sin gracia’), Diál. de la L., 92.10; Timoneda: «lo que nos importa para ti y para mí, porque no nos tengan por friáticos, es que estando en conversación, y quieras decir algun contecillo, lo digas al propósito de lo que trataren», Sobremesa, ed. Rivad., p. 169. Citas de A. de Guevara y de Góngora en Aut. y en Alemany; otras en la ed. de Cada cual lo que le toca, de Rojas Zorrilla, por A. Castro, p. 228, y otras en Fcha. V. además lo que digo de friolera.―

6 Comp. la monografía de Malkiel, Univ. of Calif. Publ. in Ling. I, v, 199-201. Cree Malkiel que frialdad se creó según el modelo de fealdad, en lo cual discrepo de él. Creo, por el contrario, que fué la preexistencia de frieldad ~ frialdad, y la de crueldad (que el pueblo relacionaría directamente con crúo, variante antigua de crudo muy extendida, en el sentido de ‘cruel’: Berceo, Mil. 295c, S. D. 353d, Duelo 24), la que hizo posible que fieldad ~ fealdad ‘encargo de confianza’ FէDELITATEM fuera relacionado con feo y pasara a significar ‘fealdad’. Nada se opone a ello, puesto que la aparición de esta última ac. y la del vocablo frialdad (según la documentación que nos ofrece Malkiel) son simultáneas: aquélla aparece en J. Ruiz y en textos de h. 1400 (pues, como Malkiel recalca, es dudoso que el texto actual de los Bocados de Oro sea anterior a estas fechas), y éste se halla ya tres veces en el S. XIV, al cual corresponden López de Ayala, la Confissión del Amante y el glosario de Toledo, y el port frieldade se halla ya en Pero Menino, tercer cuarto del S. XIV. Es lícito, por lo tanto, conjeturar que frialdad fuese anterior a fealdad en su sentido secundario. En cuanto a la evolución fonética FRIGID(I)TATEM > frieldad > frialdad, ayudó naturalmente el influjo de igualdad, mortaldad, maldad y análogos; la l < D es la llamada l leonesa, con lo cual estaría de acuerdo la procedencia occidental que sospecha Malkiel, en vista de la temprana aparición en Pero Menino y en un traductor castellano de su obra.―

7 Vid. ejs. aragoneses medievales de fri(d)o en el sentido de ‘ineficaz, sin efecto, vano’ en Tilander, p. 426; ac. que se relaciona a un tiempo con frío ‘sin chiste’ y con friolera ‘bagatela’. Claro está que la coincidencia semántica de friolera con el lat. FRզV֊LUS es casual, y no autoriza a buscar el origen de aquél en esta voz latina, que no ha dejado descendientes en otros romances ni vive como adjetivo popular en castellano. Se engañan, pues, Cabrera, s. v., y Baist, RF I, 131 (también S. O. en El Averiguador Universal IV, 1882 134, se expresó según creo en el mismo sentido).―

8 A pesar de los argumentos históricos de D.ª Carolina, no puede caber duda que el port mod. fiambre es castellanismo, según reconocen Nobiling, ASNSL CXXVI, 425, y M-L. (REW).―

9 Intransit. «Noite: a terra non arrufía, pero... da ilusión de frescor» Castelao 150. 19, 187.11 126.27; reflex, ‘enfriarse mucho, helarse’ o ‘resfriarse’: «-rse c’o bafo griseiro da mañán» Castelao 222.7.